Capítulo 6
- ¿Has encontrado un Grady Whi- - exclamé pero Kie se abalanzó sobre mí cubriendo mi boca con su mano. Me obligó a volver a sentarme y ella también - Kate, tienes que prometerme que todo lo que te acabo de decir será un secreto. Nadie tiene que saberlo , no pude responderle en voz alta, así que solo asentí.
Quitó su mano de mi boca - Estás en problemas otra vez, ¿verdad? - pregunté preocupado por mi amigo. - Todavía no. Confío en ti Kate, por favor. - me rogó y yo asentí de nuevo.
Pero de repente esa bombilla se encendió de nuevo en mí. Tenía que encontrar una manera de hacer que mi verano no se tratara solo de viajes a clubes de campo y fiestas elegantes, odiaba salir con los amigos de Sarah con tarjetas de crédito ilimitadas para ir de compras o fiestas tontas en Kooks, necesitaba algo nuevo. Algo a lo que siempre había aspirado.
- Con una condición... - Llamé la atención de mi amigo quien me miró interrogante - Guardo el secreto si me dejas entrar en este asunto. No me importa si es peligroso. Continué y ella levantó las cejas.
- No. No. Absolutamente no. Sacudió la cabeza repetidamente y suspiré.
-Kie por favor. Sabes cuánto odio estar en la posición en la que estoy, sobre todo tú deberías entenderme. Constantemente me siento fuera de lugar, especialmente ahora que he dejado a Rafe – dije mirándola. Una sonrisa apareció en su rostro - ¿Fuiste tú quien lo dejó? Ella alzó las cejas sorprendida.
- Sí, pero ahora no tiene nada que ver. Kie lo digo en serio. Dame una oportunidad. - Le rogué. Se tomó un momento para pensar, cerró los ojos y suspiró ruidosamente.
- Dios, los chicos me van a matar... - de esa frase entendí que ella acababa de aceptar mi acuerdo y yo, debido a la euforia que sentí en ese momento, salté sobre ella, abrazándola.
- Kate mírame. Es un asunto serio, no debes hablar de eso con nadie... - dijo antes de pasarme el dedo meñique, como un jurín jurello, como en la escuela primaria.
Le devolví el -apretón- y asentí.
- Te lo prometo, Kie. Respondí y ella esbozó una sonrisa. De repente frunció el ceño mientras su mirada se posaba en mi hombro izquierdo, más precisamente en mi cuello - ¿Qué diablos te pasó? Señaló hacia allí y la miré confundido. Me giré hacia el espejo de su dormitorio y me peiné el pelo hacia un lado.
Mierda.
Maldito Maybank.
Mi cuello estaba literalmente marcado por una mancha púrpura que se extendía por mi piel casi hasta la clavícula. Había marcas de dientes del rubio en mi cuello. Lo habría matado, con su propia arma.
Pero todo lo demás ya no me importaba.
Me acababa de meter en el negocio de los Pogues.
-
- ¿ Qué haces aquí? - preguntó el chico de los mechones rubios que rodeaban su rostro, mirándome mientras caminaba hacia la cabaña del Chateau de madera donde estaban los chicos.
- Él lo sabe todo. - dijo Kiara sentándose al lado de John B - Perfecto. Lo que no te queda claro del concepto - nadie tiene que saberlo- - Pope se desquitó con ella.
- Fue testigo de la escena, es inútil seguir hablando de ello. - sorpresivamente JJ me -defendió-.
- Pedí incluirme, quiero ayudarte. Lo que sea que estés haciendo. - Respondí y me senté al lado de mi amigo.
- Bueno, necesitarás su ayuda porque estoy llamando. ¿Bueno? - John B. comenzó. - Peterkin dice que si me mantengo fuera del pantano, me ayudará con los servicios sociales - , dijo. Mientras tanto JJ seguía tirando piedrecitas hacia la nada - ¿Y tú le crees? preguntó .
- Sí te creo JJ. - respondió Juan B.
- Esa es una mujer policía John B, ¿usted cree que una mujer policía? - replicó.
- Mantenerme alejado del pantano durante unos días me ayudará. Ciertamente no ayudará que dispares... - continuó el moreno.
- Oh claro, debí dejar que Topper te ahogara... - continuaron discutiendo mientras Kie, Heyward y yo seguíamos la conversación en silencio.
La situación podría ser más grave de lo que esperaba.
- Ellos siempre ganan. Los Kooks contra los Pogues, siempre. ¡Siempre ganan su carajo! - JJ golpeó la madera que sostenía el techo del garaje y Kiara trató de calmarlo.
- No, no es nada bueno. ¡Para nada! No quieren que nos sumerjamos en el pantano, así que hay algo de valor ahí abajo y lo sabes, John B. Sé que lo sabes.
Y además de eso, trajiste a uno de ellos aquí. - la atención se desplazó hacia mí y rápidamente respondí:
- ¿ Cómo se supone que voy a hacerte saber que no estoy aquí para delatar a los Kooks? - Me volví hacia todos ellos.
- Eres uno de ellos - subrayó el rubio y yo lo miré fijamente.
Luego se volvió hacia Pope - Y entiendo por qué no quieres ir. Eres el niño prodigio, no te quieres arriesgar... - Se giró hacia mí y Kie - Y luego tú, ya eres rico, por qué deberías hacerlo... - La niña y yo lo miramos casi indignados por su declaración .
- ¿ Deberíamos sentirnos culpables por esto? Le pregunté con una mueca en mi rostro.