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3

Mi nombre es Luciano Lombardo, tengo 30 años de edad, soy el CEO y dueño de varias empresas publicitarias.

Hoy le iba a proponer matrimonio a mi pareja con la que tenía 2 años de relación, sé que me tarde un poco en proponerle esto, pero creo que ya es tiempo suficiente, yo quiero hijos y ella ya tiene 28 años, así que lo más recomendable era tenerlos en estos años siguientes. Katia era perfecta para ser mi esposa, cumplía cada uno de mis requisitos, era alguien tranquila, tierna, amorosa, provenía de una muy buena familia y lo más importante era muy ordenada.

— Luciano, estas seguro? —

Me pregunto mi hermano menor mariano, yo lo mire y lo fulmine con la mirada, Katia no le caía bien y eso yo lo sabía bastante bien.

— si. Ahora deja de molestar y ayúdame a escoger el maldito anillo —

Mire en las vitrinas de la tienda y ninguno me gustaba, todos eran tan grandes y horrendos, yo quería algo distintivo, pero no tenía tiempo como para mandar a hacer uno personalizado, tal vez en el futuro saque tiempo para eso.

— creo que este si le gustara —

Mariano me mostró un enorme anillo, se veía demasiado ostentoso, algo que no me gustaba para nada, en lo personal me gustaban las mujeres con gustos sencillos. Aunque pensándolo bien, este anillo creo que sí le va a gustar a Katia.

— si le das uno más pequeño puede que te diga que no, así que no te arriesgues a eso —

Yo le quite el anillo del mano y se lo entregue a la chica para que cobrara el valor, pague el dineral que costaba el anillo.

Yo tenía todo planeado para hacerle la proposición el día de hoy, todo estaba meticulosamente planeado, nada podía salir mal.

— y si te dice que no, ya es por tu culpa, porque si a mí me dieran un anillo de esos, te amaría por toda la vida—

Mariano era un dolor en el trasero, pero prefería pedirle consejos a él que a mi hermano mayor… Viviano, él era… extraño.

— cállate! Ahora largo que ya me voy, y dile a madre que deje de enviarme notas de voz de 5 minutos, ¿quien carajos escucha una nota de voz de tanto tiempo? —

Mariano me sonrió ampliamente, no sabía ni porque le había preguntado.

— buena suerte hermano, espero de todo corazón que ella te diga que no, Katia es una persona horrible! Ni a madre le gusta—

Yo respire profundo.

— a madre no le gustamos ni siquiera nosotros —

Y eso era verdad, ella siempre ha sido muy cruel con cada uno de nosotros, aunque ella lo amerita a su crianza en Sicilia, gracias a dios nosotros ya no vivimos allí.

— madre es un ángel en comparación con ella, te aconsejo que no hagas ese tipo de comentario frente a mamya o va a desheredarte —

Yo puse los ojos en blanco y me fui del lugar, hoy era le día en que iba a cambiar mi futuro, mi abuelo se pondrá feliz por la noticia.

El celular sonó y era mi madre, yo le conteste mientras me subía al coche.

— estás loco? ¡Cómo puedes querer meter a esa mujer en nuestra familia! Luciano te lo advierto! ¡No quiero que te cases con ella, es una orden! —

Yo puse los ojos en blanco, esta mujer de verdad que era algo serio.

— me vas a dejar hablando sola? —

Yo le colgué y Salí directo a mi casa, necesitaba prepararme para esta noche.

Cuando llegué a casa me di una ducha rápida y me puse un traje que había comprado en Francia la semana pasada. La puerta de la habitación se abrió y entro mi mayordomo.

— señor la señorita Katia quiere hablar con usted —

Yo le pedí que la dejara pasar, era muy raro que ella viniera aquí, y más si yo le había dicho que la iba a recoger en su apartamento más tarde, mi mayordomo se fue y después de unos minutos entro Katia, tan perfecta como siempre.

— pasa algo? —

Le pregunte, ella se acercó a mí y asintió con la cabeza.

— quiero que terminemos esta relación, ya no te amo —

Eso nunca me lo hubiera esperado. ¿Y ahora que hacía con el anillo? Creo que tengo el recibo en algún lado, carajo!! Tanto tiempo perdido para nada.

— estas con alguien más? —

Le pregunte con curiosidad, yo pensaba que ella y yo teníamos una buena relación.

— si. Y estoy embarazada de el —

Me senté en la cama, esto no podía procesarlo bien, es que no podía creerlo.

— estas segura que es de el? —

Le pregunte, porque si no estaba segura yo no iba a permitir que mi hijo fuera criado por un desconocido.

— sí, eso paso en el mes que estuviste por fuera, las fechas coinciden —

Yo asentí con la cabeza.

— está bien, te felicito por él bebe —

Ella abrió la boca de par a par, yo levante la ceja en modo de pregunta.

— no puedo creer que ni siquiera me reclamaras por la infidelidad! —

Me reí por lo que dijo, ¿acaso tenia que perder mi tiempo en eso? Las mujeres abundan en esta ciudad ¿porque tendría que mortificarme por una? Si no era ella, seria alguien más.

— sabes que no me gusta perder el tiempo en trivialidades —

Le respondí y me levante de la cama, ella camino rápidamente a mí y me dio una bofetada.

— vas a terminar solo Luciano lombardo! —

Me grito y se fue, yo levante mi mano para acariciar mi mejilla, carajo como le pesaba la mano a esta mujer.

— marcos! —

Le grite a mi mayordomo, él se apresuró a entrar a mi habitación.

— no quiero que esa mujer vuelva a entrar a mi casa! ¿Y cómo va la búsqueda de lo que te encargue? —

El metió sus manos en los bolsillos y sonrió, ¡eso no me gustaba para nada! Yo necesitaba a alguien que me atienda las veinticuatro horas, ¿porque carajos no había nadie todavía aquí?

— nadie ha venido señor, ninguna de las agencias ha respondido—

Yo puse los ojos en blanco, que inútiles eran.

— pon un anuncio en el periódico, pero quiero a alguien aquí para este viernes! O voy a despedirte —

Lo amenace, el asintió con la cabeza y salió de la habitación, ¡que día tan asqueroso! Camine a la mesa donde tenía guardado el anillo en uno de los cajones y lo saque.

— que pérdida de tiempo tan grande —

Dije para mí mismo y tiré el anillo en la cama. Hoy también tendría que salir a comer fuera, como me fastidiaba eso.

Recordé que yo había alquilado un restaurante completo para la pedida de mano. bueno al menos no iba a tener que cenar con ruido, y ya había gastado un dineral con eso, iría y aprovecharía del restaurante para mí solo.

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