Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 2

¿Jefe?

German era demasiado joven para ser el líder. Tendría como máximo veintinueve años. Ciertamente acababa de salir de la universidad. Como mucho habrá sido un joven asociado recién contratado. Como yo.

- Oye cabrón, ¿has hecho algo en mi ausencia? - , preguntó German devolviéndole la palmadita. Parecían amigos e incluso compañeros.

El otro puso los ojos en blanco. - Trabajo mejor sin ti, gracias por preguntar -

Los ojos del recién llegado me miraron. O mejor dicho, cayeron sobre mi blusa que se había vuelto prácticamente transparente y que dejaba al descubierto mi sujetador de encaje blanco. German le dio unas palmaditas a su amigo en la nuca.

- ¿Nuevo? - me preguntó, ignorando a propósito las miradas sucias de German.

Asenti. - Sí, nuevo -

- Bien hecho German. Gran oferta : justo cuando llegó, se fue con una taza de café.

Miré a German. - ¿ Cuál es tu apellido? -

Él sonrió. Parecía saber exactamente adónde iba. -Parker- _ _

Casi dejo caer mi taza al suelo. Maldita sea . German Parker era mi jefe . Mi jefa hermosa, atractiva e inalcanzable.

" Oh " , fue todo lo que salió de mi boca.

German no parecía en absoluto molesto. Acabábamos de coquetear un poco y parecía normal que él se comportara así con sus empleados. Yo, en cambio, estaba a punto de sentirme mal. Incluso me podrían despedir por algo así. Todavía no había leído lo que RR.HH. tenía que decir sobre las relaciones con los empleados. O todo lo demás.

- ¿ Tienes algo que cambiarte en la oficina? - me preguntó.

Negué con la cabeza. - No, pero no importa -

Sus ojos cayeron a mi pecho. El tono verde se hizo más oscuro. Casi negro. El tragó. - Distraerás a todos mis empleados -

Crucé los brazos sobre mi pecho. - No es mi culpa si volviste a atacarme -

Él se rió y finalmente me miró a los ojos nuevamente. Su mirada era ardiente y llena de deseo. Ya había admitido que me encontraba hermosa esa mañana. - Sí, ¿entonces tal vez debería regalarte una camisa nueva? -

- Sí, absolutamente -

Parecía divertido por nuestro intercambio. - Veré qué puedo hacer -

Una mujer que conocía era la secretaria del jefe, que ahora tenía rostro, se acercó a nosotros. Era una señora de cincuenta años y parecía simpática. Ella vino a darme la bienvenida el primer día y me hizo un breve recorrido. - German, tienes una cita en diez minutos -

" Estaré allí enseguida " , le dijo. Me dio una última mirada. - Bienvenida al equipo Cloe – Se fue, uniéndose a Olivia, su secretaria. Lo seguí con la mirada hasta su oficina y suspiré.

Mi trabajo se había vuelto bastante interesante.

Después de la pausa para el almuerzo que había comido en mi escritorio, Olivia entró en mi oficina. En su mano sostenía un sobre con una firma muy famosa.

Lo dejó frente a mí. - German me pidió que te enviara esto -

Abrí mucho los ojos. -Gracias Olivia- _

Inmediatamente salió de mi oficina y tan pronto como dobló la esquina miré el contenido. Además de una blusa blanca, también había una nota.

Perdón por arruinar tu camisa. Espero que te guste esto. Perseguir.

Sonreí sin darme cuenta. Fue un gesto particularmente dulce. Fácilmente podría haber fingido que no había pasado nada, pero en lugar de eso gastó casi doscientos dólares para compensar mi descuido.

Cloe, tómatelo con calma. Él es tu jefe.

Durante la tarde mis pensamientos a menudo se dirigían a mi jefe. A mi esquivo jefe por quien había sentido una atracción muy fuerte desde nuestro primer encuentro. Simplemente permanecería en mis películas mentales. Aunque definitivamente habría hecho muchos de ellos.

Me tomé un breve descanso de los documentos que estaba leyendo. Ya le había entregado los urgentes a Luis a primera hora de la tarde y ahora me ocupaba del resto. Aunque tenía que admitirlo, estaba un poco distraída pensando en los increíbles ojos verdes de German.

Cogí mi teléfono y le envié un mensaje de texto a Grace.

Cloe: MI JEFE ES UN CALIENTE

Me respondió poco después.

Gracia: ¡QUÉ AFORTUNADA! TENGO QUE TRABAJAR CON LA COPIA MALA DE PAPÁ NOEL

Me reí. El jefe de Grace era un hombre corpulento con barba blanca y barriga bebedora de cerveza. Era el hombre más agradable del mundo, pero no era un espectáculo agradable.

Cloe: TENGO MUCHAS COSAS QUE DECIRTE

Gracia: ¿CENA? KEVIN TIENE EL TURNO DE NOCHE

Su futuro marido era policía y cada vez que salía a la calle por la noche, cenábamos juntos en su apartamento.

Cloe: OK PERO LLEGO TARDE

Recogí los archivos nuevamente y me puse a trabajar. Eran las seis y la oficina estaba prácticamente desierta. El silencio era tan agradable. Me relajé contra el sillón de cuero y me quité los tacones que me estaban volviendo loca.

Estaba inmerso en escribir unas notas cuando alguien se aclaró la garganta. Levanté la vista y encontré a German, apoyado con un hombro contra el marco de la puerta. Se había aflojado la corbata negra y su cabello estaba más desordenado, como si se hubiera pasado las manos por él varias veces.

Me sonrió de esa manera increíblemente sexy y consciente de sí mismo. Dios, basta. - ¿ Te gusta trabajar hasta tarde? - preguntó de manera relajada. Como si fuera normal que molestara a un empleado.

- Tengo algunos documentos que terminar de ordenar -

El asintió. Sus ojos notaron la blusa que me había regalado. Se aclaró la garganta. - Te queda bien -

Me sonrojé. De nuevo. Ese hombre siempre me avergonzó. En el buen sentido. - Gracias, también por darme uno nuevo. No fue necesario. Antes no hablaba en serio .

Él se encogió de hombros. -Quería hacerlo- _

Se hizo el silencio. Me aclaré la garganta pero no dije nada. Nos quedamos allí mirándonos el uno al otro. No sabía qué decir y no quería que se fuera. Me encantó verlo en mi oficina. La que entonces era su oficina.

- ¿ Estás ocupado mañana después del almuerzo? -

Levanté algunos archivos. - Luis me pidió que analizara algunas de estas empresas que representamos -

- Le diré a Luis que le pasarás esos documentos a nuestros asistentes legales. Vendrás conmigo a uno de nuestros nuevos clientes más importantes. Pidieron una reunión urgente. Quieren que los representemos en el futuro .

Abrí mucho los ojos. Había estado allí durante casi un mes y todavía no había conocido a ningún cliente y no me permitieron hacer ninguno por mi cuenta durante al menos cinco meses. Fue un gran paso para mí.

- Está bien. Con gusto te acompañaré, pero no quiero que Luis piense que no quiero hacer mi trabajo. Examinaré esos archivos esta noche .

- Lo que quieras, pero no te canses mucho o corres el riesgo de terminar encima de mí otra vez -

Abrí mucho los ojos. - ¡ No fue todo culpa mía! -

Él se rió divertido. - Sigues diciéndolo pero sospecho que no podrás resistirte a mí -

¿Realmente había dicho eso?

- ¡ Oh, Dios! No puedes decir ciertas cosas. Eres mi jefe -

- Si no seguías coqueteando conmigo... -

Me estaba sonrojando y sintiéndome un poco drogado. También estaba enojado porque estaba insinuando que lo hice a propósito para terminar con él. - No lo estoy intentando - ¿Oh sí?

Se pasó una mano por el pelo. Su estúpido y sexy cabello. Me dio esa sonrisa torcida suya. - Tranquilo, estoy bromeando -

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.