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Capitulo 3.

Liz la directora te ha mandado llamar. Dice Cris sin levantar la vista de su móvil.

Hace tanto que no tengo uno que hasta siento cierta añoranza. Pero bueno desde que mis padres murieron he aprendido una cosa.

No siempre se puede tener lo que deseas.

Da igual tu dinero, tu posición, tu educación siempre desearas algo imposible de alcanzar.

Bajo las escaleras. Llamo a la puerta del despacho.

- Pase, dice una voz en el interior.

Abro la puerta y me posiciono delante de la directora pero a una distancia prudente.

- Me llamaba señora, digo amablemente.

- Señorita Mary Lizbeth Hamilton, la señorita Madisson Martínez me ha informado que usted requiere un permiso para salir el fin de semana. Es cierto?

Esto es en serio cada vez que se dirige a mi lo tiene que hacer con mi nombre completo más mi apellido!! Tengo que fijarme si hace lo mismo con todas.

Yo asiento con la cabeza.

- Está bien, vamos a llamar a sus tíos. Dice sacando un libro más viejo que la tierra misma. Busca entre las páginas y marca el número en el teléfono. En serio está mujer es muy rara!!

- Señores Hamilton, les llamo del internado Agnes Sampson. Soy la directora....

Su sobrina pide su permiso para poder abandonar el internado el fin de semana en compañía de unas amigas...

Pasan lo que parecen minutos y ella no habla parece escuchar. De vez en cuando me lanza una de esas miradas que tanto me incomodan.

- Muy bien, les mantendré informados. Gracias y buenos días.

Guarda el libro en un cajón de su escritorio, bebé un poco de la taza que tiene junto a su ordenador.

Está en silencio, un silencio bastante incómodo no sé si debería ser yo la que dijera algo. El ambiente está tan tirante que se podría cortar con tijeras.

- Señorita Mary Lizbeth Hamilton, tiene permiso para salir.

- Gracias, digo torpemente mientras salgo de su despacho.

Esto debe de ser una broma me ha tenido todo ese tiempo esperando allí, para solo decirme eso!!

Aunque estoy contenta. Solo espero que llegue el desayuno para poder marcharnos. Estoy nerviosa por fin voy a hacer algo con las chicas de mi edad.

No solo leer y estudiar. Tengo una sonrisa puesta en la cara que no creo que nada ni nadie la pueda borrar.

Abro la puerta de mi habitación.

- Sorpresa!! Dice Madi y Cris mientras me lanzan confetis y globos. - Feliz cumpleaños dicen al unísono.

- Gracias, acierto a decir la última fiesta de cumpleaños fue hace tanto. Pero bueno no puedo vivir en el pasado.

- Dime que tienes permiso? Dice Madi entusiasmada.

Yo asiento con la cabeza. Una sonrisa muy rara se forma en su rostro.

- Vamos a prepararnos. Dice Cris mientras me entrega una bolsa.

La abro y saco un pequeño vestido rosa, con unas sandalias de tacón en el mismo tono. Yo la miro sorprendía.

- Venga póntelo es tu regalo y un regalo no se puede rechazar. Dice haciendo un puchero.

Ya estoy lista, llevo puesto mi vestido nuevo y mis sandalias, me han peinado y maquillado. Me veo hasta mona en el reflejo del espejo.

- Es un poco corto? Digo avergonzada.

- Es perfecto. Dice Cris.

- Desayunamos y nos vamos. Adjunta Madi.

El desayuno a sido perfecto si obviamos que alguna de las chicas me miran mal. Está siendo el mejor de los cumpleaños.

Estamos en la puerta, nos paramos cerca de un descapotable rojo.  Las chicas se suben a él mientras yo las miro.

- Vamos a qué esperas? Dice Cris arrancando el motor. Me siento en la parte de atrás y me pongo el cinturón.

Disfrutó del paisaje, de los bosques de la brisa sobre mi cara, solo espero no comerme ningún bicho.

Después de algo más de veinte minutos estamos en el pueblo. La verdad es que es bonito y más grande de lo que pensaba.

Estacionamos en un parquin y bajamos del coche, acomodo mi pelo después del viaje. Bueno así no se verá mal. Digo para mi.

- Vamos a buscar a los chicos, nos están esperando. Dice Madi guiñándome un ojo.

What?? creía que íbamos a estar solas las tres, solo espero no arrepentirme de haber venido.

Les sigo el paso estoy nerviosa para que negarlo.

Llegamos a lo que parece el centro del parque, hay varios chicos sentados en el borde de la fuente.

- Niñas llegan tarde. Dicen dos chicos idénticos.

Se levantan y besan apasionadamente a mis amigas.

Me he quedado en shock, esto no me lo esperaba.

- Chicos les presento a Liz, es nueva en el internado. Háganla sentir bien, además es su cumpleaños.

Yo sonrió tímidamente, no se qué decir. Los novios de mis amigas se acercan a mi, porque digo yo que serán sus novios.

- Yo soy Rod.

- Y yo Tod.

Dicen los gemelos, eso gemelos es lo que deben ser. Además tienen el mismo nombre que los niños de los Simpson los hijos de Flanders. Una sonrisa se forma en mi boca.

- Ese de allí es Mack . Nada más decir su nombre me saluda con la mano. Y el que juega con el móvil es Evan. Levanta la mirada del móvil y la posa en mi. Esos ojos verdes me van a hacer perder la cordura. Lo sé!!

- Encantada, digo mientras muerdo mi labio inferior. Menos mal que Cris tapo mi morado si no ahora mismo me vería horrible digo para mí.

Debo decir que Mack es muy agradable, hemos pasado la mañana conversando mientras tanto los tortolitos no han dejado de meterse mano.

En cambio Evan no ha dicho nada, se ha mantenido en silencio, solo a soltado algún gruñido. Cuando ha visto que Mack se acercaba un poco a mi.

La verdad que es raro pero es tan guapo, no se porque siento algo extraño que me lleva a él. No se lo que me pasa con este chico.

Hace un rato que se han puesto en plan machito, jugando a pelear. Yo creo que esto no va a terminar bien.

Veo como Evan se quita la camiseta y ahora sí!! He muerto y estoy en cielo!!

Tiene un cuerpo trabajado, sus abdominales bien marcados. Luce tatuajes sobre su pecho y ambos brazos tatuados.

Vaya creo que me ha pillado mirándolo. Que vergüenza el solo ha puesto una sonrisa y a seguido con su juego.

- Chicos dejen de jugar y vamos a comer? Dice Cris levantado la voz.

Los chicos se ponen las camisas, una lastima por qué tienen unos cuerpos para ser admirados. Pero sin dudarlo yo elijo al rubio de los tatuajes...

Estamos en una cafetería parece sacada de los años 50 la verdad es que me encanta la decoración ya, ya sé soy un poco rara.

La camarera hace un momento que nos ha tomado nota yo he pedido una hamburguesa con queso y una ensalada, para beber una Coca-Cola hace tanto que no tomo una que estoy deseando saborearla.

Estoy sentada con Evan y Marck, las chicas ya os podéis imaginar donde están sentadas. Hace un momento se estaban alimentando con la boca. Jajajaja

Marck ha intentado sentarse a mi lado pero Evan le ha lanzado una mirada que lo ha hecho retroceder y sentarse en el banco junto a el.

Este chico es bien raro, no me habla pero no deja que nadie se me acerqué.

Llega la comida la devoro rápidamente tengo mi Coca-Cola y llamo a la chica para que me traiga otra los chicos me miran sorprendidos.

- Yo... Yo lo siento disculparme, hace tanto que no disfrutaba de una comida así que supongo qué he sido maleducada. Digo avergonzada.

- no te disculpes no has hecho nada mal simplemente es que nunca habíamos visto a una chica comer así!! las demás apenas si comen suponemos que no quieren engordar. Dice Marck mientras comienza a reír.

- La verdad es que me da igual engordar, lo único que quiero es sentirme bien. No necesito la aprobación de nadie. Digo mientras tomo la pajita de mi Coca-Cola.

El día pasado volando nos despedimos de los chicos con intención de verlos mañana.

Estamos de camino al internado es un poco tarde son casi las diez solo espero que la directora no nos regañe.

La Luna está en lo más alto las chicas se paran en el jardín clavan sus miradas en mi mientras Madi me dice:

- Liz no te asustes sé que no te han explicado nada tan solo ten la mente abierta.

Pasan unos minutos y no dicen nada simplemente me observan.

- Está bien no eres un licántropo, ni un vampiro y tampoco un demonio, con la luz de la luna se debería haber mostrado. Creo que ya se qué tipo de criatura eres.

Ahora sí ya se porque estás chicas se acercado a mí. Están locas de remate.

- Liz haz un conjuro, dice Cris.

Lo mejor será que le siga la corriente no quiero que se vuelven locas y me ataquen.

Señaló una roca y digo en broma:

- alakazum catapun chinpun!! Digo mientras me río.

La piedra se levanta y comienza levitar hecho un paso para atrás asustada y la piedra cae al suelo.

- Eres una bruja como sospechábamos, y no una corriente por lo que se ve. Vamos a la habitación hay mucho que explicarte.

No entiendo nada, será mejor que escuche lo que tienen que contarme. Presiento que va a ser una noche larga.

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