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Vendida

Mientras todos celebraban, Sophia solo podía pensar en los problemas de su familia, ella no estaba nada animada esa noche, así que levantándose, decide ir afuera a tomar un poco de aire.

Sentada en el jardín escucha a un hombre hablarle de manera muy grosera a una mujer.

Ella se acerca y ve como la pobre jovencita solo bajaba la mirada ante los gritos del hombre, indignada por la situación que veía, se acerca a ellos y le dice con voz firme al hombre que tenía a la joven intimidada.

_¡Oiga! ¿Porque le habla así? ¿No ve como está?.

Él posa sus ojos verdes penetrantes en ella enseguida, la mira de pie a cabeza y queda cautivado inmediatamente.

_¿No me escucho?_ Le vuelve a preguntar Sophia, con enojo.

Él sin contestarle nada, le ordena a la joven retirarse, la cual se va inmediatamente. Mira nuevamente a Sophia y le pregunta:

_¿Es tu costumbre meterte en conversaciones ajenas?.

_¡Disculpé! Esa no era una conversación, usted estaba tratando muy mal a esa pobre muchacha, sea quien sea, no tiene derecho a tratarla así.

_No, ella era mi asistente, y digo era, porque yo no tolero la incompetencia, no me gustan los errores.

Sophia lo mira con enojo, ella detestaba las personas que se aprovechaban de su condición para tratar mal a los demás.

Sin decirle nada más intenta volver al salón, pero él la detiene tomándola por el brazo.

_¿Cómo te llamas?_ Le Pregunta con autoridad.

Sophia lo mira y arruga las cejas, ella le quita la mano y le responde:

_No quiero darle mi nombre a alguien como usted_ Vuelve al salón sin decirle nada más.

Pero el acto de Sophia la había condenado, ese hombre que ella había confrontado, era nada más y nada menos que Gerónimo Lascuráin, el invitado de honor de la fiesta, el multimillonario hotelero que había llegado a Italia.

Durante toda la noche, Gerónimo no dejaba de mirar a Sophia, para él ella era una mujer diferente, todas las demás Lo único que hacían era coquetear con él, pero ella no, ella era distinta.

Al día siguiente, Nataly la madre de Sophia se despierta con una idea en la cabeza, pero no sabe cómo ejecutarla.

_¿Me Puedes decir que tienes?_ Le Pregunta Ignacio.

_Anoche Karla me mostró al nuevo multimillonario hotelero que llegó a Roma, Gerónimo Lascuráin se llama.

_Si, era el invitado de honor de la fiesta, todo el mundo hablaba de él, la verdad a mí me pareció un hombre bastante arrogante y prepotente.

_Si, pero también multimillonario, mucho más que Sebastián.

Ignacio mira a su esposa y levantándose le pregunta cruzando sus brazos.

_¿Y? ¿Qué me quieres decir con eso?.

_Que si queremos salir de este problema en el que estamos metidos por tu culpa, tenemos que tomar decisiones radicales, sí Sophia se casa con Sebastián las cosas no van a cambiar, él está sujeto a su padre, no tiene una fortuna propia no nos va a poder ayudar, eso sí la boda llega a realizarse, ya que anoche me enteré que todo el mundo sabe lo que hiciste, la cuestión es, que este hombre no depende de nadie, él es el dueño absoluto de toda su fortuna, si logramos que él se fije en nuestra hija y se case con ella, todos nuestros problemas están solucionados.

_¿Tú estás loca? Sophia jamás dejará a Sebastián, además, aunque logres que ese hombre se fije en Sophia nosotros tenemos poco tiempo.

_Podemos hablar con tu jefe y pedirle una prórroga hasta que lo logremos que por lo menos Gerónimo se comprometa con Sophia, hoy mismo voy a averiguar dónde vive.

_No Nataly, eso es una locura.

En ese momento, tocan la puerta de la habitación.

_¿Quién?_ Pregunta Nataly.

_Señora, hay un hombre qué necesita hablar con usted dice que se llama Gerónimo Lascuráin.

Nataly queda atónita, no podía creer lo que había escuchado, ella e Ignacio quedan con la boca abierta.

Después de arreglarse rápidamente, Nataly baja a la sala, al ver a Gerónimo ella pone una gran sonrisa en su rostro.

_Señor Lascuráin, esta es una verdadera sorpresa, jamás imaginé que usted vendría a nuestra casa.

_Buenos Días señora_ Le contesta él secamente.

_Buenos días, pero dígame ¿En qué puedo ayudarlo?.

_Soy un hombre muy directo, no me gusta estar con rodeos, estoy aquí porque anoche conocí a su hija, no me quiso decir su nombre pero sé que se llama Sophia, ella me gustó, me gusto mucho, y estoy enterado de su situación económica, así que señora Soler, yo quiero ofrecerle un trato, la mano de su hija a cambio de solucionar todos sus problemas económicos ahora mismo ¿Qué me dice?.

Nataly queda paralizada, no podía creer lo que él le estaba diciendo, ella no podía perder la oportunidad que tenía frente a sus ojos, así que sin importarle la opinión o los sentimientos de su hija, acepta inmediatamente.

_!¿Qué estás diciendo mamá?!_ Grita con desesperación Sophia, al escuchar a su madre.

_¡Sophia Tienes que pensar en tu familia! Ese hombre a pagado la deuda de tu padre, además lo ha salvado de ir a la cárcel, ahora es tiempo que tú cumplas y te cases con él.

_¡¿Pero tú estás loca?! ¡¿Cómo pudiste venderme mientras estaba en la universidad?! ¿Acaso estamos en los tiempos antiguos donde las mujeres eran vendidas como objetos?.

_No, ¡Pero si estamos en los tiempos donde si no tienes dinero no eres nada! Además tu padre tenía un pie en la cárcel ¿Acaso eso era lo que querías?.

Sophia se sienta en la escalera tratando de respirar, ella pensó que todo lo que estaba viviendo era una pesadilla, su madre en cuestión de horas la había entregado a un hombre que ni siquiera conocía, que jamás había visto, al menos eso pensaba ella.

Era como una de esas novelas de época, donde la protagonista era vendida como un pedazo de tela.

_No mamá, yo no me voy a casar con ese hombre, no sé cómo vas a hacer para devolverle ese dinero pero no me voy a casar con él.

_¡Tú te casas y punto! Yo le firmé un contrato donde dice que si tú no te casas con él, se quedará con esta casa y todo lo que tenemos, yo no voy a ser pobre Sophia, así que tú hoy mismo te vas a comprometer con él.

Sophia la mira con furia, decepcion y tristeza, nunca imaginó que iba a sentir odio por sus propios padres, ella estaba siendo obligada a renunciar a todo lo que amaba, a su novio, a sus estudios, a su vida.

Esa noche, antes de conocer a su nuevo prometido, Sophia es obligada a hacer algo que le destrozaba el corazón y el alma por completo.

_¿Qué me estás diciendo?_ Le Pregunta Sebastián_ Después de escuchar de los propios labios de su novia que todo había terminado entre ellos.

_Lo siento mucho Sebastián, pero me imagino que estás enterado de nuestra nueva situación, mi mamá tuvo que aceptar el trato de ese hombre para poder salvar a mi padre de la cárcel y yo tengo que cumplir.

_Esto es irreal ¿Acaso estamos en la antigüedad? ¡Sophia por favor! Nadie puede obligar a otro hacer lo que no quiere, por qué mejor no me dices la verdad, ¡Dime que ese hombre te parece mucho mejor que yo porque es un multimillonario que no depende de su padre!

_No, eso no es cierto, te juro que te estoy diciendo la verdad_ Le dice Sophia llorando.

Sebastián no le cree, él la mira con odio y le dice:

_Deseo que seas muy feliz con ese hombre entonces, eres una mentirosa, jamás me amaste.

Sophia ve irse al amor su vida con el corazón despedazado.

Cuando vuelve a la casa y ve al hombre que ella había confrontado en la fiesta, pregunta con asombro.

_¿Usted?.

_Hola nuevamente_ Le contesta Gerónimo, con una pequeña sonrisa burlesca en su rostro.

_Hija, él es Gerónimo Lascuráin, tu prometido_ Dice Nataly con una sonrisa.

_No, yo no me voy a casar con usted_ Exclama ella.

_Ok, señora su hija acaba de decir que no se va a casar conmigo, así que le exijo que ahora mismo salgan de esta casa y me den las escrituras de ella_ Le dice Gerónimo a Nataly inmediatamente_ Mientras mira a Sophia.

Con angustia, Nataly va inmediatamente donde Sophia y tomándola por el brazo con fuerza le dice al oído.

_Sophia por favor, hazlo por nosotros.

Ella le suelta el brazo y la mira con una profunda tristeza.

Sophia no tiene más opcion que aceptar, Gerónimo Lascuráin iba a ser su esposo, ella sería una ESPOSA OBLIGADA.

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