CAPITULO 7 “Los pequeños abusivos.”
(septiembre 21, 2004 Jacksonville, Carolina del Norte)
(Capitán Richard Jhons)
A la mañana siguiente el Mayor ya estaba ahí esperando a que bajara mi hija, James va al mismo colegio que Ángel, pero no había sido invitado por el mayor para ir con ellos, él tuvo que ir en el bus escolar, por lo que como todos los días mi madre lo acompaño a la parada. La vi venir de regreso por la acera y observo al Mayor Stuart bajar de su camioneta y saludar a mi madre. Estaba junto a la ventana por lo que los escucho hablar.
-buenos días señora Jhons
-buenos días Mayor
-de donde viene tan temprano?
-acompañe a mi nieto a la parada del autobús escolar, Ángel debe estar dentro desayunando con mi hijo y mi marido, venga, pase a tomar un café.
-gracias, pero porque no dejo que el pequeño viniera conmigo y su hermana?
-bueno, usted vino por mi nieta, y no por ambos, no pensaba imponerle a mi nieto, además solo será por unos días, veo que se llevan bien usted y mi nieta, es bueno, por lo general los adultos no la entienden, pero ella es muy inteligente y debo encontrar la forma de que la aproveche su potencial y tampoco le es fácil llevarse bien con los niños de su edad, por el mismo motivo.
-pues la pequeña es una niña muy dulce y bonita, aunque tiene carácter, debería ser fácil para ella hacer amigos, y si es tan inteligente como dice, podría ayudarle a encausarla, pero veremos qué tal le va un par de años más, es muy pequeña aún.
-lo sé mayor y a pesar de su edad, es muy pequeña, creo que ella será muy bajita, para pertenecer a una familia donde todos son altos, algo más que heredo de mí, yo soy de baja estatura comparada con James.
-espere unos años y vera como se estira, a veces pasa eso.
Veo a ambos entrar en la casa y me ven parado frente a la ventana, al entrar el mayor saluda.
-buenos días coronel, Capitán, Ángel
-buenos días Mayor. - Dijo mi hija sonriente, mientras mi padre y yo solo respondemos con un asentimiento de cabeza.
-Lista para irnos? ¿Tu mochila, libros y tareas? – le escucho preguntar a mi hija, verificando que todo esté listo.
-sí, también el almuerzo, mamá Victoria dijo que llevara la bolsa grande. - dijo señalando una bolsa térmica de tamaño mediano.
-que llevas ahí, se ve pesada? – pregunta el Mayor sonriente.
-pues el almuerzo para los dos, papá dice que los soldados comen mucho, así que mamá Victoria nos sirvió mucho de comer. - le explica ella, solo veo como el mayor solo sonríe y niega con la cabeza.
-bien, te ayudo con las dos bolsas? – le pregunta el mayor, tomando la bolsa térmica y la mochila de mi hija.
Desde la ventana vi como mi hija subía a la camioneta del Mayor y ponerse inmediatamente el cinturón de seguridad, y al mayor poner ambas mochilas en el asiento trasero de su camioneta doble cabina, para después dar la vuelta al vehículo y subir a este para dirigirlo hacia el camino.
-va sonriendo, cuando lo consideran un hombre muy serio y hasta frio. - digo en voz alta extrañado de verlo tan relajado y sonriente con una niña de cinco años, y conversando como si llevaran años conociéndose.
(septiembre 21, 2004 Jacksonville, Carolina del Norte)
(Mayor Alexander Stuart)
Al llegar a la escuela elemental me doy cuenta de que a la pequeña debería estar en realidad en el jardín de niños, pero no hago preguntas, entro en la escuela acompañándola hasta su salón de clases, llevando su mochila, para después dirigirme a la oficina del director.
-perdón podría hablar con el director por favor. - le pregunto a la señorita que está ahí, debe ser la secretaria.
-un momento por favor, quien le digo que lo busca?
-soy el Mayor Alexander Stuart.
-espere un momento por favor. - la veo dirigirse a la oficina con paredes de cristal y habla con un hombre mayor el cual sale a recibirme.
-buenos días soy el director Horton, en que puedo servirle mayor.
-vera estoy investigando unos incidentes con una pequeña, que involucran a varios alumnos de esta escuela, si pudiera ayudarme proporcionándome una copia de los expedientes escolares de los menores, a fin de conocerlos y evaluar la situación y poder emitir una respuesta por los incidentes ocurridos, le estaría muy agradecido, además de que por el momento se me ordeno vigilar a la pequeña, así que me vera por aquí los próximos días.
-y que incidentes son los que investiga Mayor, nosotros no sabemos nada de incidentes graves.
-se trata de ataques en contra de la hija de uno de los oficiales, miembro de los Seals y como comprenderá, nos preocupa eso.
-entiendo, que expedientes necesita?
-los expedientes de Victoria Ángel Ivanna Jhons, Tobías Maxwell, Louis Farmer y Maximiliano Rodríguez.
-bien denos unos minutos mientras le preparan las copias de los expedientes que solicita, y por favor si el incidente del que habla es serio, le pido que me informe, no me gustaría que llegara a algo grave que hubiera podido evitarse. – me dice el director Horton.
Si como dice Ángel esos tres chicos la han estado golpeando y robando, el director ya debería estar enterado, eso solo me dice que no presta atención a lo que sucede dentro del plantel, y que los demás maestros deberían prestar más atención a lo que sucede, un día de estos las cosas podrían ponerse serias y terminar con un pequeño herido de gravedad.
Una vez con la copia de los expedientes, salgo del plantel y voy a los jardines en donde están las mesas en donde los pequeños disfrutan los tiempos libres y toman sus almuerzos, voy a una mesa cerca de un gran árbol el cual da una buena sombra, llevo conmigo la mochila térmica con el almuerzo y me acomodo en la mesa, tengo una buena vista de la puerta así veré cuando Ángel salga a sus descansos.
Me pongo a estudiar los expedientes y cuando dieron las diez de la mañana, veo a la pequeña salir a los jardines, por lo que me levanto para llamarla, cuando veo que tres chicos bastante más altos que ella se le acercan, uno de ellos le sujetaba del cabello y se lo jala, mientras que otro le quitaba su pequeño bolso, el cual lleva colgado cruzado al pecho, por lo que decido acercarme y los escucho hablar.
-ya te dije que no me importa quién sea tu papá, yo soy más fuerte que tú y tu me vas a dar tu dinero y tu almuerzo. – le dijo uno de los tres chicos, al parecer es el que manda y el más grande.
-pero no traje almuerzo, y no voy a darte mi dinero.
-me lo vas a dar o te va a doler y mucho.
-aquí no trae dinero Tobías, se me hace que lo escondió en otra parte. - dijo otro de los chicos mientras registraba su monedero
-pues yo no puedo buscarlo, la estoy sujetando. - dijo el tercero, jalando más su cabello y ahora le torcía el brazo.
-así que lo escondiste, acaso quieres que te esculquemos para conseguirlo? – pregunto el chico de más edad, que al parecer es Tobías lo reconozco por la foto de su expediente.
-no traigo dinero. – escucho responder a Ángel que a pesar de que la lastiman no llora, la pequeña es valiente
-pues te voy a dar una lección y mañana deberás entregarme el doble o te pegare más. – dijo Tobías mientras levanta la mano para golpear a la pequeña, cuando me decido a intervenir sujetándolo de la mano antes de que suelte el golpe y tomando con mi mano libre el cuello del que la sujeta y lastima.
-creo que está prohibido robar y golpear a las mujeres, o acaso no lo sabían? – les pregunto muy serio, pues quiero intimidarlos
-usted no puede pegarnos ni decirnos nada, no estamos en el ejército y no es un maestro!!! – me dijo el que identifique como Tobías
-en eso te equivocas, tengo todo el poder para acusarlos de abuso, asalto y agresión, acaso no sabes que estas cometiendo un delito? – les digo claramente
-Ángel toma tu bolso y ve a la mesa por favor y ustedes tres, creo que me volverán a ver si veo que se atreven a tocarla otra vez, quedo claro?– les digo, mi voz sonó fría y dura como el acero, ahora entendía por qué la pequeña quería aprender a defenderse y yo la voy a enseñar, es pequeña, dulce y frágil a pesar de mostrar mucho carácter y valor, así que la apoyare y convertiré su fragilidad y su pequeñez en su mejor arma.
La pequeña me obedeció y yo solté a esos tres pequeños abusivos, y me doy vuelta para seguir a Ángel. Una vez sentados ella saco las cosas que su abuela Victoria había puesto para el almuerzo, la ayudo a servirlo y después comemos juntos mientras conversamos.
-gracias por ayudarme Mayor.
-de nada, es lo que todo caballero debe hacer cuando ve a una dama en problemas, además es mi deber.
-por eso del guardaespaldas?
-por eso y porque soy un Marine, mi deber es proteger a mi país y sus ciudadanos.
-Y yo soy un ciudadano?
-así es, uno muy dulce y bello, eres una niña muy bonita y simpática, sabes? yo te enseñare a defenderte para que chicos como esos no vuelvan a lastimarte y cuando seas grande, podrás defenderte de hombres tan altos como yo.
-eso me gusta, gracias Mayor, quiere usted ser mi amigo?
-y que tengo que hacer para ser tu amigo?
-nada tonto, solo estar ahí cuando te necesite y yo lo estaré para ti, eso es la amistad.
-bueno, entonces seamos amigos. - le digo sonriendo y extiendo mi mano, la cual la pequeña toma y aprieta.
Cuando terminamos el almuerzo, recogemos todo y veo a Ángel entrar al edificio, llevo la bolsa térmica con los restos del almuerzo de regreso a la camioneta y vuelvo a la mesa que había estado ocupando, sigo estudiando los expedientes de los tres chicos y a la una de la tarde veo salir a todos los chicos, yo estoy esperando a la pequeña frente a la puerta, pero al ver que no sale, entro a buscarla, fui a su salón pero ya no hay nadie está vacío, me dirijo hacia la salida y escucho unos ruidos en el baño de las niñas, por lo que llamo a la puerta.
-Ángel este aquí. - pregunto abriendo la puerta solo un poco
-SIII. - grita la pequeña, su voz era de dolor, por lo que entro rápidamente y veo a la niña en el piso con un golpe en la cara, al revisar no encuentro a nadie, por lo que la tomo en brazos y la llevo conmigo a la camioneta, me aseguro de ponerle el cinturón de seguridad y la llevo al hospital de la base, en donde la revisara y examinara un médico.
-la pequeña tiene un fuerte golpe en la cara, tendrá un gran moretón, pero no encontramos nada roto, solo me preocupa su brazo, que está algo lastimado, como si se lo hubieran torcido, y la lesión no es nueva pero no se ha curado. – me dice el médico de la base tras examinarla.
-puede darle algo para eso? –le pregunto
-puedo ponerle un soporte y darle un analgésico para el dolor, pues debe ser incómodo para ella, puedo preguntar que paso?
-tres chicos la atacaron en la escuela, pero se quiénes son y tomare cartas en el asunto.
-tenga cuidado Mayor, si son juegos de niños podría meterse en problemas.
-no son juegos cuando le doblan la edad, la estatura y el peso, mucho más la fuerza, y como dice la lesión no es nueva, esto ha estado sucediendo y en la escuela no hacen nada por evitarlo.
-y que hará Mayor, no puede castigarlos usted.
-no, pero puedo llamar la atención del general sobre esto y también la de sus padres, los tres son miembros de los Marines y deben educar a sus hijos, atienda por favor a la pequeña, que debo llevarla a su casa.
-enseguida, pero tendremos que ponerle una inyección así no tendrá que batallar con las pastillas ni capsulas.
-Bien vayamos con ella. – le digo; al ver a la niña sobre la camilla con su carita maltratada, me dolió y me acerco a ella y con delicadeza la acaricio y le digo.
-Ángel, el doctor tiene que ponerte un medicamento para curar tu brazo y un soporte, te puede doler porque es inyectado, ¿pero quiero que seas fuerte sí? Yo estaré aquí contigo.
-no me gustan las agujas, duelen. - me dice la pequeña con un puchero.
-tratare que no te duela. – le dice el medico sacando un spray de xilocaína para adormecer el brazo en el lugar donde pondría el analgésico.
-aprieta mi mano si te duele, quieres? – le digo cuando el doctor la inyecta, esta no emitió sonido alguno, solo apretó mi mano fuertemente y de sus dulces y tristes ojos salieron un par de lágrimas que me apresure a limpiar con mi mano libre.
Después de que el medico la inyectara, le coloco un cabestrillo o soporte y yo vuelvo a tomarla en brazos para llevarla a la camioneta, en donde me aseguro de acomodarla y colocarle el cinturón de seguridad sin lastimarla.
Mientras la acomodaba en mi camioneta, le pregunto.
- ¿Ángel, fueron los mismos chicos de la hora del almuerzo? – como ella no contestaba le digo.
-necesito saber que paso, para poder protegerte, pensé que éramos amigos princesa. – al escuchar como la llame, ella me mira con sorpresa y me dice.
-si somos amigos, y si fueron ellos, Tobías me pego y me dijo que me lo gane por haberlos acusado contigo y que si los volvías a regañar me pegarían otra vez, yo no quiero que me pegue otra vez, él es muy cruel.
-no te preocupes cariño, no te volveré a perder de vista y no te volverán a pegar, siempre hay alguien más grande que puede pegar a otro. – le digo, parando mi camioneta frente a la casa de sus abuelos y bajando doy la vuela para abrir la puerta y bajarla en brazos, entro a la casa pues la señora Victoria ya nos esperaba con la puerta abierta. Y sin dejarla le digo
-te llevare a tu cuarto y quiero que descanses, yo estaré aquí mañana por ti para llevarte a la escuela, tengo que hacer algunas cosas, pero volveré. – Ángel asiente y me indica cuál es su cuarto, por lo que abro la puerta con cuidado y la dejo sobre su pequeña cama, y por fin conozco a mi homónimo el oso Alex. Que ella de inmediato abraza. Salgo de la habitación y la veo cerrar los ojos antes de cerrar.
-Que le paso Mayor, porque mi nieta trae un cabestrillo y un golpe en la cara. – me pregunta Victoria su abuela
-perdóneme señora Jhons, me distraje y los chicos la atacaron a la salida, ya le había llamado la atención a la hora del almuerzo, pero, cielos no creí que la golpearían, pero yo arreglare esto, el medico la reviso y solo es el golpe en la cara y el brazo, volvieron a torcerlo, según el medico la lesión no es nueva, pero el daño es constante no la deja curar.
-cielos, que debo hacer?
-el médico le inyecto un analgésico fuerte y debe usar el cabestrillo unos días, creo que no podrá ir a montar ni a la escuela, pero ya veremos mañana, por el momento debe descansar.
-se dejó inyectar? ¿Pero si ella les tiene miedo a las agujas?
-se dejó inyectar porque yo se lo pedí señora Jhons, no se preocupe, me voy tengo cosas que hacer, voy por su mochila y las cosas del almuerzo, ella debe descansar y no mover el brazo.
-yo me encargare de que este acostada, no se preocupe y gracias mayor.
Voy a mi camioneta y del asiento trasero saco la mochila de Ángel y la bolsa térmica con los restos del almuerzo, los llevo a la casa y los meto dejándolos en la mesa del comedor.
(septiembre 21, 2004 Jacksonville, Carolina del Norte)
(Victoria Amelia Worthington Jhons.)
Ver llegar a Ángel en brazos del coronel Stuart y con un cabestrillo no fue nada bueno pero saber que se dejo poner una inyección solo porque el coronel se lo pidió, eso es una sorpresa, por lo general James o yo tenemos que sobornarla para que se deje inyectar cuando lo necesita o de ser necesario lo hacemos a la fuerza, lo que causa que la lastimemos.
Esto me sorprende y mucho y mas el nivel de complicidad que han creado dos personas tan diferentes, pues el coronel Stuart es muy serio y responsable y Ángel es un ser de otro planeta podría decirse ya que es de una energía inagotable, alegre y risueña, además de inteligente.
Verlos juntos podría resultar interesante en un futuro!