Capitulo 5
— Mi madre e Isabel se divirtieron un montón, decidieron dar una "inspección" a la ciudad, empezando por cada bar donde presentaban full Monti, me alegraba de sobremanera que mamá estuviera recuperando su vida
— Hija, pareces ida, ¿te sientes bien? ¿Quieres regresar al hospital?
— No hay de qué preocuparse mamá, estoy feliz por ti, al fin estás haciendo lo que querías de tu vida y trabajando en lo que te gusta
— Es gracias a ti, me hiciste abrir los ojos, me dolió al principio tu ida, pensé que ya no me querías a tu lado, que me habías abandonado como todos, después de muchas semanas pensando y reflexionando entendí que era por mi bien, me reí como una loca al ser sacudida por mi hija
— Me tocaba hacerte reaccionar, me sentía impotente al verte, marchitar día con día al estar siempre a mi lado, me dolía el pecho al verte como dejabas pasar tus mejores años, aún eres joven y hermosa, no podía permitir que los sigas desperdiciando o arruinando a mi lado
— Estar a tu lado, hija no era un desperdicio, eres mi hija, sangre de mi sangre, te tuve en mi vientre por 9 meses, no solo cuidaba de ti, cuidaba esa parte de mí que estaba fuera de mi cuerpo— ¿Sabes que estás loca?
— Sip, estoy cobrando lo que la vida me robo en un inicio, ahora tú mismo contéstate ¿no era verdad que te estabas deteriorando a mi lado? Poco a poco vi desaparecer la luz en tus ojos, me alegra que, aunque te dolió hayas cambiado así
— Bueno mi niña hermosa, esta mujer liberal se va, hay algunas cosas pendientes en Ámsterdam, empezando por un señor que no me deja en paz ni a sol ni a sombra y me quiere pegada como un chicle a él
— Bueno "Señora liberal" que le vaya bien en su viaje, no deje que ese ogro la vuelva a poner triste o menospreciar, póngalo en su lugar. Así como se ve cualquier hombre arrastra las babas por usted
— Eso no volverá a pasar jamás mi niña, para poder llegar a conquistar este corazón de nuevo, debe hacer exactamente lo que hacía cuando éramos novios en la universidad y eso será imposible, no creo que se logre ni volviendo a nacer
— No se confíe, señora, un hombre enamorado y posesivo, es capaz de muchas cosas, eso dice Isa y yo le creo. Se rio asintió y se fue, no quiso que la llevara al aeropuerto, odia las despedidas, me quede pensando en si alguna vez este frío corazón de plástico y carbono se podría enamorar, sacudí mi cabeza al estar pensando tanta estupidez, me arregle para irme a la oficina, si Isa pensó que le dejaría el edificio para que lo convierta en cabaret estaba equivocada, yo tendría que participar en algo, que mejor probar la mercancía, solo buena calidad
— ¿Qué haces aquí mocosa?
— A quien llamas mocosa, creo que soy lo suficientemente grande como para entrar a un bar y tener una buena noche de sexo con cualquier hombre
— Buen punto, pero ¿Qué haces aquí? No puedes estar esforzándote, acabas de salir de la actualización, el doctor dijo que lo tomes con calma
— Han sido muchos días de encierro, ya no aguanto, sea en la casa o el hospital, si sigo ahí me volveré loca
— Entiendo, bueno, no se puede hacer más, ya que estás aquí ayúdame a........
—¡! Le dije que no puede pasar¡!
— "Necesitó hablar con la abogada Lindsay Swan, es de suma importancia"
— Isabela me miro estupefacta, miramos las dos con expectación al joven, al menos que recuerde, en mi vida había visto este angelito "bueno muchacho" si hubiera sido así, hace rato hubiera pasado por mi cama
— Disculpen mi mala educación, sé que no me conocen, pero........ necesito mucho de su ayuda, es de suma urgencia, o seremos condenados a una vida que no queremos vivir
— Mire a Isa con calma y asentí, me levante y camine hasta donde estaba el papacito, perdón el cliente. ¡Deja de ser infantil, estás muy grande para eso! (Pero no para estar entre mis sabanas) la secretaria de Isabel te dará una cita, no seas tan imprudente para la próxima, diciendo esas últimas palabras pase a su lado, necesitaba arreglar documentos
— La tomé de la mano, no puedo esperar ¡Haré lo que sea! No me haga esperar, mientras pasan más días, mis padres ganan más terreno y yo me hundo
— La desesperación y suplica en esos bellos ojos grises, me estremeció, no pude decirle que no, me perdí en esos bellos ojos, el tipo no era de este continente, eso se nota, reaccione y aparte su mano con fuerza ¡No vuelvas a tocarme si no lo permito!
— "¡Lo siento!" "¡Lo siento!" Es que estoy desesperado
— Respire hondo, Isa voy a mi oficina, voy a atender al joven, talvez así pueda entender su apuro
— Ten cuidado cielo, me avisas cualquier cosa y gritas si este hombre te intimida
—Le tire un beso y le guiñe un ojo, para que se tranquilice, hice una seña al papacito para que me siga a la oficina, tome asiento y lo invite a que se sentara, espere hasta que hablara
— Señorita Swan necesito de su ayuda, es una eminencia en la abogacía a tan corta edad, solo usted puede impedir la locura que quieren hacer mis padres.
— No le entiendo ni una sola palabra, primero que nada, cuál es su nombre, aún no me lo dice, segundo, al grano joven no dispongo de todo el día
— ¡Disculpe mis modales! Me presento, Óscar Rengel, estoy tan aturdido que no sé ni por dónde empezar
— Por el principio estaría bien, señor Rengel
— Me reí con ironía. Cuando nací no fue lo que mis padres querían, ellos querían una niña, no un niño, así que imagínese su decepción, cuando tuve uso de razón (5 años) me enviaron a un internado en Ámsterdam, solo me alejaron, no querían saber de mi existencia, era tanto su descuido que a veces se olvidan de cancelar la pensión, en fin, no me querían
— Lo interrumpí (Me estaba aburriendo su historia, cruel ya lo sé, insensible es mi segundo nombre) Óscar ¿Puedo llamarlo así?
— Si, si claro
— Disculpe por mi insensibilidad, pero... ¿Qué tiene que ver eso conmigo?
— No se preocupe, estoy acostumbrado a ser ignorado, necesitó contarle la historia para que entienda
— Al escuchar sus palabras me sentí un poco incómoda, asentí un tanto apenada y esperé que siguiera su relato
— Cuando me gradúe con méritos de la escuela secundaria, por las becas que obtuve, nadie fue a verme, era el único que no tenía familia, me sorprendí al verlos en mi graduación de la universidad, la recepción de besos y abrazos me dejo en shock ¡Quien sabía que era únicamente una farsa! Acudieron a mí porque quieren obligarme a casarme con una joven que no conozco y no es solo eso, su plan final es que cuando lo haga engañe a la joven para que me dé toda su fortuna y posesiones, aprovecharse de ella para dejarla en la miseria, los padres de la joven murieron hace poco y no tiene quien la asesore, mis padres compraron a sus abogados para que la convencieran de qué…. casarse conmigo era lo mejor, por supuesto no estoy de acuerdo, pero si no lo hago me desheredan y........... expulsan de la familia
— Sonreí ¡Ese era él me holló del asunto! El niño rico no quiere despedirse de los lujos. ¿Al parecer aún dependes de ellos? ¿Verdad?
— No, para nada, nunca lo he hecho, el verdadero problema son mis hermanos, si yo no acepto harán que mi hermano menor lo haga, lo obligaran y sé muy bien de lo que son capaces por ambición, mi hermana es la única ayuda, ella nos mantiene informados, ellos confían mucho en ella, aunque mi hermana está en total desacuerdo con su forma de actuar
— Me sorprendí un poco al escucharlo, su lamento no es por la herencia, es por sus hermanos. Es complicado, no voy a mentirle, sé que algo se me ocurrirá, no puedo creer que en pleno siglo 21 quieran seguir obligando a la gente a casarse, por el momento sígales el juego, que su hermana siga enviándole la información, podemos juntarlas hacer un acaso conciso y los llevaremos a corte
— ¡Gracias, señorita Swan! No sabe el peso que me quita de encima ¿Cuánto es por sus honorarios?
— Son un poco altos
— Baje mi mirada avergonzada, lo sé y le prometo que seguiré trabajando duro y le pagaré cada centavo, téngalo por seguro que no quedaré mal con usted
— ¿No usa el dinero de sus padres?
— ¿Por qué lo haría? Eso es de ellos, tengo dos manos y dos piernas buenas, puedo valerme por mi mismo, como siempre lo he hecho, no tendré lujos, pero soy feliz y estoy tranquilo
— Me asombro la determinación en sus ojos, sonreí y asentí, deje de mirarlo, esos bellos ojos grises me invitan a pecar y no puedo caer ¡aún no! Está bien señor Rengel, cuando tengamos toda la información necesaria empezaremos
— No se preocupe por eso, ya tenemos suficiente, una cosa más, necesito la custodia de mis hermanos, Fernanda tiene 14 y Aarón 17
— ¿Está listo para esa responsabilidad? Hacerse cargo de ellos no es un juego de niños
— Lo sé, no se preocupe por eso, no me importa cuán grande, sea la responsabilidad, no puedo soportar que sigan sufriendo con esas personas superfluas que no aman a nadie más que al dinero y a ellos mismos