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DANIEL.
Mirarala allí, frente a mí, era como estar sumido en un precioso sueño. Un sueño del cuál no quería despertar. En parte estoy agradecido con el tiempo... Con la naturaleza. Si no fuera por esta tormenta nunca hubiera cruzado palabras con ella.
一Entonces... ¿tienes hermanos? 一pregunta, mientras abre su mochila y saca de ella un abrigo.
Hacía frío.
一Sí, tengo una hermanita de siete años. 一contesté, intentando calmar mi nerviosismo.
Me aferraba más mi la mochila. La lluvia estaba fuerte y se escuchaba uno que otro rayo. La noche estaba cayendo.
一Oye, ¿qué hacemos sino pasa nadie? 一cuestiona一 ¿Dormiremos aquí?.
Eso no me lo había planteado. Mañana es sábado y mamá y yo tenemos que hacer... Algo. Tampoco le he habisado. Amanda me mira esperando una respuesta.
一Creo que sí.
Asintió.
Dejé la mochila en el suelo y me acomodé en mi asiento. El aula se quedó en silencio; solo el ruido del agua caer se escuchaba. Los árboles se tambaleaban de un lado a otro por lo fuerte del viento.
一Daniel, 一llamó Amanda.
La miré de inmediato.
一Dime.
Se quedó pensativa, como debatiendo en si decir o no lo que sea que esté pensando.
一Camila, mi amiga, me dijo que tú... Eres el que siempre me observa.
En ese momento me sentí avergonzado. ¡Pensará que soy un acosador!. Debí de ser más precavido.
一S-sí, yo... Lo siento... 一intenté disculparme.
一No te preocupes. 一calma.一Pero, ¿porqué?
Porque estoy enamorado de ti, Amanda. Quisiera decirle eso. Quisiera decirle que desde la primera vez que la miré me quedé enganchado. Me bastaba con mirarla. Con mirarla sonreír, aunque ninguna de esas sonrisas iban dirigidas a mí.
一Porque eres linda.
Fue lo único que dije y pareció sorprenderle. Se mordió su labio inferior y pasó su mano por su cabello. Estaba nerviosa.
一¿Crees que soy linda? 一inquirió.
Por Dios. Eso no se pregunta.
一Claro que sí. 一susurré.
Era la verdad. La pura verdad.
Me sonrió.
La primera sonrisa que me dedicó. La primera de muchas porque prometo no dejarla ir.
一Deberíamos buscar dónde y en qué pasar la noche. 一se levantó y empezó a observar a los alrededores. Afuera ya estaba de noche. Mientras más de noche se hacía, el frío aumentaba.
Me levanté y me dirigí a una de las taquillas que estaba en el aula. Allí los maestros guardan mantas entre otras cosas. La abrí y, en efecto, habían varias mantas gruesas de esas que son calientes.
Amanda se acercó a mí y me ayudó a sacarlas.
一Genial. 一sonrió.
Pusimos dos de cama y la más grande para cubrirnos. ¿Dormiremos juntos?
一Si quieres puedo dormir en otro lado... 一comenté.
Frunció el ceño.
一Para nada 一rió一 No tiene nada de malo, Daniel. No haremos nada. Solo dormir.
Asentí dándole la razón. Nos metimos entre las sábanas y nos quedamos sentados, con la sábana cubriendonos. Estaba seguro de que a partir de esta noche nada sería igual.
AMANDA.
Iban a ser las siete y media de la noche. La lluvia no paraba. Gracias a que Daniel encontró estas sábanas el frío no se siente. Estábamos en silencio, escuchando la lluvia caer. Hace rato llamé a mamá y le dije que me quedé en casa de una amiga para que no se preocupara. Daniel hizo lo mismo.
Daniel.
Hace rato dijo que era linda. Nunca nadie me lo habían dicho. No con la sinceridad y dulzura de Daniel.
一¿Te gusta leer? 一pregunta de pronto.
一Sí. 一sonreí. 一Me gustan las historias de romance.
Sonrió.
一Eso es lindo. 一dijo一 También me gusta leer.
Enarqué una ceja. Es al primer chico que escucho decir que le gusta leer.
一¿En serio? 一cuestioné一 Hasta ahora eres el único chico a quién escucho decir eso. 一confesé一 Pero es lindo.
Su mirada encontró la mía. Había un brillo especial en sus ojos.
一Y... ¿qué clase de música te gusta escuchar? 一pregunté.
Quería conocer más a Daniel. Algo dentro de mí quería hacerlo.
一Thinking out loud de Ed Sheeran. 一hizo una pausa一 Es mi favorita.
Oh. Una canción romántica. ¿Será dedicada a alguien? O quizá le recuerde a alguien.
一De hecho creo que la tengo en mi teléfono 一lo sacó de su bolsillo一 Si quieres la podemos escuchar. 一dijo.
Asentí de inmediato. Daniel la puso y empezó a sonar. Solo estábamos él y yo allí en esa aula, con la lluvia cayendo afuera. Juntos. Escuchando Thinking out loud. De alguna manera siento esa música para mí. De él para mí.
Daniel me está revolviendo las ideas más de lo que nunca creí que podría. Lo miré a los ojos mientras nuetras cabezas estaban arrecostadas en la pared. Viéndonos. Sentí como tocó mi mano y entrlazó nuestros dedos. Era algo mágico.
Es la primera vez que hablamos y siento que he perdido todo este medio año. He perdido la oportunidad de conocerlo, de... Enamorarme.
Se podría decir que pasamos toda la noche así, conociéndonos en silencio. Nada será igual a partir de ahora, Daniel es como esa paz que tanto buscaba; como esa ilusión que tanto anhelaba... Como mi luz en medio de la oscuridad.
¿Puedo decir que es amor lo que siento si apenas llevamos aproximadamente cuatro horas de conocernos, de hablar? El amor llega en el momento menos esperado, en el lugar que nunca pensaste indicado, quizá eso es lo que está pasando.
Hoy me levanté sintiendo que era un día normal, un día común y corriente como cualquiera, incluso no quería venir hoy pero mamá me convenció y se lo agradezco muchisimo, porque conocí a Daniel y estoy segura de que no lo dejaré ir.
Sé que si en un futuro llegamos a ser algo más que amigos no me romperá el corazón, lo sé, lo siento muy dentro de mí.
一Promete que siempre estarás conmigo. 一susurré, casi dormida.
一Lo prometo.