Capítulo 5
Llego súper temprano y empiezo adelantar algunos pendientes antes que llegue el señor Lombardo.
Estoy tan metida en mis pendientes que no me había dado cuenta que alguien estaba al frente mío.
Levantó la mirada y me encuentro con un chico guapo mirándome fijamente .
—Hola, disculpa si te molesto pero es que soy nuevo y ando algo perdido.
—Hola, mi nombre es Margot y soy la asistente de presidencia ¿Qué estás buscando?
—Un gusto Margot, soy Tomás del área de informática y me enviaron a la oficina de contabilidad para solicionar un problema.
—Contabilidad esta en el piso diez.
—Espero aprenderme el cronograma de la empresa pronto y no seguir perdiendome —Reímos —. Muchas gracias Margot, fue un placer conocerte.
—Igual Tomás, espero verte seguido.
Cuándo vuelvo a sentarme frente al escritorio, observó hacia el elevador y veo al señor Lombardo parado fuera de el con una mano en su bolsillo y otra sosteniendo su portafolio.
¿Hace cuánto está allí?
Camina y cuando pasa frente a mi escritorio me mira y me hace un gesto con su cabeza para que lo siga a su oficina.
¡Mierda!
Suspiro, me levanto, tomo el ipad, su café y camino hacía su oficina.
Entro detrás de él, coloco su cafe sobre su escritorio y empiezo a leer su agenda para el día de hoy.
Cuándo termino este sigue mirándome serio sin decir ni una palabra.
—¿Algo más que se le ofrezca señor?
—Cuándo firmo su contrato en Recursos humanos ¿No le dijeron que esta empresa no tolera relaciones ni comportamientos de romance en mi empresa entre empleados?
¿Que está tratando de decir este idiota ?
¿Acaso creer que estaba coqueteando con Tomás?
—Alexander , le voy aclarar dos cosas —Espetó mientras lo miro desafiante —. La primera es que no estaba teniendo ningún comportamiento de romance con nadie y la segunda es que si fuera ese el caso, lo haría fuera de la oficina donde no afecte mi trabajo.
—Señorita Campbell, le pido se dirija a mi con respeto —Murmura entre dientes —. Por mi usted y él pueden hacer lonque les da la gana, mientras sea fuera de esta empresa ¿Entendido?
—¿Acaso tiene algún maldito problema conmigo? —Espetó furiosa —. El qud ahora usted sea mi jefe no quiere decir que puede controlar mi vida, suficiente tengo con aguantarle su mal genio y su patanería.
Me mira fijamente sin mostrar ningún tipo de emoción en su rostro, suspira y sujeta el puente de su nariz.
— Retírese.
¿Me está despidiendo?
—Si la necesito la llamo, no quiero interrupciones de ningún tipo hoy ¿Quedo claro?
Asiento, me doy la vuelta marchándome y sintiendo su mirada detrás mío.
¿Qué mierda me sucede?
Estuve apunto de perder mi trabajo por andar de bocona y no callarme .
Sigo con mi trabajo mientras las horas pasan , suspendo todas las reuniones o llamadas que vayan dirigida al señor Lombardo por su propia orden.
Llega la hora del almuerzo, salgo a comer algo rápido y regreso nuevamente a meterme en mi trabajo. Cuándo estoy por guardar unos papeles el señor Lombardo me llama solicitando mi presencia en su oficina.
Me levanto, camino a la oficina del sexy gruñón, haber que quiere esta vez. Doy tres golpecitos en en la puerta y escucho "pase" .
Al entrar lo veo tan sumergido en sus pensamientos que me debato entre irme o saber que se le ofrece.
En ese justo momento se voltea, me mira unos segundos y luego se dispone hablar .
—Tome asiento —Me señala la silla frente a él —. Necesitamos hablar seriamente.
Esas palabras taladran mi mente y rápidamente me empiezo a preocupar
¿Me va a despedir?
***
POV Darius
La observó detenidamente y es que no puedo negar lo hermosa que es.
Desde que la vi, algo en ella desperto mi interés por ella y aunque en un principio me negaba aceptarlo, compartir día tras dia con ella me hace sentirme más atraído .
Cuándo la vi aquella vez en el hospital no pude evitar perderme en su mirada y mirarla una y otra vez.
— En que le puedo servir señor Lombardo —Interrumpe mis pensamientos y veo que esta algo nerviosa —. ¿Sucedió algún problema?
Sonrío y niego .
Me gusta más está faceta de ella, que la que tuvo esta mañana conmigo. Me sorprendió su carácter, pero también me gusto verla enojada .
—Le quiero presentar una propuesta en la que ambos saldremos muy bien beneficiados.
Coloco ambas manos sobre el escritorio y me observa confundida
—¿De qué se trata la propuesta?
—Es un tema muy delicado, sólo le pediré que no me responda ahora y lo piense bien.
— Está bien —Murmura dudosa —. ¿Cuál es la dichosa propuesta?
—Necesito que se casé conmigo ...
***
POV Margot
¿Que acaba de decir?
—¿Es una broma cierto? —Me río y niega totalmente serio —. ¿Se ha vuelto loco?, no estoy entendiendo nada señor.
— Es la única mujer la cuál confío para pedirle algo como esto.
"No bueno, este se volvió loco"
—¿Confiar en mi? —Asiente —. ¿Por qué de hacerlo?, apenas y me conoce.
—Mi padre confía en usted y mi madre también, si tiene la confianza de ellos tiene la mia.
—Esto no puede ser cierto —Niego riendo —. ¿Qué tan cierto es lo que me acaba de decir?
— Tan cierto como que te escogí a ti para que te cases conmigo —Repite serio y toda risa se esfuma de mi rostro —. No es una broma, le hablo muy enserio.
—¿Y quién le dijo a usted que me quiero casar?
Lo miró cómo si estuviera loco. Se pasa una mano por su cara en señal de frustración y se levanta de su silla.
—Si usted acepta mi trato le pagaré cinco millones de dólares—Musita serenamente —. Sólo debe aceptar el trato y escuchar mis condiciones.
¿Cinco millones?
En mi vida he visto tanto dinero junto.
—Pero, ¿Por qué yo? —Tartamudeo —. Usted puede escoger a una de sus conquistas, incluso hasta la chica de recepción si quiere .
— Sería colocarme la soga al cuello si lo hago con una de ellas y la recepcionista no encaja en mi tipo de mujer ideal.
—¿Yo si soy su tipo de mujer ideal? —Lo miro con el ceño fruncido.
— El tema, es que si le digo a una de mis conquistas de una noche cómo dice usted —Hace comillas con sus dedos —. Querrán mucho más que un matrimonio arreglado, la mitad de mi fortuna al divorciarnos y yo no estoy dispuesto a ello.
—Para eso existen los contratos prenupciales.
—Ninguna aceptará uno de por medio y me corro el riesgo de que se sepa que es un matrimonio arreglado.
—Pero no pue...
—Señorita Margot, solo escucheme un momento por favor —Me interrumpe —. Papá acaba de firmar un documento que dice que si no me caso me desenredara y pasará todo a manos de mi abuela. No puedo permitir que eso suceda.
¿El señor Lucio hizo eso?
—Déjeme procesar esto —Murmuró más calmada —. ¿Usted quiere que me casé con usted por un documento que firmo el señor Lucio?
—El día que mi tío vino, me enteré que mi papá había firmado ese documento y pensaba hacérmelo saber este fin de semana. Si no me caso toda la fortuna de mi familia pasaría a manos de mi abuela y no puedo permitir que eso suceda.
—¿Por qué el señor Lució hizo eso?
—Los médicos no dan esperanzas en su salud cuando se mejore y quiere asegurarse verme casado antes de morir.
"Me cuesta creer lo que escucho"
—¿Le dio un tiempo estipulado? —Asiente —.¿Cuánto tiempo?
—Cuatro meses. Si dentro de cuatro meses no me caso, todo se ira al demonio.
—¿Está consciente que lo que me pide es algo delicado? —Asiente y me mira fijamente —. El matrimonio es algo muy serio señor Lombardo.
—De eso estoy consciente, por eso el matrimonio no estaba en mis planes de vida.
—De aceptar, ¿Qué tiempo estaríamos casados?
—Un año, luego nos divorciariamos con la excusa de que el matrimonio no funcionó y usted y yo volveríamos a nuestra vida cotidiana sin ningún problema.
Me mira fijamente y es como si con la mirada me pidiera a gritos que aceptará y lo ayudará.
"Tres millones de dólares"
—Esta bien señor, lo pensaré —Me levanto y una pequeña sonrisa aparece en su rostro —. Pensaré muy bien su propuesta y pronto tendrá una respuesta de que si acepto o no.
—Gracias señorita Margot, esperaré su respuesta —Me extiende su mano y se la acepto —. De ser así, esperare entonces.
—Con su permiso señor, hasta mañana.
Me acompaña hasta la puerta y cuando la abre me despido con un asentimiento de cabeza y salgo.
¡Dios!, aún no salgo de mi shock.
¿Qué debo hacer?
Esto es algo sumamente serio.
Necesito un baño con agua caliente para pensar bien que debo hacer.
***
Llego al departamento y no veo a Alanna. Me deshago de mis zapatos, mi ropa y me meto a la regadera rápidamente.
Si acepto nada pierdo, solo será un año. No será tan malo estar casada con él ¿O si?
Serán cinco millones de dólares y no tengo que hacer absolutamente nada ilegal.
¿Tendré que vivir con él ese año?
¿Su familia que dirá?
¿Qué pensará el señor Lució?
Necesito pensar bien las cosas, no puedo solo tomar una decisión a la ligera cuando hay muchas cosas en medio de esto...