CAPITULO 5 “Una carrera en pareja?.”
(Mayo 27, 2017, Nueva York, N.Y.)
(Victoria Ángel Ivanna Jhons)
Están por dar la salida para comenzar la carrera y veo que Oso ha venido a sentarse a lado de Zeus, así que le ordeno
-Oso, ve con papá, búscalo.- lo veo pararse pero no se aleja, presiente que algo pasara y no se alejara de mí.
Suena la salida de la carrera, pues veo el humo de la salva y mientras todos los corredores parten juntos tratando de tomar los primeros lugares, lo que es sumamente peligroso pues puede provocar un accidente.
Así que le indico a Oso que vaya con Alex y le señalo las carpas, pero solo brinca y ladra, no hay forma de que se vaya y no se atraviese en la carrera, yo no puedo retrasarme más así que salgo a la carrera esperando que Oso no me siga, pero me equivoque, oso me sigue por detrás de cerca.
Comienzo a pasar un obstáculo tras otro, la ruta es la misma del año pasado, así que no tengo problemas con la ruta, sigo los obstáculos uno a uno y mientras yo salto los troncos, Oso los pasa por debajo si es posible o los salta, nada que un perro cazador de osos no pueda hacer.
Tras varios obstáculos veo como poco a poco van quedando detrás algunos jinetes que no han podido saltar y por tratar de sacarle la vuelta a un obstáculo pierden quince segundos detenidos por un juez observador.
Sigo avanzando y veo como más jinetes están amontonados por no saltar en tres intentos, por lo que para pasar pierden quince segundos más, a manos de los jueces de los diferentes obstáculos.
Oso pasa los obstáculos a mi lado, desgraciadamente ya han comenzado a caer los jinetes, dos de ellos al cruzar el arroyo, uno salto donde no debía y su caballo se lastimo, otro esta atorado en el lodo.
Encuentro a otro lastimado más adelante, el caballo se rompió una pata al saltar y caer mal. Oso y yo seguimos de frente con la carrera hasta llegar a la bifurcación y como ya lo hice una vez, voy por el único obstáculo rojo, la bajada por la colina.
Al acercarnos Oso aúlla pues vemos como ahí varios jinetes detenidos en el borde, viendo si lo pueden bajar, idiotas esto no se hace despacio ni detenido a cero, se hace a velocidad y con fuerza, así que tomo mi látigo y lo restallo en el aire, lo que hace aullar a oso, por lo que los jinetes se abren frente al obstáculo.
Sin perder ni un poco de velocidad llevo a Zeus contra la orilla y saltamos, al tiempo que vuelvo a restallar mi látigo, Zeus toca el suelo a todo galope y sigue bajando conmigo encima, pegando mi espalda a sus ancas traseras, Oso corre también a un lado, solo unos segundo después estábamos llegando abajo, por lo que restallo el látigo y salimos corriendo por la ruta marcada, Oso no deja de aullar, está feliz al parecer, solo le falta la presa en esta cacería.
Tras varios obstáculos más por fin nos dirigimos a la meta, en donde veo esperando a Alex y la abuela Adele, cuando cruzamos la meta en primer lugar, le llevamos ventaja a todos los demás competidores por varios minutos, todos se ríen pues mientras Zeus relincha y se para en dos patas proclamando su triunfo, Oso no deja de ladrar y saltar.
Dejo que ambos festejen hasta que simplemente Zeus se quedó quieto y Oso se sentó a sus pies, los fotógrafos comenzaron a sacar fotos para sus diarios. Vamos a donde esperan para atender al caballo y ahí desmonto, ya la prensa tiene su nota, voy a lavarme para después ir a donde estaba la familia.
Había que esperar a que todos los jinetes terminaran la carrera a fin de anunciar a los ganadores, esto para poder marcharnos a fin de que nos preparáramos para el baile de esta noche en donde se festejaría a los ganadores.
Vamos al refugio de la reina a pasar la tarde y a que nuevamente el ejército de la tortura se encargue de ponerme presentable para la sociedad norteamericana.
Después de comer Amalia me avisa que las peinadora, manicurista y maquillista están aquí, así que sin muchos ánimos voy a mi habitación en la torre, en donde Carmelina se ha encargado de prepararme un baño perfumado de tina
Tras veinte minutos en el agua perfumada, salgo y tras mi rutina de hidratación, comienzo a vestirme poniendo mi bóxer y mi corsé y sobre estos me puse mi bata roja de seda, la cual tiene un dragón dorado bordado en la espalda.
Salgo del cuarto de baño y veo que ya están esperándome las tres especialistas, la que comenzó fue la manicurista y mientras estaba sentada en el sillón con la manicurista atendiendo mis manos. La maquillista comenzó a poner un producto tras otro en mi rostro para limpiarlo muy bien, luego hidratarlo, luego darle luminosidad, para seguir con los llamados correctores, todo esto solo para preparar mi rostro para ser maquillado.
Yo solo respiro y las dejo hacer, ya las conozco y saben pues no es la primera vez que me torturan que no me gusta parecer payaso, por lo que la maquillista a pesar de usar una ingente cantidad de productos hizo mi maquillaje ligero y muy natural, además ella sabe que en mis labios solo puede usar el color rojo, por lo que me informa que ha comprado un color especialmente para mí, un rojo rubí muy bonito.
Eso es algo que también sabe la manicurista que también está preparada con un esmalte de uñas del mismo tono rojo rubí. Cuando terminan ambas la peinadora se alista para trabajar en mi cabello, para esto Carmelina dejo a la vista mi vestido, de un hombro en negro degradado a blanco y unas zapatillas y cartera negra, también una chalina negra.
Me peina con un medio chongo que termino en un gran rizo, cuando bajo ya lista para irnos, veo a todos listos; partimos al salón en donde la cena baile fue un éxito, pues se recaudó un poco más.