Librería
Español
Capítulos
Ajuste

4

4

_No lo se señor Brown pero yo también estaba haciendo mi trabajo...

"¿Qué está pasando aquí?", pregunta la señora Jefferson, que acaba de llegar.

Es una señal del destino. Tengo un ángel guardián que me salvará cada vez que ese idiota intente derribarme.

_Sucede que mi nueva asistente prefiere charlar con Iris que trabajar.

_Bueno, no hay nada por lo que hacer un escándalo. Vayamos a su oficina Sr. Brown, lo discutiremos. Todos los demás, regresen a sus publicaciones.

Todos nos dirigimos a la oficina del Sr. Brown, él al frente y muy molesto.

_ Entonces Davis, ¿qué es?

_Aliyah no está haciendo bien su trabajo.

_Por favor sea más indulgente, ella es nueva.

_Necesito un asistente competente. Si no puede hacer bien su trabajo, dame la asistente de Neil y haz que Neil se la lleve.

_Señorita Smith, ¿puede dejarnos?

_Sí, señora Jefferson. Lamento decepcionarlo, señor Brown, dije a regañadientes.

Este señor se merece que le dé un puñetazo en la nariz pero no le voy a dar ese gusto. Simplemente decidió empujarme, pero no va a funcionar.

No sé qué le dice la Sra. Jefferson, pero sale de su oficina sonriendo, me da una cálida sonrisa y sale de la habitación. El señor Brown entonces parece haber vuelto a sentirse mejor y me pide casi cortésmente pero en tono imperativo que le lleve sus archivos para que pueda trabajar. Toda la mañana, me deja solo. Al medio día me dice al salir de su oficina que va a almorzar afuera. Luego aprovecho para sentarme en la sala de descanso y comer mientras converso con Iris.

Alrededor de la una y media de la tarde, cuando creía que por fin estaba tranquila y libre del lado tiránico de mi jefe, viene a molestarme durante la comida.

_¡Aliyah!, dice entrando a la habitación. Qué hace usted ?

_Yo como señor Brown, respondí tranquilamente.

_Te necesito, me dijo con firmeza.

_Correcto. Tan pronto como termino de comer, yo...

"De inmediato", me interrumpe.

Exasperado, termino levantándome. Sale de la habitación a toda prisa.

_Si te enteras de que el señor Brown está muerto, te autorizo ​​a nombrarme como principal sospechosa, Iris.

Ella se ríe de mi comentario y yo también voy a la oficina del Sr. Brown. Apenas entro, me ataca.

_Creo que las bases no están claras Aliyah, dice en tono despectivo.

_ ¿A qué se refiere, señor?

_Eres mi empleado y yo soy tu jefe. Cuando te digo que te apresures, te apuras. Si te envío al otro lado de la ciudad, te vas. Si te digo que te necesito, vienes enseguida. Creo que su antiguo empleador fue demasiado negligente con usted.

¿Eh? No, esa es la gota de agua que rompió el lomo del camello.

_Tiene razón señor Brown, lo básico no está claro. Te diré que soy asistente administrativo y no asistente personal. No estoy obligado a hacer nada por usted fuera del marco profesional.

Esta primera respuesta lo sorprende pero no se apresure, no he terminado.

_Entonces, aunque solo sea un simple asistente, sigo siendo un ser humano y necesito comer. Los descansos son para todos los empleados. No ¾ hora para los asistentes y 1h45 para los abogados y directores señor Brown. No quiero faltarte el respeto de ninguna manera, pero no me trates como si fuera un don nadie. Soy licenciado en derecho comercial, estoy aquí por circunstancia. Por favor, trátenos con respeto.

Él está sin palabras. Finalmente ! Tenía que salir. He querido estrangularlo tanto desde esta mañana. Tal vez me despidan, pero al menos habría hablado. ¿Hay alguna posibilidad de que le guste mi franqueza?

_Te encuentro muy impertinente para ser ayudante, se corrige. Incluso si no elegiste estar aquí, todavía estás bajo mi mando y debes hacer lo que digo. Este es el segundo error que tolero. En el tercero, estás despedido. Toma un lápiz y un cuaderno, tenemos trabajo que hacer.

Y no, sigue tan tonto como siempre. Habría pensado que mi discurso lo habría cambiado pero aparentemente. Creo que tengo que tener cuidado si no quiero estar desempleado pronto. Esta noche cuando llegue a casa, voy a buscar veneno para ratas.

Después de varias horas de trabajar con el Sr. Brown, vuelvo a casa exhausto. Al menos él sale de la oficina bastante temprano, alrededor de las 7 p.m., que no está en absoluto en mi horario de trabajo, pero bueno, ese es el único punto positivo de este día de mierda. Apenas vi a Neil.

Llego a casa cansada y me dejo caer pesadamente en el sofá de la sala. Toca el timbre. Lo abro y veo con puro alivio que son Chloe y Esteban. Por fin gente a la que quejarse.

''Cómo me alegro de verte'', dije, saltando sobre ellos para tomarlos en mis brazos.

_Vemos eso. Esteban me llamó y me sugirió que fuéramos a hacerle una pequeña visita para ver cómo era su jornada laboral.

_¡Y trajimos chinos!, anuncia mi vecina, mostrándome el paquete.

Tengo suerte de tener amigos tan cariñosos. Los dejo entrar y subo las escaleras para darme una ducha rápida antes de ponerme una sudadera rosa y unos leggings negros. Todavía estoy mojado cuando bajo. Empezamos a comer y mientras cenamos, cuento mi jornada laboral.

_Mi jefe, es como si el diablo se vistiera de prada. Es desagradable, grosero, condescendiente. No puedo creer cómo puede enojarme ya. Quería matarlo todo el día.

_¿Cómo está físicamente?, me pregunta Esteban.

_Parece casi un árabe. Sin embargo, tiene cabello castaño bastante oscuro, ojos azul celeste con reflejos verdes, piel bronceada clara y es alto. Sin mentiros, es precioso. Pero lo que es molesto. En realidad es increíble.

_Lástima. Seguro que con tu piel de caramelo y tu cara bonita habrías hecho muy buena pareja, me dijo Chloe.

_Todavía no. Esta es la tercera vez hoy. Primero Neil, luego la recepcionista y ahora tú.

_Neil es el rubio, ¿no?

_Sí. Aunque fue muy amable conmigo.

_No te enamores demasiado rápido Ali, mi mejor amiga me toma el pelo.

_Oh, está bien. Me conoces.

_Exactamente.

_En cualquier caso, trate de mantener su trabajo por mucho tiempo. Ignora a este idiota. Esta firma te puede aportar mucho, me recuerda Esteban.

_Sí lo sé. Pero va a ser difícil que no me despidan con el pendejo que hace de jefe. Al menos te tengo a ti.

_También te queremos loco.

Nos abrazamos y hacemos una fiesta de netflix. No sé qué haré sin ellos y mi familia. Es consolar a la gente así después de un día de mierda como este. Y mañana, rebelde.

Mi día comenzó de nuevo de la misma manera. El jefe me gritó, fui a buscar su café. Pero lo que fue fabuloso es que fue a asistir a una audiencia que comenzó a las 9 a. m., así que no lo tuve en el culo por más de dos horas. No me emborrachó, no lo vi, el pie total. Desafortunadamente, apareció de nuevo después y comenzó a molestarme nuevamente.

Estaba organizando su agenda para la semana cuando una mujer alta y mestiza entró en mi parte de la oficina. Parece una modelo y es realmente hermosa. Tiene el cabello lacio que le cae por la espalda, facciones súper finas y una piel muy hermosa. Casi estaría celoso.

Ella me pasa y está a punto de entrar a la oficina de mi jefe, quien me dijo que no dejara entrar a nadie bajo ninguna circunstancia, ni siquiera a Neil.

_ Oiga señorita, ¿adónde va? Puedo ayudarte tal vez.

Me mira como si acabara de notar mi presencia, yo el liliputiense y termina respondiéndome:

_¿Quién eres tú?

_Soy la nueva asistente del señor Brown, señorita Smit...

_Sí, sí, en fin, me interrumpe, soy la novia de tu jefe. Voy a verlo.

_Tienes una cita ? De lo contrario, no puedo dejarte entrar.

_Una cita ? ¿Cómo es una cita?

Aquí hay otro que no habla el idioma. Voy a tener que explicarle lo que es una cita.

_ Sí una cita. Es cuando alguien sabe que tienes que venir...

_¡¿Por quién me tomas?!, se enfada. ¡Sé lo que es una cita! No necesito una cita para ver a mi novio.

_Sí, en caso contrario habrá que planchar. El Sr. Brown claramente me dijo que no dejara entrar a nadie porque está muy ocupado.

_Pero no soy cualquiera, soy su novia.

_ Eso lo escucho bien pero eso me lo dijeron señorita.

Se frota nerviosamente las sienes y me mira.

_No sé quién te crees que eres, mi pequeña...

Mi pequeña ?! ¿Dónde estamos aquí?

_No soy tu señorita.

_Enfin bueno. Nunca necesité permiso para entrar en esta oficina, así que...

_Tal vez sea hora de que eso cambie, señorita.

Ella me mira atónita y es entonces cuando el Sr. Brown decide salir de su oficina. La modelo aprovecha para hacerse la víctima y decir que la agredí verbalmente, lo cual no es falso en sí mismo sino que solo le respondí.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.