Capítulo 3: ¡Ve a averiguar todo sobre ella durante los últimos tres años!
Alina ya se había ido con Andre cuando Tomas se acercó a Caleb.
—Sr. Collins, ¿está bien? —preguntó Tomas, un poco preocupado.
¡Ya habían pasado tres años! Solo los más cercanos a Caleb sabían lo dura que fue la vida de estos últimos tres años para él. Tres años atrás, el accidente había causado un atasco de un mes en el puente de Hasnan y había producido una gran sensación en toda la ciudad, pero al final no encontraron el cuerpo de Alina ni el de Brandon.
Y este accidente pendiente le convirtió a Caleb en un hombre más indiferente.
—¡Ve a averiguar todo sobre ella durante los últimos tres años! —mandó Caleb.
—Sí, señor —Tomas asintió.
Joslan Hughes era un nombre que les resultaba muy familiar tanto a Caleb como a Tomas. El vestido de novia llamado «Beginning» era tan impresionante que incluso Caleb, uno fuera de la industria, se quedó atraído.
Pero él no esperaba que Joslan Hughes, diseñadora del vestido, fuera la misma Alina, que llevaba tres años desaparecida.
En apenas una hora, Tomas había entregado la mayor parte de la información sobre Alina y Andre a Caleb.
Solo eran unas pocas páginas, pero describían cuidadosamente los tres años de Joslan Hughes. Y eran estas pocas páginas las que cambiaron la percepción que Caleb tenía de Alina.
En el pasado, Alina siempre había sido vista como una perdedora y una vulnerable, que no podría sobrevivir sin el amparo de la familia Collins. Sin embargo, sus logros de hoy sorprendió a todo el mundo.
—¿Andre, Grupo Internacional Voyage en Shirling? —murmuró Caleb.
—Sí —Tomas asintió.
Caleb no pudo evitar enfadarse al pensar en los tiernos gestos de Alina con ese hombre en la exposición de hoy.
Al ver que Caleb tenía una mirada enfadada, sintió algo de presión y dijo con aprensión:
—Andre ha montado un estudio en Shirling para la señora, y ella ha conseguido muchos buenos negocios en los últimos tres años gracias al honor de este. Además, en la vida cotidiana, este Andre cuida muy bien de ella.
—¡Humph! —Caleb hizo una mueca y volvió a preguntar, hojeando los papeles— ¿Alguna noticia sobre Brandon?
A Tomas le dio un vuelco el corazón al oír a su jefe mencionar a Brandon.
Tres años atrás, cuando el estado de salud de Emma empeoraba y necesitaba urgentemente una operación, Caleb había mandado a Tomas que fuera a recoger a Alina, pero Brandon se ofreció a hacerlo por él. Inesperadamente, al final Brandon y Alina acabaron desaparecidos juntos en el accidente.
Durante tres años, la razón por la que Caleb había estado sospechando que Alina seguía viva era porque no se había encontrado el cuerpo de Brandon.
Brandon, oficial naval retirado, era un hombre duro y hábil, y no era nada difícil para él sacar a una persona de un río turbulento.
—Todavía no, pero seguiré investigando —Tomas contestó con la frente bañada en sudor frío.
Cualquiera que trabajara para Caleb sabría que este odiaba mucho a la gente que lo traicionaba.
¿Brandon había desaparecido o le había traicionado a Caleb?
Tomas prefería a creer que Brandon estaba muerto en el accidente. De lo contrario, lo que pasaría a Brandon sería peor que la muerte si Caleb supiera que él lo había traicionado.
Caleb hojeó casualmente la información, con el ceño ligeramente fruncido, y preguntó:
—¿Hay alguna noticia sobre el bebé?
Caleb se sintió muy dolorido cuando mencionó el bebé. En ese entonces, Alina ya estaba embarazada de nueve meses y estaba a punto de dar a luz.
«Ya que ella ha sobrevivido, el bebé habrá debido de estar sano y salvo, ¿verdad?»
***
Andre se fue después de llevársela a Alina de vuelta a la Mansión Mulherd, dejándola sola en la gran villa.
Fue una noche de insomnio para Alina.
Al día siguiente, se levantó temprano, con el ánimo un poco abatido, y salió después tomar algo de desayuno.
Mientras conducía, el teléfono le vibró. Al ver que era Andre quien la estaba llamando, lo cogió inmediatamente.
—Andre, buenos días. ¿Qué pasa?
—¿Has visto las noticias?
—No, ¿qué pasa?
—Pues ve a echar una vista...
Antes de que Andre pudiera terminar de hablar, Alina oyó un fuerte sonido de frenazo a su frente y, tras un gran ruido, su coche se estrelló directamente contra un Rolls-Royce Phantom, que había aparecido de repente delante de ella.
Afortunadamente, ella tenía el cinturón de seguridad bien abrochado y la velocidad no era rápida, no se quedó herida, pero el móvil se le cayó de la mano debido al choque brusco.
Andre, que había oído un gran ruido, se puso inmediatamente nervioso y gritó con voz ansiosa:
—Alina, ¡¿estás bien?!
Alina se volvió del asombro y levantó la vista para ver lo que pasaba. Y solo vio que Tomas se bajó de bajando del Rolls-Royce y se le acercó a ella.
Antes de que ella pudiera reaccionar, Tomas abrió la puerta de su coche de un tirón y dijo con voz cálida y respetuosa:
—Señora Collins, el señor Collins quiere hablar con usted.
Alina, sin necesitar bajarse del auto, a través de la ventanilla entreabierta, podía sentir el penetrante aire del hombre, que estaba sentado en ese coche lujoso.
Ella hizo una mueca burlona y dijo:
—Tomas, ¿tienes tan poca memoria? Caleb y yo terminamos nuestra relación hace tres años, por favor, no vuelvas a llamarme por señora. Collins.
Tomas se quedó un poco avergonzado, sin hacer caso a las palabras de Alina, y continuó diciendo con algo de rigidez:
—¡Por favor!
Alina se quedó sin palabras al instante.
«Je. Tal como es el estilo de Caleb:¡Solo sabe usar la forma de forzar!»
—¿Y si no quiero habar con él? —dijo Alina.
Ante sus palabras, Tomas le entregó una tableta a ella y dijo:
—Señora Alina, por favor, mire esto.
Ella echó una mirada rápida a la tableta y el rostro se le puso pálido al instante.
«¡Este cabrón!»
—Señora Alina, por favor.
Alina se bajó del coche y le lanzó una mirada feroz a Tomas. Pero este lo pasó por alto y le abrió la puerta trasera de Rolls-Royce.
Cuando vio al hombre sentado en el coche, Alina se enfadó tanto que quiso darle una bofetada en la cara, pero finalmente cedió y se subió.
Tomas se sentó en el asiento del conductor y puso en marcha el auto. En la escena del accidente, solo quedaban el coche roto de Alina y los gritos ansiosos de Andre que llegaba desde el otro lado del teléfono.
En el pequeño espacio del coche, el ambiente era algo incómodo. Caleb de repente la cogió a Alina en sus abrazos y esta gritó de rabia:
—¡¿Qué estás haciendo?!
Acto seguido Caleb la besó en los labios a la fuerza y Alina luchó por apartarlo, pero el hombre aumentó su fuerza y le inmovilizó en el asiento.
—¡No!
Los besos del hombre le cayeron de nuevo a Alina en los labios, tan dominantes y calientes. Ella trató de empujarlo con todas sus fuerzas, pero no pudo hacerlo.
Al final, Alina levantó la mano y le dio una dura bofetada en la cara.
Sin esperar que la mujer en sus brazos lo golpeara, Caleb se quedó paralizado por un momento, pero al segundo siguiente, volvió a besarla de una forma más violenta.
«¡Hombre sinvergüenza!»
Alina estaba furiosa, pero, sometida por Caleb, no pudo moverse ni un poco.
Por los besos violentos del hombre, los ojos se le inundaron de lágrimas a Alina, pero antes de que pudieran derramarse, cerró firmemente los ojos.
Al momento siguiente, ella se volvió repentinamente feroz y golpeó su frente contra la cabeza del hombre.
Acto seguido, ella gritó de dolor y Caleb también soltó un gemido doloroso.
Después de un buen rato, el hombre levantó la vista para mirarla.
Mirando su frente ligeramente hinchada y las lágrimas que brotaban de sus ojos, Caleb se preguntaba que tanto me odiaba ella. La tomó en sus brazos y dejó de forzarla.
Y a su vez, Alina tampoco tenía más fuerzas para luchar.
Caleb habló primero:
—Estabas embarazada de nueve meses cuando ocurrió el accidente. ¿Y qué pasó al bebé?
A Alina le dolió mucho el corazón cuando oyó al hombre mencionar el bebé.
«¡¿Este hombre se atreve a preguntar por el bebé?!»
—Ya murió —Alina lanzó dos palabras con frialdad.
Al instante, un silencio reinó en el coche.
En el espacio poco iluminado, Caleb se quedó mirando durante mucho tiempo a la mujer que se negaba a mirarlo, intentando distinguir si sus palabras eran verdaderas.
Alina mantenía una expresión indiferente, pero en el interior estaba un poco ansiosa.
Después de un buen rato, Caleb le dio otro beso en la mejilla y le susurró burlonamente al oído:
—Estás mintiendo.
—Señor Collins, ¿necesita que yo le recuerde cómo murió el bebé?
Alina miró ferozmente al hombre que tenía delante con los ojos llenos de furia y rencor.
«¡¿Qué le da el valor de cuestionarme?!»
Caleb se quedó estupefacto y la miró en silencio a los ojos llenos de rabia.
De repente, por alguna razón, él sintió una aguda punzada en el corazón e inconscientemente levantó sus dedos ásperos y cálidos, con la intención de secarle las lágrimas a la mujer.
No obstante, Alina inclinó la cabeza hacia un lado y, como resultado, la mano del hombre quedó suspendida en el aire.
—Vi el bebé cuando lo sacaba de mi vientre, era un niño y se parecía mucho a usted... —Alina dijo con voz ronca y de repente se rio— Señor Collins, ¿no mandó deshacerse del bebé lo antes posible en ese entonces? No sé si usted está satisfecho ahora.
Ante sus palabras, Caleb soltó a Alina y se sentó a un lado, irradiando una aura fría.