Capítulo 6
Al fin Damián se ha dignado a hablarme después de una semana, quiero saberlo todo estoy muy ansiosa.
Miro mi plato que está a la mitad pero se me han quitado las ganas de comer y oigo como Damián me habla.
- ¿en qué piensas? - me dice terminando su plato.
-en nada importante- le digo seria.
-bueno pues quiero que cuando termines me esperes en tu habitación, allí hablaremos-asiento con la cabeza y sigo comiendo aunque no tenga ganas solo por terminar e irme.
Él se levanta y se va a la cocina como le dijo a Mery, me levanto rápido y subo las escaleras sin ningún cuidado y cuando llego a mi habitación veo a la hermana de Damián al fondo del pasillo.
-Hola-le digo, es hora de arreglar las cosas con ella.
-Hola- me dice bajito y se acerca poco a poco.
-mira Damián me conto lo que sois y sé que lo que hiciste no fue a propósito- ella empieza a llorar.
-no quería hacerte daño solo que no me pude controlar, lo siento no volverá a pasar- me acerco hasta ella y la abrazo para que se sienta mejor.
-por cierto ¿Cómo te llamas? - le pregunto y ella se limpia las lágrimas y sonríe un poco.
-me llamo Rose y tu eres Danira ¿verdad?-me contesta y yo asiento con la cabeza.
-me lo dijo Lucio, parecía que tenias prisa así que me voy pero quiero que seamos amigas-yo le sonrío.
-claro que sí, me hará bien una amiga ya que no tengo a nadie aquí- ella asiente y se va por donde vino.
Entro a mi habitación y toca esperar a que Damián venga, voy hacia el baño a lavarme los dientes y a refrescarme un poco cuando oigo la puerta sonar, trago saliva y me preparo para escuchar la verdad-
He terminado de alimentarme de Mery y ahora me dirijo a la habitación a contarle lo que sé a Danira, cuando voy subiendo las escaleras Lucio me llama.
-amo, espere, tengo que decirle algo importante- me giro a ver a Lucio.
-ahora estoy ocupado tengo que hablar con Danira- le digo.
-pero es sobre Raphael- me detengo y le escucho.
-cuéntame-
-me dejó un mensaje para usted, dice que ya está solucionado el problema, que es lo último que hace por usted y que le diga cuanto antes donde esta quien usted sabe- yo sonrío y le digo.
-dile que le invito a cenar dentro de tres días, y que no se le ocurra hacer nada en mi contra.
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Llevo diez minutos mordiéndome las uñas de lo nerviosa que estoy, también estoy dando vueltas por la habitación.
Oigo tocar la puerta y me tenso, voy hacia ella y me tiembla la mano, la abro y ahí está Damián.
-pasa- le digo haciéndome a un lado.
-vengo a decirte algo importante sobre ti-me dice sentándose en el sillón.
-a que te refieres?- le digo sentándome en la cama.
-bueno tus padres son brujos y tu también- me quedo helada al escuchar eso.
-como?, no puede ser verdad, yo soy normal no sé hacer magia, como puedes decir eso- estaba muy enfadada.
-no te estoy mintiendo y te lo demostraré dentro de tres días y si no puedes hacer magia es porque no lo sabías pero siempre ha estado dentro de ti- me dijo.
No podía creer eso porque esto parecía una película o una broma de mal gusto, siempre había pensado que Yoselín era mi madre y que mi padre murió y ahora resulta ser todo mentira. Y para colmo me entero de que mis verdaderos padres son brujos y por consiguiente yo también.
-sé que es difícil para ti creerme, pero confía en mí- me dijo agarrándome la mano.
Yo le sonreí un poco y lo abrace, necesitaba un abrazo y ahora mismo es la persona más cercana que tengo.
-porque tengo que esperar tres días?- le pregunte.
-pronto lo sabrás, además también viene alguien importante a cenar- me dijo levantándose.
-se me hace muy difícil esperar pero confiaré en ti-
El sonríe y me da otro abrazo, yo cierro los ojos me siento tan bien cuando me abraza que me quedaría así para siempre.
Han pasado dos días desde que hable con Damián y hoy por fin Damián me demostrara que no miente, estos dos días ha estado conmigo, hemos paseado por el jardín y hemos pasado muy buenos ratos juntos.
También he estado hablando con Rose, no parece mala chica solo un poco impulsiva a veces pero es muy cariñosa y eso lo agradezco porque a veces me siento sola y necesitada de cariño y ella me lo da.
Me estoy dando un baño relajante porque me siento nerviosa, tampoco se quien va a venir esta noche y temo no saber comportarme ya que es alguien importante.
Cuando salgo del baño miro en mi armario que ponerme y me decido por un vestido azul verdoso corto y con tirantes finos, es muy bonito así que me quito la toalla y me lo pongo, esta vez dejare el colgante guardado y me pondré otro que le vaya mejor.
Cuando solo me falta ponerme los zapatos llaman a la puerta, me pongos los zapatos de tacón y voy a abrirla.
-hola- me dice Damián, está tan guapo esta noche, lleva puesto un traje de color negro con una camisa blanca y le queda como un guante.
-hola- le contesto.
El me mira de arriba abajo y yo me sonrojo.
-estas... muy guapa, te ves muy hermosa- yo solo sonrío pero estoy roja como un tomate.
-vamos? – pregunta, asiento con la cabeza.
Me ofrece su brazo y yo lo agarro encantada, no estoy acostumbrada a andar en tacones y no quiero matarme por la escalera así que me agarro muy bien para evitar accidentes indeseados.
Después de bajar la escalera sin ningún incidente pasamos a el salón, ahí está Lucio vestido muy bien también y veo que en una mesa hay una bandeja con varias copas de alcohol.
-va a venir alguien más aparte de ese señor?- el sonríe y asiente con la cabeza.
-quieres una copa?- me pregunta ofreciéndome una de lo que parece que es champan.
Llevamos diez minutos esperando a los invitados y todavía no aparecen, cada vez estoy más nerviosa tanto que estoy sudando un poco y creo que se me va a correr el maquillaje.
Cuando iba a levantarme para ir al servicio tocan la puerta principal y me tenso, quien será la persona a la que ha invitado Damián.
Damián se levanta y va a la puerta principal y yo le acompaño, cuando Lucio abre la puerta aparece un hombre de unos cuarenta años.
-Hola Raphael, gracias por venir- le dice Damián.