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Los Sucesos

Mi jefe era un monstruo no tenía piedad, no respetaba nada, ni siquiera tenía valores, era un asco de hombre, salgo corriendo de la oficina tomo mi cartera y me marcho, no tenía nada que recoger porque jamás traje ni una fotografía, ese ambiente no es acto para cosas buenas, la mala vibra de mi ex jefe es horrible.

Cuando salgo de las instalaciones, resulta que está cayendo un torrencial ¡lo que me faltaba! ¿es que siempre me tiene que perseguir la mala suerte?

Decido ir caminando, total no estaba tan lejos, aprovecharía para que el agua se llevara mis penas, aunque esos cuentos no van conmigo, no creo en los chacras, ni los espíritus que nos protegen, son solo tonterías de las personas que se dedican a estafar personas que siente la necesidad de comunicarse con algún familiar o simplemente buscar consuelo.

Etaba empapada y el frio me arropaba los hueso, para completar un auto pasa por un charco llenándome de barro hasta el cabello, «¡maldito fuera!»

Estábamos en una sociedad, muy ridícula, las mujeres que valían eran esas que estaban operadas de pies a cabeza, con vestidos cortos y mil kilos maquillaje encima, esas de revistas y pasarela, las mujeres como yo de ropa humilde y bastante básica no éramos parte de este mundo, solo somos cuervos.

Al llegar a casa jamas espere encontrarme la peor escena de toda mi vida, mi madre estaba tirada en el suelo de la cocina, mi corazón explota de dolor, ¿acaso había muerto? ¿Era la hora?

— ¡Mama! ¡Mama! ¿Qué te pasa mama? por favor despierta—La llamo desesperada, necesitaba ver sus lindo ojos, pero un mal presentimiento no abandonaba mi cuerpo.

— ¿Que pasa hermana? ¿Qué le pasa a mama? —Escuchar la voz mi hermana llorando, gritando, hizo que mi cuerpo reaccionará y se mantuviera en alerta, ella iba a tener una crisis, no podía con las dos cosas.

—¡Cálmate! llamaremos a emergencia, pero si te pones así no podre con las dos, ¿tomaste tus medicamentos hoy?

—Si hermana solo me falta la de la noche.

A penas si puedo entenderle, su llanto no la dejaba articular bien las palabras, si para mi era difícil, no quería imaginar como se sentía ella.

Salgo corriendo y llamo a emergencia, me dicen que enviaran una ambulancia, estoy desesperadas a los cinco minutos llegan los paramédicos, no me dicen nada hasta que la montan en la camilla

—¿Señorita tiene a la mano los exámenes más recientes de su madre?—pregunta sin importancia

—Sí, aquí los tengo, me iré con ella

—Como diga.-

Por suerte la vecina vino a socorronos y se quedo con li hermana.

Ibamos de camino a la clínica, mis manos estaban heladas, no me habia dando oportunidad de cambiarme, así que aún seguía mojada, esto era un resfriado seguro.

Al llegar a la cliniva nos espera su médico tratante, corro al lado de la camilla, mi madre va inconsciente, llegó aun punto donde no se me permite pasar asi que tengo que esperar aquí.

Caminaba de un lado al otro hasta que una voz muy familiar pronunció mi nombre.

—Maritza.

—Dígame Horacio, ¿qué pasa con mi madre? — El era el medico de mi madre y un excelente ser humano, habíamos establecido una confianza bonita, nada que rosara el abuso

—Siento decirte que tu madre está en su etapa final, no creo que logre pasar esta noche, perdona la franqueza de mis palabras pero siempre prefiero decir la verdad

Se que esto le estaba doliendo, porque a pesar de no ser familia, ni llevar su sangre, horacio nos apreciaba con sinceridad, así que este golpe nos dolía a los dos.

Comienzo a llorar desconsoladamente, nunca estaría preparada para perder a mi madre, incluso siendo una viejita necesitaría de ella, estaba sola en este mundo tan cruel, ¿quien me apoyaría? no quiero estar sin mama.

—«¡Oh dios mío Horacio!» ¿que voy hacer sin mi madre?

—Maritza no sé qué decirte, pero cuentas conmigo, ahora hay otro asunto que debemos arreglar, la clínica está pidiendo los pagos retrasados e inclusive la cuenta de hoy, debes cancelar esta noche, lo siento mucho—me dice con vergüenza, estaba al tanto de nuestra mala situación.

— No tengo con que pagar—mis mdjillas ardian de la verfuenza—hoy me quede sin trabajo

—Sabes que puedo ayudarte, quiero hacerlo-

—No es necesario, se lo que tengo que hacer, pero muchas gracias, siempre me apoyaste, puedo ver a mi madre.-

Camino directo a su habitacion, pero mi mente no dejaba de pensar en la propuesta que mi jefe me había hecho, esa era mi única salvacion, me convertiría en su esposa

Caminamos por el pasillo y entro a la habitación, mi pobre madre esta acostada, sin fuerzas, su cara se ve cansada, pálida, había perdido su belleza, no existía rastro de la mujer que antes fue, me acerco a ella y le doy un beso.

—Te amo mama gracias por todo lo que hiciste por mí, sería muy egoísta si te pidiera que aguantaras más, pero sé que tu cuerpo no soporta más, jamás tendré como pagarte todo, te amo madre no sé cómo voy a vivir sin ti. .

Todo esto lo había dicho con lágrimas que salían como cascadas, me sentía morir.

—Hija, no llores, también te amo, prométeme que nunca dejaras sola a tu hermana, sé que no es tu responsabilidad pero necesito de ti, siempre fuiste buena hija, pero esta enfermedad pudo conmigo, te amo, cuídate mucho.-

Mi madre cerro sus ojos, supongo que para descansar, necesitaba mantenerla en esta clínica, había decidido llamar a mi ex jefe aceptaría su trato, pero quería cada palabra por escrito, y con condiciones tampoco se las iba a poner tan fácil.

Salgo de la habitación con rumbo a la calle necesito aire, quiero respirar, me siento ahogada, a veces la vida no es lo que los demás piensan, es muy duro vivir siendo pobre.

Saco mi teléfono dell bolsillo del pantalón, marco su número, repica una, dos, tres veces pero no contesta, cuelgo y vuelvo a remarcar vuelve a sonar una dos tres cuatro veces, cuando voy a colgar la llamada escucho su voz.

— ¿Ya te arrepentiste? ¿No aguantas un día sin empleo? —me contesta con cinismo, eso hace que pierda los estribos, mi poca fuerza se acaba y comienzo a llorar sin poder parar.

— ¿Maritza que pasa? ¿Te hicieron algo? Háblame—¿Era preocupación lo que escuchaba en su voz? A estas alturas ya no sé qué creer, necesitaba el dinero

—Acepto tu maldito trato, pero debes venir a la clínica de la ciudad y costear los gastos médicos de mi madre, está muriendo— vuelvo a llorar sin parar,no estaba preparada para decir lo último aun no podía creerlo «¡por Dios!» es mi madre.

—Luego hablaremos de eso, no te preocupes por el contrato ahora ¿si? espérame allá, dame dos minutos y estoy contigo.- me dice y cuelga

Camino a la sala de espera y me siento en un rincón en el suelo, abrazando mis piernas, lloro en silencio, no es fácil todo lo que estoy viviendo, no sé cuánto tiempo llevo así, pero unas enormes manos me cargan, haciéndome sentir protegida, no puedo abrir mis ojos el cansancio me gana.

Intento moverme, he dormido como nunca, pero tengo calor, abro mis ojos y me encuentro en una habitación, con una cómoda manta.

— ¿Pudiste dormir algo? — Escuchó qie me pregunta, no necesitaba mirarlo para saber que era el ¿en que momentobhajia llegado?

—¿Cuánto he dormido?

—No te preocupes solo tres horas, tu madre sigue igual, tu hermana la tienen tus vecinos, envié comida y algo de dinero por cualquier emergencia, también cancele las cuentas que tenías aquí, incluyendo la hipoteca de tu casa, por ahora puedes estar tranquila Maritza—me dice sin la más mínima expresión hay cosas q no cambiaban nunca

—Gracias, te pagare hasta el último centavo puedes estar seguro de eso soy una mujer de palabra.-

—Vayamos al grano ¿cuando crees que podamos casarnos?—Me mira serio, no estaba jugando—no puedo esperar más, mi abuelo quiere entregarme sus empresas, pero cree que soy muy inestable como para hacerme cargo, quiere que tenga una familia, pero sabes que no soy hombre de una sola mujer.-

—De eso quiero hablarte, si haremos esto también tengo condiciones, mientras estemos casados no podrás exhibirte con mujeres, me respetaras, cero chismes de farándula, permitirás que te pague todo lo que debo y empezaras a tratarme como se debe nada de llamarme cuervo, te escuche decirle a unos de tus amigos.-

—Tienes carácter— Su mirada fria me penetra—nos casaremos mañana, respetare tu decisión no más mujeres, al menos no te enteraras, se hacer mis cosas, de todos modos solo estaremos casados un año, deberás firmar un acuerdo prenupcial, no permitiré que pagues nada, tómalo como una recompensa además gozaras de cuatro veces tu sueldo actual, ese será tu nuevo salario, lo siento si te ofendí con lo de cuervo pero es la realidad, creeme que esto es un sacrificio para mi.

La sangre dejó de correr por mi cuerpo para darle paso a la rabia, odiaba a este hombre.

—Si vas a empezar a ofenderme entonces me marcho, con respeto a el acuerdo no tengo problema, no me interesa tener lo que no me he ganado, ahora explícame que hago en esta habitación

—Cuando se tiene dinero, no hay impedimentos para tener comodidades así sea en la china, te encontré llorando en un rincón, estabas tan cansada que pedí una habitación para ti, no mal interpretes mis acciones, hice lo mismo que harianpor un perro—me dice con su típica cara de niño rico

—Entonces gracias, supongo que cuando nos casemos dormire con el perro—Sonrio con malicia, me gustaba jugar con su paciencia— me quedaría mas tiempo, pero debo ir a ver a mi madre.-

—Te acompaño.

—No es necesario, pero gracias

—De todos modos iré.

Esta se convertiría en la peor decisión de mi vida, de eso estaba segura, lo pagaría con creces.

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