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No te metas con mis zapatos

Danielle

Puede que suene a payaso la mayoría del tiempo pero siempre está preocupado por mí, y eso se lo agradezco infinitamente, me produce ese sentimiento familiar y bien recibido de saber que no estoy sola. Hasta me dio una habitación en su nueva casa, me compró ropa y me obligó a aceptarla, pasé una temporada viviendo con él, y su ex novio, pero no pretendía quedarme y cuando regresé a mi apartamento definitivamente se enojó tanto que no me habló en días. Pero luego llegó con comida y la cola entre las piernas y nos "reconciliamos", que puedo decir, es lo mejor que me ha pasado.

Lista con mis pantalones negros y blusa roja bajo hasta la sala, Wes, sigue donde mismo con la botella de cerveza empinada y el celular frente a los ojos intentando leer algo

-Nos vemos Wesitos

En cuanto me escuchó se levantó del sofá y me estrujó en sus brazos despidiéndose como de costumbre, es un sol.

-Estás demasiado hermosa para ese idiota

-Oye una chica siempre quiere verse bien, sobre todo si verá a su "ex", no me culpes por querer torturarlo un poquito

-Con esas al aire se le caerá la baba

-¡No están al aire!

-De aquí las veo y llevas encaje

-Toda mi ropa interior es así, tú me la regalaste

-La puedo ver señorita

-Ay Wes, me apretujaste mucho ¡solo se soltó un botón!

A veces es como un hermano odioso y demasiado fijón, espero que no me revise la tanga, porque no le va a gustar. Lo empujo lejos para arreglarme la blusa, la aliso y me cruzo mi pequeño bolso. Lo beso en ambas mejillas y camino hacia la salida

-¡No muevas tanto las caderas!

-Ya déjame tranquila ¡mirón!

-Esos tacones no son los adecuados para una cita amistosa –y sigue el odiosito

-No te metas con mis zapatos

Me apresuro hasta la salida y salgo de una vez de la casa, Wes, puede ser muy insoportable cuando se lo propone, sobre todo cuando algo no le gusta, se convierte en toda una reina del drama.

De pie junto a la entrada veo su auto acercarse, tomo una profunda bocanada de aire, no puedo volver a caer en la tentación, ese hombre es el pecado, tengo que ser fuerte, no se trata solo de sexo, si fuese así esta mierda sería muuucho más fácil, pero no esto es el presente, quiero aclarar las cosas porque me importa, ese hombre me importa y quiero darle una oportunidad. Pueden llamarme tonta, tal vez lo sea, pero no voy a dejar de lado lo que quiero por lo que otros piensen de mí, es mi decisión y he decidido que quiero saber lo que pasó, quiero saber por mí misma si él cambió, si él quiere lo mismo que yo, si el me quiere

Acelera y se estaciona justo frente a mí, abre la puerta y su bajada es todo un espectáculo. Lleva su clásico traje negro con camisa negra, sin corbata y 3 botones abiertos...mmm, lentes de sol y una sonrisa seductora. Uff..

-Danielle, wow estás preciosa

-Nicholas, hola

Se acercó sin titubear besando mi mejilla por más tiempo que el habitual y su aroma seguía siendo la fragancia del pecado mortal, no podía dejarme envolver por su esencia de chico malo, me obligué a dar un paso atrás y lo miré directo a los ojos, subió sus lente y me regaló una brillante y familiar mirada oscura y expectante

-¿Todo bien?

-Si, por supuesto

-Bueno salgamos de aquí

Me rodeó la cintura con total naturalidad y me llevó hasta su auto, me abrió la puerta ayudándome a subir, no es que fuese tan difícil pero no quería dejar de tocarme y estuve tentada a aclararle que no me iría a ninguna parte, que quería ir con él. Pero me mordí la lengua y lo observé correr al otro lado del auto y subir, ansioso por un rato a solas.

~•~

-Tengo que admitir que no sé cómo comenzar, me siento algo nervioso, te ves preciosa, calmada y tranquila con tu vida y yo...

-¿Estás casado?

-¿Qué? –pregunta desconcertado

-Comencemos por eso ¿no te parece que es importante?

-Prometí contártelo todo y eso haré

-De acuerdo, soy toda oídos

Con una media sonrisa Nicholas, negó suavemente con la cabeza, se recostó sobre su silla y le hizo una seña a su camarera para que le sirviera un par de copas, bebió un trago de la suya y le hizo una seña a Danielle, para que probara la suya

-No soy de vinos, pero una copa puedo soportarla

-Es dulce..., te encantan las cosas dulces

-Detalles

-Quiero observarte

-Y yo que hables

Provocándolo bebió todo el contenido de su copa y aguardó de brazos cruzados, sabía lo bien que se veían sus pechos en esa posición

-No. Ya no estoy casado

-¿Hace cuánto?

-Dani, comencé a deshacerme de ella en cuanto te vi subir a ese taxi y alejarte, corregí todo lo que estaba haciendo mal...

-Quiero saber qué hiciste

-Por supuesto

-Te escucho

-Frida, demostró ser un error en cuanto tuvo acceso a dinero y privilegios, desde mi fiesta de cumpleaños, que fue increíble gracias a ti, que mi tolerancia acabó con esa mujer, me fui a vivir a ese hotel al que te hice ir, no soportaba mirarla a la cara, ni siquiera compartir la misma mesa

-Son solo quejas y no creo que te haya dado tan fácilmente el divorcio –entrecerró los ojos intentando leer su mente

-¿Qué haces? –quiso saber algo nervioso al verla observarlo con tanta atención

-Tengo hambre ¿vas a alimentarme o solo vamos a beber?

-¿Algo en particular?

-Te gusta escoger, no te reprimas, solo evita los mariscos

Sin apartar su mirada de ella Nicholas, alzó la mano llamando la atención nuevamente de su camarera quien con una agitación de pestañas y una sonrisita para su apuesto cliente se acercó con su libreta y ajustado uniforme

Nicholas, hizo su orden desde la entrada hasta el postre, pidió que trajeran la comida sin interrumpirlos y que mantuvieran sus copas llenas

-¿Dónde estábamos?

-El embarazo de la señora Allen –le recordó Danielle, con fingida calma

-Jamás fue la "señora Allen" dios no, por suerte no la cagué tanto

-¿Entonces?

-Dani, nunca dejó de ser una perra, se cogía a quienes consideraba que pudiesen darle algo más que un orgasmo. Y los imbéciles accedían porque creían que me causaban algún tipo de daño al tirarse a "mi esposa", lo hacían para demostrar que podían quitármela si se lo propusieran

-¿Más niños ricos jugando con la gente? –arrugó la frente en señal de disgusto

-Sí... -asintió recibiendo la indirecta bastante directa

-Ya dejaste claro que así como la usabas ella lo hacía también para expandir su agenda de clientes

-Muy bien, la tarada quedó embarazada, no sabía nada de O'hara, ni su nombre, solo se fijó en lo mucho que desprecio a ese tipo. Entonces intentó engañarme y me encontró luego de un día de mierda, había discutido con Kobayashi, llevaba días sin verte y se aseguró que mi copa nunca estuviese vacía, me ofreció un sinfín de placeres, intentó tocarme y no voy a mentirte, estaba tan borracho que creo que no llegué a coger con ella, pero claro aprovechó la oportunidad y cuando me lo insinuó y yo lo rechacé comenzó a amenazarme con decirle a todos que le pagaba por estar conmigo que no era capaz de conseguir una mujer sin dinero de por medio, que nadie me soportaba y mucha mierda absurda, me saca dinero todos los meses, el crio ni siquiera está con ella, O'hara se lo quitó, conseguí este acuerdo de mierda y vive la vida con una pensión, apartamento y auto nuevo, soy un imbécil

-Nic, lo eres

-Dani, por favor, sé que lo soy pero no lo menciones –pidió conteniendo su mal carácter

-Nicholas, te creí más inteligente –suspiró

-Explícate

-Sabes que la zorra esa se acuesta con idiotas por gusto, dale mala fama, si ella habla tú hablas, y ya, tiene un hijo de otro hombre, uno que no es su marido

-Tiene información comprometedora y no me puedo arriesgar a que se sepa

-¿Qué puede ser tan terrible como para permitir que te saque dinero de por vida?

Guardó silencio, bebió de su copa y aguardó a que la camarera les sirviera el plato principal y que "accidentalmente" le tocara la mano en un intento de coqueteo.

-Estoy en la quiebra, Kobayashi, es un puto estafador, no tenía dinero, todo lo que invertí de mi cuenta jamás fue reembolsado, la indemnización al trabajador que se accidentó, gastos..., no quiero ni recordarlo, pero es algo grande, enorme

-¿Estás de puta broma? –chilló boquiabierta

-No ¿ahora dices palabrotas?

-Ahora hago muchas cosas que no hacía antes Nic ¿cómo pasó todo eso?

-Anulé todos los contratos del bastardo sin escrúpulos, pero aun así el hijo de puta tiene un porcentaje, mínimo pero algún día me desharé de esa peste

-No me lo creo, sus cuentas..., sus antecedentes estaban bien, con respaldo de los bancos y..., lo recuerdo muy bien, había fondos, yo misma los corroboré

-Se declaró en quiebra, pero vive la vida, el infeliz traspasó todo a nombre de una hija no reconocida y mierda ilegal

-Nic..., esto es serio, no puedo creer lo que me dices ¿qué ha pasado?

-Todo explotó en mi cara, te perdí, la zorra intentaba meterme un crío, lo perdí todo..., por unos meses estuve a la deriva, me fui a la casa de verano, ignoré a todos, me alejé para no ir a molestarte, me pediste tiempo y si seguía en la ciudad lo más probable era que acabara en tu puerta. Me aguanté meses y luego estuve un año yendo todos los días a verte, incluso tu vecinito se apiadó de mí

-¿Y ahora?

-Vendí mis acciones de la compañía, sigo siendo el dueño pero ya no estoy a cargo, vendí el edificio donde trabajaba el psicópata del pediatra, otras propiedades en el extranjero, algunos autos..., mi cuenta bancaria quedó en números rojos pero acabé el proyecto, el hotel está en pie, es maravilloso..., tomé unos cursos de hotelería y estoy dedicado a hacerlo brillar

-¿Tiene nombre? –preguntó aun haciendo cortocircuito por lo que acababa de enterarse

-"Garden", sigo trabajando en perfeccionarlo y poder contar con todos los lujos para competir con los mejores

-Eres bueno en eso

-Gracias, sigo en busca de socios, inversionistas y todo lo que suba la reputación de Garden –guardó silencio asimilando todo lo que acababa de decir

-No dudo en que consigas lo que te propones

-Vuelve, necesito de ti

-Me perdí ¿quieres que vuelva a trabajar para ti? –no pudo evitar la sorpresa en su tono de voz

-Juntos podemos hacer mucho, confío en ti

-Vaya gracias, pero no va a pasar, no voy a volver a cometer los mismos errores

-¿Errores? ¿Dices que fui un error?

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