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N- hola - digo aburrida - ¿Sam? - Pero por qué todos los gansos lo llaman así - Su nombre es Samuel y está dentro. - Me mira con una ceja levantada - ¿Hay algún problema? - pregunto y también me siento un poco presumido pero ahora mismo no me importa, ella no me contesta pero se acerca al timbre mientras yo me divierto. Comienzo a correr lo más rápido que puedo hasta que me quedo sin aliento y me duele el costado. Me siento vivo y relajado, enérgico y más activo. Hago la misma ruta dos veces y luego vuelvo a casa. Cuando entro en la sala de estar, encuentro a Mariabil, Samu y las dos perfectas señoritas en el sofá. Cruzo el pasillo, bajo la mirada de todos, y llego a las escaleras. Al pasar veo a Simone en la cocina preparando café. - ¿quieres un poco? - me pregunta - no gracias - asiente y me subo encima. Me deslizo en la ducha de nuevo y cuando termino estoy usando un par de pantalones verde militar y una camiseta negra con una sudadera con capucha negra abierta. Salgo del baño y Samuel está en la cama. - Sigues enojado - me mira pero no quiero encontrarme con su mirada o lo perdono sin problemas. - vanessa - me vuelve a llamar miancci. -Samuel por favor. Déjame en paz o di cosas que no quiero - casi le suplico y él maldice y se va al baño dando un portazo detrás de él. Bajo y sigo ahí. - vano? - Crsytal está en la cocina - Mariabil está aquí - ¿Sigues enojada con él? - se ríe - si porque tu no? - Ella niega con la cabeza - ayer le dijo que me ama y me besó frente a ellos - me eché a reír y ella conmigo. . - perdónalo. Al final no hizo nada malo. - Pongo los ojos en blanco. Sé que no le haría nada malo a nadie - podría telefonear - le respondo - ¿no te lo dijo? - qué – pregunto con curiosidad – tenía el teléfono muerto. Quería llamarte con la nuestra pero no se la di porque sabía que estabas dormida, Simone en cambio la había drenado -bueno , como de costumbre, debo sentirme culpable. - ¡uf! - Risas - ¿Qué tienes? - Niego con la cabeza y vuelvo arriba. Tiene una toalla atada a la cintura. Es difícil no saltar sobre él, pero me las arreglo para contenerme. - ¿Samu? - Se voltea a mirarme por un segundo y luego sigue haciendo lo que estaba haciendo - ¿Qué quieres? - Dice cabreado y es bueno. Ni siquiera le di una forma de justificarse. - dime como te fue realmente? - digo dejando que mis brazos caigan a mis costados - no hay razón, así que ya entendiste tu idea. Apuesto a que ya me habría acostado con ella por ti, ¿verdad? - resopló fuertemente - eso es lo que dices, yo no dije eso. - Pasan los minutos y no me calcula. - Lo siento - digo - ¿y de qué? Es mi culpa que no haya tenido la más mínima preocupación por ti – casi grita. Me acerco a él que todavía está enojado - ok, exageré pero me asusté cuando vi esas actitudes. - sacude la cabeza - Vanessa pero ¿me crees cuando te digo que te amo? ¿Me crees cuando te digo que eres todo para mí y que sin ti no sería yo? Me crees ? Porque me parece que no - grita pero sobre todo porque lo estoy exasperando. Tal vez estoy exagerando. - claro que te creo, pero tengo miedo porque nadie me garantiza que un día no me dejarás y sabes que tengo este miedo, lo sabes desde que nos conocimos. Yo... no puedo hacer nada al respecto y ciertas actitudes me molestan. Me siento como un idiota y un poco como un niño, pero ¿qué puedo hacer? Me causó una tremenda incomodidad cuando saltó sobre ti y la abrazaste, me molestó ver tus manos en su cuerpo y me molestó ver tu gran sonrisa sobre ella. Puede que suene como un loco esclerótico y un psicópata también, pero ¿sabes cuánto me importa? Menos de cero y ¿sabes por qué? Porque ver a esas chicas hermosas y en forma que parecen sacadas de una revista, para mí, fue como competir con ellas, como una competencia que ya sé que perdí y esto no se trata de ti sino de ellas y de mí, pero es como si al perder esta carrera te perdiera a ti también. Sé que no me engañarías, pero no me gustó la forma en que esa chica te miró . Lo miro a los ojos y él hace lo mismo, pero luego su mirada se suaviza. Es sincero y lo sé, lo siento. Pero necesito tranquilidad constante. Me abraza fuerte - y quien me dice que no serás tú quien se vaya. Nada ni nadie nos lo puede asegurar. Pero tienes que entender que no quiero a otra mujer que no seas tú. No haría nada con otras mujeres, solo necesito a mi esposa. Porque me das todo y no me haces faltar nada. Te amo . Mételo en la cabeza porque si hubieras tardado diez minutos más, te habrías evitado todo este lío. Para mí no son otras que esas niñas que jugaban conmigo y Simone cuando la niñera nos cuidaba, son solo conocidas y nada más, un poco como las demás. Tú, en cambio, eres todo mi presente y todo mi futuro y estas -indica nuestras fes- lo prueban porque nos unirán para siempre. No tienes que sentirte en competencia con nadie porque nadie puede competir contigo - Lo beso y me sonríe. Se sienta en un sillón y me hace sentar sobre sus piernas. - Quisiera darte mis ojos para mostrarte como te veo - Sonrío, escondo mi rostro en su cuello y lo abrazo - A veces me basta ver como me miras Pero hay esos momentos en que mis certezas flaquean - Lo abrazo durante casi media hora sin hablar y sin mover un músculo porque no tengo miedo en sus brazos.
- no puedes negar que les gustas - se ríe. Me levanté de sus piernas y ahora se está cambiando - nena pero le gusto a todo el mundo - le doy una bofetada . Llegó espontáneamente y su mejilla se puso roja. Pone su mano donde lo golpeé y se ríe. Me toma de debajo de mis muslos y me hace atar mis piernas alrededor de su cintura. Bajo la cabeza y lo beso. - ¿Te lastimé? - le doy un beso en la mejilla - no solo queria hacerte creerlo - pongo los ojos en blanco - ahora bajemos - no le da tiempo ni para entender lo que dijo ya estamos en las escaleras. - Samuel no lo intentes - me enfado pero él se ríe - samu me defraudó - sacude la cabeza - no. Ahora no te separaré de mí. - bufo y escondo mi cara en su cuello. - ¡uf! - . Llegamos a la sala y se sienta en un sillón conmigo en sus piernas. Todos nos miran y Mariabil y Simone se ríen. - tu hermano es un idiota - le digo a simone - lo se Vane, lo se. - ei ei ei - dice Samuel, mirándome fijamente y yo me río. Los demás siguen hablando entre ellos, o mejor simone, samuel y los gansos hablan entre ellos porque Mariabil responde solo para hacerlos sentir mal. Nunca la había visto tan celosa. Intento levantarme de las piernas de Samuel pero él me sujeta con más fuerza. - ¿Adónde crees que vas? - susurra en mi oído. - arriba, no los soporto - asiente - voy contigo - niego con la cabeza - no hace falta - - pero por qué decidiste casarte tan rápido. Tú, Sam, tienes mi edad y ella seguramente es más pequeña que tú. - es uno de los dos para hablar y sobre todo para cabrearme - quien dice que hay una edad? - digo - estas elecciones hay que tomarlas con madurez y si has hecho una elección tan importante puede que te arrepientas en el futuro - samuel sonríe mirándome a los ojos - no te preocupes no nos arrepentiremos, lo importante es amarse y en lo que a mí respecta me volvería a casar contigo otras 1000 veces. - Le sonrío y lo beso, sin importarme nuestros invitados. Mariabil aplaude y una vez que se separan le sonrío. - Bueno nos vamos, nos vemos por ahí - dice uno de los dos y después de despedirse se van. - samuel ayúdame un segundo - pide simone mostrándole la chimenea y él asiente. Mariabil se une a mí y me choca los cinco y luego me abraza y se balancea de izquierda a derecha. - Entendí que eres flexible gracias a tu entrenador personal personal, pero yo no lo soy. - Estalló en carcajadas - Me gustaría ver - Yo también me río. - Tengo sueño - dice Simone alcanzando a Mariabil y besándola - ayer te quedaste hasta las 2 con esas zorras - le dice tanto a él como a Samuel. - Nunca te había visto tan celosa - le digo - pero ella sabe que no tiene ningún motivo para mí - Simone se ríe y la besa. - ven a dormir conmigo - me pide Samuel y yo asiento. - Buen intercambio de saliva - les grita Samuel a esos dos riéndose. Llegamos a la habitación y él se tira sobre la cama. Voy a la ventana. Me encanta esta vista. - ¿Vane? - Me doy la vuelta y me hace señas para que me una a él. Me acuesto a su lado de un lado y lo miro a los ojos - no pienses en lo que dijo Jennifer.. - sonrío y acaricio su mejilla - no pienso en eso. Lo suyo es solo envidia porque eres mía y no de él – se ríe y me abraza jalándome contra su pecho. - Te diré algo, pero no tienes que preocuparte por eso, ¿de acuerdo? Solo te digo esto porque quiero quitarme un peso de encima - asiento con la cabeza. Tengo miedo de escuchar lo que tiene que decir. - llevamos un año de novios - Me levanto para mirarlo a los ojos para ver si es sincero y luego me acuesto, pero en la cama. - ¿Qué? Pero primero dijiste que solo eran amigos de la infancia y luego me dijiste que nunca tuviste relaciones de más de dos días o me equivoco? - se rasca la nuca - es verdad pero me olvidé de ella porque pasó cuando tenía 16 años y no te lo dije antes porque no quería empeorar las cosas. Pero de todos modos era una relación a distancia, ella aquí y yo en Milán - Niego con la cabeza y pongo los brazos frente a mi cara pero él los quita y ambos descansan su cabeza en mi pecho. - porque cada vez que doy un paso me encuentro con un ex tuyo? - me abraza fuerte. Pero la verdad es que estoy cabreado. Me levanto y voy a la ventana. - Vane por favor, no le des peso. Nunca he sentido nada por ella – me vuelvo a mirarlo – ¿ en un año no has sentido nada?, me parece imposible. pero aun así es el hecho de que me lo hayas ocultado lo que me enfada. Me sentí burlado - digo cabreado. - y luego tu con marco? Duró varios años y no solo uno -lo miro mal- pero te lo dije enseguida y luego no es lo mismo. Él y yo nunca hemos estado realmente juntos . Se levanta y se acerca, pero me giro para mirar hacia afuera. - Lo sé, me equivoqué al no decírtelo de inmediato y te pido perdón, pero realmente nunca sentí sentimientos hacia él - pero una relación de un año es suficiente. Apuesto a que fue tu primera vez - Me río irónicamente pero cuando lo veo sin hablar me doy la vuelta y lo encuentro mirándome. - Golpeo - me doy cuenta al volver a mirar la magnífica vista que ofrece nuestra ventana. - no es importante para mí y nunca lo fue - . Por su mirada me hace entender que tiene miedo de que inicie otra pelea, pero la realidad es que no quiero y entonces elijo la segunda y la abrazo. Lo pillo desprevenido y me doy cuenta porque al principio está rígido pero a los dos segundos me abraza con fuerza. - ¿Con cuántas otras mujeres todavía tengo que ir a la guerra? – pregunto y él levanta mi rostro hacia el suyo – solo recuerda una cosa: ellos han sido mi pasado, tú eres mi presente y serás mi futuro. - No quiero ponerme celoso, pero me sale naturalmente. Hubiera sido diferente si ella fuera tu ex sin dobles extremos. - y si fuera menos bonito, me gustaría añadir. No lo agrego, pero él entiende lo que estoy pensando : realmente no tienes que compararte. Siempre te lo digo y nunca me cansaré de repetirlo - sonrío y lo sigo sobre la cama donde me abraza.
Después de un rato nos quedamos dormidos. Me despierto con el timbre de un teléfono. Es el teléfono de Samuel, un número desconocido. Salgo al balcón para no despertarlo y respondo - hola.? - soy Giovanna... busco a sam - la voz del pato - samuel esta durmiendo no puede contestar y mi nombre es vanessa y no giovanna - esta bien dile si le gustaria salir esta noche conmigo ? - pero te das cuenta que me estas preguntando si mi esposo quiere salir contigo? - le espeté enojado - eh bueno.... si quiere lo puede hacer, no está atado - responde amargamente - no, no quiere. Hola , dejo la llamada y vuelvo adentro. Samuel todavía duerme. Tomo su teléfono y el mío y lo llevo conmigo debajo. No quiero que lo despierten. Todos todavía están dormidos, así que empiezo a cocinar. - eii - se me une Mariabil - estas despierta? - no, no ves que estoy acostado en una cama y estoy durmiendo? - le digo irónico y ella se ríe - que haces - - Acabo de terminar de cocinar, ahora si quieres vamos a ver una película. - asiente y toma dos paquetes de papas fritas. Me siento en el sofá y ella apoya su cabeza en mis piernas. - mira a Vane - apartan la mirada del teléfono y señala que hay after en la tele. Son canales italianos. - Hace toda una vida que no lo veo - le digo - dime - . A la mitad de la película llega Samuel. - ¿Qué haces? - me pregunta y yo señalo la televisión. Me deja un beso para moldear y se sienta en el sillón. - Voy a despertar a Simone para que comamos - dice Mariabil. Entra en la cocina, coge un cuenco lleno de agua y se sube encima. Pobre Simone, no me gustaría estar en su lugar. - samuel - lo llamo pero tiene la mirada perdida. Trato de llamarlo pero nada me levanto y me siento en sus piernas. Me da una sonrisa, pero es una sonrisa que no involucra los ojos. - ¿Qué tienes? - pregunto y él me besa y frota su nariz con la mía. - Samuel dime que tienes? - sacude la cabeza y mira a un punto indefinido - últimamente suelo tener pesadillas contigo. - juega con mi mano que está en la de ella - me lo contarás - susurro con cautela. No quiero forzarlo si no tiene ganas. - en cada pesadilla te mueres ya veces es mi culpa. - me mira a los ojos. Sus ojos están preocupados y llenos de miedo. Lo abrazo y suspira apoyando su cabeza en mi pecho. - no te librarás de mí tan fácilmente - me mira sonriendo - a menos que me traiciones - continúo. Esconde su rostro en mi cuello y suspira - nunca pasará - - a propósito. Jennifer me llamó y me dijo si quieres salir con ella esta noche - me mira y trata de contener una sonrisa pero puedes ver a una milla de distancia que está a punto de reírse - ¿qué le dijiste? - Al menos ahora está un poco más alegre - si se da cuenta de que me está preguntando, que soy tu mujer, si quieres salir una tarde a solas con ella y que no quieres salir... quién sabe, tal vez entonces la única noche que quiere que continúe toda la noche - finalmente se ríe y mi Samuel está de vuelta. Su risa es una panacea para mí. No quiero verlo triste , lo hiciste bien. - Dice entre risas. De las escaleras aparece Simone con el pelo mojado y Mariabil que sonríe satisfecha. - ducha fría? - pregunta Samuel a Simone riéndose. Simone asiente en respuesta, pone los ojos en blanco y después de un rato carga a Mariabil sobre su hombro. - buen amor. Ahora te quedarás aquí un buen rato - no, simone, por favor, bájame, te juro que no te despertaré así nunca más. - No, ahora quédate aquí. - Simone recorre la casa silbando con ella al hombro. Ella gime y Samuel y yo nos reímos. - Vamos, déjame bajar. - Ella le da una palmadita en el culo y él le corresponde. - vamos a comer? - le pregunto a Samuel y él asiente. - vamos a comer, se pueden divertir pero no se si les quede algo - samuel se burla de ellos. Simone la deja caer de su hombro , solo agradece la comida , dice y Mariabil se ríe. Comemos y luego salimos a caminar. Mañana nos vamos es un poco 'lo siento'. Por otro lado, no me importa quitarles a mi esposo a esos dos, creo que Mariabil también está feliz con eso. Hace mucho frío a pesar de que tengo una parka con una piel dentro. - Ahora vamos a ir de una manera. - me dice Samuel mientras estamos de regreso en el auto. - ¿Dónde? - Me sonríe y cruza su mano hacia la mía que está en mi muslo. - Es en breve y ya verás. - Me vuelvo a mirar lo que hacen esos dos en la parte de atrás y los encuentro besándose. Cojo un paquete de pañuelos y se los tiro a la cara. - Eres un asco - le digo y Samuel se ríe. - solo porque no puedes besar a mi hermano - niego con la cabeza y me río.