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CAPITULO 2 “Subastada.”

Advertencia: Este capítulo tiene sexo explícito, lenguaje vulgar y violencia; para las mentes perturbadas o sensibles se les pide no seguir leyendo y pasar el capítulo. Favor de no reportar.

(septiembre 28, 2018 Nueva York, N.Y)

(Andrea Salvatore)

No sé cuánto tiempo llevo aquí, creo que es sábado, más mi reloj se rompió así que no sé qué hora es ni que día.

Solo sé que tras haber sido secuestrada y traída aquí Yargo no ha dejado de venir y si bien no me ha violado, ha hecho conmigo lo que quiere, para colmo el estúpido del maricon que no cuida me hizo desnudarme y bañarme frente a él, solo para darme como únicas prendas de ropa una tanga y un top de tirantes.

El vejete con título de médico, certifico que era virgen, más eso no evito que Yargo venga y repita todo lo que me hizo aquel primer día y algunas cosas más.

Hoy no solo se contentó con tocarme y hacerme tragar su semen, sino que uso un par de juguetes sexuales en mí, entre ellos las pinzas de pezón y las pesas.

Mientras yo trataba de no llorar o gritar por el dolor, mientras me violaba la boca atada y arrodillada con pesos sostenidos de mis pezones, él solo reía diciendo.

-Esto es parte de tu entrenamiento, algunos de los compradores en las subastas son dados a estos tipos de juegos.

Varias horas después antes de irse le pregunte por Flora

-En donde esta Flora, es mi prima tráela aquí.

-No te preocupes por ella, también será subastada y me estoy ocupando de entrenarla como a ti.

- ¡Malditos solo tiene doce años, no pueden hacerle eso!

-Precisamente por su edad, será la mercancía más costosa después de ti. - eso lo dijo hace horas, no sé si hoy o ayer, como Mariano me suelta para evitar marcas en mi cuerpo, cuando estoy sola busco algo con que defenderme.

Encontré un clavo de acero bastante largo y para poder usarlo como arma, usando la pastilla de jabón mojada, moldeo una empuñadura y lo dejo secar, luego la envuelvo en tela negra, lo que quedo de mi falda escolar, ya tengo un punzón para defenderme.

No tengo noción del tiempo, solo sé que pasa lentamente, estoy sentada leyendo pues eso sí, tengo luz y me trajeron un libro para leer, claro fue una novela erótica, según Mariano, me daría con ella una idea de lo que se espera de mí.

Escucho que abren la puerta y veo entrar a Yargo, con el trae a Flora, ella también viste lo mismo que yo, al verme ella corre hacia mí y la abrazo.

-Estas bien pequeña?

-Sí, pero tengo miedo. - dice entre sollozos

-Bueno querían verse y por un rato estarán juntos, pero no estarán solas, ambas son mías y tendrán que servirme. - dijo Yargo cerrando la puerta.

-Déjala a ella, hazme lo que quieras. - le digo

-Cariño hare lo que quiera con ambas y nadie lo podrá impedir. - dijo riéndose mientras se acercaba y tomaba a Flora por el cuello y ordeno.

-Si no quieres que la mate, toma tu posición en la cama.

Yo obedecí y vi como hizo que Flora me pusiera las correas que me atarían a la cama.

Esa habitación parecía una pequeña suite, pues tenía un comedor pequeño, una cama matrimonial y un sofá, además de una lámpara; el imbécil de Mariano dijo que estas habitaciones eran para la diversión de los clientes especiales a menos que desearan usar el salón de juegos.

Estando atada vi como saco cuatro pares de esposas y subió a Flora a la pequeña mesa del comedor esposando tanto sus muñecas como sus tobillos a la mesa, él muy maldito comenzó a tocarla como lo hizo conmigo y escucho como le dice

-Esta noche complacerás a otro hombre, un rico empresario con gustos por la carne tierna, pero después serás mía cuanto yo quiera y no seré tan suave como ahora.

Yo solo podía escuchar el llanto de Flora. Casi una hora después más o menos la dejo en la mesa, mientras venia hacia mí a tocarme y satisfacer sus instintos.

Cuando termino soltó a Flora que seguía llorando por lo que le dije.

-No llores, debes ser fuerte y soportar, pronto mi padre nos rescatará.

-Cuando tu padre venga, ya estarás más que acostumbrada a abrirle las piernas a los clientes, en especial a mi Andrea, prepárate, esta noche ambas serán subastadas. - dijo Yargo antes de salir

El maldito salió llevándose a Flora con él, yo sabía que debía esperar, no podía tratar de escapar ahora, así que tendría que soportar ser violada una y otra vez por quién me compre esta noche, debo hacer que se confíen.

Un largo rato después entra el imbécil del maricon, trayéndome la consabida sopa de pollo con arroz que nos dan de comer tres veces al día. También trajo unas prendas de ropa, se ve como encaje.

-Cena y límpiate bien, báñate y ponte esto, debes verte sugerente para los postores.

Me meto a bañar y lavo mi cuerpo, el jabón es fino huele a flores y perfuma mi piel, después, reviso las prendas que Mariano trajo, el cual consiste en una tanga, un sostén de tiras que muestra más de lo que oculta y un vestido de gasa con bordados, este tiene una capucha muy grande, más que vestido parece toga.

Nada de esto cubre mi desnudez de las miradas, voy y tomo la sopa, pero sabe extraño, como el alimento es poco, las necesidades fisiológicas son regulares, así que dejo a un lado la sopa, no la termino y voy al sanitario después me lavo otra vez y me pongo las prendas que me trajeron y me siento a esperar.

Un rato después comienzo a sentirme rara, el cuerpo me pesa; todos mis movimientos son lentos, intento pararme, pero apenas puedo controlar mi cuerpo.

Llevo mi mano a la boca y me doy una mordida que apenas si siento, algo anda muy mal.

Malditos me drogaron, me quieren atontada pero consciente y dócil, seguro me dieron algún relajante muscular.

Un rato después entra Mariano con otro hombre, este se me acerca y me toma del brazo mientras Mariano se ríe y me dice.

-Esta noche serás vendida y estrenada, a los clientes no les gustan las niñas rebeldes así que un poco de relajante y todas son tranquilas y obedientes, no podrás poner resistencia ni lucharas por tu virtud, pero serás consciente de todo lo que el cliente haga contigo y lo mejor es que después de que él te deje tras terminar, todavía estarás lo suficientemente dócil para venderte a dos o tres clientes más.

Trato de decir algo, pero es inútil no controlo mi cuerpo, solo puedo verlo con odio y prometerme matarlo cuando pueda.

Soy sacada de la habitación y alcanzo a escuchar a Mariano decir

-Limpien y perfumen el cuarto, esta noche vendrá el primer cliente.

Busco con la mirada a Flora, ella también va sujeta por otro hombre, viste algo muy parecido a lo que llevo, pero mientras mi atuendo es negro, el de ella es blanco.

Veo a más mujeres unas jóvenes otras mayores y somos conducidas a una sala en donde nos sientan.

Poco a poco las mujeres van saliendo, llevados por un hombre hasta que después de mucho rato solo quedamos Flora y Yo.

Alguien viene por mí y soy conducida a un foro, hay mucha luz sobre mí, pero puedo notar que en las sombras hay varios hombres en sillones, solo se ve pequeña luz roja mientras la cantidad de la subasta sube cada vez más hasta que escucho que dicen.

-VENDIDA; caballero puede pasar a pagar su compra y será llevado a donde podrá disfrutar de ella.

Alguien me saca del escenario y veo como llevan a Flora, ella está asustada, pero como yo también esta drogada.

Soy llevada nuevamente hasta mi habitación en donde ahora hay Flores, velas aromáticas todo un ambiente romántico.

Me dejan sentada en la cama y el hombre solo dice.

-Pórtate bien y nada te pasara esta noche, después tu y yo podremos disfrutarlo y te aseguro que eso lo sentirás mucho más.

Vaya, aquí todos estos perros usan a las mujeres sin pagar por ellas, solo no las maltratan para poder venderlas a los clientes que si pagan.

Ni eso puede cuidar la estúpida de Olga, pone un prostíbulo y el ganado es usado más veces gratis del que es alquilado por los clientes, eso en verdad no es negocio para nadie.

Poco después la puerta se abre, un hombre entra, es alto y se ve fuerte, su apariencia no es una belleza de hombre, pero tampoco es un monstruo como para no conseguir una novia o esposa que lo satisfaga.

Cuando se acerca puedo ver que debe estar cerca de los cuarenta o cincuenta años, así que no es un tonto que no pueda conquistar a una mujer, entonces solo es un maldito pervertido que gusta de las menores de edad. Maldito vejete.

El hombre llega a mi lado y retira la capucha para verme y dice

-Eres bella, estoy seguro que vales el cuarto de millón que pague por ti. - y se rio mientras quitaba de mi cuerpo la toga que apenas me cubría.

Comenzó a besarme y a acariciar mi cuerpo mientras yo luchaba contra los efectos de la droga al menos para defenderme un poco, pues estaba seguro que en una lucha justa él saldría victorioso por su estatura y fuerza.

Sentí como me lleva nuevamente a la cama en donde se puso sobre mi besando y acariciando mi cuerpo; le sentí bajar hasta mi abdomen mientras su mano recorría mi pierna, luego se separó y sentí como levantaba mi pierna y comenzaba a dejar besos ligeros en el tobillo, bajando poco a poco.

-Veo que llevas una tanguita de cuentas, ¿acaso fue para mantenerte caliente cariño?, eso me gusta. Si me siento complacido contigo hare la compra permanente.- le sentí besar mi vientre y como levantaba mis piernas mientras las abrazaba y nuevamente fui usada, ahora por quien había pagado para reclamar mi cuerpo; sentí como mordió mi botón rosado y solo pude lanzar un leve jadeo; mi cuerpo me traicionaba reaccionando ante las acciones de este hombre, obviamente él sabe lo que hace y yo nunca había estado con ningún hombre hasta que fui secuestrada a pesar de lo que todos piensen, no soy una zorra.

Le sentí lamer y succionar mi centro, intentando invadirme con su lengua, mientras sus manos acariciaban mis piernas y mi vientre.

De pronto sentí como subía y comenzaba a hacer lo mismo con mis senos, los cuales seguían sujetos, apretados por esa especie de bra de correas que dejaban a la vista mis rozados pezones; estos ya mostraban el estado de mi cuerpo, pues estaban duros y erectos; le escuché reír ligeramente mientras decía.

-Deliciosa, ya este excitado cariño y apenas comienzo a jugar contigo, estay seguro de que esta noche sí que la disfrutare, sabes ninguno de los lotes me había llamado la atención hasta que te vi. - dijo levantándose para comenzar a desnudarse

-No solo te compre a ti, sino también a la que te siguió, es más joven, lo que en verdad garantiza que yo tomare su virginidad, es increíble que a tu edad y con tu belleza seas virgen. - dijo y yo solo pude gruñir esforzándome por levantar la cabeza y observarle.

Dijo que compro a la que siguió, o sea que también compro a Flora, cielos si es así al menos ella tendrá unas horas más sin ser agredida vilmente.

Cuando logré verle me sorprendí, diablos este hombre era enorme y no hablo de su estatura; si Yargo era grande, este lo era más y sé que puedo compararlos pues he tenido el miembro de Yargo en mi boca ya varias veces.

De solo imaginar ese enorme miembro invadir mi boca siento que me ahogo, pero imaginarlo enterrándose en mi intimidad solo me da terror, si ser penetrada por un dedo fue incomodo, ser penetrada por semejante barra, me partiría en dos.

Lo veo acercarse y sentí como subía a la cama, como levantaba mi pierna izquierda y se acomodaba entre ellas.

-Tranquila cariño, sé que te dieron algo para mantenerte dócil, ¡pero tu cuerpo me dice que tan excitada estas! Mejor disfrútalo cariño porque es un hecho que yo si lo disfrutare.

Sentí el rosé de su cuerpo con el mío y en un segundo y sin preámbulo alguno, sentí como mi cuerpo era invadido lentamente tras serme arrancada la tanga; dos lagrimas salieron de mis ojos al sentir su enorme perno enterrarse en mi cuerpo, se detuvo unos segundos antes de comenzar a retirarse, sé que no había entrado todo, pero lo que hizo dolió mucho.

Lo sentido salir de mi levantándose y le escuche decir.

-Vaya, si eras virgen después de todo, bien esta sangre en mi pene bien vale lo que pague por ti, ahora voy a disfrutar de tu cuerpo con la seguridad de que volveré por ti cuando quiera disfrutar un buen rato. - tras decir eso, sentí como volvía a enterrarse en mí, esta vez más profundo, comenzando a moverse lento dentro y fuera de mi hasta que en algún momento con un solo empuje se enterró por completo, lo supe porque sentí sus testículos rozar mis piernas y mi culo.

El dolor era intenso y yo no podía hacer más que sentir como entraba y salía de mí una y otra vez, primero lento y después rápido enterrándose por momentos al completo con mucha fuerza, lo que hacía que rebeldes lagrimas fueran derramadas por mis ojos.

Un largo rato después comenzó a embestir dentro de mí con fuerza hasta soltar un gruñido, dejando su leche derramarse en mi interior.

Cuando salió de mí, pensé que había terminado mi infierno, pero no pues le escuché decir.

-Magnifico, virgen y apretada, esta noche será muy larga, pensé que con tomarte una vez tendría suficiente, pero sigo excitado, mi otra compra puede esperar unas horas más.

Sentí como comenzaba a besar mis senos retirando el extraño bra para poder tener total contacto con mi carne.

Él era quien tenía total control de mi cuerpo, por lo que él lo acomodaba y hacia lo que quería, me coloco de lado y desde atrás volvió a penetrarme, pero no estaba satisfecho pues salió de mí, para ese momento mi cuerpo había reaccionado y derramado sus jugos ya varias veces, haciendo que el hombre se excitara más y riera diciendo.

-Quiero más de ti. - me puso boca abajo y tras acomodarme en cuatro como a un perro, fui invadida de golpe mientras el sujetaba mi cuerpo de las caderas, dejando ocasionalmente una fuerte palmada en mi trasero.

-Magnifica. - le escuché decir cuando sentí como acariciaba mi trasero enterrando en mi ano su pulgar.

Unos minutos después mientras seguía embistiendo mi ano recibió dos y luego tres dedos. De pronto dio dos fuertes embestidas y salió de mí; por lo que creí que habría terminado conmigo; pero no fue así, sentí como sujetaba mis caderas con ambas manos, mientras jalaba mis carnes hacia afuera con los pulgares. Estaba separando mis nalgas.

Cuando lo sentí, solo pude lanzar un fuerte gruñido pues ni siquiera a grito llego, se había enterrado en mi trasero sin cuidado alguno y una vez más el dolor invadió mi inútil cuerpo.

Embistió mi trasero durante lo que para mí fueron horas, pero no fue así, era el dolor lo que hacía que el tiempo fuera tan largo.

Sabía que estaba por terminar porque había comenzado a embestir fuertemente y al hacerlo restregaba sus testículos en mi botón de placer, el maldito había enterrado su enorme y gruesa barra de carne en mi trasero por completo.

Le escuche lanzar un muy fuerte gruñido y caer sobre mí, derrumbándome sobre la cama, al hacerlo había mordido mi hombro, como si quisiera marcarme.

Escuchaba su respiración agitada y sentía su brazo sobre mi cuerpo, su mano jugaba con uno de mis senos.

-Sabes cariño, no se tu nombre, pero desde hoy te llamaras Afrodita Youngers, eres mía y pagare por tu exclusividad, tendrás todo cuanto necesites pues yo te lo daré.

Un momento después se levantó y vistió mientras yo sentía mi cuerpo dolorido e inútil, el cubrió mi cuerpo y antes de alejarse dio un beso en mis labios diciendo.

-No te pongas celosa, pero tengo otro cuerpecito que estrenar y si me complace tanto como tú, pagare su exclusividad también. Sabes puede que hasta el saque de aquí y las lleve a un departamento de lujo en donde solo tendrán que estar listas para complacerme; nos veremos mañana.

Tras eso salió, mi cuerpo aún no estaba bajo mi control, pero sentía todo, la droga estaba dejando de hacer efecto.

Solo pude pensar en sus palabras, él había comprado a Flora, por mi pago un cuarto de millón y por Flora un poco más, pero tras violarme estaba dispuesto a pagar mucho más para que solo le sirviera a él, si él lograba sacarnos de aquí a las dos, tendría más oportunidades de escapar y llevar conmigo a mi pequeña amiga.

Más al recordar todo lo que había sufrido hasta hace unos momentos, no sabía cómo estaría Flora, si fue doloroso para mí; era obvio que para ella lo sería aún más pues era muy chica y él era gigante.

Trate de moverme, luchando por controlar mi cuerpo y pude con un tremendo esfuerzo ponerme de costado, encogiendo mi cuerpo lastimado y dolorido, me sentía angustiada por –flora y lo que sufriría a manos de nuestro comprador y también furiosa por haber sido violada, pero más que nada estaba furiosa y con deseos de venganza por haber sido tratada como ganado, mostrada, ofrecida y subastada como un juguete.

Estaba agotada no solo por lo que soporta mi joven cuerpo, sino por la lucha que había estado llevando a cabo para poder tomar el control de él; no supe cuándo, pero me quedé dormida.

Debieron pasar un par de horas cuando algo me despertó, al abrir los ojos, Yargo estaba a mi lado, tocando mi cuerpo desnudo.

Él sonreía con malicia mientras una de sus manos recorría mi cuerpo bajando poco a poco.

-Ya te han estrenado, ahora nada me detiene para hacerte mía y disfrutar tu cuerpo cuanto yo quiera. Fuiste estrenada y te daré el reestreno.

-Maldito bastardo. - le dije dándole una bofetada, fue una sorpresa para mí, pues tenía control de mi cuerpo. La bofetada lo tomo por sorpresa y obviamente lo molesto.

- ¿Como? ¿Cómo es posible que estés libre? ¿Acaso te drogaron antes de tiempo? - dijo más para sí que para mí, mientras se sentaba sobre mí y sujetaba mis manos.

Yo recordé que no había terminado la sopa, por lo que no había tomado toda la droga, eso y todo el esfuerzo que hice para poder controlar mi cuerpo, así que había quemado la droga antes de lo esperado.

El ato mis manos al cabecero, pero no ato mis piernas como antes, me di cuenta que solo llevaba camisa y pantalones, el saco se lo había quitado.

Así montado sobre mi retrocedió sentándose sobre mis piernas mientras sus manos abrían su pantalón y sacaban su miembro, bajando el pantalón solo a las caderas.

Con esfuerzo se colocó entre mis piernas sujetándolas con fuerza mientras su erección era empujada en mi interior.

Si mi comprador había sido rudo, Yargo fue salvaje, violando mi cuerpo con fuerza, vaciándose dentro de mí, solo para salir y girarme boca abajo y penetrar mi trasero con la misma furia, hasta vaciarse en él.

-Te dije que disfrutaría de tu cuerpo después de ser desvirgado, bueno hace solo una hora tu dueño salió del Club, no solo te estreno a ti, sino a tu primita también; dijo que estaba complacido y te reservo para mañana, yo sabía que serias deliciosa pero ahora voy con tu amiga, comprobare por mí mismo que tan exquisita es su tierno cuerpo, como dijo tu dueño.

Y parándose se arregló el pantalón, tomo su saco y salió. Si mi cuerpo ya dolía, el ser ultrajado con tanta violencia me dejo sumamente dolorida; si Yargo hacia lo mismo con Flora, ella no lo soportaría, solo podía rogar porque sobreviviera.

No podía moverme por el dolor de mi cuerpo y solo podía llorar, pues intentar moverme era un sufrimiento. Logro cubrirme con la sabana y solo pude llorar hasta quedarme dormida.

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