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2

- nada que no se pueda resolver en base a la agresión del profesor. Dije mirando a Ethan. Estaba a punto de decir algo pero la interrumpí. - No te preocupes, no golpearé a nadie todavía.

- ok, ahora silencio por favor!

No puedo decir si la clase pasó rápido o lento, porque me desmayé en su clase y solo me desperté con la campana de la escuela.

Me fui a mi próxima clase, que era español, más una pequeña clase de sueño.

Al menos mis próximas tres clases no fueron con Ethan, ¡gloria! Niño aburrido.

Me dormí durante la clase de español y la clase de historia, ahora es tiempo de descanso. Antes de ir al descanso pasé por mi casillero para dejar algunas cosas ahí.

Tan pronto como cerré el armario, vi que Ethan estaba allí.

- ¿Me estás mirando ahora? No necesito una niñera.

- No te estoy mirando, estoy haciendo lo que dijo mi madre. ¡Ven ahora! - dijo poniendo su brazo sobre mi hombro. - ¡Maldito seas un gnomo!

- tu que eres muy alto! Tengo ,. ¿Y tu?

-,.

- eres practicamente un polo!

-Te presentaré a mis amigos, pero depende de ti hacer el tuyo, ¿de acuerdo?

- ¿y si me gustan?

- No vas.

- ¿Cómo estás tan seguro?

- confianza.

- mmm - Mientras íbamos a la cafetería algunas chicas miraron a Ethan y luego a mí, muchas hicieron muecas. Entonces recordé su brazo alrededor de mi hombro y me lo quité.

No quiero que piensen que estamos saliendo, ¡Dios no lo quiera!

¡Se me revuelve el estómago de solo pensarlo!

- ¿Ves ese grupito de ahí? - dijo señalando a una chica rubia, ya dos chicos, el rubio puso los ojos en blanco mientras los otros dos se reían.

- Sí. - nos acercamos a ellos.

- Chicos, esta es Luna, mi hermana adoptiva, Luna, esta es Chloe, la borracha, este es Anthony, el drogadicto libre de drogas, y la rubia peróxido... ¡es la rubia peróxido!

- ¡Tengo un nombre! ¡Es Eric!

- ¡Hola gente! - Dije sentándome al lado de Eric.

- ¡infierno! - dijo la rubia.

- ¿que pasó? - Yo pregunté.

- ¿Usted y Eric van a un funeral? - nos miramos y realmente formamos un punto negro en medio de ellos.

- pero si Ethan sigue molestándome iremos todos a su funeral.

- Es muy molesto, ¿no? - dijo la rubia.

- ¡demasiado!

- aparte del hecho de que es demasiado organizado, y eso me molesta. - dijo Antonio.

- ¿Puedes dejar de hablar como si no estuviera aquí?

Discutieron sobre lo molesto que era Ethan, mientras hablaban, Eric y yo solo observábamos. Apoyé la cabeza en su hombro.

Ni siquiera sé si estoy a la altura.

- Anda, te acostumbras. - dijo apoyando su cabeza sobre la mía.

Están en el punto álgido de su discusión y estoy pensando seriamente en pedirle palomitas a la tía de la cafetería.

Su discusión fue interrumpida por dos chicos que comenzaron a discutir muy fuerte, atrayendo la atención de todos en la cafetería. Pronto entraron en el ponche.

- Creo que uno de ustedes debería detener la pelea. - Hablé.

- yo no voy. - dijo Ethan.

- ¡ni yo! - dijo Éric.

- si no vas, que diré! - dijo Antonio.

Me quedé sentado viendo la pelea, tal vez no sea tan malo aquí.

Ya terminaron las clases, y si me preguntas que aprendí hoy no sabría que responder.

Estoy en el auto de Ethan y la luz está apagada. Estoy mirando la vista en la ventana.

- ¿Ethan?

- ¿I?

- ¿A Nora le gustan los animales?

- ella lo ama, mi padre lo odia.

- entonces espera un minuto! - Me bajé del auto y me acerqué a un perrito todo negro, que parecía tener una pata rota.

El cachorro también estaba muy flaco, tomé al perro en mis brazos y me di cuenta de que era un perro.

El semáforo ya había cambiado y había varios autos tocando la bocina detrás del auto de Ethan.

- ¡TE AVERÍAS ESPERA! ¿NACIÓ EN SIETE MESES? - Subí al auto y Ethan me miró como si fuera a matarme.

- ¡¿Qué es esto Luna?!

- un cachorro muy lindo que parece tener una pata rota. Por favor, llévame al veterinario más cercano.

- No piensas quedarte con ella, ¿verdad?

- No sé. - Mentí, obviamente quiero estar con ella.

Me llevó al veterinario más cercano sin protestar, diciendo eso parece que estoy hablando de mí y no del perro.

¿Yo soy una vaca? Sí, pero no necesito un veterinario.

El veterinario dijo que la pata no estaba rota sino lesionada, la cuidó y también la bañó.

- ¿vas a llevar esa bolsa de pulgas a casa?

- mira como hablas de la luna!

- ¿Luna?

- ese es el nombre que le puse, te gusto?

- Dijiste que no te la ibas a quedar.

- La gente miente, Ethan.

- Está bien, pero ¿por qué su nombre tiene el significado de tu nombre?

Porque ella me hará compañía y me hará sentir menos solo.

- porque sí.

- ¡DE ACUERDO! ¿Podemos ir a casa ahora?

- Por supuesto, pero tendrás que ayudarme a esconderla.

- ¿qué?

- dijiste que a tu padre no le gustan los animales, tu madre los ama, hay muchas posibilidades de que no me dejen quedarme con ella. - Lo miré, hice un puchero y Lua resopló como si también le estuviera pidiendo que la dejara quedarse.

- ¡está bueno!

- ¡Hurra! ¡Si todo va bien tendrás un hogar Lua! - Hablé como si estuviera hablando con un bebé y ella movió su colita.

Llegamos a casa y Ethan me ayudó a subir sin que nadie me viera.

Entré a mi habitación y tiré mi mochila en un rincón, solté luna en la habitación que saltó sobre mi cama.

Mi cama está hecha milagrosamente, ¿por qué no era así en el orfanato?

Me di una ducha muy caliente y me acosté a dormir un poco, después de todo me desperté a las seis de la mañana!

Dormí toda la tarde, y todo el tiempo la luna se quedó conmigo.

Ella es tan linda, es toda negra y tiene una mancha blanca en la punta de la cola.

Saco mi teléfono celular y me doy cuenta de que es casi la hora de la cena. Necesito bajar a comer, pero antes de ir a alimentar a la luna, compré algo de comida para ella.

Pero ella también necesita agua, necesito bajar a cenar y traer una olla para ponerle agua.

Bajé al comedor, cuando llegué ya estaban sirviendo la cena.

Me senté a la mesa y comencé a comer.

- Ethan, ¿alguna vez has tenido una mascota?

- No, siempre que pedí uno me decían que no tengo madurez para eso.

- ¡no tiene! dijo rico.

- ¡Si fuera por mí tendríamos dos gatos y un perro! Nora dijo.

- pero te gustan los animales?

- ¡yo amo! El gruñón aquí sigue diciendo que no le gusta.

- Tengo mis razones.

- No, no, pero ¿por qué preguntas sobre eso?

- para conocerte mejor.

Terminamos de comer y subí con Ethan al dormitorio.

- ¿Qué estabas haciendo ahí abajo? preguntó cuando estábamos fuera del alcance del oído.

- preparando el terreno.

Entré a mi habitación y terminé dejando la puerta entreabierta, fui al baño y me cepillé los dientes.

Salí del baño y Lua estaba acostada en mi alfombra, me acosté y comencé a jugar con ella.

Terminó emocionándose y soltó no solo un ladrido sino varios.

Poco después Ethan entró en mi habitación abriendo la puerta de par en par.

- si pretendes esconder a un perro, evita hacerlo ladrar, ¡cierto lulu! Mis padres pueden oír.

- ¿Oír, qué?

Escuché la voz de Rich y me congelé, ni siquiera wifi.

Giré la cabeza y encontré a Rich y Nora en la puerta. Por suerte para mí, Lua se metió debajo de la cama.

- Ethan tratando de imitar a un perro. - fue lo primero que pensé.

- hijo mío, ¿por qué estabas imitando a un perro?

- Es que Lulu me retó, ¿no lulu?

- Sí, eso fue todo. Sabes que tu hijo no se pierde un desafío.

- Este chico cada día es más raro. - Dijo Rich saliendo ya con Nora atrás.

- ¿Cómo supiste que no pierdo un desafío?

- ¡Está estampado en tu cara!

Me giré para sacar la luna de debajo de la cama. Se bajó y se vino encima de mí lamiendo, soltó dos ladridos más.

- ahora jodido! - Dije notando que Nora y Rich regresaban.

- ¿Seguro que era Ethan Luna Florida Díaz? - Dijo Rich cruzándose de brazos.

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