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Ajuste

2

JAMES

El entrenamiento contra Oz seguía su rumbo, esta vez él había utilizado una técnica que hacía reproducir réplicas exactas a él, de manera que me atacaba uno y otro a la misma vez, eran muchos contra mi, no sabría cuánto duraría tratando de detener sus ataques, pero de algo si estaba seguro y es que no me daría vencido tan fácilmente.

—el haber luchado tanto tiempo  y aún estar en pie es digno de toda admiración y valentía—Oz me halagaba parado frente a mi con su espada a un lado—pero ya no hay lógica de seguir luchando, ya has logrado dominar la técnica, pero ¿aún así quieres seguir luchando?

—no tengo tiempo para escuchar tus tonterías—nuevamente tomé mi espada—vamos, continúennos con esto y atacame con todo lo que tengas—estaba tan decidido a seguir

—muy bien, si así lo quieres continuaremos.

JINSU

—por favor no me mates, Jinsu, ten piedad de mi, por favor te lo suplico—un soldado se ponía de rodillas clamando por su vida, luego que a todos sus amigos ya lo había asesinado.

—de igual forma aunque me ruegues te mataré sin piedad slguna a como ustedes lo hubieran hecho conmigo—coloqué mi espada en su garganta.

—no lo hagas, yo solo he seguido las órdenes a como cuando tú fuiste a la tierra por Katsuro—cerró sus ojos, después de todo tenía un poco de razón.

—lárgate de mi vista—guarde mi espada, aun me quedaba un poco de piedad contra los sujetos débiles como el.

—antes de todo—me miró fijamente a los ojos—¿por qué se rebeló contra nosotros mismos? Usted era uno de nosotros y ahora alza su espada contra los suyos, ¿Qué pasó para que usted tomara esa decisión joven, Jinsu?

—es algo que jamás lo entenderás, pero ahora vete de acá—corrió por su vida con mucho miedo.

Me dirigí hacia el monte de ejecución, después de haber entrando en el lugar donde James estaba, me sentía más fuerte y más decidido por intentar salvar a Katsuro, quería remediar el daño que hice cuando fui por el, después de todos éramos buenos amigos desde la niñez y si me tocaba morir en el intento lo haría con mucho gusto. Vamos solo necesito un poco más de tiempo y estaré ahí contigo, compañero.—a mi mente se vinieron los recuedos que vivi con mi buen amigo, Katsuro. ¡no permitiré que te maten!

Al paso del tiempo llegue a una sala que estaba al aire libre y empecé un poder inmenso que se hacía presente en todo el lugar, me había inmovilizado con esa gran presencia que se sentía por las paredes, si había llegado hasta acá es porque sabía a lo qué me enfrentaría, pero el poder era tan inmenso que hacía ver al mío como una simole hormiga.

—este poder sin duda es de Himura, no hay duda de eso, lo conozco a la perfección—me detuve en seco—al instante apareció frente a mis narices tal y como lo había sospechado, sería algo muy difícil lo que se me avecinaba.

—¿hacia donde te diriges, Jinsu?—me miro con esa mirada fría  que siempre lo caracterizaba—veo que vas muy apurado. .

—por supuesto que...—me debatí en decírselo o no, mi cuerpo estaba lleno de nervio, sabía que ele era mucho más poderoso que yo, pero me decidí—por supuesto que me dirijo hacia el monte de ejecución, salvare a, Katsuro, pero asumo a qué te reusas a dejarme pasar—lo fulmine con la mirada

—si así lo quieres esta bien—tan solo desaparecio de mi vista y en segundos ya lo tenía en mis espaldas propinándome una estocada con su espada—que tonto que eres al imaginar que tienes tan solo una posibilidad de herirme.

—Perfecto, esa técnica ya le he visto antes en tus batallas anteriores y se que usas tu gran velocidad con un medio giro apareciendo detrás de las espaldas de tus enemigos, ese es uno de tus movimientos favoritos, Himura, usando la lógica mi mente ya sabía que harías eso, por eso tu estocada no fue tan profunda que digamos, si lo hubieras hecho en alguien que apenas lucharía contigo esa estocada hubiera sido lo suficientemente grave para haberlo matado, pero conmigo tus trucos no serán tan sencillos además mi cuerpo es bastante ágil como para contraatacar también—su cara se impresionó.

—es un poco gracioso, Jinsu. ¿sabes por qué? Porque hablas como si ya has ganado ¿Qué te da tanta seguridad? No me digas que crees que con tu nivel de poder podrás hacerme daño como para asesinarme—se colocó en posición de hacer su técnica secreta, pero de inmediato lo detuve con mi espada.

—Te lo he dicho, Himura—se inmutó—ya no podrás matarme con esa espada, te daré un dato muy curioso, cuando formé parte de los justicieros había alguien a quien yo siempre quería superar y ¿adivina qué? Ese hombre es nada más ni nada menos que tu, Himura, tu eres al hombre que jure que superaría por mucho, tu arrogancia era algo que siempre tenía presente, siempre jactándose de su poder. ¿acaso nunca te has visto en un espejo? Eres alguien patético. Ahora contempla el poder absoluto de mi espada.—coloqué mis pies al ancho de mis hombreo e invoqué el sello número dos de mi espada, de ella empezado a emerger un espíritu semejante a una serpiente gigante—morirás sin duda, Himura.

—vaya, vaya... ¿Cuándo alcanzaste el sello número dos? Eso si no me lo esperaba y menos de alguien como tú, no sabía que tenías esa habilidad, pero al final sabemos que es lo que pasará entre los dos.

—al parecer nunca te diste cuenta de cómo uno iba prosperando, pero te lo dire una vez más y espero no te interpongas en mi camino. ¡iré a salvar a Katsuro! Y aunque tu estés presente o cualquiera, eso no será un impedimento para mi, esta vez no tengo miedo a nada—me sentí seguido de mi mimo y de mis habilidades.

—pues parece que tú no escuchaste mi respuesta a eso, será imposible—se colocó frente a mi cerrando el paso—nadie podrá pasar por acá.

—muy bien, si no me dejas pasar...tendré que matarte y pasar sobre tu cadaver—lo señalé con mi dedo índice.

—no lo creo ya que con tu pobre habilidad ni siquiera podrías hacerme caer de rodillas, insecto, comprende que somos tan diferentes, es como comparar una paloma con un halcón. Comprende eso de una buena vez.

Libere a mi espíritu de serpiente de forma que lo devorara, pero el, era muy rápido aún así mi serpiente era tan gigantesca que donde él apareciera lo trataba de interceptar. La sala estaba siendo destrozada por los seguidos choques  que daba mi serpiente con las paredes del lugar.

—bien—se detuvo en seco—veo que tu sello número dos es muy poderoso, pero no tan poderoso como el mío—libero unas redes que hizo pedazos el cuerpo de mi serpiente creyéndose victorioso.

—yo no cantaría victoria aún, Himura,—mi serpiente empezó a regenerarse poco a poco—lo siento mucho, pero esa otra técnica también la conocía, me encargué de estudiar todos tus movimientos a detalle—se espantó cuando escucho eso, volví a atacar impactandolo sorpresivo—veo que ese ataque te dolió, tanto así que te acabo de poner de rodillas, creo que esta batalla llegará a su final, Himura.

—con qué quieres acabar con mi vida en este instante—se levantó—muy bien, entonces ahora mismo el filo de mi espada te cortara por completo

—¿tu espada?—frunci el ceño—la única espada que cortará completo será la mía—lance mi serpiente gigante

—escudo psíquico—colocó un enorme escudo defendiéndose del ataque de mi serpiente, al instante sucedió una gran explosión con el impacto que aprovechó para moverse entre las sombras

—te puedo ver maldito—lo distingui, lo ataque nuevamente, pero pudo crear otro de sus escudos.—demonios he perdido el control.

—parece que el tonto acá eres tú, Jinsu, por si no te has dado cuenta tu serpiente se ha debilitado poco a poco hasta llegar a un punto en donde estará inservible, no sé cómo diablos aprendiste a usar el sello número dos, pero no es fácil, por lo que si lo aprendiste hace poco es difícil que lo mantengas ya que para eso debes de entrenar por muchos años, no es algo que de la noche a la mañana será perfeccionado. Jinsu, en pocas palabras, tú no estás listo para usar el sello número dos en batalla.

—no necesito tus consejitos, en primer lugar ya sabía todo eso antes de venir aquí por suerte tengo mucho poder aun como para destruirte—invoque nuevamente al espíritu de la serpiente.

—hechizo de prision—mi cuerpo había quedado estático, no podía mover ni un solo pelo—baja tu espada y quizás tenga misericordia de ti, pero si sigues con esa idea estupida de ganarme tendré que terminarte en este mismo instante, pero mejor he pensado que debo de matarte ya. Ah, por cierto, también nosotros los Dark tenemos un sello número dos, ahora pruébalo—lo utilizó.

El ambiente había cambiado de golpe, se tornó oscuro como la noche, del suelo empezaban a salir miles de partículas semejantes a alfileres de muchos colores, todos apuntaban hacia mi. Este sin duda era mi final.

—prueba mis preciosos alfileres de la muerte—todos se dirigieron a mí en un abrir y cerrar de ojos destruyendo mi cuerpo por completo—miles de cuchillas se elevaron de la tierra con su dispersión miles de cuchillas más salieron es imposible contarlas e incluso es imposible contar su patrón mucho menos evitarlas, lo único que se puede es observar u esperar el golpe de gracia. Acaso te debo de recordar la diferencia qué ¿hay entre tu y yo? era inevitable que pudieras vencerme, pero al menos alégrate que caíste bajo mi espada—giro sobre sus talones

Intente levantarme poco a poco, sentí como mi cuerpo estaba perforado casi por todos lados.

—vaya—se detuvo—aún puedes respirar, si sigues moviéndote solo apresurarás tu muerte

—claro que no—me puse de pie apoyándome de mi espada—esto no ha terminado

—acaso eres terco o ¿Qué? Te he dicho que si te mueves mucho solo harás que tus heridas terminen de abrirse y te desangrarás poco a poco

Intente atacarlo, pero mi cuerpo ya no respondía cayendo de rodillas al suelo.

—debo de hacer algo bueno por ti, después de todo has aguantado a mi sello número dos y eso es digno de admirar—se acercó u me coló cu espada en mi cabeza—si te mueves te prometo que esta espada atravesará tu cuerpo y esta vez si te lo prometo ya debes de haber notado que tu sello número dos también desapareció esto indica que tu cuero morira dentro de poco, pero antes quiero preguntarte algo ¿aun sigues con esa idea absurda de vencerme y salvar a Katsuro?

—aunque nuestros poderes sean muy diferentes y el nivel de rango que tenemos acá sea abismal, yo jamás me daría por vencido aún cuando me encuentre en este estado, yo jure que me volvería más fuerte que tú y te lo demostraré ahora mismo—tomé su espada des su filo con mi mano y en un intento de matarlo me lancé hacia él tratando de herirlo, pude ver cómo su rostro se había asustado que aún me podía levantar y no solo eso, sino que también podía hacer un último ataque, pero su espada me atravesó.

—felicidades por lo que acabas de hacer—sintió pena por mi—esta vez por poco me herías, pero a como te dije, seria una locura tratar de ganarme—se retiró victorioso

La batalla había terminado y esta vez había un luto, el cuerpo de Jinsu había sido destrozado, había dado su último respiro por salvar a Katsuro. La ejecución cada vez estaba más cerca, James, seguía entrenando fuertemente, las esperanzas cada vez se hacían menos. ¡vamos James, apúrate, la única esperanza eres tu!—Desconocido

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