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Placer con el jefe

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Evelyn Romero
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9.0
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Sinopsis

Ella tiene la oportunidad de trabajar para el hombre más respetado del mundo de los negocios. Sin embargo, una carta enviada junto a una fotografía por error será el inicio de una pasión descontrolada.

RománticoEmbarazadaSEXOEmpresarioDulceMatimonio por ContratoUna noche de pasiónAmor a primera vista Seductor

Capítulo 1

Narra Alanis.

Narra Alanis

Me levanté de la cama y me hice  un  moño. Tomé mi celular y lo metí en mi bolsillo trasero.  Pero cuando llegué a la mesa, una bomba cayó sobre mí.

—Te conseguí un trabajo temporal en la compañia, claro será remunerado — dijo mi tío—.Serás la asistente personal de Erick Coleman, dijo, sonriendo—.Vas a trabajar para él, desde mañana a las ocho—agregó.

—Eso no es necesario, tío. Ya he postulado para algunos puestos gerenciales de tiempo completo en varios lugares. Estaré bien.

—Me costó mucho convencerlo para obtener este puesto, y con el señor Coleman nada menos. Cualquiera mataria por este trabajo—dijo él.

—Será bueno para ti, Alanís— dijo mi tía—. Podrás aprender mucho ¿ no siempre has querido  trabajar con los mejores? Él es el mejor en el mundo de los negocios y si algún día puedes cumplir tu sueño de crear tu propia compañía, con este trabajo tendrás la experiencia para poder hacerlo—agregó.

Ella tenía razón. Trabajar para él no podría no ser tan malo como lo había pensado en un principio. Mi tío llevaba trabajando más de veinte años en Inversiones Coleman. Su jefe era un hombre de cuarenta años,   poseía uno de los negocios más prometedores del país. Mi título de negocios me preparó en la teoría, pero la oportunidad de estar junto a él en todo momento me daría una buena mirada al mundo detrás del título que había obtenido en la universidad.

Siempre obtuve buenas calificaciones  en la escuela y luego en la universidad soñando con un futuro. Mis tíos me han creado como una hija mas sin hacer diferencias entre mi prima Fabiola y yo. Mis padres murieron en un accidente cuando yo tenia quince años, el señor Coleman pagó los gastos funerarios, aunque nunca supe por que lo había hecho ya que mi padre no trabajo para él, sino mi tío, supose que fue por ayudarlo. Creo que trabajar para él seria una manera de agradecerle por su gesto de generosidad, nunca tuvo la oportunidad de agradecerlo, aunque a veces él venia a la casa porque también era amigo de mi tío, nunca me atreví a decirle ninguna palabra de gratitud.

—¿Qué te parece si salimos esta noche a celebrar un poco tu nuevo trabajo?—comentó Fabiola. Mis tíos la vieron con ojos abiertos— . Solo iremos a divertirnos sanamente—agregó.

—En lugar de pensar en fiestas deberías estar estudiando, tus exámenes finales están cerca—la regaño mi tía Claudia. Mi prima le faltaba un año para graduarse de la universidad. Pero no era tan responsable como yo.

Mi prima no tuvo más remedio que rendirse o eso nos hizo creer ya que una vez que mis tíos se fueron a dormir fue a mi habitación a converserme de escaparnos como lo habíamos hecho tantas veces.

—No puedo creer que me hayas convencido a hacer esto—le dije bajando del taxi.

—Oh vamos, un pocos de diversion no te hará daño—me dijo tomando mi mano para llevarme al interior del club. Todo adentro era fascinante, las luces eran de diferentes colores, el ambiente era realmente divertido—. Ven, pediremos unos tragos—agregó.

—Sabes bien que no puedo consumir alcohol—exclame. Un año antes de la muerte de mis padres me habían realizado un trasplante de riñón. Habían sido una larga espera por uno, hasta que finalmente hubo un donante.  Debía procurar tener una vida sana, con una dieta baleancada y ejercicio. El alcohol no era adecuado.

—Con un poco que bebas no te pasara nada, además ya pasaron varios años y estas bien. Te prometo que beberemos algo suave ¿si?—dijo con un puchero, el que siempre ponía cuando quería algo y yo siempre caía en sus juegos.

—Esta bien, pero que sea algo suave—dije resignada.

—¡Si, esa es mi prima!—celebró.

Comenzó a pedir trago tras trago. Bailamos en la pista y nos divertirnos. Poco a poco fui perdiendo la noción del tiempo y la realidad.

***

El dolor de cabeza me despertó junto a los rayos del sol que se filtraban por la ventana.

—¡Rayos!—dije cuando sentí malestar en mi estomago. Intente restablecerme, no recordaba como habia llegado a mi cama, ni siquiera recordaba nada de lo que hice en el club. Tendría que preguntarle a Fabiola. Mi mirada se dirigió a mi reloj de noche. Mi corazón salto al ver que eran las siete de la mañana, tenia que estar en Inversiones Coleman en una hora. Me levante, me duche rápido y me vestí para la ocasión. Baje a desayunar y mis tíos ya estaban ahí—.¿Y Fabiola no ha se ha levantado?—pregunte.

—No, fui a su habitación y estaba profundamente dormida. Me pregunto cuando se volverá responsable—se quejó mi tía.

–Así eras tu a su edad ¿no lo recuerdas ?—dijo mi tío con diversión. Ella le hizo una mirada que él tuvo que fingir que no dijo nada. Era divertido verlos discutir a su manera. Mi tío tenia los ojos parecidos a lo de mi madre: un azul profundo, los cuales yo también heredé. Desde pequeños según él siempre fueron unidos. Lamentablemente nos la arrebataron muy pronto—. Come algo, debemos irnos pronto a la compañia—me dijo mi tío.

Me apresuré a comer algo de fruta, aunque la verdad no tenía hambre tenía mucha sed. Debía ser la resaca. Me prometí a mi misma no volver hacerle caso a Fabiola con el tema del alcohol, si mi tío se enterara me mataría por no cuidar mi salud. Después de unos minutos salimos de la casa, estaba nerviosa, ser la asistente del señor Coleman sería un gran desafío, solo esperaba poder lograrlo.