Capítulo 5.
Ivy platicaba plácidamente con Wilson así que me separe de ellos para darles más privacidad, camine por todos los pasillos del campo y me encontré con una gran piscina, habían pocas personas nadando así que me senté en una de las sillas que estaban en aquel lugar y me relaje un poco.
—¿descansando? —pregunto Ryder.
Di un respingo asustada y me gire para verlo, dio unos pasos hacia mi y se sentó a mi lado.
—eso parece —respondí.
—este no es un lugar para ti —dijo Ryder fijando su vista en la mía.
—¿perdona? —pregunte ofendida.
¿Acaso no cree que sea lo suficientemente buena para estar aquí?
—pareces alguien muy inocente y... Pura —murmuró el con satisfacción.
Sus ojos marrones se convirtieron en un color aún más oscuro y se inclino lentamente para quedar cara a cara, su aliento choco con el mio y yo apreté mis manos nerviosa.
—no me conoces —susurre débilmente.
—se más de lo que crees —Ryder acomodo un mechón de mi cabello y paso sus dedos por mis labios, acariciando nuestro tacto.
Mi respiración se torno agitada y mi corazón amenazaba con salir de mi pecho, Ryder tenía una mirada llena de lujuria y peligro lo cual me hacía querer saber más, mucho más.
—cuídate tus espaldas —susurro en mi oído causando un escalofrío.
Se marchó dejándome confundida y con la respiración entre cortada.
Me dirige a mí primera clase y me senté en los últimos asientos.
—bienvenidos, soy la maestra Carol y yo les enseñaré todo sobre la evolución humana —la maestra Carol se veía joven, de quizás 33 años, su cabello color castaño se veía muy bien arreglado, sus ojos eran de un curioso color avellana y su piel era morena.
Nos llevó a un laboratorio bastante espacioso y en él habían un sin fin de frascos con etiquetas en el.
—nosotros somos una evolución perfecta, entre más nos reproducimos más fuerte es nuestra descendencia, con los años seremos aún más fuertes, veloces, inteligentes y peligrosos. Pero también podríamos cortar ese tiempo —comenta Carol con una sonrisa.
Todos la miramos confundidos y ella continúa.
—se han tomado muestras de nuestro patrón genético y hemos comprobado que podemos mutarlo aún más, ser prácticamente inmortales —hay una sonrisa de satisfacción en el rostro de Carol, debe ser un orgullo para ella decirnos aquellas palabras.
La maestra sigue dando su clase a lo que yo me limito a escuchar lo más interesante, resulta que también hay una inyección que te hace "morir" por el tiempo que los científicos quieran, lo utilizan para alguna investigación lo cual no me parece correcto.
La clase termino horas después y yo salí de aquel lugar con dolor de cabeza, me dirigí ala cafetería y ahí estaba Ivy esperándome con mi almuerzo.
—¿donde te habías metido? —pregunta ella con los brazos cruzados.
—estaba en clase —respondí con una mueca.
—me dejaste sola con Wilson —dice indignada.
—¿y que esperabas? Estabas coqueteando con el, respeto la privacidad amiga —dije con una ceja levantada.
Ivy se sonrojo en respuesta y golpeó mi hombro segundos después.
—me comentó algo sobre Ryder —dice ella cambiando su semblante.
—enserio, ¿qué cosa? —respondí tratando de ocultar mi nerviosismo.
—dicen que el es un experimento de este campo de entretenimiento —dijo Ivy seriamente.
Abri mis ojos como platos y negué con la cabeza.
Por eso no podía ver sus recuerdos... Se los han arrebatado.