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-¿Sales con Herny?- Dice directo.
-No- Dice seria, aunque no seamos muy unidas, la conozco se que esta diciendo la verdad, siempre que ella miente se pone nerviosa, tiene como un tic de tocarse el pelo o el brazalete que siempre lleva puesto.
- Pero fuiste a una fiesta con él- Dice Guzmán mirándola fijo- A una fiesta de universitarios.
Con Guzmán vamos siempre a fiestas, pero nunca fuimos a una organizada por una hermandad o alguien mayor a nosotros.
-¿Como sabes eso?- Dice seria, ninguna exprecion se distingue en su rostro.
-¿No lo niegas?- Digo sorprendida.
-No tengo porque mentirles, fue solo una fiesta- Dice mirándome.
-¿Como hiciste para irte sin que se entere alguien?- Digo sonriendo.
-Sin ofender, pero mama y papa me tienen mas confianza que a ustedes dos, ellos no pasan por mi habitacion a la noche para ver si estoy en ella- Dice riéndose.
Cierto, nuestros padres se detienen varias veces para mirarnos, así que cada vez que tenemos que ir a una fiesta, tenemos que idear un plan para que no nos atrapen.
-¿Y con Ken como haces? -Dice Guzmán- Ese pequeño siempre descubre algo.
-Otra vez sin ofender- Dice mirándonos a ambos- Tengo mejor relación con Ross, el sabe cuando me voy y me cubre.
Los dos nos quedamos en silencio, ella solo nos mira.
-¿Algo mas?- Dice seria.
-¿Te acostaste con Herny?- Le pregunta Guzmán, creo que la cara de Lucrecia, vale oro.
-Primero eso no es de tu incumbencia- Dice dirigiéndose a al puerta- Y segundo, no, no me acosté con él- Dice abriendo su puerta- Ahora si terminaron con su cuestionario, pueden irse por favor.
Salimos de su habitación, todos se fueron a su habitación. Por un momento miré fijamente la foto que tengo en mi escritorio, los tres juntos, debimos ser cinco o seis, estábamos en un parque de diversiones, te juro que no sé cuando pasó, no sé cuando nos alejamos tanto de Lucrecia, pero solo Él ha pasado.
-Lucrecia Hendrich-
-Llegamos- Dice papá, estacionando en una gran casa, creo que es una de las casas mas gigantes que vi en mi vida, aunque pensándolo después de todo, la casa tendría que ser grande, son varios los que se quedarían en ella.
Bajamos del auto, en el solo íbamos mama, papa y Ross. Guzmán venia en el auto de uno de sus amigos y Cecilia venia en el auto del tío Matt, junto a las idiotas de sus amigas.
-Creo que tengo el trasero cuadrado de estar tanto tiempo sentada- Dice la tía Lora.
-Gracias a dios, yo estoy perfecto- Dice mi tío Nate- Como de costumbre.
-No puedo creer aguantar a Nate tantos días- Dice el tío Tomas.
-Yo quiero la habitacion mas grande- Dice Iván corriendo a la entrada de la casa.
-Yo voy a elegir el cuarto mas grande- Dice Evie mirando seria a mi prima, y como de costumbre ya empiezan las peleas.
-Porque mejor abrimos la puerta y cada uno corre a agarrar una habitacion- Dice la tía Sofia.
Veo como todos mis primos se preparan para correr adentro de la casa como si de eso valiera sus vidas.
-Por cierto Ken y Polo comparten habitacion- Grita la tía May.
-Genial- Dicen los dos chocándose las manos.
La tía Sofia empieza a contar hasta tres y abre rápidamente la puerta, en menos de diez segundos los niños habían desaparecido.
Tengo una familia muy grande, primero esta el tío Nate y la tía Lora con sus dos mellizos, la insoportable Iván y el tierno Max, de 12 años cada uno. Luego esta la tía May y el tío Tomas, con el mejor amigo de mi pequeño hermano, Polo, ellos tenían la misma edad, 12 y luego tenían a la dulce y simpática Evie, esa niña era realmente hermosa y eso que solo tenia 11 años. Y por ultimo estaba el tío Derek y la tía Sofia, con el mas pequeño de la familia, Ben, el solo tenia 10 años, no era mucha diferencia de mis otros primos. Ya me estaba olvidando tambien esta el tío Matt que junto a Miguel y a Ester, nosotros cinco somos los mas grandes con 17 años.
Me acerco a papa antes de tener que bajar mi valija del auto.
-Papi hermoso- Digo mirándolo.
-¿Que me vas a pedir Lucrecia?- Me dice sonriendo.
-Quería preguntarte cuanta posibilidad hay de que me pueda quedar en este casa en las vacaciones- Digo señalando la casa en la que se quedarían mis padres, tíos y primos
- Ninguna, ya lo hablamos- Me dice serio- Esa era la condición.
-¿Que condición? Si yo no traje a nadie, que se queden todos ellos ahí- Digo mirando a los idiotas de los amigos de mis hermanos mientras entran a la casa.
-¿Que pasa?- Me pregunta mama, acercándose a nosotros.
- Tu marido- Digo mirando a mi padre- Me quiere obligar a convivir por dos meses con esos idiotas.
-El vocabulario Lucrecia- Dice mama seria- Ya habíamos arreglado eso, a parte en esta casa ya no hay mas habitaciones.
-Genial- Digo sarcástica, agarro mi valija y me alejo de ellos.
Malditas vacaciones, malditas casas, malditos amigos de los estúpidos de mis hermanos, maldito todo.
Entro a la casa, era grande, apenas entras esta la sala de estar, hay unos sillones grandes junto a una televisión, la casa tiene dos pisos mas, genial y ahora hay que subir un montón de escaleras, suspiro e intento subir al primer piso, tarde como unos cinco minutos pero lo logre, allí se encontraban los idiotas.
-Hey Lucrecia- Me dice Miguel- ¿Necesitas ayuda?-Si claro, me van a decir que ningún me escuche que hace mas de cinco minutos estuve intentando subir hasta este piso y ahora me ofrece ayuda.
-No- Digo sin mirarlo- ¿Estas habitaciones están todas ocupadas?
-Si- Me contesta mi hermano- Tu habitacion es una de las que hay arriba.
No le contesto y miro las escaleras que tengo que subir, suspiro, no traje muchas cosas como mi hermana que trajo tres valijas, pero mi única valija si que pesa.
-Miguel- Digo llamándolo- Me ayudas por favor.
-Claro- Dice alejándose de sus amigos para venir junto a mi y agarrar mi valija. Lo sigo mientras sube. Entramos en la habitacion del fondo, al parecer solo hay tres habitaciones en este piso y las otras dos están ocupadas por Omar y Miguel.
Miguel deja mi valija en la habitacion y se sienta en la cama.
-Gracias- Le digo mirándolo- Ya te puedes ir si quieres.
-Oh vamos Lucrecia no seas aburrida- Me dice sonriendo.
Miguel, que decirles de el cuando eramos chicos eramos inseparables, estábamos siempre juntos hasta que se empezó a juntar con mi hermano, el cambio un poco, pero sigue siendo mi amigo, el que puedo llamar cuando estoy aburrida, el que se queda horas mirando películas junto a mi, mi padre es un poco paranoico con el pobre chico, pero solo somos amigos.