prólogo
Mi hermana y yo somos idénticas físicamente pero con personalidades completamente opuestas.
Aitana es muy dulce , tierna y con sueños de romance idílico.
Tanto , que aún a nuestros 21 años conserva su virginidad esperando al hombre perfecto sin sospechar que ellos no existen,nunca han existido y jamás lo harán.
Yo sin embargo soy Amaia, nada virgen, cero dulce , poco tierna y definitivamente no me interesaba el romance.
Pero sí disfrutaba de todo lo erótico y sabía apreciar un buen sexo.
Teníamos padres tan católicos que nos inscribieron a un internado que según ellos nos mantendría al margen de la perversión y de las malas influencias sin sospechar que a mí , me estaban lanzando al placer y a mi hermana la habían dejado al borde de un precipicio del que jamás pensó saltar.
Pero fue lanzada al vacío y enterrada en los dominios de la pasión.
No siempre las cosas son como uno espera, y en este caso.
Nada fue como esperábamos .
Ni mis padres,ni mi hermana. Y desde luego mucho menos yo.
Aquel internado fue la puerta abierta de par en par a los temores más grandes de mi familia.
Pero no a los míos, para mí fue un regalo .
Al final de esta historia nada sería como lo soñamos.
No siempre son solo los sueños los que se hacen realidad, a veces las pesadillas también.