2.- Consecuencias
Despierto con un horrible dolor de cabeza. Nunca me había dolido tanta algo en mi vida. No me caía cuando era pequeña porque era muy cuidadosa y nunca he sufrido de grandes jaquecas cuando pasaba mucho tiempo frente al televisor o estudiando ya sea de un libro o de la computadora. Así que el dolor que estoy sintiendo ahora es algo nuevo para mí en la escala del dolor.
¿Por qué me duele tanto?
Una palabra aparece entre mis ojos cerrados.
Resaca.
Comienzo a recordar todo lo que hice la noche anterior y una ola de vergüenza y pánico se apodera de mí.
¿Qué pasó anoche?
Imágenes comienzan a pasar a gran velocidad en mi cabeza. Un vaso con un líquido azul dentro. El rechazo y la soledad que sentía cuando entre...
Un hombre con el pelo un poco rubio, una gran musculatura y hoyuelos en sus mejillas cuando sonreía.
Jace
Recuerdo tomar unas copas más de alcohol antes de irnos de aquel bar.
Recuerdo un auto deportivo rojo y haberme subido en él con Jace mientras prendía la radio y escuchábamos algún tipo de música que no conocía.
Recuerdo haber llegado a un departamento cerca del bar en el que estábamos.
Recuerdo besar los labios de Jace. Eran suaves y su forma de besar era lenta y pasional. Los besos que Peter me daba eran un juego de niños comparado a la forma de besar de Jace.
Recuerdo una cama y un dolor punzante en mi entrepierna me recuerda lo que hice con Jace en esta cama.
Mierda, perdí mi virginidad con un completo desconocido.
Odio decir malas palabras, pero esta situación lo amerita
Está aquí llega mi resolución de llegar virgen al matrimonio. Fui una estúpida. ¿Cómo pude pensar que podría emborracharme sin tener ninguna consecuencia grave?
Abro los ojos y veo a Jace durmiendo a mi lado. Las sábanas tapan nuestro cuerpo desnudo y me alegro de que lo haga. Me moriría de la vergüenza si lo viera desnudo ahora que estoy sobria.
Me levanto de la cama lo más rápido y silenciosamente posible. Parece que Jace tiene un sueño muy profundo porque no se despierta con el movimiento de la cama cuando salgo de ella.
Me pongo la ropa que tenía puesta ayer y me dispongo a salir del departamento sin que Jace se dé cuenta.
Me vuelvo para verlo por una última vez. Parece más joven de lo que parecía ayer en el bar. Su cara esta tan pacífica que parece un pequeño ángel de cabello claro.
Parece que todavía queda un poco de alcohol en mi sangre porque comienzo a sacar mi celular del bolsillo de mi cartera y le saco una foto sin ruido y sin flash.
Después me voy sin dar vuelta atrás.
...
Cuando llego a mi casa, mamá ya se había ido al trabajo. Es día sábado y aun así ella trabajando. Como odio los turnos de mamá...
Subo a mi habitación esperando encontrar mi cómoda cama y poder dormir dulcemente por algunas horas. Que el dolor de cabeza cese y disfrutar un fin de semana sin recordar todo lo que pasó anoche. El problema es que no estoy completamente segura de querer olvidar todo... al fin y al cabo fue mi primera vez, tal vez no como la que esperaba o había planeado, pero fue mi primera vez. No dolió como me habían dicho que dolía, aunque quizá se debió a que Jace fue en extremo cuidadoso. No recuerdo que haya sido algo salvaje, sino que pasional, suave... no lo sé, fue perfecto y creo que esa es la verdadera razón de que al final tomara una fotografía a Jace. Quería conservar ese recuerdo.
Con todo esto en mi mente, no me había dado cuenta de que Emma estaba en mi cama, sentada, leyendo un libro.
-Oh por fin llegaste- dice ella dejando su libro en mi mesa de noche.
Me siento junto a ella y dejo caer mi cabeza sobre mi almohada. Todo lo que quiero es descansar, aunque sea un poco...
-No tienes buen aspecto-dice Em- Me debes una, le dije a mamá que te quedaste a dormir en casa de Hannah.
La mención de la traidora hace que frunza el ceño. Todo empezó gracias a esos dos. Si ella y mi novio no me hubieran engañado no hubiera ido en primer lugar a ese bar y no me hubiera acostado con el primer desconocido que me hacía un cumplido.
-Oh y me debes más de una porque le dije que terminaste con Peter y que era mejor que no hablara de ello contigo. No te molestará.
Le doy una media sonrisa. No tengo una relación abierta con mi madre y explicarle que terminé con mi novio de dos años porque me engaño con mi mejor amiga no hubiera sido muy cómodo para mí. Emma lo sabe y la amo por conocerme tan bien.
-Gracias por todo, Em.
Se pone frente a mí y puedo ver los rasgos que tenemos en común. Ambas tenemos una contextura delgada. Tenemos labios parecidos y del mismo tono de rosado. La forma de nuestros ojos es parecida, aunque el color se diferencia porque los de ella son azul un poco oscuro. El pelo también nos diferencia. El mío es rubio claro, casi platinado y el de ella es más bien oscuro. Un rubio que me recuerda a un chico que conocí anoche...
Y ahora todo me lo recuerda, genial.
-Y.…- continua ella- ¿Con quién perdiste tu virginidad?
Me quedo mirando a mi hermana que tiene una expresión coqueta en su cara y alza ambas cejas como insinuando algo.
- ¿No tienes filtro entre lo que piensas y lo que dices?
-No y nunca lo tendré, hermana
Si, definitivamente mi hermana es la persona que más me conoce en esta vida
-Se llama Jace y no me preguntes sobre él. No sé mucho acerca de su vida.
- ¿Nada de nada?
-Sólo que se iba a ir de viaje. Se iba a ir a vivir a Londres creo.
Saco mi celular y comienzo a buscar la foto que le saqué cuando desperté. Cuando el encuentro se la muestro a mi hermana.
Cuando ella lo ve abre mucho los ojos y la boca en una gran "o". Mueve el celular en diferentes posiciones, aunque no entiendo realmente cual es la razón que lo haga. Se ve muy divertida haciéndolo de todas maneras.
-Es guapo- dice al cabo de unos minutos- Es muy muy guapo.
-Lo sé...
-Mucho más que el imbécil de Peter eso sin duda
La miro con una sonrisa en la cara. Espero que Emma jamás cambie eso de ella. Puede que en el futuro tenga problemas por su falta de filtro, pero aquello es parte de su personalidad y no me gustaría que lo perdiera.
Mi hermana siempre estará en mi vida y siempre será mi apoyo. Mi roca sobre la cual sostenerme cuando mi mundo se esté yendo a pedazos y aquello me lo demostró dos meses después de aquella conversación, mientras tengo un test de embarazo casero que ella compró en una farmacia porque yo no era lo suficientemente fuerte como para hacerlo. El test de embarazo muestra un símbolo positivo.
Un símbolo que cambió toda mi vida. Que la puso de cabeza y cambió todos mis planes de vida. Todo cambiaba a mi alrededor. Todo menos mi hermana y nuestra relación.
Mi madre estuvo distante y un poco depresiva después de que con lágrimas en los ojos le dije que estaba esperando un bebé de un desconocido que no sabía dónde vivía ni su apellido, aunque su actitud se volvió un poco más cariñosa poco a poco. Incluso cuando le dije que- para mi sorpresa y entre lágrimas también- no era sólo un bebé, sino que dos- mellizos- ella sólo dijo hermosas palabras de cómo me iba a apoyar para siempre y que amaría a sus nietos.
No dejé la universidad, pero todos me miraban extraño por tener un estómago muy grande. Más de lo normal incluso a los 7 meses que fue cuando dejé de ir a clases, parecía como si tuviera 9 o incluso más. Mis bebés estaban muy grandes
Mi hermana estuvo en todo el proceso. Me acompañó a todas las citas que tenía con el médico y fue mi pañuelo de lágrimas cuando las hormonas me sobrepasaban y lloraba a mares pensando que estaba sola en esto y que mis hijos crecerían sin un padre. Estaba conmigo para tranquilizarme las noches en que pensaba y pensaba en como pagaría sus cosas y qué les diría cuando preguntarán quien era su padre.
Incluso ahora que estoy dando a luz, ella está a mi lado. Sosteniendo mi mano y dejando que la apriete tan fuerte como yo quiera. Ella comparte mis lágrimas cuando escuchamos el primer llanto y escuchamos decir al médico:
-El primero es un niño
Y luego, junto a mí, Emma aumenta la cantidad de lágrimas caídas cuando escuchamos el segundo llanto y el anuncio del médico de:
-Es una niña.
Cuando el médico dice eso y me acercan a mis dos pequeños ángeles, el cansancio comienza a aparecer en mi cuerpo. Los ojos me pesan, pero me obligo a mantenerlos abiertos para ver a los dos bebés. Uno en una manta azul y la bebé en una rosada. Son hermosos, ambos. Puedo ver una pequeña mata de cabello rubio. Sus ojos están cerrados mientras lloran, aunque de igual manera no podría saber su color siendo que son tan pequeños.
Emma se encuentra a mi lado sacándole fotos a los bebés mientras una enfermera se nos acerca con una libreta en la mano y una sonrisa en la cara.
-Felicidades por tus bebés- me dice con una voz melodiosa y amable- ¿Me podrías decir cuáles son sus nombres?
Miro a Emma que me mira a su vez esperando que diga los nombres de sus nuevos sobrinos. Me guardé eso para mí misma un tiempo y es momento de que la persona que me ha apoyado desde siempre sepa mi elección.
-Matthew Ross y Mia Roselyn
Emma comienza a llorar de nuevo. La enfermera de la libreta y la que sostenía a mis hijos se van a donde están los demás médicos y enfermeras.
-Matthew es muy largo- me dice Emma con su característica falta de filtro- Digámosle Matty.
- ¿Matty? - digo en apenas un susurro- Me encanta
Los ojos me comienzan a pesar. Estuve más de 12 horas en trabajo de parto y es cansador. Mientras me voy quedando dormida me hago la promesa y a mis hijos de que siempre los voy a proteger. Pase lo que pase ellos siempre serán mi prioridad y les daré todo lo que ellos necesitan. Los amo y siempre los amaré, aunque cuando sean adolescentes sean como su tía Emma. Me prometo a mí misma ser fuerte por mis bebés y me pongo la propuesta ser la mejor madre que Matty y Mia pueden tener.