Capítulo 5
Revivo a través del recuerdo su tranquilidad aterradora y su sonrisa libre. Hasta la fecha todavía no he encontrado respuesta y en cualquier caso no me importa mucho. En definitiva, no es asunto mío.
Acabo de despertarme y mi cabeza ya está llena de pensamientos. Resoplo con los ojos todavía cerrados y me revuelvo sobre las pesadas mantas. Sé que pienso demasiado, reconozco mis defectos pero no conozco otra forma de silenciar el flujo persistente de paranoia y recuerdos que abarrotan mi mente. A veces mis ideas son tan mareantes que me empiezan a palpitar las sienes y me duelen tanto los ojos que tengo que acostarme y dormir.
Dormir es la única manera que conozco de silenciar todo. Por un tiempo puedo estar tranquilo y libre de ansiedad. Tengo tanta angustia dentro de mí que, incluso para las cosas más frívolas, creo inmensos castillos de arena que son arrastrados por una ola imponente en cuanto me doy cuenta de cuánto viaja mi cabeza. Hay días que no hago más que pensar y pensar sin tomarme ni un minuto de descanso para poder respirar, sin miedo a hacer siempre lo incorrecto. No entiendo de dónde vienen estas obsesiones mentales que tengo, tal vez fue culpa de los comentarios no muy agradables que amablemente me hicieron algunos niños durante mis años escolares o si, simplemente, tengo demasiado miedo de lo que pueda pasar. . El futuro me inquieta y analizo lo que podría pasar mañana. A partir de un simple pensamiento creo películas enteras sin ninguna base sólida y el corazón se me hunde provocando dolor en el pecho. Me pregunto exasperadamente de quién lo habrá sacado, pero no sé si algún día lo descubriré.
Un trueno a lo lejos me hace saltar y suspiro con cansancio. Tengo tantas tareas que hacer hoy y lo único que realmente quiero hacer es quedarme acurrucada bajo el cálido edredón con un buen libro en mis manos y una taza humeante colocada en la mesita de noche mientras la ligera melodía de la música me acaricia. mi cara. Las vacaciones de Navidad comenzarán en una semana pero aun así decidí continuar con mis estudios para no quedarme atrás. Me gusta estudiar, pero la escuela un poco menos.
La lluvia sigue chocando con el suelo y me pierdo en imaginar los árboles ahora desnudos y chorreando agua de lluvia, esperando nada más que sentir los cálidos y dulces rayos del Sol dispuestos a besar sus ramas floridas.
Nunca he bailado bajo la lluvia aunque lo encuentro muy romántico. En casi todas las novelas que he leído aparece la fatídica escena bajo la lluvia donde un beso apasionado sella el amor entre los dos amantes. Lamentablemente Jack nunca quiso hacerlo y me consuela pensando que tal vez fue un gato en una vida pasada y no le gusta mucho el agua.
Me preocupo mucho por él, pero debo admitir que soy consciente de que algo falta en nuestra relación. Entre todas las historias que han pasado bajo mis dedos curiosos, siempre se cuenta este amor arrollador que te hace sentir mariposas en el estómago y que te hace ver solo a él. Esto no sucede con Jack, tal vez porque aún es muy pronto y nuestros sentimientos no son tan profundos como me gustaría pero no puedo evitar pensar que, según mi sexto sentido, algo anda mal.
Me viene a la cabeza el pensamiento de que el amor es la pieza que falta en nuestra relación, pero sé que lo amo. Ciertamente no puedes enamorarte de una persona de inmediato, necesitas tiempo y conocimiento antes de poder pronunciar esas tres palabras tan melodiosas como profundas. No creo en el amor a primera vista y mucho menos espero experimentarlo, soy una persona racional y sé que necesito tiempo antes de encariñarme realmente con alguien. No porque sea fría o distante, sino para asegurarme de que puedo confiar en ella ciegamente sin pensarlo dos veces ni dar marcha atrás. Me lleva mucho tiempo apegarme, pero una vez que lo hago, me convierto en yo mismo.
Con Jack esto aún no ha sucedido, pero no me rendiré. Quizás ambos necesitemos más tiempo para enamorarnos. El caso es que con mucho gusto esperaré, creo que él y yo podemos ser felices. Además, como no veo otras opciones, no hay nadie más que Jack.
Para distraerme de estos pensamientos insolentes, me dejo arrullar por la imagen de un baile lleno de amor bajo la furia tormentosa de la lluvia. Pies descalzos mojados por el asfalto perdidos en un baile cordial. Cabello goteando y pesado. Un relámpago en lo alto del cielo que inmortaliza un momento puro y sincero. Un trueno que retumba en nuestro pecho como eco de nuestro ardiente amor.
Me río sintiéndome como un tonto ingenuo por soñar despierto de esta manera teatral, pero por un lado disfruto imaginando escenas así. Me hace sentir extremadamente libre y viva.
Un ruido sospechoso alerta mis oídos pero sigo manteniendo los ojos cerrados. Soy muy valiente pero en momentos como este prefiero fingir que estoy dormido. Una mano con un agarre firme toca mi brazo, enviando un escalofrío por mi columna.
" Tal vez es hora de despertar ", frunzo el ceño y escucho. Conozco esta voz, pero tengo demasiado sueño para reconocerla. Las palabras me llegan lejanas y mal articuladas. Gimo suavemente asumiendo que lo estoy imaginando - Betty, despierta - una juguetona palmada en la cabeza me hace saltar y me doy vuelta, abriendo lentamente mis párpados.
—Nick ? — Sonrío despreocupada pero mi tranquilidad, apenas escuché mis palabras y habiendo reconocido el rostro bondadoso y descansado de mi hermano, se desmorona debajo de mí haciéndome saltar de la sorpresa, despojándome de las mantas — ¡ Nicholas! — grito, echando mis brazos alrededor de su cuello, él envuelve sus familiares manos alrededor de mi espalda y, como siempre, besa mi frente por un par de segundos — ¿Qué diablos haces aquí? Pensé que vendrías en Nochebuena - Me alejo de él de mala gana para poder mirar su rostro brillante - Mamá dijo que no había más entradas antes del día 24 - Se sienta en la cama y me pellizca la rodilla.