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La mejor escort

Pov Ally

— Entonces nos vemos mañana Ally, no olvides el trabajo — Laura me dijo en el marco de la puerta de mi casa antes de irse.

— Si, lo sé. El trabajo ya está en mi mochila, ¿Algo más señorita? — Le pregunté dando un bostezo, el sueño ya se había apoderado de mí ser.

— Sí, que ya no te andes creyendo actriz de novela mexicana y andes dando bofetadas, te juro que de solo recordar esa escena me dan ganas de reír de nuevo — Laura me estaba molestando y por lo visto esto duraría hasta que encuentre algo nuevo con que molestarme.

— Ja, ja, ja. ¿Te consigo una lupa para que busques el chiste o qué?... Ya largo cosita.

— ¡Adiós peque!

Cerré la puerta y me fui rápidamente a mí habitación, me tiré a la cama boca arriba y no sé porque pero... Una sonrisa apareció en mi rostro en el momento que recordé el beso que me dio la chica castaña... ¿O debo decirle Elena?, Que lindo se escucha su nombre Elena, es como una caricia en mis labios al mencionarla, lleve dos de mis dedos a mí boca, rozé despacio mis labios, cerré mis ojos, aún sentía la sensación de tener sus labios sobre los míos "Elena" volví a pensar en ella y sonreí de nuevo. ¿¡QUE!? ¿¡Acaso estoy estúpida!? ¿¡Porque pienso en ella!? Sacudí mi cabeza para ahuyentar esos pensamientos de mi cerebro, me levanté de la cama y corrí hacia al baño.

Mientras cepillaba mis dientes peleaba conmigo misma.

¿Cómo puedes pensar en ella Allyson Sofía ?

Ella es tan descerebrada, tan desagradable, irritante.

¡¡¡Prohibido pensar en ella Allyson Sofía !!! ¿De acuerdo?

— ¡De acuerdo! — me conteste a mí yo del espejo y escupí la pasta dental.

Salí del baño y saqué de mi clóset mi pijama de Minnie mouse, me la coloque rápidamente, me volví acostar en mí cama y cerré mis ojos.

_____

Me encontraba en el comedor al lado de mi hermanita Vale, ambas comíamos cereal con leche ya que ese es el platillo que, no es por presumir, pero me sale ¡De—li—cio—so!

— Ally muy pronto tendremos una salida al museo en el cole y necesito ir — Vale me contaba mientras comía de su cereal.

— ¿Y cuál es el problema pulga? — le pregunté viéndola fijantemente.

— Que le dije a papá pero...— Vale hizo pausa y soltó un suspiro — pero él me dijo que no tenía dinero, que sería a la próxima.

Me dio rabia escuchar que mi papá no tuviera dinero para pagar la salida de Vale al museo, pero si tenía dinero para darle sus gustos súper caros a Mariana.

— ¡No te preocupes pulga!... Tendrás el dinero para tú salida.

— ¡Gracias Ally, eres la mejor hermana mayor del mundo!... Y por cierto necesitaré un nuevo inhalador, revise el mío y ya casi está vacío — Vale me dijo poniéndose de pie para ir a la escuela.

— No te preocupes hermana, también tendrás tu nuevo inhalador — Le sonreí para tranquilizarla, se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla como despedida.

Papá bajo las escaleras, nos saludó y se llevó a Vale al colegio. Me quede pensativa en la mesa en todos los gastos que tengo, solo espero de que el cliente que tenga Lina me pague bien para poder cubrir los gastos de Vale.

Pare un poco para tomar aire, después de quedarme escuchando los reclamos de Mariana sobre la comida, se me hizo tarde. Mientras recuperaba la respiración vi que Mario venía caminando hacía a mí.

— ¡Ho—hola All—Ally—Ally! — Mario me saludó con una sonrisa la cual le devolví.

— ¡Hola Mario! — Lo saludé cuando ya había recuperado mi respiración.

— Po—Ally yo lo—lo siento, Elena me obligó a de—decirle donde estudiabas y...

Lo interrumpí cuando escuché el nombre de la castaña.

— Así que... ¿Ella te obligo a decirle donde estudiaba? — Le pregunté y él asintió con su cabeza.

— yo—yo no quería Ally — Mario me decía muy preocupado, coloqué mi mano en su hombro y le pedí que se tranquilizara.

— No te preocupes Mario, te aseguro que le di una lección de la cual no olvidará por el resto de su vida, solo espero ya no volver a ver a esa idiota en mi vida.

Pov Elena

Estacione a mí consentida en el parqueo de la casa donde me llevaba Óscar, baje de mi motocicleta y me detuve a observar aquella casa por fuera, era algo rústica y Clásica, de un tamaño bastante grande.

— ¡Apúrate tortuga! Ya quiero que veas la sorpresita que te tengo — Oscar me dijo empezando a caminar hacia la entrada de la casa.

Acomodé mis gafas oscuras encima de mí cabeza. Cuando entramos pude ver que la casa era muy... ¿Rosa? Sonreí al ver a las hermosas chicas que había en este lugar. Morenas, rubias, pelirrojas, etc. ¡ESTOY EN EL CIELO DE LAS MUJERES!

— Se te cae la baba Elenacita — Oscar me dijo con una sonrisa de complicidad.

— ¡Oh por Dios! ¿Y cómo no? Mira que buenas chicas ay aquí — le dije sin dejar de verles el trasero a las chicas que pasaban enfrente de mí.

— ¿Usted es Oscar Robles? — una chica rubia le pregunto a mi amigo.

— Sí, soy yo.

— La señorita Lina los espera.

— ¡Gracias! — respondió Oscar y empezó a subir las escaleras.

La chica que le había hablado a Oscar me miraba de pies a cabeza, se mordió el labio inferior, ambas cruzamos miradas y yo sonreí coqueta.

— ¡Hola! — La chica me hablo muy seductoramente.

— ¡Hola! — le respondí sonriente.

— Soy Manu Gómez, ¡La mejor escort de aquí!, Así que si deseas pasarla bien con una compañía agradable, estaré aquí para ti. Será un gran placer servirte.

¡Uyy, esto se estaba poniendo mejor de lo que pensé!

— ¡Gracias preciosa! A mí me...

— ¡ELENA! ¿Porque demonios no subes? — le hice un mal gesto a Oscar por haberme interrumpido.

— ¡YA VOY! — le respondí entre dientes.

— Hablamos luego preciosa — Le guiñe un ojo, la chica asintió y subí rápidamente las escaleras.

Oscar me llamo desde el marco de una de las habitaciones. Cuando entre me di cuenta que estaba en un despacho u oficina, había una señora alta, de pelo castaño, delgada y vestida de una manera semi formal. La señora nos invitó a sentarnos en las sillas que estaban enfrente de su escritorio.

— Mario me dijo que querías a una escort, Oscar — La señora le hablo a mí amigo.

— Sí Lina, es para mi amiga aquí presente — Oscar dijo señalándome y la señora me sonrió — Ella es mi amiga Elena Bravo y necesita una escort para un fin de semana.

— ¡Un gusto Elena!, Soy Lina — La señora me extendió su mano como saludo, yo apreté su mano y le sonreí.

— ¡El gusto es mío!, Y si yo necesito una escort, Oscar me platicó sobre este lugar y a mí me pareció muy bien su idea de contratar una, necesito contratar a la escort por un fin de semana. Ella tendrá que hacerse pasar por mi novia y... ¡Listo! Eso es todo — le platique para que la necesitaba en un breve resumen.

— Ok... Elena cómo eres una cliente especial, he elegido a la mejor de mis escort para ti — sonreí al pensar en aquella chica rubia de afuera, ella me dijo que ella, es la mejor de las escort — ella es hermosa, la más talentosa, tiene una excelente presentación ¡Es toda una mujer en la extensión de la palabra! Y la aparte especialmente para ti Elena...

Lina fue interrumpida por el sonido de la puerta.

— Creó que es ella — Lina dijo con una sonrisa — la cité para que la puedas conocer en persona, nunca dejó que la vean en persona antes de la cita pero tú eres mi cliente especial.

Yo estaba muy confundida, se supone que la mejor de las escort es la chica rubia que está allá abajo ¿Porque tanto misterio y no la hizo subir de una vez hace rato?

— ¡Adelanté! — Lina le dio la instrucción para que entrará.

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