CAPITULO 12 “Y siguen los eventos de Caridad.”
(Diciembre 23, 2015 Washington, D.C.)
(Victoria Ángel Ivanna Jhons)
Todo está listo ya para el baile de noche buena por los eventos de caridad y como me empeñe, compre la casa en Washington y con ayuda de Marcus el ahijado de Mamá Victoria, mi mansión señorial estuvo lista en solo dos meses, sería ahí en donde se celebraría mi próximo cumpleaños o eso esperaba.
En el Gran salón de eventos todo estaba listo para la fiesta y como un favor especial para mí, los dioses concedieron un clima agradable a pesar de ser invierno y estar casi todo nevado. Ahora solo había que esperar hasta el día de mañana, como era de esperarse yo estaba en mi casa, acompañada de la abuela Adele y de Mamá Victoria, papá y mamá, James con Lorena, Alexander y el Abuelo con Ricky llegarían mañana por la tarde.
Alex prometió volver a usar su uniforme de gala y todas sus medallas, lo que no sabe es que vestirá de esmoquin, el cual ya lo espera en el closet de nuestra habitación. Yo usare uno de tantos vestidos que Maritza me ha regalado y que no he tenido tiempo de usar, así como una de las tantas joyas que guardo en mi caja fuerte.
Me decido por un bello vestido color zafiro, por lo que busco entre todas mis joyas y escojo el collar de Zafiros que me regalara Carlo.
El día casi termina, yo he seguido trabajando con los papeles de la IRISU, he firmado varios reportes sobre análisis de problemas fáciles de resolver. Un robo de joyerías en plazas comerciales, fueron fáciles de localizar con las cámaras de vigilancia y tránsito de la ciudad.
Cuando me voy a la cama, lo primero que hago es preparar a Tedy y después llamar a Alex
- ¿Bueno, Ángel como éstas amor?
-Bien, te llamo para que me des las buenas noches.
-Buenas noches, cariño, ¡duerme bien!
-Buenas noches coronel, descansa y sueña conmigo
-Eso hare en un par de horas más!
-Alex, que estás haciendo? Porque no estas ya en casa si casi es media noche?- le pregunto escuchando ruidos como de gente.
-Estuve muy ocupado y como mañana estaré a tu lado, tenía que hacer algunas cosas.
-Oh, bueno te Extrañe!
-Yo también, pero entiendo que tienes muchas cosas que hacer, así podría pasar si me despliegan, lo sabes verdad?
-Si Alex, pero si te despliegan, yo estaré con los nervios de punta hasta saber que estas bien y de regreso en casa, en cambio, si yo salgo tu viajas conmigo o vas como apoyo y lo sabes bien.
-Si, ventajas que da la experiencia Mayor, además sus misiones son de protección y prevención, ¡pero a mí me despliegan en caso de guerra!
-Ni lo digas, si te despliegan tendrás un satélite vigilándote día y noche. - le digo claramente
-Conociéndote sé que así será. Ahora cierra tus bellos ojos y duerme yo estaré contigo, buenas noches y duerme bien mi pequeño Ángel.
-Buenas noches amor.- le digo y corto la llamada.
Un ruido me despierta y no sé qué es, yo no puse ninguna alarma, intento moverme, pero no puedo, siento algo pesado sobre mí, abro los ojos y veo su cabeza sobre mi pecho, por lo que lo acaricio. Solo una persona duerme así y me encanta.
Acaricio su cabello, ahora entiendo el ruido que escuche cuando hablamos, el muy tramposo estaba en el aeropuerto, lo que me extraña es que me acosté y abrace a Tedy y ahora estoy sobre mi espalda con Alex dormido en mi pecho, abrazado a mí, debió llegar de madrugada y muy cansado.
La alarma de su celular vuelve a sonar y me estiro tratando de alcanzarlo para apagarlo y lo que consigo es que él se abrace más a mi apretando su abrazo
Logro alcanzar su teléfono y apago la alarma por fin, no sin mucho esfuerzo y sigo acariciando su cabeza, solo a él se le ocurre poner la alarma a las cinco de la mañana.
Prendo el televisor y pongo bajo el volumen en una película conocida y un par de horas después lo siento moverse, lo observo y veo como levanta su cabeza para verme.
-Buenos días Coronel, durmió bien?- le pregunto con una sonrisa en los labios
-Si, quería darte una sorpresa esta mañana, pero veo que te despertaste antes que yo.
-Bueno sí, me despertó cierta alarma sonando hace un par de horas.
-MMM, no la escuche, lo lamento si te desperté.
-Necesitabas dormir, la apague y te deje dormir, me encanta despertar a tu lado lo sabes.
-Te amo. - dice levantándose para acercarse a mí y darme un largo y tierno beso.
-debemos levantarnos para desayunar con todos.- dijo Alex tras romper el beso
-si lo sé.- le respondo mientras lo siento moverse y levantarse de la cama para ir a su maleta
-Pon tus cosas en el closet amor, hay mucho espacio mientras yo me baño.
-Bien disfrútalo.
Entro al baño y me ducho rápidamente, para salir y secarme y ponerme como es mi costumbre crema hidratante, salgo en ropa interior y veo a Alex observarme para después entrar en el baño. Se que se controla y yo no se lo pongo fácil tampoco, pero pronto podremos estar juntos totalmente.
-“si en un año y un mes, para ser exactos”.- me dice mi conciencia.
-Ya cállate aguafiestas.- le contesto y sacudo mi cabeza para dejar de pelear conmigo mismo.
Entro en el vestidor y me pongo un pantalón y mis bucaneras de tacón alto de ocho centímetros y una camisa color turquesa, tomo mi chaqueta y salgo del vestidor, viendo que Alex ya ha salido del baño con los jeans puestos sin abrochar y sin camisa. Lo observo moverse y la verdad me encanta su cuerpo fuerte y tonificado, ni punto de comparación con los adolescentes de mi edad y es todo mío.
Me acerco a él y lo abrazo por la espalda, él me sujeta las manos y me jala hacia el frente
-Te gusta lo que vez?- me pregunta sonriendo
-Me encanta, Sabes que tendré que ponerte una marca de “no tocar, propiedad privada”?- él suelta una carcajada abrazándome fuerte y levantándome haciendo que enrede mis piernas en su cintura
-Solo si yo puedo marcarte igual o mejor “Propiedad de Alexander Stuart, si toca se muere”.- me dice y me da un beso en la nariz
-Me gusta eso, como crees que se vea el tatuaje!- le pregunto y el me observa
-No dejare que te hagas un tatuaje, arruinar tu perfecta y suave piel que me vuelve loco con un tatuaje, no señorita, pero con esto me basta.- dice y besa mi cuello algo bajo muy cerca del hombro para luego dejar una pequeña mordida.
-MMM, ahora eres licántropo o vampiro amor? - le pregunto y se ríe
-Un hombre lobo siempre marca a su hembra, así todos la respetan
-tendré que morderte yo Alex?
-No lo creo, llevo tu olor en mi piel y lo sabes, me encanta tu aroma.- dice olisqueando mi cuello
-Y a mí el tuyo. - le digo besando su cuello para seguir hasta sus labios.
Terminamos el beso por falta de aire y el me baja, toma su camisa y se termina de vestir, salimos juntos de la habitación y bajamos tomados de la mano.
Cuando entramos al comedor, todos están ahí y al decir todos hablo de papá y mamá, el abuelo, James y Lorena quien está estudiando para medico becada por la marina y Ricky, veo que no solo viajo Alex anoche.
-Buenos días dormilones.- dice mi abuela Adele
-Buenos días Abuela, no sé a qué hora llegaron pues en verdad no me di cuenta cuando Alex entro en la cama, pero me despertó la alarma de su teléfono.
-Es que quería levantarme temprano, salir a correr y traerte un ramo de rosas, además de hacerle el desayuno y llevárselo a la cama, pero me quede dormido. - dice Alex explicando su plan y por qué había puesto su despertador.
-Bueno pues ya que bajaron, siéntense a desayunar, ya todo está listo para esta noche y mañana será navidad, así que todos llegarán en el transcurso del día, lo bueno es que esta casa tiene espacio para todos nosotros y más. - dijo Mamá Victoria.
-Como se te ocurrió comprar esta casa tan gran de Ángel, es inmensa, lo podrías transformar en un hotel. - dijo mi abuelo
-Bueno, es que en realidad yo no tengo una casa, vivía en la suya abuelos y ahora con Alex, pero no tengo una casa mía y además necesitábamos algo grande con lo que ha crecido el clan.- les digo
-Amor, sabes que la casa en la base me la asignaron por ti y si me envían a otro lugar me reasignaran otra.- dice Alex
-Dudo que te reasignen de base Alexander, seria poner en riesgo a Ángel y la operación de la IRISU. - dijo mi padre
-Pero podrían mudar a la IRISU de lugar, lo sabes Richard.- dice Alex.
-Eso es difícil ya que necesitamos un complejo seguro y dudo que en Washington encontremos uno igual, habría que construirlo desde cero y la verdad es que no deseo batallar con eso. - les digo.
Todos desayunamos y hacemos planes para ir de compras, pues con el trabajo y todo, aun nos faltan algunos regalos para navidad.
Vamos todos en los vehículos a unos de tantos centros comerciales de Washington y pasamos el resto de la mañana y parte de la tarde de compras.
Paramos para comer en un restaurante y al ser un local no muy grande casi lo llenamos.
Cuando regresamos a casa, nos sorprende encontrar que todos mis tíos y primos han llegado, así como Pietro, María, Helena y Carlo con su Esposa Amalia y sus hijos Giovanny y Carmelina. Todos ya estaban instalados y comiendo en casa
Alex y yo nos fuimos a la habitación, lo vi suspirar y comenzar a sacar de una porta trajes su uniforme de gala, con sus medallas y sus zapatos bien pulidos, yo sonreí y lo abracé diciéndole
-Hoy no te hare ponértelo, sé que no te gusta presumir tus medallas, pero a mi si, eres un héroe y por eso te las han dado y me gusta pensar que eres mi héroe de verdad.
-Y ese tal Chris Evans o Capitán América?
-Alex, Chris Evans es un buen hombre, me cayó muy bien cuando lo conocí, es un gran actor y como fan de los comics te puedo decir que Stan Lee no pudo proponer a mejores actores para los papeles que interpretan. Nadie mejor que Robert para Ironman y que Chris para el Capitán, o que Chris para Thor. Pero de buenos amigos y grandes actores no pasan, tú Coronel en cambio eres mi héroe, me cuidas y proteges, me amas y sobre todo eres mío.
-Eso es cierto, soy todo tuyo. Pero si no me pondré el uniforme, que me pondré? No creo que me dejes ir de Jeans y camisa y mucho menos desnudo.- me pregunta sonriendo
-Claro que no, hoy no presumiré a mi héroe, esta noche seré la envidia de todas las mujeres en el salón. - le digo yendo al vestidor por su esmoquin, saliendo y poniéndolo frente a él en la cama.
-Solo tendrás que ponerte tus zapatos lustrosos, en verdad, limpiarlos con Champagne los hace brillar. - veo a Alex ver el traje y sonreír
-así que iré de pingüino?
-No de pingüino, no es un frac, es un esmoquin y como dije tendré que ponerte una cadena a mi porque serás el hombre más atractivo en el baile.
-MMM, una cadena? ¿Y eso por qué?
-Para atarte a mí y que ninguna otra te robe de mi lado.
-Eso sería imposible ya que soy el prometido de la mujer más hermosa e inteligente del mundo. - dijo Alex abrazándome.
-Aun así, creo que te daré esto, para que todas sepan que tienes dueña. - digo sacando del bolcillo de mi chaqueta una cajita y dándose la a Alex.
-El ve la cajita en mi mano y la toma, la observa curioso por todos lados y le digo
-Ábrela, no es una bomba, ¡lo juro! - Él suelta la carcajada y me observa negando con la cabeza y abre la cajita viendo atentamente el contenido.
-Es un anillo?- dijo Alex sorprendido
-Si, te gusta?- lo diseñe para ti.- le digo
-Me encanta.- dice sacando el anillo del estuche y poniéndoselo
-Mi anillo de compromiso!.- dijo Alex sonriendo, mirando el anillo en su dedo.
El anillo consistía en un cuadrado de oro con dos letras “A” entrelazadas o unidas en una de las bases. Una en diamantes rosas y otra en diamantes azules, rodeadas de un anillo de diamantes amarillos, el resto del cuadrado era de diamantes blancos, del cuadrado partían dos alas una a cada lado, dando forma a la banda de oro que rodeaba su dedo.
-Si con esto las demás mujeres no entienden que tengo una bella mujer que me ama y a la que amo, me dejare poner una cadena que ate nuestros tobillos cuando salgamos a algún evento.- le escucho decir, lo que me hace reír.
-Lo digo en serio cariño, yo solo tengo ojos para ti y no quiero que te alteres si alguna se acerca a coquetearme. - dice muy serio
-Si eso pasa, solo ven a mi lado y listo, yo te protegeré de todas esas lagartonas rompe hogares. - le digo abrazándolo, lo que lo hace soltar una sonora carcajada.
-Bien eso hare, pero ahora tú debes darte un baño de tina, de esos que te gusta y que tanto me gustan, pues siempre hueles muy bien, yo te ayudo si quieres. - me dice levantándome en brazos al estilo princesa. Que tierno.
-Lo que quieres es verme desnuda coronel!- le digo
-Juro que no hare nada malo, solo ayudarte a lavar tu cabello y tallar tu espalda. Palabra de Honor de marine.- dice alzando su mano, se ve tan tierno, pero al hacerlo casi me deja caer, por lo que me abrazo más a su cuello.
-Alex!
-Perdón ¡!!
-Bien, voy a preparar la tina y a sacar mi ropa y mi bata.- le digo y el me da un beso y me baja.
Son pocas las satisfacciones que puedo darle en el ámbito intimo hasta que nos cacemos o tenga la mayoría de edad natural, pues no quiero meterlo en problemas, así que, si lo hago feliz dejando que me ayude a bañar, tallando mi espalda o mis piernas, lo dejare hacerlo, aunque se bien que después toma largas duchas frías. Pobre de mi héroe; solo un poco más de tiempo Alex, solo trece meses y podre darte todo lo que tu mereces.
Voy al baño y comienzo a llenar la tina, pongo un poco de aceite de gardenias en el agua y lo disuelvo bien, preparo mi toalla y mi bata, salgo y voy por mi vestido, la ropa interior que usare de color negro y las medias imitación liguero, así como mis zapatillas y mi cartera, dejo todo en la cama y voy al vestidor donde me quito la ropa y me pongo la bata, dejando la ropa descartada en la canasta para la lavandería, cuando salgo llevo conmigo un abrigo o mejor dicho una capa de seda y piel a la antigua, se ve exquisita y ese era el fin de que Maritza la hiciera para mí.
Voy al baño y me paro frente a la tina que ya está casi llena, cierro los grifos y desato mi bata, para cuando lo hago siento las manos de Alex en mis hombros sosteniendo la bata.
Termino de quitarla y entro en la bañera, mojando todo mi cuerpo hasta el cabello, lo escucho hablar tras un minuto bajo el agua y al abrir los ojos lo veo preocupado, por lo que salgo del agua.
-Tranquilo Coronel, no me he ahogado, solo me estoy relajando, anda dame el shampoo. - él sonríe y me da u beso
-Eres una niña mimada, lo sabes?
-Si, soy tú niña mimada o no?
-Claro que sí.
-Anda lávame el cabello.- le digo dándole la espalda.
Siento como poco a poco comienza a masajear mi cabeza, lavando mi cabello
-Me encanta el aroma de tu cabello después de que lo lavas, pero este no dice nada de ser de gardenias.
-Porque no lo es, yo agrego un par de gotas de aceite de gardenias a la mezcla para que se perfume mi cabello, porque a ti te gusta.
-Pues muchas gracias.- me dice y siento un beso en el cuello.
Mientras el lava mi cabello, yo tomo el gel de baño y comienzo a tallar mi pecho y mis piernas
-Hey, ese es mi trabajo niña mía.- se queja quitándome la esponja de las manos cuando comienzo a tallar mis piernas.
-Bueno, entonces hágalo coronel, ¡el agua se enfría! - le digo alzando la pierna derecha, mientras me hundo para aclarar el shampoo de mi cabello, lo que lo hace reír
-No te ahogues, entendido?
-Claro que no. - le respondo, mientras él toma mi otra pierna comenzando a tallarla. Yo alargo la mano para tomar el acondicionador de cabello, pero él me gana y me lo da y mientras yo pongo solo un poco en mi cabello y lo dejo actuar, comenzando a lavar mi cara con mi jabón de gardenias, Alex talla mi espalda.
Vuelvo a hundirme para aclarar mi cabello y como siempre él toma la regadera manual y abre las válvulas regulando el agua, haciendo caer agua limpia sobre mi cabeza, tomo la regadera de sus manos y lo veo darse la vuelta para tomar mi toalla, sabe que es el momento en que me levantare y me enjuagare antes de salir de la tina; sé que me ve desnuda por el reflejo en el espejo, cuando cierro las válvulas, él sabe que es el momento para acercarse y darme la toalla, lo veo caminar de espaldas, hasta que toco su hombro, luego se voltea con los ojos cerrados extendiendo mi toalla a lo largo; me pongo cerca y tomo la toalla enredándola en mi cuerpo.
-Estoy lista Alex.- le digo y él abre los ojos sonriendo, se agacha y me levanta en brazos para sacarme de la tina evitando así que me caiga, me baja en el tapetillo y tras darme un beso en la frente, sale del baño cerrando la puerta. Dejando que seque mi cuerpo y me ponga la crema hidratante perfumada, me visto con la ropa interior, esta vez solo me pongo las bragas de encaje negro, pues el sostén es un corsé que tendrá que ayudarme a poner.
Cuando salgo ya he dejado vacía la tina para que Alex se pueda bañar.
-Alex me ayudas por favor?
-Claro que necesitas?
-Me pondré el corsé, pero hay que ajustarlo en la espalda, ya sabes, los cordones.
- ¿Si ya sé cuáles, quieres que llame a tu abuela?
-Amor, en algún momento deberás hacerlo tú.- le digo
-Lo sé, a ver hagámoslo.
Tomo el corsé después de quitarme la bata y lo paso por mi espalda y comienzo a abrochar los pequeños broches al frente, al terminar siento las manos de Alex en mis hombros subiendo hasta el cuello, en donde recoge mi cabello casi seco y lo retira dejando un beso en mi nuca, después siento como comienza a jalar los listones del corsé desde mi espalda, bajando poco a poco hasta mi cintura y luego llegar a mi cadera.
-Creo que ya está ajustado princesa. - lo escucho decir con la voz algo ronca
-Si, gracias amor.- le digo volteándome y levantándome sobre las puntas de los pies y tomándolo del cuello lo beso. Siento como sus manos rodean mi cintura llegando a mi espalda, para después apretarme contra su cuerpo mientras nos besamos.
Cuando por falta de aire nos separamos, él pone su frente pegada a la mía.
-Nena te amo, lo hare siempre lo sabes y solo pienso en ti y en el momento en que pueda hacerte mi mujer para toda la vida, nunca desconfíes de mí, no hay ni habrá otra mujer en mi vida, nunca te haría daño, eso quiero que lo comprendas, te esperare todo el tiempo que sea necesario.- me dice, puedo saber por su respiración que esta excitado al igual que yo, pero como lo conozco perfectamente, sé que no hará nada incorrecto que pueda dañarme ni física ni moralmente; eso me hace amarlo aún más.
-Lo sé Alex y te amo por eso, porque antepones mi bienestar al tuyo, porque me proteges y me cuidas y yo te amo más por eso. Tú y solo tú eres el hombre de mi vida, el único que existe y moveré cielo , mar y tierra por ti, lo entiendes verdad? Si por algún motivo nos llegáramos a separar o algo te pasara, no habrá poder humano que evite que vaya por ti, eres un marine y tu trabajo es peligroso, pero que se cuide aquel que intente separarte de mí o hacerte daño, pues quemare el mundo por traerte de regreso. - le digo y vuelvo a besarlo, sintiendo como se abraza a mí.
Se que entiende muy bien que no miento, nunca lo hago y él me entreno muy bien. Volvemos a separarnos y le sonrió luego le digo
-Sera mejor que vayas a bañarte, solo tenemos treinta minutos para bajar e irnos.
-Claro amor, vístete y ponte guapa, quiero que todos me envidien esta noche pequeña.
-Hare lo que pueda, más no prometo nada.- le digo sonriendo mientras lo veo entrar al baño.
Mientras Alex se da una ducha, yo me visto poniendo primero las medias, luego pongo mi bata y me siento ante el tocador, donde me peino y termino de secar mi cabello, luego me pongo perfume y me maquillo.
Para cuando Alex sale con una toalla enredada en la cintura yo tengo un vestido puesto, por lo que le pido
-Alex, me ayudas con la cremallera?
-Claro princesa, te vez hermosa, una verdadera princesa.
-Gracias coronel, es usted mi caballero andante. - le respondo cuando siento que sube la cremallera del vestido y deja un beso en mi nuca; cielos que no se dé cuenta que cuando hace eso me pone a mil por hora.
Vuelvo al tocador a terminar mi arreglo, dejando mi cabello suelto en suaves ondas, saco el estuche de Cartier del cajón de mi tocador y comienzo a ponerme los artes.
Se que Alex fue a vestirse al vestidor, salvo una vez que lo he visto bañarse, no me deja verlo desnudo, salvo a veces sin camisa.
Cuando sale estoy poniendo el collar, lo que se me dificulta y lo veo acercarse tomando el collar en sus manos para terminar de ponérmelo, también me pone los brazaletes. A él solo le falta ponerse el saco y la pajarita, se ve tan guapo. El sueño de toda mujer.
Cuando bajamos, todos nos están observando, debemos vernos bien, pues hasta la Abuela Adele sonrío al vernos y dijo
-La pareja Perfecta.
Subimos todos a los autos, por algún motivo la abuela Adele en lugar de ir en su Rolls Royce color negro y oro, nos lo cedió a Alex y a mí, ella viajo con mamá Victoria y el abuelo James, acompañados de mis padres; los padres de Lorena, Lorena y mi hermano James viajaron en otra limusina, todos mis primos fueron en la camioneta limusina, mis tíos en varias limusinas más.
Al llegar al salón del evento, una gran alfombra roja estaba extendida y una gran cantidad de reporteros estaban ahí, tratando de tomar la nota de la noche.
Un mayordomo abrió la puerta de Alex que salió y dio la vuelta al auto antes de venir a mi lado para ayudarme a salir dándome la mano.
Los fotógrafos dispararon sus flashes al bajar tratando de tomar mi apariencia, la cual estaba oculta bajo la capa y la capucha, una vez a medio camino bajo la capucha y hago aun lado solo un poco la capa, pues toca subir los escalones, lo hago poco a poco del brazo de Alex. Poco a poco todos van llegando y entramos al salón.
Al llegar arriba solo unos cuantos reporteros habían sido autorizados a estar en el evento, obviamente los más respetados. Una de ellas se acercó a preguntar
-Disculpa Ángel, tú siempre vistes muy bien y creo que a todos nos gustaría saber quién es tu diseñador pues nunca hemos visto estos vestidos en alguna pasarela.- yo le sonrío y quito la capa dejando ver mi vestido entregando la capa a Alex que la lleva al guardarropa.
-Veras Sara, todos mis vestidos son exclusivos, no hay otro igual, mi diseñadora es Maritza Barberini y tiene dos tiendas en Nueva York, una de alta costura en la quinta avenida y otra en la calle cincuenta y cuatro que es en realidad un gran almacén en donde encontraras ropa a precios accesibles diseñada por Maritza, así como zapatos, carteras y todo tipo de accesorios, sin olvidar abrigos.
-Vi que en lugar de abrigo usas una capa y por cierto tus zapatos son bellísimos.-
-Gracias Sara, los zapatos son de Ferdinando Sponti, al igual que mi cartera; la capa y todos mis abrigos los hace para mi Francesco Rosselini. En los almacenes Marion encontraras todas sus creaciones, así como una Joyería Gabrielle y una perfumería y una línea de cosméticos naturales muy buenos.
-Compras tu perfume ahí?
-No mi perfume aun no, pues están diseñando uno exclusivo para mí, pero si mi maquillaje “Belle” es una línea de cosméticos cien por ciento natural y para nada costosa.
-Pues muchas gracias por la información, creo que me daré un paseo por la Calle cincuenta y cuatro y la quinta avenida, en verdad estas bellísima.
-Gracias a ti Sara por venir y estar esta noche en este concierto de Sarah Brightman, la cena y el baile. Todos los pequeñines que se beneficiarán, lo agradecerán.- le digo despidiéndome de la reportera y lanzando un beso a la cámara, para entrar en el salón del brazo de Alex.
El baile fue magnifico, todos los invitados asistieron y a pesar de que el boleto llevaba aparejada una donación, todos en el lugar, donaron un poco más; hubo muchos asistentes que acudieron con el solo fin de apoyar y ser tomados en cuenta para futuros eventos, digo la abuela Adele conoce a muchas personas, no corrijo, conoce a todos los miembros de la alta sociedad de los Estados Unidos y para mi sorpresa, algunos asistentes no eran del país, como el príncipe Alí de Ajman, o a la princesa Alhelí y su esposo, quienes asistían en deferencia a mi rango como dama real de Ajman.
El baile fue un total éxito y hasta hubo quienes preguntaron si los eventos se harían cada año y la Abuela Adele tras mirarme dijo que si, pues hay muchas causas a las que apoyar, por lo que muchos de los invitados solicitaron ser anotados para futuras invitaciones, pues los eventos eran divertidos.
Yo me vi obligada a bailar no solo con Alex, sino también con varios asistentes más, uno de ellos ya algo pasado de copas, intento pasarse de listo y besarme y al forcejear un poco con él, Alex noto que necesitaba ayuda, por lo que fue a interrumpir el baile.
-Le importaría si bailo con mi prometida?- dijo fríamente al Don Juan de pacotilla alcoholizado.
-Que no ve que está conmigo?
-Si y también veo que le falta al respeto tratando de besarla y ella no desea sus atenciones, así que mejor déjeme a mi calmar a mi pequeño demonio antes de que salga de su botella.- le dijo sonriente, pero se bien que esa sonrisa es de dientes para afuera.
-Amigo no moleste y consígase a otra, esta se va conmigo.- vi que Alex apretó los puños y antes de que perdiera la paciencia preferí actuar, haciendo que mi compañero de baile perdiera el equilibrio y cayera al suelo.
-Se ha caído usted? Cielos, le dije que había bebido algo de más!- le digo al Don Juan de Pacotilla tratando de ayudarle a levantarse, Aldo y Vito a una seña se acercan y les digo.
-Llamen un Taxi para el caballero ha bebido de más y no podemos permitir que conduzca en ese estado
-Claro Ángel.- dijo Aldo llevándose al borracho, todos murmuraron y lo veían mal, pues estaba dando el espectáculo del año con su actitud de alcoholizado necio y prepotente.
Vi como Aldo lo sacaba del lugar con ayuda de Vito y tras disculparme con los asistentes en la pista seguí bailando, ahora en brazos de Alex.
La noche fue perfecta y nosotros nos retiramos del baile pasadas las tres de la madrugada, por lo que nadie en casa podía esperar que nos levantáramos temprano.