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一No quiero que te vayas, Fede, las cosas que te hayan dicho no es verdad, nunca te he mentido y no pienso hacerlo.
Di dos pasos para quedar cerca de él y lo cogí de las manos. Su mirada estaba dolida.
一Grace, no es por eso... 一se soltó de mi agarre y resopló一 Ya no te amo, ese es el problema.
Cubrí mi cara con las dos manos y lloré.
一Perfecto, chicos, van bien, sigan así y estoy segura de que ganaremos el primer puesto. 一la profesora cortó la actuación.
La miramos y le sonreímos, ganar sería un gran paso para mi carrera. Mi compañero a mi lado era Carlos, no nos hablábamos mucho que digamos pero era mi pareja en éste proyecto. La obra se iba a realizar a finales de Octubre y para ese entonces teníamos que estar más que listos.
一Nos vemos en el ensayo de mañana, Cookie一se despidió él, le di una última sonrisa y me bajé de la tarima. Los demás se pusieron de pié y también comenzaron a salir.
Cookie: apodo puesto por papá antes de irse, ahora conocido y dicho por todos aquí.
Roxanne y Prudence se acercaron a mí.
一Yo digo que vayamos a la cafetería, muero de hambre. 一Rox se sobó el estómago.
一Estuviste increíble, hasta parecía real. 一comentó Pru mientras comenzábamos a salir de la sala de teatro.
一No lo sé, creo que me faltó más drama. 一dije.
Afuera habían estudiantes en los pasillos, la preparatoria Anteby era grande, habían demasiados alumnos y por eso algunas aulas no resivían clases en sus horas por falta de maestros, por eso se turneaban. Ésta escuela era diferente, no había una chica popular malvada... Pero sí un chico.
En la entrada se encontraba él, tenía su mano en la pared, a la altura de la cabeza de la chica mientras la conquistaba. Nate era un mujeriego de lo peor, una pesadilla andante.
一¿Otra? ¿No que era Clarissa ayer? 一inquirió Roxanne.
Bufé.
一Hay, amiga, se nota que no lo conoces. 一sonreí. Yo sí que lo conocía, desde el jardín de niños para mi desgracia. Desde ese entonces no sé que demonios se tiene conmigo que cada que me ve me molesta.
Es todo confianzudo conmigo que me dan ganas de tomarlo por el cuello y asfixiarlo.
Bromas.
一Ya qué, ¿estarás hoy en casa? 一cuestionó Pru. Rodé los ojos.
一Nop, quizas tome un avión de imprevisto y me vaya para Nueva York. 一respondí con sarcasmo.
Roxanne rió.
一Tú y tu sarcasmo. 一espetó ella.
Vivíamos en el norte del país, todos los que estudiábamos aquí éramos de clase alta, la preparatoria era privada, usábamos uniforme que constaba de una falda (el largo puede ser a tu gusto) color azul, camisa blanca por dentro y un saco color azul para hacer juego con la falda. Ah y una maldita corbata azul también. Odio las corbatas. Las medias eran color azul igual. En el pecho derecho del saco estaba plasmado el escudo de la preparatoria.
Mi falda llegaba un poco mas antes de las rodillas, Roxanne si la llevaba mucho más arriba y Pru, bueno ella la llevaba justo a las rodillas.
Los de los chicos era lo mismo, solo que en vez de falda, usaban pantalón obviamente. Pasamos a la par de Nate, él levantó la vista y me dio una mirada rápida.
Le rodé los ojos y pasamos directo a la cafetería. Nate siempre llevaba su corbata medio suelta, usaba el chaleco desabotonado solo dejando ver su camisa blanca con unos botones menos de arriba, es más, parecía que no se peinaba, pues su cabello negro estaba al gusto que quisiera. Él era alto, lamento decirles que es guapo y que tiene un cuerpo de ensueño. Si no fuera a como es de fastidioso me gustaría. Pero, qué horror, nunca podría estar con alguien como él.
En mis prioridades estaba otro chico. En la cafetería, por suerte, la fila para buscar la comida estaba vacía, pasamos de inmediato y al tener nuestras bandejas, nos dirigimos a nuestra mese de siempre. Estaba cerca de la ventana que daba al parqueadero.
一Yo digo que hagamos una pijamada hoy en tu casa, Cookie一comentó Roxanne一 Es más grande y tu mamá nunca te dice nada, es como si no esté.
一Es cierto. 一la apoyó Pru dándole una mordida a su hamburguesa.
Tenían razón. Mi mamá actuaba como alma en pena siempre, del trabajo a la casa, así era, después de trabajar llegaba, cenaba, subía a su habitación y se quedaba ahí leyendo un libro para después, a la mañana siguiente, hacer lo mismo.
Era demasiado deprimente.
一Está bien, 一acepté dándole una morida a mi hamburguesa también.
一Mira quién viene entrando 一susurró Rox con una pizca de picardía en su voz.
El corazón me empezó a latir más rápido porque ya me imagino quién puede ser. Dejé la hamburguesa en el plato y giré la cabeza en dirección a la entrada.
Ahí venía él. Trent era mi crush por así decirlo, es todo lo que siempre he querido, es lindo, es amable, es respetuoso y carismático. Y lo más importante: le gusta leer.
Sostuve mi barbilla con mi mano y me lo quedé viendo embobada, nunca le he hablado y si lo hago quizás la cague y diga estupideces. Se sentó en su mesa de siempre a platicar con Carlos. Quizás le diga a Carlos que le hable de mí pero no me atrevo.
一Tierra llamando a Savanah 一Pru tronó los dedos cerca de mi cara.
Di un pequeño brinco y las fulminé con la mirada, ellas sólo rieron.
一Ten, para que te limpies la baba. 一Roxanne me dio una cerbilleta.
一No molestes, tú estás igual con Carlos. 一le recordé.
Ella se encogió de hombros y miró donde está Carlos, hizo como si no le importara y volvió a comer. Pero es obvio que le importa.
一Oh, oh, tornado número uno se acerca. 一murmuró Pru a lo bajo.
Tornado número uno era...
一Hola, Cookie, ¿qué tal está mi actriz favorita? 一se sentó a la par mía rodeando su brazo en mi cuello. Quité su mano rápidamente.
一No molestes, Nate. 一espeté dando un sorbo a mi jugo.
一Parece que alguien no está de buen humor. 一comentó quitándome el jugo y dando un sorbo.
Le di una mirada de odio.
一Buscate el tuyo. 一intenté quitárselo, pero cogió mis manos con una sola de la suya y se lo bebió todo. Fue entonces que dejó el vaso en la mesa.
Roxanne y Prudence solo observaban, conteniendo la risa.
一Eso estaba delicioso, sabía como a melón. 一dijo, sobandose la panza.
一Es que era de melón, genio. 一me arrecosté en la silla de brazos cruzados, ceñuda.
一Ya, 一asintió mirándome一 ¿sabes? Hubiera sido yo tu pareja de teatro pero dije: Sav me odiara más si hago eso. Y entonces dejé que el idiota de Carlos tomara mi lugar.
Lo miré sin entender.
一No puedo odiarte más de lo que ya te odio, no existe un porcentaje más alto. 一respondí tajante.
Elevó una ceja divertido.
一Hoy estás de mal humor. 一asintió.
一Solo hay una persona que la puede poner del mejor humor del mundo. 一dijo Roxanne y de inmediato le di una mirada de advertencia.
一¿Quién? 一cuestionó él con algo de interés.
一Roxanne, te juro que si hablas te dejo de hablar. 一le advertí.
Noté a un grupo de chicas pasar a la par de Nate, guińándole el ojo y sonriéndole, él solo les sonrió y volvió a lo anterior.
一Vamos, Cookie, ¿qué tiene de malo que sepa? 一inquirió ella.
一No sé, que vaya y le haga la vida imposible por ejemplo, porque por si se te olvidó, Nate tiene una meta y esa es: joderle la vida a Savanah porque me divierte.
一Si lo dices así suena muy feo. 一me dijo.
Lo ignoré.
一Su nombre es Trent. 一ahora fue Pru la que habló.
一¿Trent? ¿el nerd? 一se rió.
Me dejé caer otra vez en la silla y esperé a que Nate se le quitara la risa.
一Por lo menos él no anda de cama en cama arriesgándose a contraer alguna enfermedad. 一murmuré.
Paró de reír.
一No iba a hacerle nada, Cookie, pero no me has dejado más opción. 一se levantó y se dirigió donde Trent. Lo saludó con un golpe en el hombro y se sentó con ellos a platicar.
一Gracias, he, muchas gracias. 一les dije a ellas, solo se encogieron de hombros y se pusieron atentas a lo que Nate podría hacerle a Trent.
***
一Por supuesto que Carlos te nota. 一le dijo Prudence a Roxanne.
Estábamos en la cocina de mi casa, preparando algún bocadillo. Nate no le había hecho nada a Trent gracias a Dios, solo platicó y luego se fue. Después del colegio las chicas y yo nos venimos para mi casa. Mamá aún no llegaba.
一Sí, pero nunca se atreve a hablarme. 一se lamentó.
En eso, la puerta principal se cerró. Mamá había llegado.
一Hola, niñas. 一nos saludó al llegar y puso unas bolsas en la mesa.
一Hola, señora 一la saludaron ellas.
一¿Qué tal te fue? 一le pregunté.
Se encogió de hombros.
一Normal como siempre. 一respondió一 Me voy a mi cuarto. Duerman bien.
Y se fue.
Cuando dice duerman bien es porque ya no saldrá más. Desde que papá nos dejó no sale, no se divierte, no hace nada, solo está sola. Y eso a veces me trae cierta lástima.
一¿Porqué no le consigues un novio? 一me preguntó Roxanne.
¿Novio?
一Sí, yo digo que a tu mamá le hace falta volver a estar enamorada, sentir la magia del amor, sentirse viva. 一apoyó Prudence.
Nunca había pensado eso. Pero no sería mala idea porque mamá ha estado demasiados años sola y nunca sale de la rutina, necesita divertirse porque está joven y no se puede desperdiciar así por así. Casi no se arregla y de vez en caundo sale los domingos. Pero a la tienda.
一En la cuidad hay muchos solteros. 一siguió Roxanne.
一Y son guapos. 一añdió Pru.
Mordí mi labio inferior y abrí la computadora que se encontraba a la par mía. Pru y Roxanne se sentaron a junto a mi, dejándome en medio.
Y así, empezamos a buscar un novio para mamá.