Capítulo 5

—Fabiana , este es J— —

—Henry— Interrumpió el hombre, sorprendiendo al padre de Fabiana y a ella también.

— Jeon Henry .

Soy más conocido como El Verdadero Alfa.

Aunque Henry está bien .

El nombre que tan pesadamente llevaba en la boca pasó por los oídos de Fabiana completamente invisible.

En cambio, lo único que le llamó la atención fue cómo se movían sus labios cuando hablaba y la hermosa sonrisa que floreció en su rostro cuando la miró.

— Soy Fabiana , he escuchado mucho sobre ti… — Se presentó en voz baja, sintiéndose intimidada por su presencia y reputación.

— Alfa —

La forma de dirigirse a ella se le escapó inocentemente de los labios, sin ningún tono burlón o peligroso.

Sin embargo, por un breve momento, notó el pequeño brillo rojo que se apoderó de los ojos del Alfa.

Su lobo y su mente dando vueltas, bañándose en los escenarios y en la dulzura pecaminosa que oírla decir su nombre producía en su corazón.

Quería oírla decir esas palabras todo el tiempo, repetirlas con dureza y de forma continua, arrullándolo y encantándolo para que siguiera caminos que ningún otro lobo había cruzado antes.

— Estos son los que llamáis, en vuestro mundo tradicional, mis betas .

— Henry comenzó a explicar desde atrás de Fabiana , que se había dado vuelta para mirar al grupo.

— Todos son Alfas, mis hombres de confianza.

Miembros vitales de la manada.

No estructuro mi manada en función de roles o fuerza.

—

— Ese es Louis.

Henry señaló al más alto del grupo que lucía un cabello dorado perfectamente peinado.

Suavemente, levantó la mano, dándole un gesto algo cortés y amable a Fabiana .

Su postura desprendía una atmósfera de calma y dulce rectitud, como si estuvieras cara a cara con uno de esos reyes de la antigüedad que parecían modelos.

— Él está a cargo de los asuntos políticos y estratégicos en la manada.

Ese es Seokjin, nuestro médico de la manada .

Seokjin sonrió tímidamente desde lejos, moviendo la mano de un lado a otro.

Era alto, de cabello y ojos castaños.

Lo que llamaba la atención eran sus regordetas piernas y su rostro anatómicamente perfecto.

Fabiana le devolvió la sonrisa, a lo que el hombre sonrió con más fuerza.

— Ese es José.

Él es el encargado de entrenar a los nuevos chicos de la manada.

— En cuanto se mencionó su nombre, un chico de vibrante cabello rojo agitó sus manos en el aire, mostrando su mejor sonrisa.

— Nadie puede ponerte en mejor forma que él, eso te lo puedo asegurar.

Y no te dejes engañar por su sonrisa.

.

.

él es malvado .

Henry rió suavemente ante sus propias palabras, haciendo que el corazón de Fabiana vibrara en su pecho.

Automáticamente, una gran sonrisa se dibujó en su rostro también.

¿Qué era ese sentimiento en su corazón que no podía describir?

— ¡ Por favor, llámame Jobi! José es demasiado formal para mí .

Fabiana asintió con la cabeza al ver al chico de cabello rojo vibrante llamado Jobi, amando la forma en que era tan feliz y divertido estar a su lado.

En contraste, el chico a su lado, de menor estatura, tenía cabello oscuro y una presencia muy tranquila y silenciosa que irradiaba de él.

Tal vez lucía un poco perdido, somnoliento tal vez, sin embargo, sus ojos eran agudos mientras analizaba la habitación a su alrededor.

— Ese es Yoel.

Él está a cargo de las finanzas y los negocios en general.

Y por último, tenemos a Jimmy y Angel .

Jimmy es el oficial de asuntos de la manada, se asegura de que todo en la manada esté bien manejado y en buenas condiciones.

Angel es nuestro explorador.

Conoce a la gente, conoce la tierra y puede obtener información sobre cualquier cosa que le pidamos.

—

Jimmy y Angel estaban parados uno al lado del otro, casi aplastados uno contra el otro.

Jimmy era más pequeño que su mate, con cabello rosa brillante, ojos de cachorrito y cojera regordeta, exactamente como un hada.

Angel , por otro lado, tenía cabello azul brillante y ojos penetrantes.

Fabiana pensó que era intimidante, pero al ver la sonrisa cuadrada que floreció en su rostro cuando se presentó ante ella, desvaneció todas las suposiciones anteriores.

Su sonrisa vaciló; todo su cuerpo se puso rígido cuando el padre de Fabiana dio un paso hacia adelante.

Una mirada amenazante se apoderó de sus ojos, su brazo atrajo a Jimmy más cerca de él.