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2

Estamos en un avión a Roma. Haré una escala allí y luego tomaré el vuelo a Milán. No quiero pensar que en cuanto regrese a Roma estará Sara esperándolo. bufo. - ¿Qué tienes? - me pregunta Samu. - nada porque? - Levanta una ceja y me mira como si supiera mucho. - resoplabas como un barco de vapor - me río - no tengo nada - asiente y se apoya en mi hombro y mi cabeza termina en la suya. - ¿Por qué no te quedas aquí un rato? Estoy hablando con Simone - - no, llevo casi una semana fuera - - Está bien. - me deja un beso en el hombro - como ya sabes mi abuela se ha recuperado, tengo que quedarme sola hasta que lleguen mis tios y luego vuelvo - asiento con la cabeza - no te preocupes por sara, se que estabas pensando en esto antes - de hecho no está enojado, sonríe y yo le correspondo - ¿cómo lo haces? - le pido - hacer que - entender lo que pienso sin que yo diga nada - se encoge de hombros - te amo - lo dice como si fuera la respuesta a todo. Lo que me hace sonreír. Todavía está descansando en mi hombro y me gusta mucho acariciar su suave cabello. Hemos llegado a Roma y estoy esperando el avión a Milán. Me abraza fuerte. No quiero dejarlo aquí. Le dejo un beso en el cuello. - 10 días más y de vuelta - asiento con la cabeza - buscaremos nuestra casa, habla con Mariabil ok? - Asiento de nuevo y me besa. Uno de sus besos. Uno de esos besos que te embargan y te dejan sin aliento, uno de esos besos que siempre quieres más, uno de esos besos que nunca te cansan. Uno de esos besos llenos de amor y deseo. - Te amo - le digo - Yo también bebé. Ahora tienes que irte, llámame en cuanto llegues – asiento con la cabeza – cuidado con Sara – asiente sonriendo y después de dejarle un beso para moldear me dirijo al avión. Una hora y media después estoy en casa. No hay nadie que sepa dónde están. Subo la maleta a mi habitación y luego me doy una buena ducha. Llevo un par de leggins grises y un top blanco largo y holgado. Entro en la sala de estar justo cuando se abre la puerta. - vaneee - Mariabil salta literalmente sobre mí y yo no estaba listo para atraparla, así que caímos al suelo riendo. - pero ¿has estado aquí por mucho tiempo? ¿Por qué no me avisaste? - NOS LEVANTAMOS - hora de ducharnos y sinceramente no se me ha ocurrido ni avisarte. - asiente - ahora siéntate en el sofá y cuéntame detalladamente ¿qué has hecho? - Tiene un tono autoritario, pero tan autoritario que solo me da risa - No tengo escapatoria verdad? - En respuesta, me jala de un brazo y me lleva al sofá - se sobresalta, estoy listo.... no, espera - se levanta y diez segundos después regresa con dos paquetes de papas fritas y dos refrescos de cola . ¿Pero realmente? Olvidé lo curiosa que es Mariabil a veces, seguramente ella sabe que todo está resuelto o al menos me habría matado por no decir nada de inmediato - ok empieza - me río y tomo las fichas - luego todo sucede cuando llego a Roma . ¿Sabes cuando te dije que siempre veía triste a Samuel? - asiente - bueno , cuando llegué allí lo vi abrazando a una niña, que ahora sé que se llama Sara, y se estaban riendo - puedes decir su nombre incluso con un poco más de fingida aprobación - me río y ella conmigo - Por supuesto que no. En fin, ya no los vi porque cuando me hablaba estaba triste y con eso se reía y se abrazaban. Te lo juro Mariabil, ella lo estaba mirando tan intensamente que si no está enamorada al menos ella está enamorada de él si no está enamorada. El caso es que fui a Calabria. Me envió muchos mensajes y llamadas. Pero luego, durante dos días seguidos, no se hizo oír y pensé que no había nada más que hacer. Ah, por cierto, ¿sabes el día que se fue? Ese día en el club, durante mi turno y el de Giulia, vino Marco y me dijo que me amaba e intentó besarme. - su mandíbula casi toca el suelo - ¿qué? ¿Pero es un idiota? - ya. En fin, cuando pensaba que todo había terminado, ahí lo encuentro. Nos gritamos y cuando le dije que le gusta y que él no se da cuenta, Samu me empezó a decir que yo ni me doy cuenta de Marco y como me mira. En este punto no me contuve y le dije lo que hacía en el club. Al principio pensé que lo iba a vencer, pero luego se detuvo. - wow, samuel quedándose con marco es nuevo, normalmente no puede no responderle mal - me siento a horcajadas en el sofá porque no puedo sentarme normalmente. Es un hábito ahora. - espera Al día siguiente le presenté a Samu a mi primo Christian y él me presentó a su novia. Salimos a caminar y cuando se fueron, Marco se une a nosotros en el estacionamiento y le repite las cosas que me había dicho a Samuel, Samuel ya no nos puede ver con enojo y comienzan a golpearse. No sabía qué hacer, estaba solo y no había nadie allí. Después de tantos gritos míos, Samuel se congela. En resumen, se salieron con la suya con moretones y cortes. - se echa a reír tan fuerte que ya no puede respirar y lo mejor es que su risa también me involucra a mí. - Yo no me lo creo y tu? - y yo... me cabreé pero luego todo pasó. Sin embargo, por Marco solo estoy sintiendo ira y asco. Te juro que nunca querría volver a verlo. Lo conocí diferente. Honesta, dulce y divertida. Incluso en esos días era un poco presuntuoso, pero nunca a este nivel . - y yo lo creo. - y tu con Simone? - Hago una mueca de picardía y ella me tira una papa frita. - a toda velocidad. De hecho gracias por dejarnos la casa gratis por casi una semana -me guiña un ojo y ahora esta haciendo la cara de traviesa- hablando de casa gratis, creo que te tienes que acostumbrar, Samu me pidió que saliera en vivo juntos - digo riéndome - wowowowowowooow - comienza a hacer uno de sus escandalosos bailes. Honestamente, no entendí si ella está feliz por mí o por el hecho de que tiene una casa gratis. - ¿Por qué estás feliz exactamente? - obvio para ti - ella es inteligente, muy inteligente. - perra - me echo a reír y le tiro una almohada. Y ella me lanza otro en respuesta. Así comienza una pelea de almohadas que dura aproximadamente media hora. Paramos porque llamaron a la puerta, de lo contrario creo que nunca hubiéramos terminado. - ohh mi cuñada ha vuelto - simone viene a abrazarme - ya te tienes que acostumbrar a tenerme entre tus pies otra vez - se encoge de hombros - si usas los gorros por la noche no hay problema. - y el idiota - grita Mariabil desde el otro lado de la habitación convirtiéndose en un pimiento y Simone y yo nos reímos. - también puedes ir a tu apartamento - le digo riendo - mmh, gran idea - Mariabil niega con la cabeza - Simo estás desesperada - es verdad pero me amas - ella asiente y él corre a besarla. "uhuh, yo también estoy allí". No, nada, el beso se vuelve más apasionado y desaparezco en mi habitación. Tengo que llamar a Samu. Comienzo la llamada y mientras tanto desempaco. - Vane llegaste? - contesta al segundo timbre - sí, hora de ducharse y un largo informe para Mariabil - ríe - supongo. ¿Qué hizo él? - solo tienes que saber que tomó papas fritas y cocacola - se echa a reír - no lo creo. - créenos… ¿qué estás haciendo? - Me duché y fui a casa de mi abuela, ahora me voy a casa - mmh, ok. - Me pregunto si ha visto a Sara - No he visto a Sara si eso es lo que te estás preguntando - pero ¿cómo diablos lo hace? - No me preguntaba - lo escucho sonreír - lo importante es creer en ello - . - ah-ah-ah, sin embargo cómo está tu abuela - muy bien, tal vez mañana la envíen a casa - estoy feliz - yo también créeme - ¿ eso significa que volverás pronto por aquí? - Seguro. Y vamos a visitar nuestra casa – sonrío – hablé con Cry sobre eso y ella se puso a bailar de alegría. Aunque no sé si se alegra por nosotros o porque tendrá una casa gratis con Simone - se ríe - me decanto por la segunda - ya. - ahora voy a dormir un poco - yo también. hasta mañana Samu - hola mi amor - cortamos la llamada y me duermo en mi cama pensando en la casa de nuestros sueños.

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