(5)
Ella resopló en voz baja y se inclinó para susurrar al oído de Amaris.
'No me extraña que Fernando no pudiera esperar a estar adentro de mí, solo mira como estás' dijo burlándose.
Amaris cerró los dedos de sus manos en puños mientras luchaba desesperadamente por impedir que Maena se lanzara sobre Jess y agravará la situación.
'No te quedes ahí sin hacer nada, la p*utita tiene que saber cuál es su sitio. Déjame darle su lección que no olvidará' gruño Maena enfadada.
'Maena, no podemos, aún no tiene una loba. Conoces las leyes, no sería una pelea justa, y el castigo...'
'A la m*eres con el castigo, Amaris, déjame morder un poco de ella, tal vez quitarle uno de sus miembros. Al menos así tendrá menos partes que envolver alrededor de los compañeros de otras personas' chasqueo la lengua con maldad mientras intentaba avanzar.
Amaris cerró los ojos con fuerza, apretó la mandíbula y luchó contra su loba mientras Jess soltaba una risita.
'Ahh ¿Que pasa? ¿Esta molesta tu loba? ¿Celosa? Es patética'
Amaris no tardó mucho en recuperar el control, y su loba se escabulló a un rincón y gruñó amenazadoramente. Al poco rato, la furia de su loba se había calmado y se hizo silencio en su mente.
Amaris abrió los ojos y miro con frialdad y dureza en su mirada a su hermana.
'¿Que crees, Jess? ¡Te acostaste con su alma gemela, la que estaba destinada a ser nuestra pareja perfecta! Sé que me odias, pero esto no era necesario' respondió, con el rostro tranquilo y sereno.
Jess frunció el ceño antes de que sus ojos se oscurecieran y su rostro se torciera en una horrible expresión de irá.
'¿Innecesario? En realidad creo que era muy necesario. Aunque solo sea para demostrar que siempre seré mejor que tú. Te pavoneas por aquí pensando que eres la pequeña señorita perfecta. Recuerda mis palabras Amaris, me aseguraré de que no seas nadie y no tengas nada para cuando haya terminado contigo. Estoy harta de vivir bajo tu sombra' Siseó furiosa.
'¡Amaris! ¡¿Que significa esto?! ¡¿Por que estabas fuera tan tarde?!' una voz pegajosa y dulzona gritó.
Amanda, su madrastra, salió del salón, seguida de cerca por su padre.
Amaris desvió de mala gana la mirada de su hermanastra y centro su atención en Amanda.
Las dos se miraron fijamente durante un rato mientras Jess se paseaba al lado de su madre y ladeaba la cabeza con arrogancia mientras se volvía de nuevo hacia Amaris.
'Necesitaba 'necesitaba respondió finalmente con rotundidad, sintiéndose como si fuera una exposición de exhibición con la atención del todo el mundo puesta en ella, solo en ella.
'¡Ah, pero si te ha llegado el vestido! ¡Que bonito!' dijo Amanda con una sonrisa venenosa en la cara 'Me sorprende que no bajarás corriendo a enseñárselo a tus padres antes de desaparecer en la noche haciendo quien sabe que' continuó de una manera frívola con los ojos llenos de malicia.
Antes de que Amaris pudiera contenerse, resopló ruidosamente.
'¿Padres? Creo que te equivocas... ¿No querrás decir padre? Mi madre murió hace mucho tiempo y tú no eres digna de compartir ese honor con su recuerdo ' contestó con indiferencia.
Amanda soltó un grito ahogado y se tapó la boca mientras se volvía a mirar al padre de Amaris, el rey, con una expresión horrorizada y dolida, claramente fingida.
'¡Pequeña vaca desagradecida! ¡¿Como puedes hablarle así a tu madrastra?! Espetó su padre, le dolió su comentario hacia su mujer.
'Porque es el tipo de madrastra que lees en los cuentos de hadas. No se merece un lugar aqui' respondió Amaris.
Estaba cansada de esta fachada impuesta de familia feliz. Se suponía que la familia debería ser cálida y acogedora, con una sensación de comodidad y seguridad, no fría y antipatíca, con la necesidad de tener que cuidarse las espaldas constantemente y estar sin ningún apoyo.
Su padre golpeó con rabia la pared de al lado mientras empezaba a avanzar hacia Amaris, gruñendo una advertencia.
Jess corrió hacia él y le agarro del brazo con una sonrisa socarrona en dirección a Amaris, Jess fingía intentar detenerlo.
'¡Papa! Por favor ¡Cálmate! ¡No te enfades! No pasa nada, estamos acostumbradas a todos los comentarios que nos lanzan' se quejó Jess.
Amaris miro furiosa al trío mientras Amanda se unía a su hija en el patético acto de cuidar a los miembros de la familia ¿Como era posible que su padre no se diera cuenta de esta farsa?
Mientras la mujer frotaba círculos relajantes en la espalda de su padre, volvió a centrar su atención en Amaris.
'Por favor, Amaris, sabes que la salud de tu padre no es buena. No provoquemos otro episodio con maldad innecesaria ¿Eh?' suplico con una voz asquerosamente dulce.
Pero Amaris no se le escapó la sonrisa burlona que apareció en sus labios.
'Deberias fijarte bien el comportamiento de tu hermana, Amaris. Podrías aprender a comportarte correctamente' gruñó su padre.
'¿Aprender que?' río incrédula '¿Aprender a seducir y acostarme con la pareja de otra mujer? Puede ser. Parecía tener talento cuando estaba acostándose con mi compañero en su habitación de arriba'
Sus palabras quedaron suspendidas en el aire antes de que un feroz gruñido escapara de la boca de su padre, uno lleno de rabia.
'¡¿Como te atreves a hablar así de tu hermana?! ¡No hay manera de que ella hiciera algo tan despreciable!'
'¿Hermana? ¿Has perdido la cabeza, padre? Mi madre solo dio a luz a una hija' se mofó mientras recorría con la mirada desdeñosa a Amanda y Jess.
'¿Sabes una cosa? Hay un dicho popular por ahí, a ver ¿Cual era? ¡Ah, si! «La manzana no cae lejos del árbol» Se ajusta perfectamente tanto a Amanda cómo a Jess. Su madre sedujo a mi padre y rompió el corazón de su compañera, y ahora su hija pretende hacer lo mismo. Es bastante irónico ¿No, padre?' continuó con el rostro cubierto de desprecio y repudio.
Las palabras que había pronunciado dejaron helados a su padre, a Amanda y a Jess.
Durante años, Amaris había permanecido en silencio y ahora que su vida estaba a punto de cambiar de forma tan drástica ya no había necesidad de seguir fingiendo.
A partir de mañana empezará un nuevo destino, cambiará toda su esencia de ser necesario, seré la Luna de Nocturne y comenzara mi futuro.
Comienza la guerra.