Capítulo 5
Caroline tenía curiosidad sobre este tema que podían tratar, al igual que Tulio que era muy considerado.
Desayunaron y luego se fueron a cabalgar por la finca.
Túlio - Lo siento jefe, pero no dejaba de sentir curiosidad por el tema que tiene que tratar con la "pantera" de ojos verdes...
Tulio era muy curioso.
Celso - Esa chica me vuelve loco, en todos los sentidos.
Túlio - Noté que estaba muy interesado...
Celso - Soy un hombre casado y lleno de problemas, pero soy un hombre y ella me hierve la sangre.
Túlio - ¿Qué piensas hacer al respecto?
Celso - Aprovéchate mi amor, si fue una de las amantes de mi hermano. ¿Por qué no ser mío también? Mi matrimonio ha estado condenado durante años y lo sabes.
Celso ya estaba pensando en llevar una doble vida con ella.
Túlio - Si Lúcia sueña con algo así, Celso Hernández con una amante en edad de ser su hija.
Tulio sonrió mientras tiraba de las riendas del caballo.
Celso - Tiene la edad suficiente para ser mi hija, pero afortunadamente no y hace años que no me siento como ella me hace sentir. Ella es terca, petulante...
Celso fue enganchado por ella, él también era un hombre joven. Sería un honor tener a esa mujer para llamarla tuya.
Túlio - Ten cuidado de no caer en tu propia trampa.
Celso - ¿Y qué tiene de malo revolcarse en la cama con ella?
Celso pregunta mirando los hermosos paisajes de esa enorme finca.
Túlio - Si tu mujer se entera, enseguida te corta los huevos.
Celso - Ella no es tan valiente.
Los dos sonríen, y continúan caminando por la finca y viendo trabajar la cosecha del café.
Túlio - De verdad Celso, ¿qué piensas hacer con estas chicas?
Celso - Estuve pensando y ya sé cómo voy a solucionar mi lado.
Con esa enigmática frase, Celso despertó aún más la curiosidad en Túlio.
Túlio - ¿No me digas que piensas quedarte con todos?
Celso - Claro que no, yo no soy un pervertido como Sebastián, voy a liberar a estas pobres mujeres de esta vida de prisioneras disfrazadas de trabajo y les voy a dar a cada una una buena cantidad para empezar la vida.
Túlio - ¿Incluso Nathalie?
Pregunta Tulio.
Celso - ¡Ella no, ella se queda! Diré que solo liberaré a los demás si ella accede a quedarse aquí conmigo.
Túlio - ¿Pero y si ella no está de acuerdo?
Celso - Entonces tendré que intentar otro enfoque como lo intenté antes.
Todavía estaba sonriendo ante el recuerdo.
Túlio - Dime pronto, ya domesticaste a esa pantera y no quisiste decírmelo, ¿verdad?
Celso - Aún no, pero la pillé en el gallinero hablando con la mimosa...
Túlio - ¿Hablando con quién?
preguntó Túlio y se acercaron a la enorme cascada.
Celso - La gallina, ahhh no importa la agarré y le robé un beso y estoy temblando hasta ahora que boca tan maravillosa que tiene.
Celso suspiró.
Túlio - Amigo, esta chica te va a volver loco.
Celso - Ya lo hizo Túlio, ya lo hizo.
Túlio - Pero hay que pensar qué hacer si ella quiere irse con los demás.
Túlio trató de preparar a su amigo para una posible decepción que, en el fondo, hasta él mismo esperaba sentir.
Celso - Ella no puede escapar de lo que es, fue la amante de mi hermano y ¿por qué no ser la mía? Ella acaba de cambiar de dueño y voy a conseguir lo que quiero.
Celso era posesivo, siempre implacable por conseguir lo que quiere y con ella no sería diferente.
En la granja, Nathalie hizo las camas y luego llevó las sábanas a lavar.
Caroline - ¿Ha vuelto a pasar algo entre Seu Celso y tú?
preguntó Caroline, encontrando extraño el clima anterior entre los dos.
Nathalie - Ese pervertido pudo agarrarme y besarme en el gallinero.
Caroline - Deja de ser tonta Nathalie, tienes que dejar que este hombre a tus pies obtenga todo de él.
Nathalie - No quiero nada de él, solo quiero mi libertad.
Caroline - ¿Libertad para ir adónde? Solo nos tienes a nosotros, deja de querer volverte loco por el mundo.
Caroline estaba tratando de hacer entrar en razón a Nathalie, pero fue un trabajo duro.
Caroline - Dentro de un rato las niñas terminarán de ordenar y es tu día de servir la mesa.
Nathalie – No, Caroline no.
murmuró Natalia.
Caroline - Adelante, pon un poco de lápiz labial en esa boca.
De ninguna manera iba a pintarse para él, iba a servir porque tenía que hacerlo y estaba allí en esa casa en contra de su voluntad.
Regresaron de la gira.
Hora del almuerzo y las dos se ducharon y ya estaban en la mesa, Nathalie y Caroline les sirvieron.
Caroline - Disculpe señor, si necesita estaremos en la cocina.
Celso - Espera, quiero que ustedes dos se sienten a comer con nosotros.
Caroline se sentó junto a Tulio, tímida...
Nathalie - Disculpe, voy a la cocina.
Nathalie dice dándose la espalda cuando sintió que la mano de Celso tiraba de su muñeca.
Celso - Te dije que te sentaras Nathalie.
Nathalie - Pero no quiero.
Ella dice tratando de apartar su brazo.
Él tira más fuerte.
Celso - Siéntate, tengo un asunto de tu interés.
Celso era directo, quería demostrarle lo implacable que podía ser cuando quería serlo.
Caroline - Por favor, a Nathalie no le importa si es solo una comida.
Caroline preguntó mientras Túlio solo miraba.
Finalmente la soltó y ella se sentó al otro lado de la mesa para no estar tan cerca de él. Esta afrenta lo irritó más.
Celso - Tengo una propuesta para ti, Nathalie.
Ella se congeló, ninguna buena proposición podría venir de él, sintió.
Nathalie – ¿Propuesta, para mí?
Celso- Exacto.
Nathalie - Dime entonces, ¿cuál es esta propuesta?
Celso - Todas las niñas están libres de este trabajo esclavo, y si Caroline quiere seguir trabajando aquí en la finca, puede optar por quedarse. Pero a cada uno le daré el dinero suficiente para empezar de nuevo donde quiera... Sé que es poco para todo lo que han pasado viviendo aquí como vivían.
Los ojos de Nathalie se llenaron de lágrimas, eso era lo que siempre había soñado... poder ir a donde quisiera, estudiar y ser alguien en la vida.
Caroline se alegró de saber que podía quedarse si quería, le gustaba esa granja y su trabajo al frente de la casa.
Celso - Pero hay una condición.
Natalia se quedó helada.
Nathalie - ¿Y cuál sería?
preguntó ella, temerosa de la respuesta.
Celso - Todos pueden elegir ir o trabajar cuidando la casa, igual tendrán el dinero que les prometí. Excepto tú, Natalia.
Celso dijo mirándola.
Nathalie - ¿Por qué no yo?
Ella por primera vez mostró fragilidad, casi lloró, pero se contuvo.
Celso - Porque quiero que te quedes a mi lado.
Eso dijo Celso y pronto pensó Túlio y abajo también.
Nathalie - Eso no es justo quiero ser libre, quiero ir con ellos.
Celso - Parece que no entendiste bien Nathalie, los demás lo harán si te quedas aquí y me sirves.
Maldito sea Celso Hernández, pero si he engañado a un hermano, he engañado también al otro, no me tocará jamás, pensó.
Caroline - Me quedaré contigo Nathalie. ¡Él no es como Sebastián!
Caroline dice que ella se encargaría de la casa.
Celso - A partir de ahora se te pagará como a los demás empleados, es justo y así será.
Nathalie - ¿Entonces acepto, Caroline y yo nos encargamos de la casa y tú dejas ir a los demás?
Celso - Solo harás los servicios que quieras, aquí tengo otras tareas para ti.
Dijo Celso para irritarla aún más.
Tragó saliva, quería clavar un cuchillo en la garganta de ese hombre, pero en el fondo estaba feliz de darles a los demás la oportunidad de ser libres y felices lejos de allí...
"Quedarme en esta casa a cambio del destino de otras personas no me parecía justo, pero era lo correcto para ellos".