Capítulo 2 - Rueda de Prensa (II)

La pregunta que hace la chica es sobre el funcionamiento de los equipos, luego de que el magnate responde con una claridad increíble, son realizadas otras preguntas que van desde el manejo de personal que laboran para el hasta los beneficios que tienen los equipos en el medio ambiente y el impacto que esto traerá para el mismo. Después de algunas otras preguntas, una joven se pone en pie y sin esperar que le den la palabra comienza a formular su pregunta.

— señor Metzler soy Anita Brown de la cadena CRB y mi pregunta es la siguiente, con este proyecto su empresa se verá altamente beneficiada gracias, esto ¿es más que todo una estrategia de marketing para darse aun más a conocer en el mundo o es parte de ese sentido altruista y generoso del que ha hecho alarde durante todos estos años? — guao esa pregunta ha sido picosa, poso mis ojos primero el hombre de ojos azules que sonríe ampliamente se acerca al micrófono y luego sobre el magnate que luce tenso ante la pregunta, le ha incomodado la forma en que ha hablado de supuestos, es muy claro.

— gracias por su pregunta Srita. Brown — se hace a un lado y es el cerebro del proyecto quien responde, con cierta brusquedad en su tono

— los beneficios para mi empresa serán muy grandes ciertamente, pero si prestaste atención a mi explicación debiste haber notado que lo más importante en este proyecto son las personas que podremos ayudar, por lo que no, no es ninguna estrategia de marketing tampoco forma parte de una campaña para promocionarme o hacer alarde como dice señorita, — hace una pausa para mirar varios rostros alrededor de la chica y finalmente nuestras miradas se encuentran, humedece una vez más sus labios antes de continuar sin apartar la mirada, dios tiene una intensa y penetrante mirada, que intimidaría a cualquiera, luego desvía sus ojos de mí y vuelve a posarlos con frialdad en mi colega.

>> siempre que está a mi alcance colaborar con el medio ambiente, con poblaciones en dificultad o con hacer aportes importantes a centros de salud y dar donaciones lo hago y no porque con ello pueda darme un nombre o crearme fama de buena persona o ahorrarme varios cientos de millones en impuestos, como muchos aseguran, lo hago porque simplemente puedo darme el lujo de hacerlo sin temor que la cantidad de ceros en mis cuentas se vea afectada — y esa señores, ha sido una respuesta más que jugosa, estoy segura que desde este punto las preguntas serán aún más fuertes.

Otro hombre a mi lado se pone en pie en cuanto finaliza su respuesta y suelta la pregunta sin dar tiempo a que nadie procese por mucho la respuesta del empresario.

— ¿entonces quiere decir que no recuperara la cantidad de dinero que ha estado invirtiendo en este proyecto? — ouch eso ha sido un golpe bajo para las finanzas del magnate.

Esta vez es el hombre de ojos azules quien responde

— este proyecto se planifico con el fin de ayudar a una población del planeta que requiera de la vital luz eléctrica, por lo que nunca se tuvo en consideración recuperar el dinero invertido

— ¿Están diciéndome que todo este proyecto, simplemente será entregado a personas necesitadas a nivel mundial para que “iluminen” sus vidas sin ningún otro propósito que no sea meramente caritativo, ósea que usted puede darse el lujo de hacer el bien sin mirar a quien y sin esperar nada a cambio? – pregunto esta vez levantándome de mi asiento como si tuviera un resorte, sin poder controlar mi lengua ni mi tono, mi tono ha sido totalmente incrédula y hasta cierto punto se me ha escapado un poco la burla.

Ambos hombres me ven un instante, mientras que el de traje gris me sonríe con picardía el otro se tensa aún más de lo que ya estaba y respira profundo.

— ¿Su nombre es señorita? — pregunta el de ojos azules, sin dejar de sonreír

— Oh, perdonen, mi nombre es Elizabeth White y represento a la revista de tecnología Ideas — al escuchar el nombre de la revista, el magnate de ojos color miel estrecha sus ojos en mi dirección y suspira acercándose al micrófono, mientras su socio eleva ambas cejas sorprendido, por el rápido movimiento de su socio al intentar responder a mi pregunta.

— Buenos días señorita White es justamente lo que estamos diciéndole, este proyecto fue elaborado con el fin de ayudar y nada más…

— ¿Es decir que usted no tendrá ningún beneficio, de ningún tipo? — insisto, interrumpiéndolo, porque suena bastante lejos de la realidad que esté haciendo todo esto simplemente por ayudar a otros, sin esperar algo a cambio.

— No, no tendré ningún tipo de beneficios — responde con voz ronca cerrando uno de sus puños sobre el podio.

— por favor, seamos honestos ningún empresario sería tan idiota como para crear un proyecto de esta envergadura y magnitud y no obtener ningún beneficio a cambio — varias exclamaciones de sorpresa siguen a mis palabras y los hombres sobre el escenario me ven con sorpresa, hago una pausa para revisar mis notas y ubico rápidamente lo que estoy buscando, antes de que pueda responder

>> Hace un par de meses su equipo financiero informo a la prensa que habían invertido 4.8 millones de dólares en solo la adquisición de las piezas mínimas requeridas para los equipos, eso sin contar la cuantiosa cantidad de dinero que debe estar pagándoles a los científicos, ingenieros y personal que trabaja en el proyecto y por supuesto los demás equipos necesarios para la culminación de dichos instrumentos, desde hace más de tres años ¿y aun así va a insistirme en que no obtendrá ningún beneficio ni intentara recuperar la monstruosa cantidad de dinero que ha estado invirtiendo? — nuestras miradas se encuentran una vez más desafiándonos, por alguna razón esto se me antoja emocionante.

Es claro que a este hombre no le gusta que lo interrumpan, tampoco que lo cuestionen y mucho menos que duden de él, porque sus ojos me miran con una furia que honestamente solo me hace pensar que aquí hay gato encerrado y eso, es más que suficiente para engancharme con esto.

— Veo que ha hecho muy bien su tarea señorita White agradezco el que haya tenido la osadía de llamarme idiota — en cuanto pronuncia esas palabras me doy cuenta que me he dejado llevar por la emoción del momento y que quizás he metido un poco la pata — pero le informo no soy tan idiota como cree, porque aunque ciertamente van más de 135.8 millones de dólares invertidos, es una suma mínima de lo que nuestra gente necesita para alcanzar a vivir la vida que se merecen como seres humanos, quizás suene estúpido para una mujer tan corta de pensamiento y tan egoísta como para no pensar en el bienestar de otras personas solo porque lleve un vestido elegante y tacones de diseñador — frunzo el ceño porque está arremetiendo contra mí y no ha respondido mi pregunta, cosa que aprovecho para tomar ventaja.

— Disculpe que vuelva a interrumpirlo Sr. Metzler — sus manos se contraen sobre el podio una vez más, logrando que sus nudillos se pierdan un poco de color, está claramente cabreado y el hombre de ojos azules sonríe ampliamente divertido, está gozando con esta intervención puedo notarlo, aunque no su socio

>> Pero creo que está desviando el tema, así que preguntare con claridad y veamos si puede responder con franqueza, ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones al hacer de un proyecto tan grande que representa claramente una perdida para su empresa y su bolsillo, pero que representa una ganancia para el resto del mundo? — su expresión se va haciendo cada vez más seria conforme hablo y me fascina, no solo porque es claro que detesta lo que estoy haciendo sino que también al parecer está sintiéndose expuesto, en definitiva este tipo oculta algo y estoy segura que todo esto no es simplemente porque es un ser bondadoso, no me lo trago.

— no hay intensiones escondidas señorita White la única verdad aquí, es que puedo darme el lujo de invertir una gran cantidad de dinero en este proyecto, simple y llanamente porque dinero es lo que me sobra y no conforme con ello puedo ayudar mucho más de lo que usted ha hecho en estos cinco minutos de preguntas malintencionadas o en sus ¿qué? — Hace una pausa y me observa un instante suelta una sonrisa maliciosa y mi corazón se acelera por alguna estúpida razón — ¿cuarenta y tantos años? — agrega entre dientes y mi sonrisa se ensancha, está más que claro busca de ofenderme y eso significa solo una cosa, estoy ganando.

— Mi madre solía decir, piensa mal y acertaras — lo interrumpo nuevamente ganando una exclamación de sorpresa de muchos de mis colegas y que su socio niegue con su cabeza sin dejar de sonreír.

— ¿Qué demonios esta insinuando? — suelta exasperado, dando un golpe sobre la superficie pulida del podio en el que se encuentra de pie, humedezco mis labios, con una sonrisa respondo

— que creo que usted está haciendo todo esto porque ganara algo a cambio y solo está haciéndose una falsa reputación de bondadoso y filántropo para mantener su estatus y su prestigio dentro del campo — cierra sus ojos un instante y respira profundo, cuando vuelve abrirlos su expresión denota la ira que está sintiendo.

— creo que han sido suficientes preguntas por hoy, si quieren alguna entrevista extra por favor comuníquense con nuestro agente y agendaremos algunas, muchísimas gracias y buenos días — dice el hombre de ojos azules, interrumpiendo la reacción de su socio, mientras el magnate sale de la estancia hecho una furia y con ganas de asesinarme, sonrió para mis adentros y me giro hacia a mi equipo que me ven todos sorprendidos.

— Eso ha sido brutal — comenta Gregory, el asistente de cámara, acercándose a mi sonrió ampliamente y suspiro después de unos segundos, realmente ha sido intenso.

— ¿Lizzy, querida pero que ha sido todo eso? menos mal que no sabías nada del hombre, ¿Cómo será si te hubieses preparado más? — rio al escuchar a Cindy y le hago un gesto con la mano para restarle importancia, me guardare mis impresiones y luego comenzare a investigar.

— Pues tenía una tarea que hacer

— Lizzy es el jefe – dice John tendiéndome un teléfono interrumpiendo nuestra conversación.

— En hora buena mujer, sabía que ese lugar debía dártelo a ti, has puesto contra la espada y la pared al pobre hombre — rio

— Me he dejado llevar un poco, pero creo que ha valido la pena — mi jefe ríe y luego susurra

— maravilloso me encanta esa pasión, tendrás todo el lanzamiento en tus manos, lo cubrirás enteramente tu — suelta con orgullo y abro mis ojos de par en par, sorprendida.

— ¿en serio?

— Sí, regresa aquí para ponerte al día de toda la investigación de Clarisse, para que inicies la tuya y no pierdas tiempo.

— Seguro, muchísimas gracias señor

— No, no esta entrevista estoy seguro que nos posicionara para la siguiente edición — finaliza la llamada y sonrió ampliamente sintiéndome muy orgullosa de mis alocados impulsos y mi buen olfato para los secretos.

Pero mi sonrisa se esfuma en cuanto veo un par de ojos azules, mirándome con intensidad, el socio del magnate camina en mi dirección, sonrió un poco y suspiro, claramente toque teclas importantes si han enviado a uno de los socios a hablarme.

— Señorita White mucho gusto — dice tendiéndome su mano — luego frunce el ceño y sonríe una vez más — vaya así que fuiste tú quien soltó ese mierda esta mañana en la recepción — mis mejillas se calientan un poco y luego vuelve a reír — lamento lo de tu teléfono, en serio no te vi, — agrega una vez más disculpándose por el incidente en la recepción antes de entrar a la sala de conferencias — mi nombre es Ajax Fellner un gusto — sonrió

— No se preocupes, ¿a qué debo este honor Sr. Fellner? — suelto con cierta chocancia y el ríe

— Oh no tiene nada que ver con la rueda de prensa, si es lo que piensas — me explica haciendo que frunza el ceño — en realidad me preguntaba ¿si te gustaría salir a almorzar conmigo? — Jesús bendito, este hombre es directo.

— ¿Almorzar con usted? — pregunto dudosa y él sonríe aún más ampliamente mostrándome una perfecta dentadura.

— Sí, un almuerzo — mete las manos en los bolsillos de su elegante pantalón, la confianza que tiene en sí mismo es impactante, además debo reconocerlo es un dios, después de meditarlo unos segundos, suspiro

— ¿Seguro que no es para amenazarme por poner contra la espada y la pared a su socio? — pregunto cruzándome de brazos y el ríe divertido

— Olvídate de la rueda de prensa, estoy aquí porque creo que eres una mujer sumamente interesante, hermosa y con cojones — frunzo el ceño y lo veo unos segundos

— Gracias por el cumplido, pero tengo novio y además no creo que nos gusten las mismas cosas, ahora si me disculpas — digo pasando junto a él, pero me detiene del brazo con suavidad.

Cuando me giro está tendiendo una tarjeta en mi dirección.

— Por si cambias de opinión, quiero almorzar contigo no con tu novio — me guiña un ojo y se va como si me hubiese dado la hora, si será creído.

Respiro profundo y salgo de la sala para unirme al resto del equipo que me espera en la puerta, siento la mirada de Ajax sobre mi pero no me giro ni un solo instante para verle, aunque lo observo por el rabillo del ojo cuando cruzo en la puerta, está de pie en el mismo lugar donde lo he dejado con una media sonrisa en los labios.