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Capítulo 1

Capítulo 1

Soy una joven de treinta años, soy contadora en una empresa financiera, mi nombre es Nina y quiero tener sexo con mi ginecólogo. El es tan hermoso ! El primer día que lo vi, literalmente me derretí bajo su hechizo. Y, cada vez que vengo a que me consulten incluso cuando no tengo nada. Esto lleva más de seis meses y ya he tenido suficiente, quiero que me folle. ¿A qué espera para hacerme una oferta?

Hoy he decidido coger los toros por los cuernos.

Acabo de llegar a su oficina, haré cualquier cosa para tenerlo hoy.

Espero pacientemente cuarenta y cinco minutos antes de ser recibido por él, hoy es hoy, va a donde va.

Cuando me ve sonríe amablemente.

- Hola señora, ¿qué pasa hoy?

- Doctor, lo que tengo que decirle es bastante complejo y vergonzoso, no sé por dónde empezar.

- Le escucho señora, puede decirme cualquier cosa.

- ¡Sabes, me siento rígido! No siento nada durante el coito. Incluso el tacto, no noto nada en absoluto, usted puede comprobar, doctor, tal vez sea

La persona que no lo hace bien, no lo sé.

- Muy bien señora, quítese la media y acuéstese.

Empiezo a quitarme toda la ropa, hay que decir que soy una mujer muy hermosa, los hombres siempre se dan vuelta cuando paso, con un pecho muy hermoso que dejará indiferente a cualquiera, y un trasero muy hermoso que se balancea cuando me muevo. . Lo hago a propósito y me voy a colocar boca abajo, levantando mis nalgas para que él pueda mirar mi trasero. Me posiciono así antes de que él llegue, cuando venga a encontrarme en esta posición. ,

- Señora, no, así no debe acostarse, haga lo de siempre,

- ho doctor, pensé que iba a comprobarlo al tacto. Lo digo mientras balanceo mi trasero.

- Sí, pero no en esta posición.

me pongo de espaldas

- Está bien doctor, mirándolo a los ojos puedo ver que está preocupado.

Se pone sus guantes, se acerca a mi pecho que palpa de forma médica, luego pellizca la punta,

- ¿Sientes algo?

- No, doctor.

Baja entre mis piernas, se pone un gel en la mano y con él me penetra suavemente, intenta estimular el interior.

- Y la ?

- Aún nada doctor

Abro mis muslos para que me toque más.

- Por favor, ¿puedes tocar los labios para ver?

Comienza a acariciar mis labios íntimos, con destreza.

- Y la,

Me inclino un poco para verle los pantalones y veo un gran jefe al frente, carajo, es enorme.

- No lo sé, doctor.

- ¿Qué quieres decir con que no lo sabes?

- Si doctor, me revelo un poco, haciéndome caer, apenas me atrapa, nuestros rostros están a unos centímetros de distancia.

Mi mano aterriza en su pene, sin darme cuenta, por supuesto, presiono el miembro con fuerza.

- Pero señora,

Lo beso apasionadamente, acallando sus quejas al mismo tiempo.

Cuando se da cuenta, su pene ya no está en sus pantalones y abre mucho los ojos ante las sorpresas.

le doy condones

- Prueba esto para ver, tal vez pueda funcionar.

- No puedo hacer eso.

Lo beso de nuevo y me bajo de la mesa de exploración para llevármelo a la boca.

-Haaaaa

Lo chupo continuamente, tiembla en mis manos, cuando está a punto de correrse, me detengo y le pongo el condón, y me coloco a cuatro patas frente a él, frotándome contra él, lo escucho decir:

- Y luego mierda,

Y de repente me empuja

Grito, creo que alguien me escuchó en recepción.

Me folla como yo quería, me corro varias veces seguidas, antes de que él también se corra.

Cuando sale de mí todos respiramos rápidamente, hay que decir que la cerilla estaba caliente. Él mira al suelo avergonzado, levanto la cabeza y lo beso con ternura, me gustó mucho, ¿podemos volver a hacer esto en otra ocasión?

- Estás seguro de tí ?

- Sí, me gustas mucho.

- Está bien, te veo esta tarde después del trabajo, tú también me gustas mucho.

Así fue como mi ginecólogo se convirtió en mi novio, crucemos los dedos y nos casemos.

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