Capítulo 5
Él sonríe enigmáticamente - ella es una chica brillante y sobre todo sincera señorita Carmen o ella nunca me hubiera hecho esta pregunta, créame que es cualquier cosa menos común. También es el primero que se lleva mi hijo a la finca - explica con calma.
Aquí está el misterio revelado... Creo que este hombre tiene una idea completamente equivocada - Señor, usted ha entendido totalmente mal la relación entre su hijo y yo, como ve que lo acompaña esta noche otra chica, solo somos conocidos - Quiero aclarar la situación.
Él asiente, para nada molesto -sabe señorita Carmen , mi hijo es un chico extremadamente complicado pero agradezco que pase el rato con ella, podría ser una excelente compañía para él, aunque por ahora solo son conocidos- explica, siempre en un tono tranquilo y cortés.
Todo lo que necesitábamos era la bendición de papá - Pensé que David estaba destinado a Valerie, considerando la importancia de su familia - repliqué, quizás un poco demasiado descarado. Inmediatamente me arrepiento pero él me calma riendo a carcajadas.
-¡Ciertamente no es de las que los manda a decir! Su franqueza hacia mí es lo que más aprecio, pocos me hablan con tanta sinceridad- vuelve a reír -La señorita Gardiner ciertamente viene de una excelente familia, pero su padre está mucho más interesado que yo en casarse y personalmente no soy partidario de los matrimonios concertados- explica con igual sinceridad, tranquilizándome.
Mientras bailamos mi atención es captada momentáneamente por David, quien nos mira rígido y furioso, aprieta los puños y me lanza una mirada ardiente;
si las miradas mataran, pienso irónicamente.
Vuelvo a prestar atención a su padre -me sorprendió...- pero no termino la frase, porque somos interrumpidos bruscamente por el propio David.
-Tengo que hablar contigo. En privado- sisea a su padre; la voz es tranquila, fría y formal pero por la forma en que aprieta los puños, entiendo que es cualquier cosa menos tranquilo.
-Disculpe señorita Carmen . Fue un placer bailar con ella, espero que sigas disfrutando de la velada- se despide con una sonrisa saliendo del centro de la sala y yo hago lo mismo, mientras David lo mira asqueado y me observa nuevamente, incinerándome con su mirada.
Estoy a punto de reunirme con mis amigos pero Valerie me bloquea el camino -¿Qué crees que estás haciendo? ¿Ahora quieres congraciarte con su padre también, pequeño trepador social?- Me mira furiosa y asqueada, pero con mucho cuidado de no ser escuchada por nadie.
-Déjame en paz Valerie, no quiero ganarme el favor de nadie. Eres tú quien vive de David, no yo. La empujo, meciéndola sobre sus talones y atrayendo algunas miradas hacia mí, pero no me importa, no arruinará mi noche.
-¿Qué quería esa bruja?- pregunta Sue, mientras me miran todavía sorprendidos por el hecho de que bailé con el Sr. Van Jevier.
-Escupe veneno como siempre- suspiro -Definitivamente necesito un poco de aire- agrego entonces, antes de que Jess y Aiden comiencen con el interrogatorio.
-¿Quieres que te acompañe?- pregunta Mark pensativo.
-No te preocupes, vuelvo enseguida- Estoy a punto de irme, pero Mark me detiene.
- Valeria , ten cuidado con ese hombre, es demasiado amable contigo. No se porta así con nadie, tanto Van Jevier padre como hijo siempre tienen un motivo oculto, siempre, ¿entendido?- me advierte mortalmente serio.
Asiento con la cabeza -Tendré cuidado Mark, no te preocupes, tanto para el padre como para el hijo de Van Jevier- Sonrío, usando su misma expresión. Entonces finalmente salgo del salón de baile, buscando un momento de soledad.
Llego al amplio corredor y lo recorro a paso ligero, me agarro de la tela ondeante de mi vestido para no tropezar y me acerco a una ventana, dejando que el aire de la tarde me golpee. Cierro los ojos, disfrutando la sensación del viento fresco en mi cara.
Siento que alguien de repente me aprieta el brazo, girándome violentamente.
-¡¿Qué coño haces aquí?!- gruñe a unos centímetros de mi cara.
Mientras me recupero de mi sorpresa, me concentro en el rostro enfurecido de David mirándome con esos lagos de plata. Está completamente loco. me da un poco de miedo...
Me escabullo de su agarre - Fui invitado como todos aquí, tu padre me invitó - respondo picado y él me aprieta aún más.
- ¡¿Él te invitó?! ¡Y tú también bailaste! ¡¿Ahora sois mejores amigos?!- me grita en la cara. Nunca lo había visto tan enojado y eso me molesta mucho, él mantiene su agarre en mi brazo.
-Basta, pero ¿por qué estás haciendo esta escena? Dijiste que no te preocupaba por mí, entonces ¿por qué me sigues hablando?- Me libero de nuevo en vano -¡¡Déjame!!-
Me acerca a su cara con fuerza, tienes que alejarte de mí. De esta puta casa. ¡¡Y sobre todo, tienes que alejarte de mi pendejo de padre!!- gruñe, apretándome más fuerte, todavía a un milímetro de mi cara. Ahora me duele mucho y no solo físicamente.
-¡David, déjame ir, me estás lastimando!- Siento las lágrimas humedecer mis ojos.
En ese momento se congela y salta, mira fijamente su mano que agarra mi brazo con fuerza y lo abre de golpe, como si se hubiera quemado, está conmocionado.
Lo empujo fuera de mí y con todas mis fuerzas, regreso al salón de baile. No sin antes mirarlo con profunda decepción y rabia.
Me acerco a mis amigos completamente conmocionado, estoy furioso, triste, confundido... e incluso un poco asustado para ser honesto. No la forma en que me abrazó, puede parecer absurdo pero David no me asusta en ese sentido. Sé a ciencia cierta que él nunca me lastimaría físicamente, que no movería un dedo hacia mí a diferencia del hombre de mi pesadilla y no tengo una explicación lógica para estas sensaciones, considerando que apenas nos conocemos; lo que realmente me asusta es lo que sucede entre nosotros cada vez que estamos cerca: el aire que respiramos, el torbellino de sentimientos que nos embargan, ya sea ira, odio, deseo, dulzura o empatía, entre nosotros se rompen a la enésima potencia. Es como si se amplificaran al máximo, prevaricándonos sin darnos salida.
Ahora no puedo darme paz, sus palabras me duelen cada vez más. Parece que me odia y no entiendo que le molesta tanto, a veces pienso que es solo mi presencia. Tenía una mirada tan enojada, enojada, tal vez era el hecho de que bailaba con su padre lo que lo ponía nervioso, no deben estar en buenos términos... todos dicen que ese hombre no es una buena persona para nada, que siempre tiene un motivo oculto, sin embargo, él me trata muy bien, mucho mejor de lo que me trata su hijo de todos modos. Me gustaría entender lo que está pasando entre David y yo, pero no hay absolutamente nada lógico en todo esto.
-¿Qué te pasó?- Aiden me mira alarmado, notando inmediatamente mi rostro.
Me encojo de hombros, burlonamente indiferente, pero sé que no estoy convenciendo a sus ojos - Tuve un pequeño encontronazo con David, digamos que mi presencia en su casa no es muy bienvenida - sonrío con amargura.
El rostro de mi amigo cambia inmediatamente a una expresión aún más dura, creo que lo odia con todas sus fuerzas por la forma en que me trata. El sentido de protección que tiene hacia mí siempre logra que me sienta mejor y segura.
-Es suficiente, ha traspasado todos los límites, ahora le mostraré lo que no me gusta- aprieta los puños y se dirige fuera de la habitación, pero Jess lo detiene. Sabía que sería así, la paciencia y la tolerancia no son exactamente sus virtudes, especialmente cuando se trata de defenderme a mí ya Jess.