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Cap. 03

La noche anterior, al llegar a casa cociné la cena y me fui a dormir sin cenar. Me encontraba indispuesta. 

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Ya es un nuevo día y todavía me encuentro algo molesta por el tema. Al revisar mi celular veo la hora, 10:30. Un mensaje permanecía sin leer.

"Remitente: Mr. Dream.

Asunto: 

Llegaste?

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Recibido a las 6 p.m." 

Estirándome en la cama me alisto para bajar a desayunar. Hoy el desayuno lo hace Yang, así que probablemente sea algo dulce.

Luego de desayunar con mis hermanos, no puedo evitar pensar nuevamente en la marca. 

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Hace años, cuando mis padres aún vivían, tenían constantes peleas por un solo tema. La marca.

Cuando mi madre era joven se enamoró de un hombre importante en el mundo de los negocios, este hombre no sentaba cabeza con nadie. El hombre tenía marca y mi madre también, pero no era la misma, por lo tanto ambos no se pertenecían. El resultado de esa relación soy yo, cuando este hombre se enteró del embarazo le dio a mi madre una fuerte suma de dinero y desapareció. 

Con 4 meses de embarazo mi madre se deprimió, a los 7 meses de gestación conoció a su destinado, este la aceptó y yo nací a los 8 meses de gestación. Mis padres eran muy amorosos conmigo, pero cada vez que peleaban se reclamaban lo mismo, el cómo uno no pudo esperar al otro para formar una familia. 

La marca te permite dejar de lado los rencores con tu pareja, pero no hace que los olvides.

A los 10 años los escuché repetir algo por tercera vez ese año que me dio curiosidad, ella le argumentó que la relación que tuvo con mi progenitor era tan irrelevante que el hombre tenía otros hijos. Dónde vivían, cuántos eran, de qué edades o siquiera su nombre, nunca fue información que revelaran. Luego mi padre argumentó sus ansias por tener un hijo con su destinada, pero que esta parecía rechazarle. 

Mi madre llevaba años en tratamientos de fertilidad, el dinero nunca fue un problema para él, aunque no era tan reconocido ni importante como mi progenitor, tenía un negocio que le dejaba muy buenas ganancias. Éste estaba a nombre de mi madre y mío, pero ahora sólo se encuentra a mi nombre, claro no puedo hacer nada con ello hasta que sea mayor de edad. 

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Mi hermano Lang llama mi atención, entrando a mi habitación.

XL- ¿Estás bien? Te vi dispersa durante el desayuno..

Qing- Estoy bien, sólo algo molesta. ¡Pero no es contigo hermanito! Solo es por el trabajo del maestro Wang Chen.

Lang se preocupó lo pude ver en sus ojos, dándome un abrazo, me sonríe ligeramente.

XL- Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea. ¿Cierto?

Qing- Claro, gracias.

XL- Bien. Pequeña, el almuerzo está listo. Veremos una película luego de comer. ¿Te parece? 

Qing- ¡Si! Será divertido~.

Bajamos juntos al comedor, al sentarnos a la mesa, nos llega un mensaje de texto a los 3. Confundidos intercambiamos miradas y con un asentimiento revisamos nuestro celular. La cara de los 3 fue la misma, sorpresa, al parecer hubo un ligero cambio de parejas, Lang no mostró ningún signo de molestia, Yang con una sonrisa, ríe ligeramente.

XY- Conmigo todo igual~.

Qing- Yo no.. ¿Quién es Meng Li?

XL- La chica con cara dulce que siempre está con Jin Yao.

XY- La chica Meng.

Qing- ¿Cómo consiguió mi número?

XY- ¿En serio preguntas? ¡Es la madrina de Jin Lao!

XL- También pudo ser a-Yao.

Qing- ¡Aish! Bien, será tarea por texto.

XY- Podemos darte la dirección.

XL- Si.

Qing- Texto es mejor, no quiero ir a una casa sin previo aviso.

Riendo, Yang revuelve mi cabello.

Luego del almuerzo vamos al cuarto de televisión y nos acomodamos en el sillón, veremos una película que Yang escogió.

No puedo evitar sumergirme en mis recuerdos nuevamente.

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A los 11 años, ese día mis padres estaban muy emocionados, al parecer intentarían otro procedimiento de fertilidad, al salir de casa para ir a la clínica, me dieron un beso en cada mejilla y un abrazo. Se fueron en auto, dejándome al cuidado de la vecina. Nuestra casa estaba en el campo, a las afueras de la ciudad, así que sólo la ida tomaba 1 hora, bajando la montaña.

A las 3 de la tarde, mientras la vecina y yo merendábamos entró una llamada al teléfono de la casa, eran mis padres.

M- ¡Te compramos un obsequio!

P- Ya vamos para allá, portate bien cariño.

M- ¡Llegaremos pronto! Te quiero~ bye.

Luego de esperar 3 horas más nos impacientamos, estaba oscuro, era el primer trimestre del año y todavía quedaba hielo del invierno. Después de 2 horas más, a las 8 p.m. sonó el teléfono.

Llamaban desde una estación de policía en los límites de la ciudad y la carretera a la montaña, era una emergencia, necesitaban que hiciéramos acto de presencia inmediatamente. La vecina me ayudó a cambiar, alistó un pequeño bulto con un par de cambios de ropa, además de algunas cosas que consideró necesarias, también un pequeño muñeco en el que mis padres me dejaban dinero para emergencias; su esposo nos llevó a la comisaría apenas ella se lo pidió.

Cuando llegamos un hombre nos llevó a una zona refrigerada, habían 2 personas cubiertas completamente con mantas blancas. El policía, un hombre de aparentes 30 años de edad, alto de más de 1.90, blanco, de rasgos fuertes, con cabello negro y ojos azul rey. Me mostró 2 fotos, en una estaba el rostro de mi padre, sumamente pálido y con los ojos cerrados. En la otra, estaba mi madre, igual. Mi vecina me tomó en brazos mientras lloraba, con eso lo entendí, mis padres eran los que estaban bajo las mantas. 

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XY- Pequeña… ¡A-Qing!

Yang me llamó, sacudiendo su mano frente a mi cara, exaltado; Lang me está abrazando, pero no me di cuenta en qué momento me abrazó, ni en qué terminó la película. Me observan con una cara preocupada.

XY- ¿Estás bien? Necesito salir. ¡Pero si no te sientes bien no lo haré!

Qing- Estoy bien, ve, no tienes de qué preocuparte. ¿Hermano Lang también debes salir verdad? No se preocupen, me encuentro perfectamente, sólo estoy cansada.

Intentando reforzar mis palabras, sonrío; con una expresión insegura ambos asienten, Yang me da un beso en la mejilla, un abrazo y sale; Lang me abraza más fuerte.

XL- Yo me iré luego de la merienda.

Luego de un poco de zapping, merendamos y Lang se fue, tenía una salida con sus amigos, entre ellos, uno de los que más me agrada, Jin Yao. Me retiro a mi habitación, volviendo a mis recuerdos.

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La vecina lloraba muchísimo, yo no sabía qué pensar, la tristeza nublaba mi razonamiento, el oficial James tenía los ojos con lágrimas que no dejaba salir, pero en ese momento la vecina preguntó algo que me despertó. 

V- ¿Qué les pasó? ¿Por qué?

La pregunta hizo que tanto el oficial como yo recuperaramos la compostura. 

SJ- Se determinó que la primera en fallecer fue la mujer, un venado saltó a la carretera, incrustando la mitad del cuerpo en el lado del acompañante, recibió el impacto de lleno y murió al instante. El hombre se bajó por ayuda, fue herido de bala por los cazadores que perseguían al venado, murió unos minutos después. 

V- ¿Qué pasará con a-Qing?

SJ- Hicimos una llamada a la familia Mao, insistieron en hacerse cargo de la ceremonia y organización de entierro, pero… Me temo, no se encargaran de la niña.

Al no tener lazos sanguíneos, poco les importó mi suerte.

V- ¡Yo lo haré! Puedo ..¡!

SJ- Me temo que no es posible, al no tener parentesco, tomaría mucho tiempo.

V- ¡Al menos hasta que encuentren a alguien! Por favor.

SJ- Lo lamento, pero no es posible.

V- ¡No puede ser!

SJ- Mao, linda, la familia de tu mamá. ¿Sabes algo de ellos?

V- ¡Murieron hace mucho!

SJ -Entonces. ¿Algún otro familiar?

Qing- Nadie.

V- Incluso yo ignoro esa información.

Lástima, era el sentimiento que llenaba los rostros de los presentes. Luego de unos minutos de silencio en los que lo único que se escuchaba era el sonido de los sollozos, un policía se acercó con un gran peluche, un oso color crema.

Policía- Esto estaba en el auto, con esta tarjeta. Está dirigida a Mao Qing, firmada por sus padres.

SJ- Protección al menor y servicios sociales enviarán representantes mañana, deberás permanecer aquí linda.

V- ¡Volveré por ti! Haré todo lo posible a-Qing, mientras tanto, cuidaré de tu oso. ¿Si?

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Al ver el peluche en una esquina sonreí, lo tomé en brazos mientras me recostaba en mi cama, luego de textear un rato, recuerdo la tarea, haciéndola en la cama mientras como dulces, le dejo algunos dulces al hermano Yang, pero los demás son míos. Al terminar la tarea me acurruco con el oso y me quedo en la cama.

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Los encargados de niños en mi situación llegaron por mi por la mañana y no pude evitar ver al oficial James mientras mis ojos dejaban caer más lágrimas.

SJ- Linda, no temas. ¡Te prometo buscar uno de tus familiares que pueda cuidar de ti!

Fue la primera vez que le vi soltar una lágrima. Abracé al oficial James mientras los representantes de servicios sociales jalaban de mi.

SJ- Basta. ¡No es necesario!

Estos aumentaron su agarre, obligándome a soltarle, le dijeron, en pocas palabras que se limitará a su trabajo. En el camino me hablaron de las personas con las que me quedaría, unos señores con familia propia, dispuestos a tomarme bajo su tutela a pesar de mi situación. 

Oscura realidad la que me esperaba, tal vez no me fue tan mal como a otros, sin embargo, me resultó horrible la situación. Los niños me golpeaban, mientras me llamaban ciega me robaban mis cosas, la comida que me daban una vez al día, algunas veces estaba podrida. La casa estaba en muy mal estado, compartí cuarto con sus 4 hijos, estos me hacían dormir en el suelo. Los adultos bebían licor en cuanto podían, se peleaban hasta irse a los golpes y veían televisión todo el día, al ver sus muñecas lo supe, estas personas no estaban destinadas. En la escuela pública, al estar en un barrio bajo, el nivel de educación era deplorable, los maestros eran odiosos e indiferentes, el bullying estaba a la orden del día y ni hablar del material escolar ni los planes de aprendizaje. 

Cada familia con la que estuve se encontraba en la misma situación, con la pequeña diferencia de que algunas, a pesar de ser destinadas, parecían odiarse entre sí aún más.

Hasta que un día, al salir de la escuela el oficial James llegó por mí. Con un abrazo y una sonrisa, me dirigió a su auto, escoltandome él mismo hacía una oficina de protección infantil. Al llegar me informaron que el oficial James cumplió su palabra y encontró familiares que estaban dispuestos a cuidar de mí, a mis 13 años podría vivir con mi familia. A pesar de mi desconfianza, me consolaba saber que no tendría que cambiar de casa nuevamente, el mismo oficial James los entrevistó.

SJ- Te aseguro que son buenas personas, yo mismo te llevaré con ellos linda.

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Abrazando al oso me quedo dormida dejando escapar el nombre de la persona que me trajo con mis hermanos, el oficial Sinyivolk James.

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