Capítulo 3

— Parece que tienes un caso severo de fobia, el dolor que tenías en la muela probablemente era muy soportable para una persona promedio —

— Estoy trabajando en ello – dije por último. Recibí mi receta y salí de la habitación.

Después de pagar la cuenta salí de la clínica, solo para sorprenderme al encontrarme con hombres enormes en traje parados afuera de la clínica, bloquearon mi camino cuando intenté pasar junto a ellos, fruncí el ceño inmediatamente al darme cuenta de que seguramente pertenecían al equipo de guardaespaldas que los Filladis asignaron para vigilarme discretamente todo el tiempo,

uno de ellos dijo:

— Señora maestra, el gran maestro fue informado sobre su visita a la clínica y lo que sucede aquí, él está preocupado por su bienestar. —

Me sentí molesta hasta el extremo.

Su gran amo era, por supuesto, mi suegro, Belguassem Filladi.

¡Odio el hecho de que sus guardias todavía me vigilan el % del tiempo!

Solo quería liberarme de esta familia... incluso si termino tirada en la calle y muero de hambre, no quiero en absoluto que se molesten con eso, quiero ser independiente sin que intervengan en mi vida.

Pero no, incluso después de años desde que dejé su casa, todavía estoy bajo su atenta mirada.

— Dile al gran maestro que no necesito que nadie me vigile, que aprecio su preocupación pero que él no me debe nada ni tiene ninguna relación conmigo, ya no somos familia. —

Los dos guardaespaldas asintieron al unísono y luego se despidieron.

Negué con la cabeza mientras miraba sus fugaces espaldas, apuesto a que ya había una docena de hombres observándome desde todos los ángulos.

¡Qué vida!

Luego salí a la calle, después de ir a la farmacia y comprar la medicación de mi receta, contraté un taxi y luego fui a la estación de radio donde trabajo como locutor.

Una vez que entré al edificio de la estación, mi gerente, que estaba bajando las escaleras, comenzó a regañarme en el momento en que sus ojos se posaron en mí:

— ¿Piensas venir después de que cerremos la estación? ¿Sabes qué hora es ahora? Estarás al aire en media hora. ¿Piensas hacer que cierren la estación ?

— Pedí permiso hoy.. Estoy aquí para recoger mis materiales para el programa de mañana – le recordé.

Parecía que le iba a dar un infarto cuando oyó esto y gritó:

— ¡ Rechacé tu solicitud! ¡Te envié un mensaje de texto para informarte! Estarás en el aire en media hora... ¡Si no estás preparado, será mejor que improvises algo de inmediato! ¡Estás planeando matarme, Noursine Saadat! ¡También estás planeando hacer que todo el personal de la estación se quede sin trabajo! Etc. —

Incluso cuando llegué a la sala de transmisión, él todavía estaba de pie en las escaleras maldiciéndome en voz alta. No fue hasta que cerré la puerta y saqué mi teléfono de mi bolso que finalmente noté el mensaje que me había enviado esa mañana.

Que mi petición de permiso fue rechazada y que incluso si tenía que morir, tenía que esperar hasta terminar mi programa y luego morir después.

¡Él literalmente escribió esto!

¡Qué gerente más maniaco!

Aunque era la persona más dramática e irracional que he conocido en mi vida, sus métodos de gestión de la emisora demostraron ser exitosos. Nuestro canal tenía índices de audiencia optimistamente altos entre los canales de transmisión de la ciudad D.

Y yo era responsable del segmento h to h que era muy importante ya que coincide con la hora del almuerzo y generalmente tiene más oyentes.

Pero de todos modos era muy fácil reemplazarme durante mi licencia, aun así el gerente tuvo que ser muy dramático al respecto.

— ¿ Está siendo irracional otra vez? —

preguntó impaciente Faisel, mi compañero de trabajo, sentado dentro del estudio justo afuera de la sala de transmisión.

— cuéntamelo, le pedí un permiso... Su respuesta fue "prefiero morir que saltar" —

Faisel, que nunca fue una persona muy habladora, solo asintió con la cabeza en señal de comprensión y luego dijo:

— prepárate. Estarás al aire en minutos —

¡No tenía idea de qué hacer para el espectáculo!

Tenía una lista de reproducción previamente preparada de canciones neutrales para usar en tal situación... Pero el tema principal del día no estaba bien.

El programa que transmito consiste generalmente en hacer una pregunta a los oyentes y luego recibir sus respuestas a través de sus llamadas y reaccionar a ellas, este tipo de programas se convirtió en tendencia. ¡

Pero no tenía idea de qué tema debería elegir hoy!

Pensé por un momento, el recuerdo del miedo que experimenté en el dentista todavía estaba vívido en mi cabeza.

Después de dudarlo un poco, decidí preguntarles a los oyentes sobre sus experiencias con el dentista, ya que eso era todo lo que podía pensar.

Apuesto a que mi gerente tendrá un verdadero infarto cuando escuche la idea genial que se me ocurrió.

Efectivamente... Después de salir al aire y decir lo que pensaba y contar cómo me había desmayado del susto, incluso Faisel, que normalmente no se ve afectado, se rió a carcajadas detrás del cristal.

Como de costumbre, los oyentes comenzaron a llamar y compartir sus historias. Todo iba bien hasta la tercera llamada.

— allo — (hola) dijo la persona que llamó.

Y por alguna razón, su voz me sonaba terriblemente familiar.

— marhaban bik (¡bienvenido!) ¿Puedes presentarte a los oyentes ?

— Mi nombre es Yacine y soy dentista, así que llamo más bien para compartir mi historia con uno de mis pacientes que para hablar de una experiencia propia. —

— Claro, ya que estás en la profesión debes tener muchas historias que contar, tal vez puedas animar a las personas que se asustan fácilmente como yo a tener más coraje para ir al dentista antes de que sea tarde y el daño sea grande —

— No estoy seguro de si mis palabras traerán algún aliento, pero hoy una joven visitó mi clínica y sentí como si la conociera de algún lugar... después de escuchar su historia en el dentista hace un momento, resultó ser la locutora que escucho casi todos los días durante mi hora de almuerzo—

Sentí que mi corazón daba un vuelco inmediatamente.

No me extraña que me sonara tan familiar. ¡

Era el dentista al que fui esta mañana!

Era muy obvio que esta persona que llamaba estaba hablando de mí, incluso para Faisel, que estaba detrás del cristal, quien me envió una señal para preguntarme si debía cortar la llamada.

Negué con la cabeza negándome a cortar la llamada y decidí no actuar de manera grosera con el Dr. Yacine en público, especialmente porque había sido amable conmigo antes en la clínica. Me reí y dije:

— Supongo que tienes el oído muy fino, doctor Yacine, y ahora que has llamado , ¿qué mensaje te gustaría dejar? —

— Me gustaría preguntar si puedo utilizar el número de contacto que ella dejó para comunicarme con ella.. Y me refiero a comunicarme con ella no por motivos profesionales. —