Capítulo 5
Llego a mi habitación y empiezo a pensar.
No sé qué escribir...
Está bien, no responderé.
Tiro el teléfono sobre la cama y me siento nerviosamente, creo que yo también tengo algunos problemas serios...
Inmediatamente mi celular vuelve a vibrar. Otro mensaje.
- Estaba bromeando el pequeño Muzuzli. -
Me gusta cuando me llama pequeño Muzuzli, pero nunca lo admitiré.
- No me llames pequeño Muzuzli. -
- Sé que te gusta de todos modos. -
- ¿Quien te dio mi numero? -
Mejor cambiemos de tema, esta conversión es cada vez más vergonzosa...
- Tengo mis secretos. -
Sonrío y me muerdo el labio inferior.
¿Y si Bella tuviera razón?
Pero no quiero caer en su trampa como lo hacen todos los demás...
Decido enviarle el video que le había tomado a Belle de ella y mi hermano. Luego voy al baño a lavarme los dientes y ponerme el pijama. Pongo la alarma y me voy a dormir.
El sonido del molesto despertador me hace abrir los ojos de mala gana.
Si no fuera mi teléfono, lo tiraría por la ventana.
Me levanto y voy al baño.
Me preparo y vuelvo a la habitación, aplicándome un poco de rímel. Tomo la carpeta y me siento en el sofá.
Voy a Instagram y veo un nuevo seguidor y todos los me gusta en mis fotos.
¿Quién es?
Ella se sienta en el sofá y me mira a los ojos.
"Vi a Marco reír... fue una risa real, y digamos que estaba 'hipnotizado'... ¿qué significa eso?"
Ella sonríe con los dientes y me abraza.
Este mundo está lleno de problemas.
- Estás enamorada – dice con ojos soñadores.
Estallé en una carcajada atronadora, rompiendo el abrazo.
- ¿Qué gran broma yo, enamorarme de ese mujeriego? - digo entre risas.
- ¿ Entonces por qué querría que volvieras al equipo? -
No lo pensé...
- Quizás porque... -
Oh Dios, no tengo idea.
- ¡ Porque quiere que lo apoyes! -
- Aunque estuviera enamorada de él… no quiero estar con él – espeto en voz baja.
***
- ¡ Estoy en casa! -
- Shh – Me levanto del sofá y voy al encuentro de Alex.
Señalo a Belle durmiendo.
Por suerte, había dejado el tema antes...
Así que justo después de ver algunas películas.
Sé cuánto ama Belle a mi hermano, así que le haré un favor.
- Ella vino aquí en autobús, ¿puedes llevarla a casa? -
- Por supuesto - responde simplemente.
Él va al sofá y le pone los zapatos.
Tomo mi teléfono y lo escondo, haciendo el video. Tengo que mostrarle esto.
Definitivamente se volverá loco.
Él la levanta y yo, todavía a escondidas, lo sigo con el teléfono en la mano.
Esta escena me está poniendo demasiado emocional.
Al rato le doy la mano para subirla al auto, él le acaricia la mejilla y al darse cuenta de lo que hace retira la mano.
Se sube al coche y se van.
Awww que lindos son.
Entro a la casa e inmediatamente vibra el teléfono. Un mensaje de un número desconocido.
- Hola pequeño Muzuzli ;) -
Pero que...
-Marco-
- ¿Ya no me llamas por mi apellido? -
Oh mierda, que impresión he causado hoy...
¿Qué respondo?
Llego a mi habitación y empiezo a pensar.
No sé qué escribir...
Está bien, no responderé.
Tiro el teléfono sobre la cama y me siento nerviosamente, creo que yo también tengo algunos problemas serios...
Inmediatamente mi celular vuelve a vibrar. Otro mensaje.
- Estaba bromeando el pequeño Muzuzli. -
Me gusta cuando me llama pequeño Muzuzli, pero nunca lo admitiré.
- No me llames pequeño Muzuzli. -
- Sé que te gusta de todos modos. -
- ¿Quien te dio mi numero? -
Mejor cambiemos de tema, esta conversión es cada vez más vergonzosa...
- Tengo mis secretos. -
Sonrío y me muerdo el labio inferior.
¿Y si Bella tuviera razón?
Pero no quiero caer en su trampa como lo hacen todos los demás...
Decido enviarle el video que le había tomado a Belle de ella y mi hermano. Luego voy al baño a lavarme los dientes y ponerme el pijama. Pongo la alarma y me voy a dormir.
El sonido del molesto despertador me hace abrir los ojos de mala gana.
Si no fuera mi teléfono, lo tiraría por la ventana.
Me levanto y voy al baño.
Me preparo y vuelvo a la habitación, aplicándome un poco de rímel. Tomo la carpeta y me siento en el sofá.
Voy a Instagram y veo un nuevo seguidor y todos los me gusta en mis fotos.
¿Quién es?
Ella es tan aburrida.
Entro a clase y tropiezo.
Estoy a punto de caer, pero unos brazos me agarran de la cintura.
- La chica es un poco torpe. -
Tienes razón, soy muy, muy torpe. No lo puedo creer, te juro que me estoy volviendo loco. En total, son tres tontos en un día.
¡¿Por qué siempre tengo que hacer el ridículo en presencia de Marco?!
- La culpa es del libro... estaba en el suelo - Me defiendo haciendo un puchero.
- Por supuesto, por el libro. -