Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 1

Agarro firmemente el extremo del látigo en mi mano y camino a su alrededor, haciendo sonar mis tacones contra el suelo de madera.

Grieta

El primer golpe lo golpea entre los omóplatos, arquea la espalda y gruñe.

- ¿Por qué me desafías, James? – pregunto mientras camino delante de él.

- No quise decir eso. Lo siento, señora - responde con un acento español sexy y la cabeza gacha.

-Mírame- ordeno con frialdad.

Sus ojos recorren lentamente mi cuerpo, observando cada detalle.

Sus ojos azules recorren mis botas altas rojas hasta los tobillos, subiendo hasta mis medias negras con estampado de "rombos" que están unidas a mi tanga de encaje rojo y negro. Luego viajan hasta mis pechos que están ligeramente levantados por un sujetador de encaje negro y rojo, mostrando el escote justo para excitarlo. Mi cabello está trenzado y recogido debajo para evitar que me estorbe. Traga saliva cuando sus ojos se conectan con los míos color avellana, sonrío al ver que la lujuria llena sus ojos.

James está arrodillado en el suelo, gloriosamente desnudo y con las manos atadas sobre la cabeza. Me agacho para que mis ojos queden a la altura de los suyos. Lo agarro hábilmente por la erección y jadea cuando mi mano lo agarra.

- Sabes cuáles son los castigos, ¿no ?

Él asiente.

- Habla, - grita mi voz con autoridad mientras agarro su erección con más firmeza.

- Sí... Señora - exhala con respiración temblorosa.

- ¿ Entonces ya sabes lo que viene? -

- Sí, ama... Ah, - gime mientras muevo lentamente mi mano hacia arriba y hacia abajo sobre su erección. Muevo mi mano hacia arriba y hacia abajo un poco más rápido, él gime. La muevo aumentando la velocidad, él gime. Sonrío ante sus reacciones. Me muevo hacia arriba y hacia abajo lentamente ahora, mirando cómo tira de la cuerda que ata su mano, su cuerpo se retuerce y gira mientras lo hago. Me pongo a toda marcha moviéndome tan rápido que puedo sentir el calor entre mis manos y su erección. Gime, gime y arquea la espalda mientras la dulce sensación lo atraviesa. Llama mi nombre mientras muevo mi mano cada vez más rápido.

-Dime cómo te sientes -exijo mientras disminuyo el ritmo.

- Ah... Qué bueno... Ah, - su voz salió ronca y llena de lujuria.

Imagínese que el movimiento general de arriba hacia abajo puede ponerlo nervioso de esta manera y yo apenas estoy calentando.

Muevo mi mano rápidamente contra su hombría. Todo lo que hace es gemir de placer mientras aplico mi castigo. Muevo mi cabeza hacia su pecho y agarro su pezón izquierdo entre mis dientes. Se tensa cuando rechino mis dientes sobre su pezón y grita. Tiro de su pezón mientras muevo mi mano manteniendo mi ritmo rápido. Arquea su espalda aún más mientras suelto su pezón y luego lo chupo. Hago girar mi lengua alrededor de su duro pezón, chupando hasta que se pone rojo. Muevo mi boca al siguiente pezón repitiendo el procedimiento mientras muevo mi mano al ritmo de su órgano. Primero rápido, luego lento, luego rápido otra vez. Lo está volviendo loco.

- Oh... Dios... Joder... Sí... Ah, - grita.

Tira de las cuerdas con más fuerza, su cuerpo y su pelo negro y sedoso están empapados de sudor. Su voz se quiebra mientras grita. Está muy cerca. Apoyo mi pulgar en su punta mientras me muevo, aplicándole fuerza cada vez que caigo.

- ¡Ah... Señora! - grita en dulce éxtasis.

Siento que los músculos de su pene se contraen bajo mi mano. Tira con más fuerza de la cuerda y grita cuando encuentra su liberación.

Presiono mi pulgar sobre su punta, bloqueando el camino de su liberación y él grita de agonía.

- Ruégame que te libere- grito .

- Por favor. -

- ¿Por favor quién? -

- Por favor, Ama, - grita y retiro mi dedo, permitiéndole correrse.

- ¡Te amo! - grita en éxtasis mientras su cabeza cae al suelo.

Me quedo de pie, mirándolo aterrorizada. ¿Acaba de decir que me ama? No puede ser. Rápidamente le desato las manos; él deja escapar un suspiro de alivio. Observo cómo se frota las muñecas, sin levantar la vista en ningún momento. Camino hacia la cama que está detrás de él y me pongo mi chaqueta marrón, cubriéndome el cuerpo hasta las rodillas. Agarro la bolsa negra que había traído conmigo, empujo una silla hacia James, me subo y hago girar la perilla del gancho de metal al que están atadas las cuerdas. Cae en mi mano; la empujo rápidamente dentro de la bolsa negra y bajo.

Mis ojos recorren la habitación color caramelo hasta que se posan en mis gafas de sol, en la mesita de noche de cedro al lado de la cama, que está cubierta con un edredón rojo y blanco.

Corrí hacia el stand, tomé mis gafas de sol marrones y caminé de regreso hacia James.

- ¡Levántate! - ordeno.

Él se pone de pie, manteniendo la cabeza gacha.

-Mírame -levantó la cabeza de golpe .

Dios, es guapo, sus ojos azules, su bigote y barba finos. Sin mencionar su cuerpo sexy. Su pecho es firme, sus abdominales duros como una roca y su hombría del tamaño justo. Me duele hacer esto.

- Ya estás libre de tu contrato. No quiero que me llames, que me visites ni que me hables. Este trato se cancela - sus ojos se oscurecen y se nublan de miedo.

- ¿ Qué dije? ¿Qué hice? - pregunta mientras intenta acercarse a mí.

- Lee la regla número uno del contrato que firmaste - respondo mientras me alejo de él.

- Por favor, no te vayas, me arrepentiré de haber roto tus reglas. Por favor, ¿no puedes castigarme? No ...

- ¡ Alto! YA NO ESTAMOS EN EL TRATO, YA NO ERES MI SUMISO Y ESTA DISCUSIÓN SE ACABÓ - digo mientras camino hacia la puerta a la izquierda de la cama y la cierro de un portazo.

Corro por el pasillo marrón hacia el ascensor, lo alcanzo antes de que cierre y, afortunadamente, estaba vacío. Me quito el pelo de encima y lo suelto de la trenza. Reposa sobre mi espalda con sus rizos exuberantes. Mi mente reflexiona sobre lo que James acaba de hacer.

- Te amo - gritó.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.