CAPÍTULO 3 DAYANA Y OLIVER
Kevin pensó, que Liv decía eso, era por los sermones del sacerdote. Ya asistían a la iglesia del pueblo los fines de semana de seguro alguien le dió esa explicación.
-papi tú tienes un ángel guardián que te cuida-le pregunto Liv -claro que todos tenemos un ángel que nos cuida-le contestó sin serle más importancia al asunto-Liv come o le digo al ángel que no quieres comer para que te regañe- Liv comió a toda prisa asta dejar limpio el plato- Mami- dijo Liv mirando a Candace muy atenta- si corazón- le dijo Candace acomodando los platos para llevarlos a lavar
-¿Cual es la comida favorita de los angeles?- dijo y Candace se puso roja por las ganas de reír pero no lo hizo, no quería que Liv se sintiera mal- no lo sé Liv tendrás que preguntarle a tu ángel- en ese momento Kevin comenzó a reírse ya que le estaban siguiendo la corriente a Liv, en ese momento todos empezaron a reírse, Liv no entendió porque se reían pero los acompaño con su pequeña risa.
En tan poco tiempo ya había acabado el día, el sol se ocultó y la luna salió Liv después que su mamá le dio el besó de buenas noches y se retirará a su dormitorio se levantó y le quitó el seguro a la ventana se regresó a su cama a esperar a su ángel.
A los minutos después la sombra de aquel hombre apareció y abrió la ventana entro y se acercó a la cama.
- Hola Jayson- dijo Liv mientras lo observaba - hola princesa- dijo mientras se sentaba en la cama- como fue tu día- le dijo mientras Liv se acomodaba en la cama - hoy fuy a comprar con mi mamá al mercado y jugué con mi oso en el patio- le dijo Liv mientras le enseñaba su osito-¿ Y comiste ?- le pregunto para alargar la conversación, pero Liv hizo puchero y le dijo con su vos tan tierna- mi mamá dijo que te iba a decir que si no comía me ibas a regañar- y comienza a llorar, ver esos ojos bonitos llenos de lágrimas se le conmovió el corazón, pero se puso a pensar* ¿Porque le iba a decir a el que la regañe si no sabía de el ? *.
- Liv calma yo no te voy a regañar- le dijo mientras le quitaba las lágrimas de los ojos y le acariciaba el rostro-¡¡No !!- le dijo viéndolo con sus ojos cautivadores- pero dime qué le dijiste a tu mamá de mi - y ella sin más espera le dijo - que eres mi ángel y que me cuidas, ángel ¿Tú conoces a los ángeles que cuidan a mis papás? Es que ellos me dijeron que también tienen ángeles que los cuidan-.
*Bueno yo empecé con esto, ni modo a seguir con el juego* se dijo a si mismo - si conozco a todos los angeles pero guardame un secreto nadie tiene que saber mi nombre si no ya no me volverás a ver te cuidaré pero ya no me verás - y Liv dijo - te lo prometo angelito no le diré a nadie tu nombre-.
Y así pasaron los años, Liv cumplió 9 años y tenía amigos en la escuela, tenía excelentes notas, casi tenía a todos los niños comiendo de sus manos, ya que era la única que tenía esos ojos preciosos que no dejas de mirarlos por ser tan intenso, tenía una belleza exótica, llamaba la atención de todos.
Con el paso del tiempo se volvió costumbre que Jayson la visitará por las noches el le ayudaba con tareas jugaban, el era su amigo conocía sus secretos y está sabía muy bien de sus sentimientos los días que se sentía sola o cuando lograba algo y la emisión no la aguantaba era su total confidente.
La mañana era como siempre, el arreglarse para la escuela, el desayuno, la caminata a la escuela, las lecciones y las tareas. Lo bueno para ella era pasar los recreos con sus dos amigos Dayana y Oliver asían todo juntos era algo que no lo podía explicar se ayudaban el uno al otro nunca se dejaban solos por más grande que era el problema.
Oliver no era aceptado en la escuela por su manera de ser, siempre era un poco más delicado al hablar, al vestir pero conoció a Liv ella nunca lo juzgo, lo aceptaba y así lo quería. Un año después de su amistad conocieron a Dayana ella se acababa de mudar y nadie se le acercaba por su color de piel y su cabello afro todos la miraban extraña. Pero Liv no vio nada de lo que comentaban sus compañeros ella quedó encantada por su cabello siempre lo lucia bien trenzado con peinados alucinantes, desde entonces los tres eran unos maravillosos amigos y que tenía casi la misma opinión.
Pero siempre había un pelo en la sopa, Karina era una rubia, (bueno exactamente no era rubia si no que los padre trabajaban fuera del pueblo y tenían dinero para mal criar a su hija, ella hace y deshace con lo que se le pega la gana) siempre con ropa llamativa para llamar la atención, ella era la típica niña que conseguía todo lo que quería y si era molestar a Liv lo haría sin que nadie se lo impida ya Liv no aguantaba que la molestará. Para Liv como olvidar la vez que ella tomó la última fruta de la cafetería, Karina hizo tal escándalo que simplemente Liv le dio la fruta para calmar a la desquiciada niña, que gran error, porque su simple forma de arreglar el asunto lo empeoró todo.
-A ti, quien te dió permiso para agarrar esa fruta ¡¡Yo la vi primero y tú me lo quitaste !!- grito Karina- ten si la quieres no fue mi intención agarrarla si ya era tuya- Liv le dio la fruta para que dejará de pelear, Karina tomo la fruta y le dijo- Claro que ya no quiero la fruta si con esas mano la tocaste ¿Saber qué bacterias traseras? No me la pienso comer- tirándole la fruta casi la lástima, pero Oliver le reclamó- ¡¡Oye!! ¿Estas loca? Ella no te hizo nada- pero eso más enfureció a Karina - ¡¡¿Quien está hablando contigo afeminado ?!!! Y es evidente que me hizo algo su sola presencia me repugna- y solo se marchó sin decir nada más.
Esta era historia de no acabar, no avía día que Karina la molestará, pero siempre contaba con sus amigos. Ya en casa se desahogada con Jayson el siempre la consolaba, le contaba de sus problemas y el estaba hay para consolarla.