Capítulo 5
Capítulo 5
bella
Sería más fácil ponerlo en mi cama ahora que me tocó.
El día pinta bien, me meto en la ducha para darme un pequeño cambio de imagen, antes de la reunión.
Treinta minutos después, entra a mi oficina. Está impecable, como si nada hubiera pasado.
Él se sienta en la oficina frente a mí.
- La reunión puede comenzar.
Él adopta un tono impersonal, yo hago lo mismo.
- Me gustaría que me mostraras cómo haces para que nuestra empresa sea una de las importantes,
el más popular del mercado.
- En primer lugar, es necesaria una gestión rigurosa y un seguimiento cuidadoso de las solicitudes de los clientes.
- En cuanto a la contabilidad, ¿cómo se logra llevar una contabilidad única para una empresa que tiene varios sistemas contables?
- Ese es el trabajo de un buen contador, aunque intente explicártelo no entenderás nada. Actualmente lo que puedes hacer yo dondequiera que vaya, analizar mi comportamiento, ver cómo tomo mis decisiones en base a eso. necesidades y el resultado esperado.
-Está bien, lo único que tengo que hacer es seguirte a donde quiera que vayas. Depende de mi.
- Muy bien ahora síganme, tenemos que ir al departamento de producción.
Hay que saber la importancia que tienen las máquinas en esta empresa, si una se para se bloquea todo el sistema.
Nos levantamos para bajar a producción.
Es todo un edificio de varios pisos, las máquinas funcionan a toda velocidad, los trabajadores están todos en sus puestos. El jefe del taller viene a recibirnos.
- Hola señor / señora !
- Hola Louis, estamos aquí esta mañana para ver cómo funciona su departamento y averiguar a qué dificultades se enfrenta.
Pasamos el día en la fábrica, revisando las máquinas, sabiendo qué hacen ciertas máquinas en comparación con otras. Sabiendo exactamente qué estábamos haciendo, al final del día estaba cansado.
Regresamos a nuestras oficinas para prepararnos para regresar a casa.
Llegué a casa, fui directo a mi habitación, tengo que prepararme para recibir a mis amigos.
Me lavo, me visto muy ligero, unas braguitas ajustadas, con un top corto.
Me pregunto qué hace mi madre con sus días ahora.
No la encontré en la sala, fui a su habitación a verla.
La encuentro en la cama, cubierta con una sábana, está durmiendo, me acerco para tocarle la frente, compruebo si tiene fiebre o no, abre los ojos.
- Buenas noches cariño, ¿fue en el trabajo?
- Si mamá, pero me preocupo por ti,
estás bien ? ¿Por qué estás en la cama a esas horas?
- Salí con amigos durante el día, pasamos el día en la discoteca, estoy un poco cansado. Qué bueno que estés aquí: tengo que hacer un viaje mañana, acabo de enterarme de que mi madre, con la que llevo años mal, está enferma y tengo que irme mañana por la mañana.
- ¿Por qué es tan repentino? ¿Arthur lo sabe?
- Sí, ya le hablé de eso, por favor sé bueno cuando me vaya, he notado que desde que trabajas estás más maduro, y eso me hace feliz.
- Está bien mamá, no haré ninguna estupidez. Cuándo vuelves ?
- No lo sé cariño, sabes que te amo con todo mi corazón.
- Yo también te amo mamá, vuelve pronto, ya te extraño.
Salgo de su habitación para saludar a mis amigos en la puerta. Nos reunimos en el jardín con buena comida y bebida.
- ¿Cómo estuvo tu día en el trabajo?
- Fue fantástico.
- Ah bueno ?
- Sí, besé a Arthur.
- Qué ?
- Qué ?
Al mismo tiempo lo dicen. Les dije que estaba soñando con mi suegro, creo que no saben mi intención de ir más allá de los sueños.
- ¿Cómo pudiste hacerle esto a tu madre?
- Pero ! Qué he hecho ? Yo no hice nada !
- Pero eres un criminal, me dijo Miranda.
- Ay, santo, baja la voz y deja de insultarme.
- Pero ella no está del todo equivocada, yo.
dijo Henriette, ¿estás segura de tu elección?
- Sí lo quiero ! Y haré todo lo posible para tenerlo, luego podré seguir adelante, quiero que sea mi primer hombre, después veré quién puede ocupar su lugar.
- Por favor, ten mucho cuidado con lo que vas a hacer, piensa en tu madre, en lo que ella
podrá sentir, si lo aprendiera.
- ¿Quién se lo dirá? Tú ? ¿O Miranda? ¿Arturo? O yo ? No seas infantil, ella nunca se enterará. ¡Ya era hora! No te dije que me iba a casar con él. No soy tonta, sé que es el marido de mi madre, que duermen juntos, sé que estoy en un campo minado, pero no veo a ningún hombre capaz de apagar la llama que hay en mí. ¡Solo lo veo, lo quiero! Lo quiero ! ¡y lo tendré!
No importa las locuras que haga, para tenerlas, me haré responsable de ellas cuando llegue el momento.
- Pobrecita, ¿estás segura de que no estás enamorada de él?
- No lo sé, lo único que sé es que será mi primer hombre, quiero sentir sus manos en mi cuerpo, sus besos.
- Para, Bella, me dijo Miranda.
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