El intruso es un Playboy

—Oye, hermanita —Luke entra a mi habitación.

—¿Qué quieres?—Me cruzo de brazos, mirándolo atentamente.

—Tengo una sorpresa para ti—Una sonrisa aparece en su rostro.

—¿Nutella?—Él niega con la cabeza.

—¿Helado?—Niega de nuevo.

—Entonces, ¿qué?—cuestiono mirándolo.

En su rostro aparece una sonrisa que, ya que lo conozco muy bien, no trae nada bueno; y así es, lo que dice me deja estupefacta.

—Taylor vivirá con nosotros hasta que nuestros padres regresen de viaje, ¿no es genial? — Sonríe.

—Dime que no hablas en serio —Lo miro perpleja— Lo odio y no lo soportaré en está casa.

—Lo siento, él es mi mejor amigo.

No lo puedo creer, mis padres acaban de irse de viaje por un mes y lo primero que hace mi hermano es dejar que un desconocido viva con nosotros, aunque sea su mejor amigo, para mí es un completo desconocido. No sé realmente por qué mis padres lo dejaron a cargo, saben muy bien cómo es, esta casa no durará mucho; ya me estoy imaginando las fiestas, las chicas desnudas, las botellas de alcohol y sexo en cada esquina. No resistiré.

—Tranquila, Lucía, tendrás tu espacio —dice Luke.

—Es que no quiero que él viva con nosotros, ¡lo odio! Él siempre me hace bromas en la universidad, me molesta todo el tiempo —Me siento en la cama.

—No te preocupes, hablaré con él. —Sonríe. 

Le diré a mis padres obviamente.

—Sé en que estás pensando, y si les dices algo, les contaré que últimamente te escapas de noche con Savanna —¿Cómo diablos sabe eso?, algunas veces me escapo de la casa con Savanna para encontrarnos con Lucas y su mejor amigo, pero me aseguro que nadie me vea.

—Él vendrá esta noche, así que compórtate como una chica educada. —Ruedo los ojos.

—Y...¿Cuándo pretende mudarse ?—cuestiono enojada .

—El sábado. —Hoy es jueves, así que tengo un día para disfrutar— .¿Qué opinas si le damos la habitación de huéspedes?.

—¡Está al lado de la mía! ¡Y no pienso cruzar ni una mirada con él! —Cruzo los brazos como una niña pequeña.

—Entonces, ¿quieres que se quede en la habitación de nuestros padres?—Me mira sarcásticamente.

—Puedes darle la habitación de lavado, ese lugar es muy bonito. —Nos miramos por un segundo y empezamos a reírnos a carcajadas.

—Lo siento, tendrás que soportarlo, estará al lado de tu habitación.

—Luke, él es un Playboy, ¿no lo has pensado? Y ¿Si quiere hacerme daño?—Lo miré con rostro de horror.

—No te preocupes, ya te dije que hablaría con él. —Sale de mi habitación cerrando la puerta detrás de él.

—Lo odio. —Me acuesto en la cama furiosa.

Soporto a mi hermano porque, bueno, es mi hermano. Pero, ¿soportar a un idiota? ¿A un Playboy que se acuesta con todas las chicas que le hacen ojitos lindos? Será una gran tarea, ¡pero no hay nada difícil para Lucía Avallone!

Me levanto de la cama y me siento en el escritorio para tomar mi teléfono, ponerme los audífonos y poner la música a todo volumen, para empezar a hace la tarea de matemáticas.

(...)

Sin darme cuenta, la noche llegó, las gotas de lluvia golpean el cristal de la ventana junto con el viento. Me levanto del escritorio para tomar mi toalla luego me introduzco en el baño, me quito la ropa y entro a la ducha abriendo la regadera. Me estremezco cuando el agua fría empieza a caer por mi cuerpo. Cuando salgo de la ducha, tomo mi pijama  del closett, me la pongo y recojo mi cabello en una coleta,  y al salir de la habitación, veo a mi hermano en la escalera.

—Hola, hermanito —Me acerco a él.

—Hola, hermanita. —Él deposita un pequeño beso en mi mejilla —La cena está lista, Taylor cenará con nosotros—Sonríe de oreja a oreja, al mismo tiempo que mi apetito se va.

—No voy a cenar —digo rápidamente.

—¿Estás segura?  —Se cruza de brazos y levanta una ceja mirándome.

—Síp, totalmente segura.

—Si no bajas a cenar en este instante, llamaré a nuestros padres y les diré lo que has estado haciendo. —Suspira—Y sabes muy bien los castigos que nuestros padr...

—Ni siquiera lo menciones —lo interrumpo.

—Entonces, ¿bajas a cenar?  —Sonríe y yo ruedo los ojos pasando por su lado para bajar a la sala.

Cuando estoy en la sala, lo primero que veo es a Taylor sentado en el sofá.

—Hola, chica fresa —Sonríe.

—Hola, Playboy —Entro a la cocina y saco agua del refrigerador, me sirvo un vaso de agua y me lo tomo mientras noto que en el comedor hay pizza .

—¿Pizza? ¿Enserio? —grité desde la cocina.

—¡Sí! Soy genial, ¿cierto? —Mi hermano entra a la cocina sonriendo junto con Taylor.

—Eres un payaso ¿sabías? —Lo volteo a mirar.

—Eres insoportable, ¿sabías? —Mi hermano y Taylor empieza a reírse .

—Payasos. —Ruedo los ojos.

—Sí, lo sabemos —Luke se sienta sonriente en el comedor y Taylor lo sigue,

Tomo un vaso de jugo del refrigerador y me dirijo a la salida de la cocina.

—¿Y no vas a cenar? —Luke pregunta.

—No me apetece. —Sonrío.

—Entiende, Luke, a ella le gusta otra cosa llamada mocos. —Taylor susurra, pero no tan suave, porque yo escucho.

—¿Perdón? —Frunzo el ceño, mirándolo—Prefiero comerme los mocos a ser un idiota que se acuesta con todas las mujerzuelas de la universidad —Salgo de la cocina rápidamente y me dirijo a mi habitación.

Cuando entro a mi habitación, cierro la puerta y me tiro a la cama y cierro los ojos.

No sabes con quién te metes, Taylor