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Capítulo 7

Me miro al espejo y veo que el maquillaje que me hizo Jess se ve muy bien. No se notan mis pequeñas ojeras. Sigo con la bata ya que Cass todavía no regresa con el vestido.

Miro a Jess y ella me mira con una sonrisa, le trato de sonreír, pero creo que en vez de eso logré una mueca.

- ¿Segura que estás bien? - me volvió a preguntar por quinta vez desde que desperté.

Mi madre había llegado apenas me desmayé, al parecer estuve así unos 15 minutos.

Dice mi madre que fue por algo del almuerzo. Pero me parece completamente raro, y su excusa muy simple y poco creíble.

Bueno eso no importa por ahora, debo enfocarme en esto.

- Sí, muy segura- le dije ahora con una verdadera sonrisa.

- Confío en ti- me dijo y me dio un abrazo.

- Ya llegó por quién lloraban- dijo Cass entrando a mi habitación con mi vestido en la mano.

Sonreí por su comentario, nos miró divertida y alzó el vestido- Póntelo ahora, ya están más de la mitad de los invitados esperando abajo.

Me puse el vestido y me miré al espejo de cuerpo completo.

Era un vestido largo, un escote en “V”, con tiras delgadas, y unos detalles de flores blancas en el final de la falda; era de color gris con blanco, me gustaba bastante.

Mi madre y Jess lo eligieron.

Jess me hizo una media cola, y ondulo las partes de mi cabello que quedaban libres. Estaba casi lista.

Cass me ayudó con la tiara. Ella estaba feliz ya que Víctor pasaría toda la noche aquí ya que habíamos quedado que los jóvenes alfas y los futuros alfas se quedarían para entablar una especie de amistad entre los jefes de manadas.

Pero la “mejor

eor” parte es que Marcus también se quedará...Si... Nótese el sarcasmo.

Pero también vendría su padre, y acepto que si me cae bien al igual que el resto de su familia. Jonathan y Martha siempre fueron buenos conmigo, ellos me acogieron; obviamente que luego les tuve que contar la verdad, pero guardaron el secreto.

- Pero no les contaste todo el secreto- me reprochó Lazuli.

Bueno en realidad solo les conté que soy la futura reina y que mi madre es la diosa luna. Y que me escapé porque quería encontrar el amor verdadero. Pero no saben que yo sabía que mi amor verdadero era Marcus.

Bueno ya no es nada mío ¿Verdad? Así que mi mentira blanca se ve completamente opacada al lado de lo que hizo su hijo.

- Princesa- dijo Kian entrando a mi habitación- Su madre la espera- dijo con una sonrisa, miré a las chicas y luego a Kian.

Suspiro y me armo de valor.

- Vamos, estoy lista- dije decidida.

Omnisciente Pov:

Mientras la princesa era escoltada por Kian y sus betas hacia la recepción, en ese mismo lugar se encontraban todos los Alfas y futuros Alfas reunidos, todos elegantes y muy bien presentables.

Todos hablaban, hasta que de pronto todos dirigieron la atención hacia la parte arriba de la gran escalera donde se encontraba la Diosa Luna, todos hicieron una reverencia, ella solo asintió con la cabeza en respuesta.

- Hijos míos- anunció ella- Hace ya un día que estoy aquí en la tierra por una razón muy importante- todos escuchaban atentos- Hace ya más de un año mi hija heredera al trono licántropo huyó de casa; haciéndose a sí misma un grave hechizo, para poder encontrar el amor verdadero. Pero ahora todo se ha solucionado y ha vuelto a donde pertenece. Y hoy oficialmente la presento como mi hija y futura heredera al trono- todos estaban impacientes, la Diosa bajó por las escaleras. Al llegar al primer piso volteó para donde hace un rato ella estaba- Con ustedes, mi hija, Samara Moon, princesa y futura reina de los licántropos- y Samara hizo su gran entrada con sus dos betas a su lado. Todos aplaudieron y alabaron. Todos los jóvenes Alfas estaban admirando lo hermosa que era. Ella sonreía como podía. Bajó las escaleras y su madre se acercó a ella- Di algunas palabras, tu pueblo necesita estar seguro de que serás buena líder- Samara escucho la voz de su madre dentro de su cabeza, ella asintió "segura".

- Líderes de las manadas, será el honor más grande de mi vida ser su reina. Prometo dar todo de mí y cuidarlos con mi vida- dijo y todos aplaudieron.

Samara pov:

Estoy nerviosa, no puedo ver muy bien, pero sé que está aquí.

- Pasemos al comedor- dijo mi madre. Todos nos dirigimos hacia el gran comedor, me senté en la gran cabecera junto con mi madre, a mi lado izquierdo estaba Jess y Cass se había sentado al lado de mi madre.

Los Alfas se sentaban al lado de sus hijos. Víctor estaba a un asiento de Cass y no paraban de darse miradas cómplices. A solo unos cuantos se encuentra Jonathan y a su lado su hijo mayor. Miro disimuladamente y me está mirando. Lo ignoro para no levantar sospechas.

Varias de las mucamas empiezan a servir el gran banquete. Todos empiezan a comer, hablan de diversos temas, mientras que yo imploro que no me pregunten nada.

- Princesa- empezó Jonathan sacándome de mis pensamientos- Sé que podría ser un poco inapropiado pero quisiera saber si es verdad los rumores que han llegado a mis oídos- por favor que no sea lo que creo que es- Algunos jóvenes me comentaron que usted regresó ya que el hechizo se rompió- dijo, yo asentí con una sonrisa forzada- Pero me dijeron que el hechizo se basaba en algo sobre los mates o algo así, ¿Me podría explicar si no es mucha molestia?- ahora todos están más que atentos a nosotros, bueno ahora a mí.

No sé qué hacer, miro a Jess y está molesta; miro a Cass y está nerviosa; y por último miro hacia Jonathan, pero en realidad veo a Marcus, está sudando frío. Ya no tengo escapatoria. Veo a mi madre y ella me mira, me da una mirada que me da paz y me alienta a decir la verdad. Asiento con la cabeza en su dirección y suspiro.

- Claro que no será una molestia- digo lo más amable posible- Bueno lo que pasó; fue que... El hechizo que yo misma me hice solo se rompería de dos formas...- me quedé callada y todos se quedaron a la expectativa mirándome para que siga con mi relato- Con la aceptación o el rechazo de mi mate- dije.

- ¿Y qué sucedió? - preguntó un joven alfa, parece de unos 15- ¿Ya tenemos Rey? - eso me dolió, sentí como se me rompió el corazón, una lagrima se escapó de mi ojo derecho, mi madre se percató y la limpio rápidamente sin siquiera dejar de mirarme.

- ¿Eres del este verdad? - pregunto Brandon, el chico asintió- Por eso no sabes lo que sucedió- afirmó él.

- ¿Qué sucedió? - preguntó un Alfa ya adulto.

- Me rechazaron- dije firme y tratando de no darle importancia. Se formó un gran silencio en el comedor, la mayoría estaba atónito, todos menos Víctor, Cass, Jess, Brandon, Fabián, Marcus y mi madre- Solo porque no pudo ver mi interior y se dejó llevar por el exterior.

- Ese lobo ha sido un verdadero ignorante como para hacerle eso- dijo Jonathan.

Si supieras que fue tu hijo.

- Lo sé- suspiré.

- Por esa misma razón- interrumpió mi madre- Mi consejo y yo elegiremos al futuro rey- todos los Alfas sonrieron.

- Yo ofrezco a mi hijo para que pueda pretender la mano de la princesa- empezó un Alfa.

- Creo que debería ser de una de las manadas más fuertes- empezó Jonathan- Creo que Marcus sería un muy buen esposo y rey- Mi madre lo miró y sonrió falsamente- Además cómo se debe de estar sintiendo aquel lobo que rechazó a nuestra princesa- dijo mientras me miraba.

Oí cómo alguien se echó a reír levemente. Miré y era Fabián.

- No lo sé Alfa Jonathan- dijo riendo un poco- Pero podemos averiguarlo- ahora soltó una risa irónica, miro a Marcus- Cuéntanos Marcus, ¿Cómo se siente haber rechazado a la futura reina de los licántropos? - dijo irónico.

El ambiente se tensó, mi respiración se paró. Jonathan no sabía qué hacer, su cara se puso roja de la rabia y la vergüenza. Miró con decepción a Marcus, el cual estaba pálido y petrificado por lo que estaba pasando. Se formó un nudo en mi garganta.

- Marcus- empezó Jonathan entre dientes fingiendo una sonrisa- ¿Eso es cierto? - lo miró tratando de creer que no era broma.

- Padre yo...- lo interrumpí.

- Alfa Jonathan, le ruego que por favor dejemos ese tema. Ya todo sucedió y no quiero vivir en el pasado. Lo principal ahora es concentrarse en el futuro de nuestra raza- dije firme.

- En verdad lo lamento princesa, me siento muy apenado de lo que mi hijo hizo. Pero si...- lo volví a interrumpir. Me paré de mi asiento algo amenazante.

- No tiene por qué pedir disculpas Alfa Jonathan. Lo que pasó lo provocó su hijo, no usted. Además, si lo hizo fue porque creyó que era lo mejor para él y su manada- dije firme como una líder, él asintió un poco avergonzado. Vi a Marcus y él me miraba incrédulo- Espero que todo lo que hiciste sea para ser un mejor Alfa- miré a mi alrededor y todos me miraban sorprendidos- No quiero que se vuelva a tocar este tema al menos que yo acepte a tocarlo. Pero desde hoy en adelante no pueden comentar nada sobre esto en mi presencia- dicté, todos asintieron- Bueno, podemos seguir con el banquete- dije y me senté.

- Esa es mi amiga- dijo Jess tocando mi mano orgullosa, reí por lo bajo.

- Lo hiciste bien hija mía- empezó mi madre, vi sus ojos grises mirándome con felicidad.

- Su majestad- Kian apareció detrás de mi madre- Necesito hablar con usted- mi madre lo miró extrañada- Es sobre el jo...

- Vamos a un lugar más privado- lo interrumpió mi madre con una gran sonrisa, él asintió. La mirada de mi madre volvió a mí- Ya vuelvo- me dijo, se paró y miró a todos los que estaban en la mesa- Volveré en unos momentos, sigan con nuestra celebración- dijo y salió junto con Kian del comedor.

(...)

Han pasado más de 20 minutos y de mi madre no aparece ni su sombra. Estuve hablando con algunos Alfas que me hacían una que otra pregunta ocasional. Me he dado cuenta de que al lado de uno de los Alfas había un asiento vacío. No le tomé mucha importancia.

Lo más seguro es que su heredero no vino, de todas formas, al faltado muchas manadas, no todas pudieron venir.

- ¡Sam! - me sacó de mis pensamientos unas manos que me movieron levemente de un lado a otro- ¡Samara Moon! - Jess volvió a moverme.

- ¿Ah? - pregunté saliendo de mi trance.

- El Alfa Peter te está preguntando algo- lo miré y también me di cuenta de que a su lado también estaba vacío.

- ¿Sí? - me sonrió, obviamente era uno de los más adultos- Disculpé, estaba en mi mundo- me disculpé - ¿Qué me decía?

- Le preguntaba ¿Cuándo será su coronación? - preguntó amable

.

- Pues será dentro de 6 meses, el día de mi cumpleaños número 19- dije con una sonrisa.

- Mis felicitaciones - dijo el Alfa.

- Espero que pueda venir con su esposa e hijos.

- Claro que lo haré, vendré con mi esposa y mi primogénita - dijo el Alfa.

- Hablando de eso- me gano la curiosidad- ¿Dónde está?

- Mi hija se encuentra un tanto ocupada, en verdad lamenta no haber podido venir.

- Eso no importa, pero espero conocerla pronto- le sonreí amable.

- Princesa- la voz de una de las amas de llaves me hizo voltear a verla- Su madre dice que pueden ir al salón de recepción para que puedan tomar unos tragos y platicar los Alfas.

- Gracias, ahora lo hacemos- dije y ella asintió con una sonrisa.

Pasaron unos 10 minutos y ya habíamos terminado.

- Por favor acompáñenme al salón de recepciones- dije y todos asintieron, nos levantamos y yo nos encabecé. Abrieron las puertas de par en par y todos entraron. Se empezaron a hacer grupos. Vi hacia la puerta y mi madre pasó rápidamente junto con Kian.

- Sam, ven te quiero presentar al padre de Víctor- dijo Cass llegando a mi lado.

- Casi un momento ¿Sí? - no dejé de mirar hacia donde había visto a mi madre hace un momento- Debo hacer algo importante, ya vuelvo- dije y ella asintió y se fue al lado de Víctor.

Volteo hacia la puerta y me dirijo sigilosamente. Salí del salón y me dirijo hacia el despacho. La puerta está semiabierta. Pongo más agudo mi oído para poder escuchar mejor su plática.

- Creo que es muy pronto- dijo Kian- Lleva menos de una semana que se ha roto el hechizo.

- Lo sé, pero creo que será lo mejor. Es mejor que ya se vaya haciendo a la idea- habló mi madre- Hoy los presentaré formalmente.

No solo a ella sino también a los demás Alfas. Lo presentaremos de una vez como su futuro rey y esposo de Samara.

Sentí un dolor en mi pecho, salí corriendo.

No sabía a dónde ir, solo quería salir de ahí lo más rápido posible. Llego a las escaleras, recojo mi vestido para subir más rápido, al llegar arriba miro hacia el gran pasillo y veo una escena demasiado asquerosa.

Marcus se está besando con una de las amas de llaves. Trato de contenerme y bajo rápidamente, salgo por la puerta principal. Corro hacia los jardines, no sé qué hacer.

¿Por qué a mí?

Sentí que me golpeé con algo duro, caigo hacia adelante, abro mis ojos y es un chico, era guapo. Aparentaba unos 21. Buen cuerpo, brazos muy fuertes, lleva los ojos cerrados.

- Lo… lo siento- dije apenas, él rio levemente.

- Discúlpame a mí- volvió a reír, no abría los ojos- Soy un distraído, iba atrasado y estaba corriendo.

- No, yo soy la torpe, corría por cualquier lado- dije apenada, él solo reía, tenía una linda risa y su sonrisa- ¿Por qué te ríes?

- Lo lamento solo que... - abrió los ojos para mirarme fijamente- Me dolía... mi pierna- sentí algo raro, sus ojos eran verdes.

Me quedé mirándolo unos minutos y ninguno de los dos rompía el silencio mientras nuestras miradas no se despegaban. Hasta que inconscientemente mi mirada bajo hacia sus labios, volví a subir la mirada y él estaba haciendo lo mismo. Nos estuvimos acercando, pero de repente me acorde que yo tenía un mate y de seguro él también. Me quite rápidamente de encima de él.

- Lo siento- dije avergonzada y parándome.

- Discúlpame a mí- se disculpó y volvió a reír, se paró y sacudió su traje- Soy demasiado despistado- me sonrió ampliamente. No soporté y reí con él.

- Creo que no comenzamos bien- dije.

- ¿Tú crees? - me pregunta divertido- Está bien, soy Jackson Blue- se presentó.

- Un gusto Jackson, yo soy Samara.

- Lindo nombre, bueno también es un hermoso nombre para una hermosa chica- besó mi mano. Me ruboricé y me sonrió ampliamente.

- Gracias- bajé la mirada y luego me volví a encontrar con ese hermoso verde- ¿Quieres caminar? - le pregunté de pronto, sentía la necesidad de tenerlo cerca.

- Encantado- me dijo y puso su brazo para que yo me cogiera de él. Acepté gustosa. Empezamos a caminar por los jardines.

El cielo estaba claro y las estrellas brillaban en el cielo como si de una pintura se tratara. Por un momento me olvidé de todo, de mi madre, de mi futura boda, de mi prometido, de mi mate y de mis deberes como futura reina.

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