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Eres mia y solo mia

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Freddy
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Sinopsis

- ¿Por qué detuviste el ascensor? - pregunté. Se giró para mirarme de nuevo. - ¿ Decías? - preguntó ignorando por completo mi pregunta. Dio otro paso hacia adelante y yo di otro paso hacia atrás y me golpeé la espalda contra la pared al sentir el frío del espejo sobre mi piel. -Que te gusta.- dijo . - Yo no... - - - , balbuceé mirando hacia abajo mientras Gregorio acercaba su mano a mi rostro, tirando de un mechón suelto detrás de mi oreja. Incliné mi rostro hacia arriba para encontrarme con sus ojos azules. Se acercó más a mí cuando nuestros pechos se tocaron. Tragué saliva contemplando nuestra corta proximidad. Luego deslizó sus dedos por mi brazo desnudo, poniéndome la piel de gallina. Se inclinó más cerca de mí. - ¿Tiene ese efecto sobre ti? - susurró mientras su fresco aliento mentolado acariciaba mi mejilla. Mi corazón latía con tanta fuerza contra mi pecho que parecía que se iba a salir para unirse con el suyo. Había una pequeña sonrisa en sus labios que me hizo sentir que estaba disfrutando de lo que me estaba pasando. Con un movimiento rápido, deslizó su brazo alrededor de mi cintura, atrayéndome más hacia él. Dejé caer los archivos y mi bolso y puse mis manos sobre su gran pecho musculoso. Su rostro estaba a escasos centímetros del mío. -Gregorio ...- , susurré mirando sus labios. - Dime. - Susurró con su voz profunda y aterciopelada mientras acercaba su otra mano a mi rostro, acariciando mi labio inferior con su pulgar. Miré hacia atrás a sus ojos azul océano para verlo mirarme los labios con sus ojos oscuros y lujuriosos. Apartó un mechón de cabello de mi hombro exponiéndolo. Se acercó cada vez más a mí.

RománticoDulceUna noche de pasiónSEXOAmor a primera vista Amor-OdioCeloso

TRAILER

— ¿Por qué detuviste el ascensor? — pregunté.

Se giró para mirarme de nuevo.

— ¿ Decías? — preguntó ignorando por completo mi pregunta. Dio otro paso hacia adelante y yo di otro paso hacia atrás y me golpeé la espalda contra la pared al sentir el frío del espejo sobre mi piel.

—Que te gusta.— dijo .

— Yo no... — — — , balbuceé mirando hacia abajo mientras Gregorio acercaba su mano a mi rostro, tirando de un mechón suelto detrás de mi oreja. Incliné mi rostro hacia arriba para encontrarme con sus ojos azules. Se acercó más a mí cuando nuestros pechos se tocaron. Tragué saliva contemplando nuestra corta proximidad. Luego deslizó sus dedos por mi brazo desnudo, poniéndome la piel de gallina. Se inclinó más cerca de mí.

— ¿Tiene ese efecto sobre ti? — susurró mientras su fresco aliento mentolado acariciaba mi mejilla.

Mi corazón latía con tanta fuerza contra mi pecho que parecía que se iba a salir para unirse con el suyo. Había una pequeña sonrisa en sus labios que me hizo sentir que estaba disfrutando de lo que me estaba pasando. Con un movimiento rápido, deslizó su brazo alrededor de mi cintura, atrayéndome más hacia él. Dejé caer los archivos y mi bolso y puse mis manos sobre su gran pecho musculoso. Su rostro estaba a escasos centímetros del mío.

—Gregorio ...— , susurré mirando sus labios.

— Dime. — Susurró con su voz profunda y aterciopelada mientras acercaba su otra mano a mi rostro, acariciando mi labio inferior con su pulgar. Miré hacia atrás a sus ojos azul océano para verlo mirarme los labios con sus ojos oscuros y lujuriosos. Apartó un mechón de cabello de mi hombro exponiéndolo. Se acercó cada vez más a mí.