Patán
Lily observó como el maravilloso y deseable cuerpo del hombre se acercaba a ella cada vez más...
Por lo que caminó hacía atrás hasta que su pequeño cuerpo chocó contra la pared.
Mario volvió a preguntarle.
"Dime, porque no te atreves a mirarme a los ojos?"
"En verdad es mucho más atractivo Gustavo que yo?"
El tono de voz dominante, grave e intimidante de Mario hizo temblar de deseo a Lily.
Ahí estaba frente a ella el más ardiente hombre del mundo cuestionándola.
Tan cerca, tan deseable y tan inalcanzable a la vez.
Mario por su parte no dejaba de mirar a esa chica que mantenía la vista en el suelo en todo momento.
Un deseo feroz se apoderó de Él pues quería ver esos ojos color miel fijos en los suyos y en nadie más.
Sin pensarlo Mario presionó su delicioso cuerpo contra ella.
Tomando con sus dedos el delicado mentón de la niña hizo que ella elevara la carita, pero aún así ella se negaba aun a mirarlo a los ojos.
Lily intentó mover su cuerpo para apartarse del toque de ese hombre, pero parecía que todas sus fuerzas, además de su voluntad, se habían evaporado.
La joven sentía que estaba cumpliendo su sueño de estar a solas con ese bombón de hombre.
Sintiéndose audaz, Lily por fin alzó la mirada hacia los ojos color esmeralda del hombre...
Un segundo despues Lily abrió los ojos desmedidamente debido a que Mario la besaba ardientemente!
Lily sintió que su corazón se detenía por un segundo al sentir los perfectos labios de Mario contra los de ella.
Sintiendo que el fuego del deseo la recorría sin control, Lily cerró los ojos deleitándose en las sensaciones que experimentaba en ese perfecto momento.
La gran y masculina mano de Mario rodeó la pequeña y suave mejilla de la niña para profundizar el beso.
Mario no comprendía que lo había motivado para ahora besar de esa forma a esa chica.
Tal vez era su necesidad por reafirmar su atractivo.
O de reparar su ego herido.
"Quería hacer esto, en verdad necesitaba hacerlo."
Se repetía Mario mientras seguía besando a Lily.
Las manos de Mario comenzaron a acariciar por encima del vestido a Lily quien ya emitía pequeños gemiditos sensuales.
Su espalda se arqueó y su cuerpo buscó pegarse al duro cuerpo de Mario.
Lily se derretía en las caricias y besos que le estaba prodigando Mario en ese instante.
Un impulso febril hizo que Lily también acariciara con apremio el cuerpo de Mario, pues ya lo había visto casi desnudo.
Y esa imagen siempre la perseguiría de por vida, torturándola debido a lo candente de la misma.
Separandose del beso, Mario observó a la niña quien jadeaba por aire y estaba completamente excitada.
"Dime, Gustavo también puede excitarte de la misma forma que yo lo hago?"
"Aún pensarías que es mejor amante que yo?"
"No hay nadie mejor que yo en cuanto a cumplir fantasías, sean románticas o sexuales."
Lily miraba la intensidad de esos preciosos e hipnotizantes ojos verdes.
"Es por eso que las mujeres pagan cantidades obscenas de dinero para tenerme entre sus piernas como tu amiga Karina."
"Y sin embargo tu haz sido tan audaz para retirarte en medio de mi baile..."
"Un baile que no muchas mujeres han tenido el privilegio de observar..."
Apartandose del cuerpo de la chica, Mario deja escapar todos los pensamientos.
"No se como lograste convencer a ese tonto de Gustavo para que no te cobrara nada por estar contigo."
"Que le ofreciste a cambio?"
"No eres tan tentadora como para..."
Lily sintió una furia arder en su pecho al escuchar sus palabras.
"Ya le expliqué que la idea fue mía señor Mario."
"Lo que hagamos mi Escort y yo no debería de importarle."
"Y ya que usted ha dejado muy en claro que no soy una belleza, me gustaría que me dejara ir."
"Usted realmente es un experto fingiendo deseo por la mujeres."
Lily no se iba a ir sin que Mario no supiera lo que ella estaba pensando.
"En verdad creí que ese beso había sido genuino."
Mario observó como el semblante de la joven había cambiado de excitado a enfadado en cuestión de segundos.
"Dígame, cuanto tendré que pagar por el beso que acaba de darme?"
"Debe de ser muy caros sus servicios, aunque..."
"Realmente no los solicité ya que una mujer tan insulsa, fea y común como yo jamas podría atraer la atención de un hombre como usted."
"O me equivoco?"
Cuestionó la chica a Mario.
A Mario no le importó todo lo que Lily acababa de decir.
Solo le importó que ella le había devuelto con igual hambre el beso.
Y además había escuchado sus pequeños gemidos mientras la besaba.
Se sentía complacido de que en sus expertas manos, está mujer que había logrado molestarlo, hubiera jadeando.
Lily por el contrario, se sentía tan molesta que haciendo uso de su fuerza interna apartó el cuerpo del hombre para alejarse de Él lo antes posible.
Mientras tanto, Gustavo había observado como Mario se enfrentaba con Lily, por lo que decidió darles espacio.
Entrando en la casa, Gustavo se acerco a la mesa de los deliciosos bocadillos.
Los demas Escorts charlaban con sus clientas, bailaban con ellas o las besaban.
"Te diviertes esta noche Gustavo?"
Cuestionó Marina al joven.
"La verdad ha sido una noche totalmente diferente, Marina."
"Aunque me he divertido jugando a ser el novio de tu amiga Lily, no he podido convencerla aun de tener sexo conmigo."
Respondió algo apesadumbrado el joven.
"Crees que Mario me despida por esto?"
Preguntó con algo de miedo el joven a la hermosa chica.
"No lo creo."
"Yo hablaré con Mario y en cuanto a Lily..."
"Pensé que se relajaría contigo y disfrutaría de una buena sesión de sexo que le hace mucha falta..."
"Pero veo que aún está a la defensiva."
Declaró tristemente la hermosa mujer.
Gustavo no supo que responder ante las palabras de Marina.
Ricardo, el Escort de Marina la abrazó por detras sonriendo.
"Van a su habitación ahora Marina?"
Gustavo no pudo evitar preguntar.
"Si Gustavo."
"Ricardo me ha estado esperando pacientemente mientras que yo atendía a las invitadas."
"Pero ahora, todas ellas han disfrutado de su hombre."
"Incluso Mario ya termino de darle su despedida a Karina."
Una perversa idea cruzó la mente de Marina al recordar que el único que no había tenido sexo esa noche, además de ellos dos, claro está, era Gustavo.
"Quieres venir con nosotros Gustavo?"
"Me encantaría poder disfrutar de ambos."
Comentó de manera sugerente Marina.
"Una oferta irresistible sin duda."
Respondió Gustavo pues Marina es una mujer muy hermosa y deseable.
"Pero, tu amiga Lily se quedará sola..."
Marina negó con la cabeza.
"No lo creo, ví que Mario la tenía arrinconada en una parte alejada del jardín..."
Marina enlazó la mano de Gustavo con la suya para atraerlo hacia ella.
"Ademas tu mismo declaraste que ella no quiso tener sexo contigo."
"En cambio yo, deseo poder probarte..."
Gustavo ardió de deseo, pues nadie puede resistir el cuerpo de tentación que posee Marina.
"Además, gracias a tu excelente actuación con mi amiga, una invitada preguntó especificamente por tus servicios."
"Así que no te preocupes y complaceme."
"Quiero cumplir mi fantasía de tener a los dos más guapos Escorts de Mario dentro de mi."
Una sonrisa perversa se delineó en el bello rostro de la joven.
"Eres insaciable Marina".
Comentó Ricardo besándole la mejilla.
Marina subió las escaleras junto con sus dos apuestos escorts dispuesta a disfrutar de una noche muy especial.
La joven abrió la habitación que había preparado especialmente.
Ser socia de Mario le dejaba a Marina buenas ganacias, una creciente cartera de clientas ansiosas de probar los servicios exclusivos y excitantes de los chicos...
Y por que no?
El placer de disfrutar de Ricardo, su Escort favorito quien la conocía mejor que nadie.
Ademas que Marina no se quedaría con las ganas de probar al joven Gustavo, quien era uno de sus más recientes reclutados.
"A donde crees que vas?"
"Ninguna mujer antes había intentado alejarse de mi."
Declaró Mario molesto tomando con fuerza el brazo de Lily para detener su huida.
"No me toque!"
"No tengo que responderle nada!"
"Usted no es nadie para mi, además de que Gustavo besa mejor!"
Mario solo apreto el brazo de Lily con mas fuerza atrayéndola hacia Él.
"Eso es verdad?"
"Me estas diciendo de verdad que prefieres besar a Gustavo y no a mi?"
"O es que no tienes el suficiente dinero como para costear mis servicios ni los de mis Escorts y por eso lo engañaste con esa tontería de cumplir fantasías románticas de noviecitos..."
Mario esbozo una sonrisa engreída cuando observó a la chica palidecer ante sus palabras.
Lily había trabajado muy duro durante mucho tiempo para hacerse de una pequeña fortuna, la cual cuidaba con su vida.
Y ahora ese guapo engreído sugería que ella era una chica tan pobre que tenía que mendigar por afecto!
Lily apartó bruscamente su brazo del toque de Mario y echó a andar enfadada hacia la casa.
"Porque no me contestas?"
Mario de nuevo la alcanzó, pero esta vez abrazo a Lily por la cintura con sus fuertes brazos.
"Sueltame!"
Lily gritó antes de volver a sentir que su cuerpo volvia a chocar contra la pared.
Mario sostuvo con fuerza ambos brazos de la joven que luchaba por escapar de su toque.
Con una rodilla separó las piernas a Lily para asi poder tener más contacto íntimo con ella.
Con la otra mano le alzó el vestido a la vez que susurró en voz baja.
"Sabes que eres la única mujer que se ha atrevido a marcharse de mi lado?"
"Y no sabes cuanto me molesta y me excita a la vez tu actitud."
"Acaso estás provocándome?"
Lily revivió cierta escena de su doloroso pasado en ese momento.
"No tienes idea de cuanto me arrepiento de haber sentido algo por ti, Mario."
"No eres más que un patán arrogante que disfruta de burlarse de las mujeres como yo, no es verdad?"
"No eres más que un cabrón imbécil que me está haciendo daño!"
Gritó enfurecida Lily.
***By Liliana Situ***
Valoro mucho tu opinión.