Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 5 — El nuevo CEO

Mi abuelo seguía hablando sobre los impresionantes números de crecimientos de la empresa del señor Tomás y Alex, que la verdad, si eran muy buenos, pero al escucharlo más detalladamente, me extrañó como mi abuelo no cesaba de alabarlos.

No es que mi abuelo fuese una de esas personas que no reconocen los logros y las habilidades de los demás, pero jamás lo había visto ser tan empalagoso. Finalmente, levanté la vista, prestándole toda mi atención a mi abuelo, todavía con la duda de si esto se trataba de una alucinación o un sueño muy vivido.

¿Quizás era una pesadilla? Verifique que traía ropa, no vaya a ser que se tratara de una pesadilla de esas en la que aparecía desnuda y dónde todos podían contemplar mis imperfecciones para luego burlarse.

¡Bien! Traía mi ropa tal cual me la puse.

Chequé de reojo y Alex seguía allí, muy atento de mí. Voltee de nuevo la vista, rápidamente. «¡¿Qué carajos está pasando?!».

— Todo esto que les acabo de explicar, me lleva a mi siguiente anuncio. — Volví a volcar toda mi atención en mi abuelo, que seguía hablando. — He decidido que es el momento de retirarme. — Abrí la boca de la sorpresa.

¡Bueno! Mi abuelo se retiraba. Sí, me sorprendió un poco, pero luego supuse que era normal, era algo que todos esperábamos que sucediera próximamente, puesto que, ya estaba bastante mayor, era hora de que descansara y que tomara sus merecidas vacaciones. Lo que no me esperaba, es que lo anunciara ese día.

Sopese la situación, esto en realidad era bueno, significaba que no tendría que casarme para ser la nueva CEO de la empresa, puesto que yo era su heredera y aprendiz, era obvio que yo tenía que tomar el puesto, y también significaba que tampoco tendría que confesarle a mi abuelo sobre mi nueva decisión de vida, sin relaciones estables ni matrimonios.

Sonreí ante esa posibilidad. Ahora estaba más animada con la idea de que esto fuera una realidad y no un sueño o alucinación.

— Y he de anunciar a quien tomara mi puesto como el nuevo CEO de esta empresa. — Los ojos de mi abuelo se veían algo preocupados, noté que evitaba mirarme. Sin embargo, me preparé para escuchar mi nombre. — Alex Grand. — Vocifero, señalando hacia la posición en la que estaba el guapo hombre de los ojos azules.

Sentí como si el mundo se hubiese volcado de golpe, mi cabeza daba vueltas, mi pecho comenzó a oprimirse y estaba segura de que estos síntomas no eran producidos por la resaca que traía. ¿Escuché bien? ¿Nombró a Alex Grand cómo el nuevo CEO y no a mí? ¿A un desconocido y no a su nieta? ¿El mismo desconocido con el que tuve un encuentro íntimo casual la noche anterior?.

Mi abuelo me observó un segundo, como si esperara mi reacción, quizás pensando que yo me revelaría, gritaría o algo así.

Pero no, no dije nada, ¿Cómo podría? Estaba prácticamente congelada, en estado de shock. No mire a nadie, no me moví, escuchaba los murmuros de los socios, como cuchicheaban, seguramente hablando de mí, no lo sabía a ciencia cierta por qué me resonaba un pitido en los oídos, como una interferencia.

Unos segundos después, se escucharon aplausos, los que me hicieron reaccionar y salir de mi ensimismamiento, voltee y Alex estaba de pie, sonriendo. ¡No lo podía creer! ¿Esto de verdad estaba sucediendo?.

Bajé la vista, tratando de enfocar el piso y concentrarme en la secuencia estampada en las baldosas, intentando de recuperar el aliento, ¿Cómo podía reclamar por esta injusticia si a duras penas conseguía respirar?.

— ¡Claro!. — Mi abuelo levantó la voz tratando de acallar el ruido de fondo y recuperar la atención de todos los presentes. — Obviamente, Ava trabajará de la mano con el joven Grand, tal como lo hacía conmigo.

— ¿Qué?. — Conseguí soltar con un suspiro, levantando nuevamente la vista, con los ojos abiertos de par en par.

Me volteé hacia donde estaba sentado Alex, él se había sentado hacia adelante en su asiento, me miraba fijamente, atento a cada uno de mis movimientos, como si se tratara de un depredador que espera por su presa, esperaba mi reacción.

— Esta será, solamente, una situación temporal. — Mi abuelo aclaró, haciéndome voltear hacia él de un respingo, supuse que esas palabras eran para mí. Luego volvió a hablar hacia el público presente. — Hasta que mi nieta, Ava, contraiga matrimonio y se encarguen ambos de la empresa, ella y su esposo. — Aclaró su garganta. — Lo cual tenemos previsto, que será en poco tiempo.

Los murmuros se hicieron más fuertes, casi me caí de la silla de la sorpresa, vi a mi abuelo detallar de reojo mis manos e inmediatamente entendí, ¿Buscaba un anillo de compromiso?.

Mi instinto me hizo esconder las manos debajo de la mesa, «¿Mi matrimonio? ¿Cuál matrimonio? ¿Será en poco tiempo? ¿Mi abuelo habla de un matrimonio con Mike? Pero si nunca le dije que él me pidió matrimonio, ¿Sacó todo eso de sus deducciones?».

Cerré mis ojos un momento, tratando de pensar, pero parecía que mi cerebro no funcionaba. Saqué una de mis manos de dónde las tenía escondidas y me di una palmada en la frente, ¡¿Por qué no le dije la verdad a mi abuelo desde un principio?! ¡¿Cómo era posible que todo esto sucediera por una simple y pequeña mentira?!.

— ¿Algún problema, señorita Ava?. — Escuché la voz ronca de Alex desde su lugar en la mesa.

— No, ninguno. — Contesté de inmediato, abriendo mis ojos, sintiéndome en realidad algo mareada.

— Es que se ve algo pálida. — Todos los presentes comenzaron a mirarme atentamente, haciéndome poner más nerviosa.

— No, es que… Yo… — Comencé a balbucear.

Tenía muchos años trabajando en esta empresa, dirigiéndola junto a mi abuelo y había pasado por innumerables cantidades de juntas, lo que me había hecho perder mi timidez delante de todos estos hombres, no obstante, por primera vez en mucho tiempo, me sentí realmente intimidada frente a ellos.

— ¿Estás bien, Ava?. — Escuché a mi abuelo, hablándome en un tono un poco más dulce y cercano.

— Sí, estoy bien. — Murmuré, asintiendo y conteniendo el nudo que se comenzaba a formar en mi garganta.

— ¡Bien! Entonces, podemos continuar. — Mi abuelo retomo el hilo mientras que yo trataba de mantener la compostura. — Entonces, mientras los planes de matrimonio se concretan, podemos aprovechar al máximo de esta alianza, la cual nos permitirá a ambas empresas aprender una de la otra y crecer juntas…

Mi abuelo continuó hablando sobre los beneficios de todos estos cambios, agregando que él permanecería en la cabeza de la empresa por unos días más, finiquitando los últimos proyectos que él dirigía, dándonos la oportunidad a Alex y a mí de conocernos mejor para encontrar una buena manera de trabajo.

Yo lo escuchaba, estaba atenta, entendía todo lo que decía y al mismo tiempo, mi mente trabajaba a mil por segundo repasando todo lo que acababa de suceder.

De vez en cuando, una mirada furtiva se me escapaba en dirección a Alex, tal como sucedió en el club la noche anterior, sin embargo, ya no me encontraba con una sensual sonrisa, sino con un entrecejo ceñudo y una mandíbula apretada. ¿Estaba enojado? ¿Por qué? ¡Valla que se veía intimidante cuando estaba molesto!.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.