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Ana dios mío, ¿cuánto tiempo llevas encerrada ahí? >> Miro el reloj y veo que ya son las once de la noche, me levanto de la cama y voy hacia ella que está en el umbral de la puerta.
> Cruza los brazos.
>
>
Son las once de la noche ¿quién sale a esta hora?>> digo y luego me tiro sobre la cama.
Y luego no tengo con quien salir >>le respondo y me llevo las sábanas hasta el cuello
Ni siquiera creo que no tengas a nadie sino a nadie con quien hablar ... ¿y tus amigos? ¿Claire y los otros dos? ¿Por qué ya no hablas con ellos? >>
Mamá después de esa mierda que me hicieron en el último año, ya no querían hablar conmigo pero debes saber esto >> Me doy la vuelta de espaldas a ella
> la puerta se cierra y empiezo a desesperarme bajo las sábanas.
Los primeros rayos que entran por la ventana son los peores, porque te ciegan. Me doy vAnas vueltas pero nada... ese rayo no quiere dejar de molestarme.
Me pongo una almohada en la cara y trato de crear algo de oscuridad, pero me ahogo con esa tela, así que la tiro. Me levanto y me acerco a la ventana y extrañamente veo que la calle está más concurrida que de costumbre y aunque sea con algunos flashes de más, será algún ídolo de quince años.
Voy a mi armario y extrañamente quiero vestirme bien aunque me quedaré en casa todo el día ya que es domingo. Así que me puse una camisa blanca lo suficientemente grande como para ser un vestido y un par de botines blancos.
Suspiro y mis ojos se posan en mi tocador que hace años que no uso ya que deje de maquillarme por un tiempo, tal vez debería cuidarme mejor, pero no creo que empiece hoy.
Bajo las escaleras y encuentro a mi madre cocinando panqueques a toda velocidad ¿Estás bien? ¿Por qué haces tantos panqueques? >> Me siento en mi lugar habitual en la mesa y me pasa el plato.
Veo que te vestiste decentemente hoy. Tenemos una visita que debe llegar.... ahora >>
estruendo don
La miro asombrado >
> Pongo los ojos en blanco y ella se limpia las manos con un paño y luego se dirige hacia la puerta. Tomo un tenedor de ese increíble postre y me giro hacia la puerta y mi corazón se congela.
Por el amor de Dios, no lo creo.
> todo lo que necesitábamos era esto.
> en este preciso momento no sé si preferiría enterrarme en el jardín o desaparecer inmediatamente de la faz de la tierra, por mi vida de mierda optaría por lo segundo, parece más sensato para mí.
¿Dónde está mi hermanita favorita? >> Dios si odio su voz chillona.
> Hago la señal de la cruz por lo menos diez veces y luego me levanto y voy hacia ellos.
> dice pero ay, la niña tiene un agarre fuerte
gracias tu tambien estas bien ya veo >> esta llena de tatuajes los dos brazos, no me atrevo a imaginar el resto del cuerpo aunque no este en mejor forma, no, vamos solo tengo algunos en mis brazos y eso es todo.
> mi madre y la manía por la perfección, la casa no tiene una sola cosa fuera de lugar pero para ella sigue en "desorden" >
Siempre le he envidiado a Elizabeth una sola y muy pequeña cosa, su relación con nuestra madre, de hecho con todas las personas. Ok, ella tiene cuatro años menos que yo y, sin embargo, tiene una vida mil veces mejor que la mía con su brillante carrera como "cantante". Recuerdo que solo escuché una de sus canciones una vez pero realmente no me gusta su música, es demasiado "Aguda" aquí.
En resumen no tiene talento pero se ha abierto camino gracias a su apariencia, es decir tiene unos ojos azul oscuro que son preciosos.
Está bien, me di cuenta de que mi vida está llena de envidia... genial.
Primer punto a marcar en la agenda de las cosas que necesito mejorar de mí mismo pero probablemente nunca lo haré: Dejar de tener envidia de todos.
¡Bueno! Fijado, lo olvidaré en cinco minutos.
Entonces, Ana, ¿cómo va tu vida? ¿Obras? ¿Tienes novio? ¿Es lindo? ¿Continuó con su afición a la guitarra? ¿Todavía cantas? Sería bueno hacer algo juntos, ¿qué les parece? >> Paso por un arándano y empiezo a toser .
> grita que gallina mi hermana mientras mi madre se levanta y me da una palmadita en la espalda haciéndome regurgitar panqueques a medio comer y el criminal arándano, gracias cabroncito azul me acordaré de ti y de lo que hiciste por mí .
> podrías empezar por quedarte callado.
¡Y tranquila Isabel! Aquí Ana bebe un poco de agua >> me entrega un vaso lleno hasta el borde y lo bebo
> traga, ¿pero no puede callarse?
estoy bien, por suerte pude expulsarlo antes de que entrara al esófago, un minuto más y me hubiera muerto de asfixia>> maldita mamá ya casi estaba.
> vuelvo a decir
Espera un minuto... Elizabeth, ¿dijiste que Ana toca y canta? >>
Toqué y canté, pasado.... remoto, muy remoto estamos hablando de hace más de ocho años >> Intento sonar convincente pero tal vez solo me dan pena todos.
Lo siento, nunca se lo dije, pero es un pequeño pasatiempo mío que todavía tengo, sin que todos lo sepan.
Ana aún no has respondido mi tercera pregunta >> pone su sonrisa traviesa y traicionera de la cual me había quitado por completo el recuerdo, por eso la odio es una manipuladora insensible.
Me pareció muy obvia la pregunta, no soy una puta como tú que cambia de chico como cambia de calzoncillos, y luego todos los días... Espero >> que mi madre me mire muy mal.
> ¿a qué esperas? ¡Hazlo tú también! Entonces, ¿qué tendría que perder?
Exacto, mamá tiene razón santa cabrona, por lo menos disfruto la vida no vivo encerrado en un cuarto sin hacer nada de la mañana a la noche sin tener contactos sociales, siento insultar mi estilo de vida tanto como quieras pero sé que el que esta perdiendo eres tu, siempre has sido tu y siempre seras tu si sigues a este ritmo y con esta actitud descarada >> esto es demasiado.
¿Pero quién coño te crees que eres para decirme qué hacer y qué no hacer? ¿Tengo que recordar que tienes cuatro años menos que yo o el hecho de que seas famoso y lleves una vida temerAna entre el alcohol y las drogas te envejece? Te equivocas >>
Dejo caer la silla al suelo y salgo de ese ambiente y me encierro en la habitación.
Ya no puedo vivir aquí, no con una madre así y con mi hermana bastarda que me odia como si no hubiera un mañana y por suerte el sentimiento es mutuo.
Me siento en el borde de la cama y miro por la ventana, debo tener un plan. Si quiero ir tengo que encontrar un lugar para quedarme, y si tengo que encontrar un lugar para quedarme tengo que pagar el alquiler que es como mil dólares al mes y yo en la cafetería solo gano quinientos así que debería encontrar otro trabajo ya que mis fondos han sido congelados legalmente.
No, no, no y otra vez no. No acepto ese trabajo allí.
Podría encontrar un segundo trabajo y luego tal vez poder pagar los gastos del primer mes.
> Bajo las escaleras resoplando ¿Qué te hace pensar que quiero estar contigo? >> Entonces veo a mi madre desplomada en el suelo con los ojos muy abiertos y respirando con dificultad.
> digo y me acerco a ella midiendo su ritmo cardíaco > Toco su frente >
¡Porque Ian me ama tanto, estamos casados y, sin embargo, continúa enviándome tantos corazones! Es demasiado dulce pero Cristo se despegó un poco No puedo respirar >> Basta mamá, por favor.
¿Qué dice? >> me pasa el termómetro que suena de inmediato > Saco el teléfono de mi bolsillo y llamo al 911.
>
>
Elizabeth lleva en sus brazos una infinidad de cosas frías que coloca en el suelo y yo se las pongo debajo de las axilas, en la frente, detrás del cuello y en los pies.
Por curiosidad, ¿tomaste algún curso de primeros auxilios para saber todas estas cosas? >> Miro el reloj de la cocina y luego la miro a ella.
> me mira asqueada > No lo dijo en serio.
> Me levanto y voy a abrir la puerta aunque todavía no ha llegado ninguna ambulancia
Escucha Ana... Sé que no es el mejor momento, pero aunque no sea mi culpa te pido disculpas>> Levanto los ojos al cielo, lo hace solo para hacer una escena, él realmente no quiere disculparse.
Ah entra en el armario de la madre y toma su historial médico, está dentro de una caja marrón en su armario creo, tengo que ver algunas cosas >> ella asiente y se dirige hacia la habitación.
¡Ian, deja de besarme ahí están los chicos!>> Cierro los ojos y me estremezco de pies a cabeza, no pensé que me doliera tanto.