CAPÍTULO 1
ALBA
I Corro Para servir esta última mesa antes de correr atrapando el autobús. Es tan cansado de tomar siempre una hora, treinta de la carretera para ir a mi vecindario.
- ¿A dónde vas así?
- Jefe, terminé mi servicio, llega tarde, si no voy ahora, me arriesgo a perder el autobús.
- Y luego se acerca a mí, con su aliento fetiche. Mi jefe es un hombre de sesenta años con una vientre que se ha vuelto grande al beber cerveza. Ya que me contrató en su establecimiento, él no pierde la oportunidad de adherirse. Él necesariamente quiere ver en mis calzoncillos. Pero no es posible, es cierto que estoy desesperado pero no en este punto. Este tonto piensa que me dejaré hacer porque él piensa que me da sus migas. Soy mejor que eso. Aspiro a más que eso. Mi objetivo es encontrar a un hombre rico que esté casado o no, no me importa. Si se llena su cuenta bancaria, se puede hacer. Pero mi jefe, él es demasiado pobre para mí. Sí, quiero a alguien súper rico, quien me ayude a sacar a mi familia de este distrito podrido. Mi jefe pone sus piernas sucias en mi posterior, me doy vuelta para empujarlo. En los últimos días lo ha estado haciendo para recordar aquí para que pueda satisfacer sus deseos.
- No me toques, dime lo que quieres y te lo doy.
- Todo lo que quiero es que te alejes de mí. Tú no eres mi tipo por más razón para ser mi Suga Dady, eres demasiado pobre para mí. - Insolete, ¿para quién te llevas? Me empujó a acostarme en una mesa y tratar de besarme. Lo mordí furiosamente el labio.
- ¿Especies cacheras? Mi mejilla me quema: Él simplemente me abofeteó. Su bofetada me impulsa al suelo. Me pongo la mejilla y él se tira sobre mí y comienza a arrancarme la ropa. Debito lo que puedo. Recibo otra bofetada que me asumió por un momento. Me reanudo consciente de cuando siento sus manos en mi pecho, su boca sucia en mi pezón. Presiono un grito y trato de volver a empujarlo, pero no me sucede. Es demasiado pesado. Creo que ha terminado para mí. Él me violará, mierda este ceño, me llevará, me mantendré con mucho cuidado durante años, ¡no puedo perder mi virginidad así! Siento que su sexo para ser presionado en mi entrada, me da más fuerza para luchar contra él, pero siempre permanece acostada. Estoy empezando a ver borroso, él me nudo con su peso. ¡Estoy empezando a perder la conciencia, mi Dios me salve!