Capítulo 3

— Entonces, ¿vamos a la oficina? - Pregunta mi padre, tratando de aliviar el pequeño malestar que se sentía presente.

- ¡Claro! Ya conoces el camino.- Dice el tío Marcos, siendo el primero en dirigirse hacia las escaleras hasta el último piso. Ahí es donde está la oficina. Mis padres lo acompañan, excepto tía Lydia. El tío Marcos detiene sus pasos antes de subir las escaleras y se vuelve hacia ella.

— ¡Te necesitaremos, amor!

Por supuesto, me estoy interponiendo. Hora de irse.

— Me quedaré con Carina, me contarás todo después.

- Es un amor serio. El asunto también lo involucra a él.- Dice el tío Marcos queriendo ser breve. La expresión de mi tía se vuelve confusa.

También estoy confundido por el "él". Iba a preguntar de quién hablaba mi tío, pero mi madre me vuelve a mirar. Ella estaba parada con mi padre a su lado esperando que mi tío continuara sus pasos para poder seguirlo de regreso a la oficina.

- Pero..

— Vamos tía, estaba a punto de irme. Volveré a verte más tarde.- digo.

Me despido de ella con un abrazo y un beso en la mejilla. Mi tía va hacia su marido y mis padres. Me despido ligeramente de ellos. Me preparo para salir, pero el sonido del teléfono resuena fuerte por toda la sala, llamando su atención.

— ¿Puedes responderme, Carina? Di que estamos ocupados y llamamos en otro momento.- Dice mi tía ya en lo alto de las escaleras con una discreta sonrisa pintada en sus labios. Pronto ella desaparece al igual que mis padres y mi tío Marcos.

Me acerco al teléfono que está en una pequeña mesa al lado de la ventana. Mis manos comienzan a temblar con el miedo dando vueltas en mi cuerpo. ¡Respirar! No puede ser él.

Si fuera Ramon, llamaría al celular de sus padres, ¿verdad?

¡Cielos!

Espero tanto para contestar que cuando me acerco al teléfono deja de sonar. Vale, solo dile a tía Lydia que cuando respondí me colgaron.

Es una gran mentira.

Justo cuando estaba a punto de dar el primer paso para irme, el teléfono vuelve a sonar. El sonido vuelve a resonar con fuerza. ¡Semen!

Para no volver a llamar la atención de mis padres y tíos, respondo rápidamente al primer timbre.

— ¡Qué carajo! ¿Por qué no contestaron la primera llamada? ¿Ya está todo resuelto?— Me estremecí apenas escuché y reconocí su voz, ahora más profunda y ronca que antes.

Al instante mi respiración se acelera. Su voz fue sólo un detonante para despertar el miedo en mi cuerpo. Esa maldita voz. Ni siquiera puedo tener una reacción. El silencio se instala al otro lado de la línea. No puedo controlar mi respiración.

No dice nada más. No escucho nada.

Creo que colgó tan pronto como no obtuvo respuesta. Justo cuando estaba a punto de colgar el teléfono, escuché una mueca de desprecio. Las lágrimas comienzan a correr salvajemente por mi rostro.

— Lissa... ¿Me extrañas, amor?

SÁBADO

   Se había despertado hacía unos minutos con una punzada en el estómago. Estoy teniendo esos días y no me gusta lo extremadamente sensible que me pongo cuando estoy en ese período. Siento dolor, pero todavía no he tomado ningún medicamento.

Estoy en mi habitación, recién me levanté para hacer mi aseo personal y me volví a acostar, pero ahora con la televisión encendida. Cogí el mando para buscar una película de romance trágico, pero antes de apagar el canal donde pasaba el periódico, no me había dado cuenta. Me llamó la atención lo que sonaba, subí el volumen para poder escuchar mejor.

" Sucede de nuevo, otro brutal asesinato en las calles de Italia. Esta vez, seis hombres fueron brutalmente asesinados cuando salían de "El Sótano" a altas horas de la noche. Todo indica que las víctimas eran violadores y pedófilos. Todos fueron encontrados con el Según los funcionarios, este caso está relacionado con los mismos autores que aterrorizaron las calles de EE.UU., Rusia y México porque, al parecer, la policía siempre llevaba el mismo símbolo en la piel. una pandilla, pero no saben de dónde vienen sus orígenes.

Cerca de donde encontraron los cuerpos de las víctimas, encontraron la siguiente frase escrita con sangre:

"El error del ser humano es pensar que sólo pagará por sus pecados en el infierno."

Algo en mi estómago se revolvió. La ola de asesinatos brutales había regresado. Recuerdo el horror que ocurrió aquí hace tres años. Tenía catorce años cuando ocurrió el crimen que no sólo me traumatizó a mí, sino a todos.

Era casi Navidad. Las calles ya estaban llenas de un ambiente navideño. Todo transcurría con normalidad, hasta que al amanecer tres personas fueron encontradas brutalmente muertas. Lo que más nos sorprendió a la gente y a mí fue la forma en que los encontraron. Eran dos hombres y una mujer. A las víctimas les faltaban ambos brazos y ambas piernas. A una de las víctimas también le faltaba un ojo, pues la mente psicótica de quien lo diseñó hizo un improvisado árbol de Navidad con sus ramas, colocando el ojo de la víctima en lo alto del "árbol" como si fuera el broche final del monstruosidad entera.

Con lo que quedaba de las víctimas, el psicópata envolvió anteojeras lo que quedaba de sus cuerpos. Con el espantoso engendro que él mismo creó, hizo una escena navideña para que todos pudieran ver su obra de arte al día siguiente.

Recuerdo las imágenes tomadas que circularon en todos los países. Tuve pesadillas durante varias noches. ¿Cómo puede un ser humano ser tan cruel?

Hasta el día de hoy, la policía nunca ha encontrado al paciente responsable de esto. A veces son competentes en algunas cosas e incompetentes en otras.

Intenté ignorar lo que acabo de ver en el periódico buscando urgentemente una película para ver si podía olvidar la noticia que acabo de ver.

...

Vi la película "A cinco pasos de ti". Han pasado cinco minutos desde que terminó la película y sigo llorando. Cuando todavía estaban proyectando la película, Lívia, una de las empleadas, vino a traerme el desayuno. Los calambres que sentía se aliviaron, ni siquiera necesité tomar el medicamento.

Suena mi celular, empiezo a buscarlo debajo de la manta de mi cama, pero no lo encuentro. Empiezo a impacientarme y me levanto sintiendo un ligero dolor en el estómago. Tiro la manta con un poco de fuerza en el aire y escucho el sonido de algo que cae poco después. Mi celular. Voy hacia donde cayó y me apresuro a atraparlo y analizarlo.

La película se rompió. Mierda.

Contesto la llamada viendo que es Sofía, mi amiga.

— Carina, primero que nada, ¡no me mates! – es lo primero que dice.

¡Oh querido!

— ¡¿Qué hiciste Sofía?! — cuestiono, lista para enloquecer.

— Bueno… es… es solo…

— ¡Dérmelo! – digo ya sin paciencia.

— Eso es todo, no te enojes. Pero como que nos escribí para la presentación de los tipos de baile que habrá en la escuela.—dice rápidamente.

Respira Carina. ¡Respirar!

— ¡Qué carajo, Sofía!

- ¡Se calma! Mira el lado positivo, ganaremos ocho puntos en cada materia. También tomaste clases de baile antes, amigo. Si lo aceptas, podrás recordar cómo se sintió.- Dice Sofía.

Ya sabía de la presentación, incluso pensé en presentarme, pero me da vergüenza. Y sobre las clases de baile, sí, las tomé. Dejé de hacer muchas cosas por su culpa.

— Participemos, Carina. ¡Por favor!- No me dejará en paz hasta que le diga que sí, pero tampoco tengo que hacerlo.

Debo darme una segunda oportunidad. Todavía puedo hacer las cosas que disfrutaba y amaba.

Suspiro y digo:

—Está bien, Sofía, participaré.-digo brevemente al escucharla gritar emocionada al otro lado de la línea.

- ¡Yo te amo amiga! ¡Yo te amo!

— ¡Solo ahora me amas, perra!