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Ajuste

4

Esencialmente, tengo el alivio de no ofrecerle un espacio, ¡cualquier tipo de desobediencia debería ser un problema potencial! Esa es la forma en que fueron sus palabras, suponiendo que me vea llorar, también se ve como un problema...

Me meto en la cama y después de un buen rato de llorar descubro cómo dormirme. Me despierta la voz de una dama.

—Señora, necesita levantarse, el noble se sienta bien para usted en la sala de estar para desayunar, tiene minutos, si no es mucha molestia, acelere el paso, el hombre de honor podría hacerlo sin pausa.

—Muchas gracias a ti— respondo y me levanto. ¿A qué hora sería recomendable que fuera? Miro el reloj de mi mesita de noche y veo que son las de la mañana. ¡Realmente no tengo la menor idea de por qué cree que debo levantarme inesperadamente temprano! Abro el armario y busco unos pantalones y un jersey blanco. Estoy buscando ciertos zapatos, afortunadamente hay un par. Realmente quiero creer que no te importan mis prendas, no expresaste nada al respecto en ninguno de tus tontos principios. uno

Voy al primer piso tan rápido que apenas puedo perderme un momento antes de que termine la hora. Apareció justo a tiempo y no sabía muy bien a dónde tenía que ir, está comprobando la hora cuando aparezco.

—Hola, señor—, digo, inclinando la cabeza y pasando cerca, me siento en el asiento que me muestra la señorita de la asistencia. Desayunamos tranquilos,

Ni por un momento ni siquiera levanto la cabeza del plato. ¿Desde cuándo me haces tan obediente? ¿Desde cuándo no luchaba por lo que me hace diferente? Me preocupa la posibilidad de que los lastime y para ese fin necesito actuar así. Persistencia me digo.

Se levanta de la mesa y me llama.

—Abril, ven—, le dice con ese tono de dictador que lo retrata.

Me acerco a él y me da un beso en la mejilla y se va. dos

—Hoy estaré fuera todo el día, recuerda que no puedes salir de la propiedad—, dice desde la entrada.

¡Nada en la actualidad también estoy retenido! No creo que pueda hacer nada que él no apoye. No me doy cuenta como lo seré pero no seré así durante toda mi vida. En el caso de que invierta una cantidad excesiva de energía como esta, me encogeré y moriré de dolor. De una forma u otra tendré que escapar de lo que está pasando.

La mañana fue agotadora, intentó conversar con algunas señoritas de la asistencia y ninguna de ellas le devolvió ni una mirada. Aquí nadie habla conmigo, estoy separado de los demás, totalmente solo...

La mujer que me llamó al principio de hoy ha venido a buscarme para comer, le he pedido disculpas afirmando que no estaba hambriento. Ella no se lo ha tomado del todo bien, me ha aclarado que en el caso de que no baje a comer me van a desairar y ella también. ¡Actualmente me veo obligado a comer también! Así que no la regañan, siento una sensación de urgencia de bajar al salón, esto es demasiado de todos modos, para mí.

He comido, todo comido gravemente. Hacer cada una de las costas sola y en paz me está matando. Estoy exhausto y hasta preferiría no descansar. En el transcurso del día me acosté para descansar un poco.

Golpean la entrada de mi habitación y otorgo autorización para entrar. Se abre la puerta y aparece la persona principal que se ha dirigido a mí todo el día, a pesar de que acaba de decirme dos frases.

—Ha llamado el señor, me ha aconsejado que le haga saber que por motivos de trabajo faltará a la casa por un tiempo considerable. Me ha dicho que aunque no haya llegado, cada uno de los principios en curso sigue—

—¿Algo más? — Digo desafortunado. — No, señora—

—Está bien, puedes irte— le respondo y me giro en la cama.

Pasan los días y estoy más y más preocupada, la circunstancia actual ha saboteado mi autoestima, la joven alegre y locuaz ya casi se ha ido. Actualmente no soy ni la sombra de su memoria.

Voy a la planta baja y me dirijo directamente a la guardería, allí presto atención a los jardineros que discuten cómo el grupo de mi papá juega la ronda principal de la época, y es hoy. Un pensamiento entra en mis pensamientos, es una locura, pero tal vez pueda funcionar.

La noche pasa bajo los escalones, toda la casa está a oscuras, aquí ya no hay nadie de la ayuda, salgo a la guardería y me paseo por ella... He llegado donde no hay cámaras, tiro la valla y Me caigo todo, noto el sabor de la sangre, pero eso no me impide hacer mi obra. Después de una hora estoy en la entrada de mi casa, miro por la ventana y percibo como mi hermano y mi papá se ríen. Eso me fortalece, no puedo acercarme más, eso los descubriría suponiendo que me hayan pillado. Vuelvo a mi nueva casa. Esta vez pasé por debajo de la valla y mis piernas se llenaron de arañazos. Estoy sumamente cansada, dos horas de paseo me han aniquilado.

Entro en la casa por el pasaje secundario. Los brazos en la oscuridad me hacen parar. — ¿Dónde estabas? — dice Ramon extremadamente furioso.

—Estaba fuera en la guardería, lo siento, llegué tarde—

—¡Se ha ido de la propiedad, me ha ignorado!—

—No, señor, puede mirar a las cámaras si lo necesita — digo e inclino la cabeza cuando comprendo que he respondido y he interrumpido una de las pautas.

—Él lo revisó previamente, aun así creo que estás mintiendo. ¡Te has visto a ti mismo! Doblaré la seguridad a partir de esta tarde y mañana vendrán a sacudir la valla. Ahora lávate y ponte la ropa que te dejó en la cama. En minutos te esperaré en mi habitación.

Subo a mi habitación a toda prisa con el miedo realmente recorriendo mi cuerpo, miro la cama y veo ropa interior.

Sé lo que sucederá esta noche. Además, esta vez no tendré la opción de escapar en el futuro.

Me quito todas las prendas, que pena que estén muy estropeadas y rotas. Eran los principales pantalones que tenían. En este momento tendré que solicitar que obtenga su autorización. Ya que no se me permite traer ninguna de mis prendas por considerarlas indecentes. A fin de cuentas, ¡tan repugnante como yo! Afortunadamente tengo algo de efectivo guardado en mis registros financieros, ese efectivo estaba destinado a la cuota inicial de la casa que planeaba comprar con ese estafador, básicamente no necesitaré pedirle que compre ropa en efectivo, hasta cierto punto para La ocasión.

Me lavo, no tanto como me gustaría, pero lo que será será. Envuelvo mi cuerpo y cabello con una toalla. Echo un vistazo a mis piernas y están llenas de seguridad, esencialmente no suelen estar cubiertas de sangre seca.

Mi labio inferior está ligeramente agrandado y tengo una pequeña lesión en el pómulo. A fin de cuentas, ha valido la pena alejarse por un tiempo de esta cárcel. Me cepillo el pelo y lo seco un poco. Apenas quedan cinco minutos para la media hora.

Voy a la habitación, quito la toalla y me pongo la ropa interior, es excepcionalmente blanca y ribeteada. Me siento desordenado, me parezco a un artículo, esto es vergonzoso. No voy a salir al vestíbulo así, examino la sala de almacenamiento en busca de algo para cubrirme. Hay una bata de seda, el virus no me la quitará, sin embargo, básicamente ya no estoy medio expuesto.

Salgo al vestíbulo y miro alrededor, que es su habitación. ¡Dos minutos y no tengo la menor idea de lo que es! Fui tonto por no preguntar. Llegaré tarde y eso podría ser algo peor de lo que ocurrirá dentro de algún tiempo. No tengo la menor idea de qué hacer, así que hago lo principal que puedo imaginar, empiezo a llamarlo.

— Señor, no sé cuál es su habitación. Con eso quiero creer que me hace caso y abre la entrada.

Pasa el tiempo y nadie se va. Han pasado diez minutos proactivamente. Vuelvo a mi habitación y me voy a dormir, me doy cuenta de que estoy en una situación difícil si básicamente puedo

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